La risa podría ser una forma ancestral decomunicación. SegúnRobert Provine, el paso hacia labipedestación que se produjo en los orígenes de la humanidad liberó altórax de la función de soporte que ejercía en la locomoción cuadrúpeda, un paso crítico que, al desligar larespiración de la carrera, proporcionó a losseres humanos un control flexible de la respiración, necesario para ellenguaje oral y para nuestra risa característica.[1]
Larisa es una respuestabiológica producida por el organismo como respuesta a determinados estímulos. Lasonrisa se considera una forma suave y silenciosa de risa.[2] Actualmente existen diversas interpretaciones acerca de su naturaleza.
En cambio, para otros autores, como Charles R. Gruner, de laUniversidad de Georgia (1978), la risa es una reminiscencia o sinónimo del grito de triunfo del luchador tras ganar a su adversario. Asegura que en todas las manifestaciones dehumor existe un gesto de agresión, incluso en los casos más inocuos. Según Gruner, «incluso un lactante se ríe, no como manifestación de agradecimiento, sino porque consiguió lo que deseaba».[4] ElfilósofoJohn Morreall (1983) sostiene que el origenbiológico de la risa humana pudo estar en una expresión compartida de alivio tras pasar el peligro; la laxitud que sentimos tras reírnos puede ayudar a inhibir la respuestaagresiva, convirtiendo la risa en un signo de conducta que indicaconfianza en los compañeros.[5]
En cualquier caso, existen investigaciones recientes realizadas tanto enorangutanes como enchimpancés que sugieren que estos son capaces de reírse, con lo cual la risa sería de origenevolutivo ygenético.[3][n. 1]
Popularmente se la considera básicamente una respuesta a momentos o situaciones dehumor, como expresión externa dediversión, y relacionada con laalegría y lafelicidad, aunque la risa, según numerosos estudios, como los deRobert Provine, está motivada por un estímulo cómico en una minoría de los casos cotidianos.[1] Suele aparecer, de forma más o menos simulada, como complemento emocional de los mensajes verbales, así como en situaciones deestrés o en conductas de tipolúdico como lascosquillas.[3]
En función de la fuerza con que se produce, la risa puede variar tanto en su duración como en su tono y características. Así, usamos distintaspalabras para describir lo que consideramos diferentes tipos de risa: chasquido, carcajada, risotada, risita, risa despectiva, desesperada,nerviosa, equívoca.[7] Otros tipos: caquino, cascabeleo, risa malvada, hipido.
De entre las señalesemocionales, la sonrisa es la más contagiosa de todas, y el hecho de sonreír alienta lossentimientos positivos. Al igual que la risa propiamente dicha, la sonrisa es innata, y los niños sordos y los ciegos sonríen. Suele aparecer a las seis semanas de vida y constituye el primer lenguaje del ser humano. Inicialmente es un comportamiento físico, y paulatinamente va evolucionando hasta convertirse en una conducta emocional. La autoinducción del gesto de sonreír puede mejorar nuestro estado de ánimo. Otra propiedad es la de inducir una elevación de la actividad de lascélulas NK y mejorar así nuestroestado inmunológico.[8]
Algunos estudios demuestran que la risa varía en función delgénero: las mujeres tienden a reírse de una forma más cantarina, mientras que los hombres tienden a reírse bufando o gruñendo.[cita requerida]
La risa, al igual que elllanto, es un acto involuntario para la mayoría de las personas. Su mecanismo de funcionamiento reside en larespiración, y se produce mediante interrupciones de la exhalación del aliento. Es el mismo mecanismo que se utiliza para elhabla, solo que de forma involuntaria.[3]
Se produce cuando un estímulo —interno o externo— es procesado en áreas primarias, secundarias y de asociación multimodal delsistema nervioso central. El procesamiento de lasemociones se realiza en elsistema límbico, el cual es probablemente responsable de lospotenciales motores que caracterizan a la risa, incluyendo laexpresión facial y los movimientos de los músculos que controlan laventilación y lafonación. Una vez procesado el estímulo, además de los actos motores automáticos mencionados, se lleva a cabo una activación autonómica generalizada, la cual tiene salida por diversas vías, entre las que se encuentran eleje hipotálamo-hipófisis y elsistema nervioso autónomo. Todos estos componentes conforman laemoción, proceso que involucra, cuando se trata de alegría, elacto motor llamado risa.[9]
Hay dos estructuras del sistema límbico implicadas en la producción de la risa: laamígdala y elhipocampo.
La risa puede inducirse estimulando elnúcleo subtalámico, y se ha comprobado en pacientes conenfermedad de Parkinson.[8] Un trabajo reciente realizado por Itzhak Fried et al., de laUniversidad de California, ha permitido localizar una zona del cerebro llamadaárea motora suplementaria, que, al estimularse por medio deelectrodos, produce lasonrisa y, con una estimulación más intensa, la risa a carcajadas. El área motora suplementaria es una zona muy cercana alárea del lenguaje. Este mecanismo se descubrió de forma accidental mientras se trataba a una joven conepilepsia.[10]
Se han realizado experimentos para determinar exactamente en qué zona reside el sentido delhumor. En un estudio, presentado en 2000 por científicos de laUniversidad de Rochester, sometieron a 13 voluntarios aresonancia magnética funcional al tiempo que les realizaban diversas preguntas. Sus conclusiones fueron que dicha característica residía en una pequeña región dellóbulo frontal. No obstante, otro equipolondinense realizó la misma prueba sobre 14 individuos a los que se les contabachistes, y los resultados fueron que la zonacerebral que se activaba era elcórtex prefrontal ventral junto con otras regiones implicadas en el proceso dellenguaje cuando la gracia del chiste residía en unjuego de palabras.[11]
Cada vez se ríe menos. Los niños de 7-10 años se ríen alrededor de 300 veces al día, mientras que los adultos que todavía ríen lo hacen menos de 80 veces diarias. Existe gente que raramente se ríe, e incluso algunas personas que no sienten la necesidad de reírse.[8]
Estudios realizados desde los años 1980 por elpsiconeuroinmunólogo Lee S. Berk y colaboradores demostraron a lo largo de los años varios efectos positivos de la risa:[12][13]
Algunosindicadores relacionados con elestrés disminuían durante los episodios de risa, relacionados con la disminución de los niveles deepinefrina ycortisona.
La risa incrementaba la producción deanticuerpos y la activación de células protectoras como loslinfocitos o los linfocitos T citotóxicos, que producen la inmunidad celular, importante para evitar la formación detumores.
Las carcajadas o risas alegres y repetitivas mejoraban el estado de humor, reducían los niveles decolesterol en sangre y regulaban lapresión sanguínea.
Más recientemente (2010), Berk ha descubierto una relación entre la risa y elapetito, de tal modo que la risa aumenta el apetito de modo análogo a como lo hace elejercicio físico moderado. Según estos estudios, simultáneamente se produce una reducción del nivel deleptina y un aumento del degrelina en lasangre.
Otros efectos beneficiosos de la risa son los siguientes:[14][15]
Contribuye a un cambio deactitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
Favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos losmúsculosabdominales.
Facilita la evacuación debido al “masaje” que produce sobre lasvísceras.
Aumenta elritmo cardíaco y elpulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”, permite que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la elasticidad de lasarterias coronarias.
En 2000, un estudio de la Clínica Mayo de Rochester sobre 839 individuos determinó que los más optimistas vivían más que los considerados pesimistas. Óscar Giménez, de la revistaJANO - Medicina y Humanidades, considera que no necesariamente tiene por qué existir una relación directa entre ambos parámetros (los individuos pesimistas suelen tener hábitos de vida menos saludables).[10]
Otro estudio realizado por investigadores de laUniversidad de Texas concluía que el riesgo deictus en personas mayores de 65 años era un 48 % inferior en varonesoptimistas y un 18 % en mujeres optimistas. El estudio fue publicado enPsychosomatic Medicine.[10]
Bien es sabido en la cultura popular que las personasebrias suelen reírse mucho. Así, en un experimento científico para comprobarlo,psicólogosbritánicos de laUniversidad de Hull dijeron a 48 voluntarios que se tomasen unabebida alcohólica o unrefresco, a partes iguales, para posteriormente ver unapelícula cómica.[17] En los resultados se apreció que los que tomaron la bebida alcohólica rieron más que los otros.[10]
«Risoterapia» es unneologismo que define una técnica ya utilizada desde la antigüedad aunque no bajo el calificativo deterapia. Consiste, como su nombre indica, en humor terapéutico. En los últimos años han aparecido «clubes de la risa» e incluso asociaciones —presuntamente—científicas que defienden las virtudes de reírse a carcajadas.[10]
Un pionero de esta técnica fue, no un médico, sino un paciente. Un alto ejecutivo deNueva York, Norman Cousins, fue diagnosticado deespondilitis anquilosante, una enfermedad muydolorosa. El agravamiento de lossíntomas se acentuó cuando Norman entró en unadepresión. A partir de que uno de sus médicos le recomendase verpelículas cómicas, siguió el consejo a rajatabla y fue testigo de su mejoría. Posteriormente, en 1979, publicó un libro titulado en españolAnatomía de una enfermedad, y en él explicaba que tan solo 10 minutos de carcajadas le proporcionaban alivio para las dos horas siguientes. En 1988 se creó la Asociación para el Humor Terapéutico y Aplicado (AATH en inglés), formada por especialistas que confían en el poder curativo de la risa. Definen elhumor terapéutico como «cualquier intervención que promueva la salud y el bienestar estimulando el descubrimiento alegre, la apreciación o expresión de lo absurdo o lo incoherente de las situaciones de la vida».[10]
A pesar de todo, y aunque existen varias investigaciones, algunas en revistas muy prestigiosas, que avalan los beneficios de la risa, también existe quien no comparte esta idea.[10]
R. A. Martin, unpsicólogocanadiense de laUniversidad de Western Ontario, aseguraba en 2001 que había examinado todos los estudios realizados sobre la risa respecto a sus beneficios sobre lasalud física.[18] Sus conclusiones eran que los estudios que se habían realizado sobre el efecto de la risa en lainmunidad ofrecían resultados inconsistentes así como problemas en lametodología. Señalaba, además, que, si bien existían evidencias de los efectosanalgésicos de lo que él denominaba «exposición a la comedia», resultados similares se habían obtenido a partir de la exposición a emociones negativas. Añadía que apenas existía evidencia sobre los efectos moderadores delestrés procedentes delhumor sobre la salud física, y que tampoco se había demostrado que el buen humor aumentase lalongevidad. Concluía diciendo que «se necesitaban investigaciones más rigurosas antes de extraer conclusiones firmes sobre los posibles beneficios para la salud del humor y la risa».[10]
Óscar Giménez, redactor jefe de la revistaJANO - Medicina y Humanidades, quien aseguraba desconocer elsentido del humor de Martin, consideraba que, «si la depresión y la tristeza se habían asociado con diversas enfermedades, una actitud positiva y divertida ante la vida debería contrarrestar tales enfermedades».[10]
Robert Provine, si bien se mantiene optimista respecto a las propiedades potencialmente terapéuticas de la risa y reconoce la ausencia de riesgos, muestra cautela y pide mayores evidencias para beneficio de la medicina.[19]
Reír no solamente hace sentir bien a una persona, sino que mejora su estado físico como psicológico. Existen decenas de beneficios de la risa. Es por esto que juega un papel muy importante en la vida de las personas, más que nada en la de los adultos mayores, quienes pueden estar transitando una enfermedad o pasando un mal momento.[20]
Contrariamente a la creencia popular, y a lo que se creía en general hasta bien recientemente, la risa no está restringida a los humanos. Según un estudio publicado en la revistaScience porJaak Panksepp, existe la risaanimal, y no solo en losprimates. También estudióperros yratas y encontró que en susjuegos emitían sonidos muy similares a las risas de los bebés.[21] En parte se puede deber a que elsistema límbico, que maneja la risa, es una de las partes menos evolucionadas delcerebro humano que compartimos en buena medida con otros animales.
Loschimpancés y otros grandessimios, como losorangutanes y losgorilas, pueden reírse, aunque el sonido que emiten es diferente del que producen los seres humanos. La risa de un chimpancé suena como unjadeo, y, al animarse, se vuelve un sonido másgutural.[n. 2][n. 3] Una diferencia fundamental entre la risa del chimpancé y la humana es que, en el chimpancé, el acto debalbuceo se encuentraevolutivamente aún bajo el control del proceso de larespiración. El chimpancéinspira yespira durante la risa, de tal forma que solo es capaz de producir unasílaba por ciclo de inhalación-exhalación. Los humanos únicamente espiran, y además son capaces de producir múltiples sílabas por ciclo respiratorio.[19] Los monos, al no tener control del aliento, no son capaces de hablar, al tiempo que su risa es diferente.[3]
Similarmente, loscuadrúpedos requieren 1 zancada por ciclo respiratorio, mientras que los humanos pueden realizar múltiples pasos por respiración. Provine postula que este hito en el control de la respiración fue crítico en la evolución, convirtiéndose en un instrumento para el desarrollo dellenguaje oral al liberar nuestro complejo aparato neuromuscular del habla de las tareas más mundanas de respirar y caminar.[19]
Popularmente, la risa y lasonrisa se asocian con lafelicidad y el buen humor, sin embargo no constituyen medidas delhumor fiables. Según recientes estudios, la risa es un mecanismo decomunicación. De esto se desprende que el factor desencadenante de la risa no es la felicidad o laalegría en sí mismas, sino el hecho de que exista, al menos, otra persona que pueda recibir elmensaje, en forma debalbuceolúdico. Se ha comprobado que la relación entre la risa en sociedad y la risa en soledad es de 30 a 1. Literalmente, necesitamos que haya más personas, y que se puedan reír, para reírnos.[3][n. 4]
Provine buscó adoptar una «táctica naturalista y descriptiva» para revelar los disparadoressubconscientes y las raícesinstintivas de la risa. Inicialmente observó a sujetos en sulaboratorio, pero encontró que la risa era demasiado frágil, ilusoria y variable bajo escrutinio directo. Por ello, decidió observar la aparición de risa natural y espontánea en la vida diaria. Empezó a escuchar y grabar a escondidas la risaconversacional (aquella que sigue típicamente al discurso de la conversación un segundo después), documentando 1200 episodios, y estudió más tarde los patrones de quiénes reían y cuándo, para analizar sus cualidades. Su conclusión fue que para que se produzca risa es necesaria más de una persona, siendo el elemento mínimo una díada, un hablante y un oyente (excepto en el caso de un espectador que ríe a carcajadas viendo latelevisión, por ejemplo). Sorprendentemente, Provine encontró que los hablantes ríen más que sus oyentes. La risa tendía a seguir un ritmo conversacional natural, salpicando el discurso tras declaraciones completas, y especialmente tras cambios devolumen oentonación. Lo más interesante fue que menos de la cuarta parte de los comentarios previos eran realmentehumorísticos. Provine sugiere que la risa sincroniza loscerebros del hablante y el oyente, de tal modo que sirve como una señal para las zonas receptivas del lenguaje, tal vez conmutando la activación entre estructuras cerebrales competitivas de lacognición y laemoción.[19]
Las observaciones de estudiantes de interpretación riendo en el momento justo le llevaron a concluir que la risa está bajo un relativamente débil controlconsciente, y que la risa de aspecto más natural está provocada por mecanismossubconscientes, lo cual explica por qué laactuación de método puede llevar a la reproducción deemociones con mayor efectividad.[19]
Niño riéndose como respuesta a lascosquillas. Provine considera este tipo de comportamientos como un mecanismo de socialización innato, destinado a crear vínculos, que heredamos de nuestros ancestros.
Probablemente, lascosquillas son la forma más antigua y segura de estimular la risa. Las cosquillas y la risa son unas de las primeras formas de comunicación entre la madre y el bebé. La risa aparece entre los tres y medio a cuatro meses devida, es decir, mucho antes que elhabla. Por este motivo, la madre utiliza las cosquillas para estimular la risa del bebé y establecer así unacomunicación. La risa a su vez estimula a la madre a continuar haciendo cosquillas, hasta que llega un momento en que el bebé empieza a quejarse, momento en el que la madre se detiene.[3]
Por el mismo motivo que es más difícil reírse en solitario, también es difícil que una persona se haga cosquillas a sí misma. Las cosquillas constituyen una parte importante deljuego, de manera que, cuando se le hacen cosquillas a una persona, no solo intenta escaparse y se ríe, sino que intenta devolverlas. En el proceso de dar y recibir cosquillas, se tiene una especie de programaciónneurológica que hace que las personas establezcanvínculos, y sucede lo mismo con elsexo. Lasaxilas, las palmas de lasmanos y las plantas de lospies son zonas cuya estimulación mediante cosquillas produce la risa con mayor facilidad.[3]
Al igual que elbostezo, la risa es uncomportamientosocialneurológicamente programado, cuyo origen se encuentra en la necesidad de sincronizar el estado de comportamiento grupal. Es, por ejemplo, el motivo por el que hay una pista de risas en lasseries cómicas detelevisión.[n. 5] Cuando oímos a otra persona reírse de algo, inmediatamente nos fijamos en ese algo y lo consideramos más divertido que si esa persona no se ríe, y entonces sonreímos o incluso llegamos a reír.[3]
Tanto los hombres como las mujeres se ríen en la misma medida. No obstante, la situación que produce más risa es cuando un hombre habla con una mujer, o viceversa, y en esta situación la mujer es la que lidera la risa y el hombre el líder de producción de la risa. Al igual que ocurre con el habla, la risa de las mujeres presenta en general untono más agudo que la de los hombres. Una de las características de los hombres más atractivas para las mujeres es elsentido del humor, aunque no precisamente la capacidad de reírse. Es decir, la mujer busca a un hombre que la haga reír y que no se ría demasiado.[3]
La relación entre la risa y los sucesos del mundo está modulada por lacultura y lasociedad.[22]Actualmente, relacionamos la risa con la idea de «ser feliz y sentirse bien». Sin embargo,Platón yAristóteles, entre otros autores que escribieron sobre la risa, tenían una visión más oscura sobre ella. Ellos, por ejemplo, encontraban divertidas lasejecuciones públicas, algo que actualmente es políticamente incorrecto, del mismo modo que también se reían, además de con las personas de su grupo, de personas de otros grupos, como por ejemplo, otrasetnias orazas. En la actualidad, nuestro propiolenguaje matiza tal diferencia: no es lo mismo reírsecon alguien, que reírsede alguien. ParaRobert Provine, la risa ridiculizadora es un mecanismoinstintivo ancestral diferente de la risa de grupo que servía para modular laconducta de los individuos que no pertenecían al grupo propio, con la finalidad de que éstos se adaptasen y se integrasen en el mismo.[3] Laantropóloga Verena Alberti utiliza los términos «risa de acogida» y «risa de exclusión».[22]
Según el científico, esa es la razón por la que la gente ríe en circunstancias embarazosas o desagradables. Afirma que la risa es un instrumento para cambiar el comportamiento de los demás. En una situación embarazosa, como una disputa, la risa representa un gesto de apaciguamiento, una forma de disminuir la ira y la tensión. Si la otra persona logra contagiarse, se disipa el riesgo de confrontación.[3]
Las observaciones de Provine le sugirieron que el rango social determina los patrones de risa, especialmente en el lugar de trabajo; los jefes provocan fácilmente carcajadas de sus subordinados y hacenbromas a costa de ellos, lo que sugiere que el fenómeno es generalmente una respuesta de sumisión al dominio.[19]
SegúnRobert Provine, los lingüistas y estudiosos dellenguaje no prestan a la risa la debida atención, mientras que sí lo hacen respecto al papel que juega en la producción del sonido lafisiología de lalaringe y de diversas partes de las vías vocales. En sus propias palabras:
La risa forma parte del vocabulario universal humano, y si queremos comprender cómo elcerebro produce elsonido deberíamos analizarcomportamientos que todo el mundo tiene de la misma manera; o sea, que estudiar la risa —si queremos comprender el comportamiento humano— será como usar elE. coli, o lamosca de la fruta, para comprender el mecanismo de lagenética. En lugar de afrontar la inmensa complejidad de lanaturaleza, intentamos concentrarnos en una pequeñamolécula, que es una parte, a la que se puede acceder mejor.[3]
Albert Einstein. Figura emblemática de la ciudad deUlm, basada en una fotografía que le fue tomada al científico el 14 de marzo de 1951 por el fotógrafo Arthur Sasse, quien le pidió a Einstein que posara para él a la salida de una fiesta por su 72.º cumpleaños.
Antes de aproximadamente el siglo XIX, la risa se interpretaba como un elemento frívolo y de poca profundidad.[22] Con la excepción de un puñado de pensadores clásicos que dedicaron algo de su tiempo al estudio serio de esta materia, prácticamente ninguno fijó su atención sobre tal cometido.[23]
Peter Berger apunta que posiblemente lafilosofía no ha centrado su atención en lo cómico debido a la fragilidad de su experiencia: cuando se intenta aprehender, se disuelve.[23]
La frivolidad atribuida a la risa, según elsociólogo, proviene del hecho de que lo cómico y lo serio son mutuamente excluyentes, de tal modo que unabroma en una situación seria se considera, precisamente, eso, frívola. En sus propias palabras: «Las personas que escriben libros sobre lo cómico son blancos legítimos de la parodia, la sátira y otras modalidades agresivas de respuesta humorística frente a una sociedad intolerable».[23]
De la superficialidad, por otra parte, podemos hacer constancia con buenos ejemplos procedentes nada menos que delDiccionario de la lengua española, vestigios de la antigua concepción de la risa que, más que facilitar su definición, producen su aparición en el lector:[24]
1. Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría.
2. f. Voz o sonido que acompaña a la risa.
3. f. Lo que mueve a reír.
Otro ejemplo —quizás más preocupante—, es la ausencia de una entrada para la expresión «sentido del humor». Y el problema se repite en la lengua inglesa con elOxford English Dictionary, como muestra Berger en su libroRisa redentora.[25]
Actualmente, la risa tiene la capacidad de mostrarnos las distintas facetas de la realidad, y, por lo tanto, hacernos comprender el mundo de forma más completa.[22]
En nada se manifiesta más claramente una personalidad que en aquello de lo que se ríe.[22]
En palabras de Berger, «lo cómico es la visión del mundo más seria que existe».[26] Berger, de inclinación religiosa y quizás influido por el pensamiento deKierkegaard, a quien cita numerosas veces en su libro, sostiene que lo cómico es una promesa humana deredención, y que lafe religiosa es laintuición de que se cumplirá dicha promesa.[27]
Varios estudios apuntan hacia el carácter transgresor socialmente aceptado de la risa, que, dentro de ciertos límites, quebranta las normassociales yculturales para convertirse a su vez en otra norma. Asimismo, el carácter desordenado de la risa actúa como agente liberador —casi redentor, afirma laantropóloga Verena Alberti— frente a las presiones sociales. En cambio,Erving Goffman yGregory Bateson postulan, más que la mera transgresión de las normas, la existencia en la sociedad de un nivel metacomunicativo en el que «todo vale», dentro del cual, «la vida es un juego».[22]
Peter Berger expresa lo mismo con otras palabras, al decir que «lo cómico está por encima del bien y del mal». Retomando el pensamiento deAlfred Schütz, Berger describe larealidad como compuesta por distintas parcelas finitas de significado excluyentes entre sí, tal es el caso delhumor, elerotismo, elarte, lossueños o eljuego; cuando pasamos de una parcela a otra, lo hacemos bruscamente, mediante una especie de salto; y lalógica que impera en cada una de ellas es incompatible con la del resto. De entre esas parcelas, la de la vida cotidiana es la que se ha impuesto en nosotros como la principal. Esa es la razón —argumenta—, por la que, cuando regresamos a ella, sentimos la necesidad de aclarar a los demás, o a nosotros mismos, que «todo fue una broma», o que «ahora vamos a hablar en serio».[28] En definitiva, al hacerlo estamos intentando recuperar el control de aquella parcela que hemos decidido vivir como la «auténtica»:
Las realidades cómica, estética y sexual son subversivas, potencialmente al menos. Si se permite que emerjan con toda su fuerza, pueden llegar a contaminar con su lógica «extraña» las preocupaciones serias de la vida cotidiana.[29]
Muchos autores atribuyen a la risa un valor preventivo frente al fracaso del pensamiento serio. Kate Moore analiza la risa unilateral que se produce constantemente en las conversaciones, y concluye que su naturaleza corresponde a mensajes en situaciones en las que la comunicación no es efectiva.[22]
Autores como Viveka Andelswärd (1989),Robert Provine (1993) y Phillip Glenn (2003) apoyan el carácter social de la risa.[7] Según Provine y Fischer (1989), la risa propiamente dicha depende mucho más del ambiente social que lasonrisa y elhabla.[7]
La risa —y elhumor—, como tema de estudio, presenta el problema de que puede abordarse desde muchas perspectivas y muchos campos (medicina,ciencias biológicas,psicología,ciencias humanas). Por este motivo, se han planteado numerosas teorías, algunas contradictorias entre sí. Ralph Piddington (1963)[30] consideraba que faltaban criterios y teorías comunes, probablemente debido a la complejidad del fenómeno. Actualmente existen puntos en común, pero a lo largo de la historia han existido muchas discrepancias y concepciones diferentes[31] de algo tan, paradójicamente, íntima y genuinamente humano.
Como demuestra laciencia, la risa y elhumor son tan antiguos como losseres humanos, y encontramos diversos testimonios de la tradición oral que así lo atestiguan:
Según la tradición de losAinos, un grupo étnico del norte deJapón, «en los orígenes de la humanidad las mujeres nomenstruaban, sino los hombres». Losbantúes deÁfrica meridional, ante la inminencia de algún peligro grave, efectúan un ritual en el que las mujeres jóvenes se visten de hombres y realizan las tareas de los pastores para la diversión —y la distensión— de todos. Según se cuenta que observóKnud Rasmussen, los niñosesquimalesNetsilik Inuit celebraban juegos en los que imitaban a loshechiceros de la comunidad, empleando las mismas fórmulas para alejar los malos espíritus, lo cual desataba la risa incontrolada de los adultos.
En todos los casos, lablasfemia no producehorror entre el público, sino la risa, bajo el sobreentendimiento de que losdioses o losespíritus saben comprender unabroma.[32]
Engriego antiguo existían dos palabras para la risa: «γελάω» («gelao», 'brillo', 'resplandor de alegría') y «καταγελάω» («katagelao», 'risa de arriba hacia abajo'). Como puede intuirse, la primera hace alusión a la «risa sana», y la segunda a la «risa despectiva». También existía una palabra equivalente a lo que hoy conocemos como «sonrisa», aunque no se correspondeetimológicamente con la que usamos en la actualidad.[31]
Algunos autores, como George McFadden, engloban la concepción griega de la risa dentro la conducta cómica, como un «ήθοσ» («ethos») humano, tal cual fue usado el término porPlatón yAristóteles. Obviando algunos antecedentes, en general prescriptivos, laretórica clásica para los discursos y escritos cómicos apareció fundamentalmente con estos dos filósofos.[31]
Platón, ySócrates a través de él, concibieron la risa como unplacer mixto, es decir, que supuestamente no debemos reírnos de laignorancia, pero lo hacemos.[31]
Platón, bajo la concepción actual, no teníasentido del humor. Para él, la risa solo demuestra la maldad y el disparate. Lo que hace a una persona risueña, según el pensador, es laignorancia sobre sí misma: la persona risueña se cree más sana, de mejor aspecto, más virtuosa o más sabia de lo que realmente es.John Morreall, en cuya obraTaking laughter seriously, cita numerosas veces a Platón, señala que, actualmente, ese tipo de pensamientos nos produce risa, pero que en realidad nuestra risa implica cierta malicia hacia dichos pensamientos, y la malicia es perniciosa. Platón describe la malicia como un «dolor en elalma», y considera que, al reírnos, nuestra atención se concentra en elvicio. No deberíamos cultivar la risa —continúa argumentando—, a no ser que aquellos de los que nos reímos nos la contagie. Con la risa fuerte, —prosigue—, perdemos el control de nosotros mismos, y por lo tanto nos volvemos imperfectos, menos humanos. En este punto, coincidía con PlatónAristóteles, quien consideraba la risa una forma de escarnio.[5][22]
Platón cita a Sócrates dialogando en elFilebo. En eldiálogo compara la risa («humor inflamado», en palabras de Platón) con la experiencia de aliviar la comezón rascándose: en ambos casos existe una sensación mixta de dolor combinado con placer; en un caso la sensación es del cuerpo, y en el otro, delalma. Lo ridículo aparece como consecuencia de la negación del precepto «γνώθι σαυτόν τό» (conócete a ti mismo), es decir, de la carencia deautoconocimiento. Estaarrogancia puede estar relacionada con lariqueza, labelleza, o eldesarrollo físico, pero, con mayor frecuencia, lo está con lavirtud de lasabiduría. Divide a los arrogantes en fuertes y débiles; el arrogante fuerte y poderoso esodioso; el débil, simplemente ridículo. La falta de autoconocimiento es una desgracia y la risa es unplacer; por lo tanto, reír ante lasoberbia es generar deleite y al mismo tiempomaldad ante una desgracia. Lacomedia, según se afirma en el propioFilebo, es un tema de estudio importante; con ella aparecen relacionados afectos como laenvidia, la satisfacción maliciosa ante unadeformidad ominusvalía y lasensación de superioridad. Sócrates —según Platón— define la envidia como una forma dedolor que se convierte en placer cuando nuestro propio sentimiento deseguridad nos permite reírnos; si la persona objeto de envidia es poderosa, no nos parecerá risible, sino detestable.[31]
Platón se oponía asimismo a la risa convencional, como la producida en las comedias. Y afirmaba que era pernicioso incluso mostrar a la gente riéndose en laliteratura.[5] Ni siquieraAristófanes escapó a las críticas de Platón.[31]
«Los hombres de valor no deberían representarse como poseídos por la risa, y aún menos deberíamos permitir tal representación de los dioses».[5]
EnLa República, Platón señala que la risa debe estar limitada por larazón. No deben reírse, por tanto, ni los guardianes ni las personas de mérito. La risa es un exceso que debe evitarse, manteniendo un estado de templanza y equilibrio sin reacciones desmedidas.[31]
Aunque más tarde, enlasLeyes, es algo menos riguroso. «Es útil conocer el aspecto de lafealdad, dice el extranjero ateniense —quien parece representar el punto de vista de Platón—, y por lo tanto la representación de la fealdad en la comedia puede tener cierta función educativa».[5] En esta obra el filósofo plantea la necesidad de limitar la risa por obligaciónmoral. Elvirtuoso no debe reírse, y ningúnpoeta cómico o actorsatírico debe ridiculizar a unciudadano. Distingue entrebromas bien y mal intencionadas.[31]
Por otro lado, durante lasithyphallias griegas —fiestas agrícolas relacionadas con lafertilidad y losritosfálicos—, los jóvenesatenienses seemborrachaban e insultaban a los ciudadanos respetables.[32]
Se sabe queAristóteles dedicó un segundo libro de su obraPoética a lacomedia, aunque dicho libro se perdió. Del filósofo nos llegan sus ideas sobre la risa, elhumor y lo cómico fundamentalmente a través de referencias por parte de otros. En ellas se dice que Aristóteles considera, desde el punto de vista de laestética, que lo risible es una subdivisión de lofeo, aunque, a diferencia dePlatón, no lo relaciona con elsufrimiento. Distingue entre la comedia injuriosa y la adecuada, así como entre latragedia y lacomedia, dedicada esta última, según el filósofo, a caracteres de tipo inferior. Según se cuenta que escribía en suPoética, lasmáscaras del cómico son feas, deformes, pero no producen sufrimiento; las comedias representan a los hombres peores de lo que realmente son; solo la tragedia y laepopeya son respetables. Al igual que Platón, también admite la posible aparición de maldad en la risa, en cuyo caso debe evitarse por contravenir laética. Busca en todo momento elequilibrio en lasemociones, y ello puede verse en laÉtica a Nicómaco.[31]
En ella, Aristóteles no condena la risa despectiva cuando esta va dirigida a una persona sinvirtud. Escribe, por ejemplo:
«[...] veremos claramente cuán digno de risa es el varón magnánimo si no es hombre dotado de virtud, y cuán lejos está de ser digno que le hagan honra, pues es malo».[34]
A los hombres que no pueden contener las emociones, los llamaafeminados. Hablando de las personas virtuosas, escribe, también:
«Porque no es de maravillar que uno sea vencido de deleites o pesadumbres fuertes y excesivas, antes es de perdonar y haber compasión de él, si resistiendo fue vencido, [...] y de la misma manera los que procuran detener la risa, de un golpe la despiden. [...] Pero es de maravillar cuando lo es en aquellas en que los más pueden resistir, y él no es bastante a resistir, no por la naturaleza de su género ni enfermedad [...] Hay, pues, una manera de incontinencia que es una desenfrenada temeridad, y otra que es flaqueza».[34]
Y termina hablando de los más propensos a descontrolarse:
«Pero los que más incontinentes son de desenfrenada incontinencia, son los repentinos y los melancólicos. Porque aquellos por su presteza y estotros por la fortaleza del afecto, no escuchan razón, por ser muy prontos en seguir sus imaginaciones».[34]
Considera que la diversión y las bromas producen excesivo placer en las personas, y que esto es una forma de ofensa que los legisladores quizás debieran prohibir. Laironía para él es a la vez despreciable y útil —el humor y la risa tenían en laoratoria un gran valor coercitivo.[31]
En laRetórica, citando aGorgias, refiere que debe matarse la seriedad del oponente con las bromas y sus bromas con la seriedad.[31]
Cicerón también escribió sobre la risa.[22] Con un sentido más práctico, recomienda cautela al orador en el uso de la ridiculización, pues podría ofender los sentimientos del público y minar el objetivo de laoratoria. También se plantea la cuestiónética de si debe evitarse en ocasiones recurrir a la evidenciación de lo ridículo; señala a la ambigüedad como un elemento importante de lo cómico; y define lo que el llama «disimulo irónico» como «decir lo contrario de lo que se piensa».[35]
EnPompeya se han descubierto multitud degrafitis (grabados en las paredes), conservados debido a laserupciones delVesubio. En algunos pueden verse referencias cómicas populares.[31]
Demócrito, tradicionalmente, se recuerda como «el filósofo que ríe», por contraposición aHeráclito, que es recordado como «el filósofo que llora».[36]
A diferencia delgriego clásico, ellatín solo contiene una palabra para la risa,«rīsŭs», de la que deriva la que actualmente usamos. No obstante, fueron los romanos quienes además añadieron al vocabulario la palabra«subrīsŭs» ('risa para los adentros', 'risa secreta'). SegúnJacques Le Goff (1994), probablemente fue en el siglo XII, cuando cambiaron las costumbres y usos, que la palabra adquirió el actual significado de 'sonrisa'.[31]
Losromanos eran asiduos a espectáculos de derrochepasional. Para horror de las personas del siglo XXI, las luchas degladiadores y el sacrificio de presos eran, entre otros, espectáculos que producíandiversión en las masas; asimismo, en losfestejos romanos más o menos licenciosos, consagrados al diosSaturno en lossaturnales, se subvertían las clases sociales: losesclavos daban órdenes a sus amos y éstos les servían a la mesa,[32] y en lasbacanales los participantes terminabanebrios y daban rienda suelta a susinstintos.
Quintiliano, en el siglo I, propuso una diferenciación de la risa enrisa real yrisa simulada. Según este autor, la risa simulada presentaba la característica de que la simulación se hacía explícita con el objeto de que el interlocutor advirtiese que no se trataba de una risa real. Actualmente aún vemos ese tipo de risa como respuesta a frases cotidianas, como «encantado de conocerle».[22]
En elAntiguo Testamento aparecen dos palabras para la risa, que probablemente se correspondan con sendas palabrashebreas,«sakhaq», que significa 'risa feliz', e«iaag», 'risa burlona'.[31] En el lenguaje actual, corresponderían a «reírse con alguien» y «reírse de alguien».
Es enriquecedor para la comprensión de determinados pasajes de laBiblia la distinción entre ambas palabras. Por ejemplo, enGénesis 17, en queDios promete un hijo aAbraham, encontramos:
También dijo Dios a Abraham: —Tu esposa Sarai ya no se llamará así. De ahora en adelante se llamaráSara. La bendeciré, y te daré un hijo por medio de ella. Sí, yo la bendeciré. Y será la madre de muchas naciones, y sus descendientes serán reyes de pueblos. Abraham se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y serio, mientras pensaba: «¿Acaso un hombre de cien años puede ser padre? ¿Y acaso Sara va a tener un hijo a los noventa años?».
En este caso, la palabra utilizada para la risa es«iaag».[31] En Génesis 18 también puede encontrarse el uso de dicha palabra:
Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos de menstruación. Por eso Sara no pudo contener larisa, y pensó: «¿Cómo voy a tener ese gusto, ahora que mi esposo y yo somos tan viejos?». Pero el Señor dijo a Abraham: —¿Por qué seríe Sara? ¿No cree que puede tener un hijo a pesar de su edad? ¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo. Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar. Por eso dijo: —Yo no me estabariendo. Pero el Señor le contestó: —Yo sé que tereíste.[37]
El asentamiento delcristianismo modificó la concepción de lo que era oficialmente lícito y lo que no a todos los niveles de lasociedad. El mundo pasó a ser un lugar desufrimiento, y tal forma de afrontar lavida perduró durante varios siglos.[32]
El origen de tal severidad probablemente se remonta al Antiguo Testamento. En él encontramos pasajes que relacionan la risa con la necedad:[32]
El tonto se ríe a carcajadas; el sabio, cuando mucho, sonríe suavemente.[38]
Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana ilusión.[39]
S. S. Averintsev trata de descubrir si realmenteJesucristo nunca se rio. En palabras delfilósofo, «se libera aquel que todavía no estálibre». La risa —argumenta—, desde un punto de vista filosófico, es una liberación. Por lo tanto, Jesucristo —que según laBiblia poseía la plenitud total de la libertad antes de su vida terrenal— debía ser solemne en su forma de comportarse. La investigadora literaria Graciela Cándano Fierro se pregunta «siAdán se habría reído alguna vez», y concluye que «el rostro de Adán debió de estar poseído por un gesto de arrobamiento, dealegríaextática, característica —en nuestro mundo de sufrimiento— de lossantos o losmártires, tal como el rostro deJuana de Arco en lahoguera oSan Sebastiánasaeteado: un gesto entre eldolor y la risa, expresado principalmente por la boca y los ojos». Elpecado original convirtió a Adán en un ser mortal, y, entre otras cosas, riente.
Intérpretes medievales de la zummara oclarinete doble.Trovadores. Pintura anónima alemana del siglo XIV.El bufón que ríe. Pintura anónima del siglo XV.Erasmo de Róterdam. Pintura del siglo XVI.
Las ideas sobre la interpretación de la risa en las Santas Escrituras fueron recogidas por clérigos como, entre otros,Efrén de Siria (306-373), quien escribió en contra de las risas de los monjes.Crisóstomo, según se cuenta, declaró a su vez que las burlas y la risa no provenían deDios, sino del pueblo, y condenó a losarrianistas por haber incorporado al oficio religioso el canto, la gesticulación y la risa.
La concepción de la vida en laEdad Media, absolutamente dominada por laIglesia católica, desde el punto de vista de la cultura oficial se reducía a un «valle de lágrimas». En lasReglas Monásticas del siglo V, en el capítulo «Taciturnas», dedicado al silencio, puede leerse:
La forma más terrible y obscena de romper el silencio es la risa, si el silencio es virtud existencial y fundamental de la vida monástica, la risa es gravísima violación.[31]
Taciturnas
En el siglo VI,San Benito consideraba la risa como rompedora del silencio y opuesta a lahumildad ycaridad cristianas. ElRegula Magistri, en el capítulo sobre el cuerpo humano, dice lo siguiente:
Cuando la risa está por estallar hay que prevenir, como sea, que se exprese. O sea que, entre todas las formas malignas de expresión, la risa es la peor.[31]
En estos versos, el poeta cuenta que, según los clérigos coetáneos, en las reuniones populares, la gente —campesinos pobres e ignorantes, en su mayoría— revelaba sus impulsos y pasiones, creando un clima de risas, de alboroto y desorden, y que esto trastornaba la mente de los inocentes. Esto indica que en aquella época lo risible y lo ridículo aún estaban mal vistos. La risa, desde el punto de vista de la Iglesia, es presentada como algo impúdico e indecoroso, un pensamiento sobre cómo debían ser las relaciones humanas a todos los niveles que, en palabras de Cándano Fierro, por severa rayaba en lo ridículo. Esto, junto con larepresión sexual, generó lo que, en virtud de los textos que nos han llegado, se conoce como «seriedad medieval».Hugo de San Víctor, director del centro de estudios delmonasterio homónimo entre 1133 y 1141, concedía al menos que lo divertido y lo serio juntos «de vez en cuando» deleitaban más.Juan de Salisbury coincidía con este pensamiento, y en su obraPolicraticus afirmaba que para elrey, «sólo esporádicamente», se admitía una modesta hilaridad, debiendo reservar la mayor parte del tiempo al cumplimiento de la ley de Dios y los sacerdotes. El oficio debufón se consideraba depravado, y no estaba bien visto el hacerle regalos, ya que de ese modo se les favorecía.[32]
LaRegla de San Benito aconsejaba la obediencia, el silencio, la humildad, la seriedad y el trabajo agrícola, artesano y cultural.[32]
Sin embargo, también existían fiestas en las que elvulgo daba rienda suelta a todo lo reprimido por la jerarquía delclero y lanobleza. En ellas se producía unaorgía deferias,procesiones, cortejos, exhibiciones de extravagancias,bailes, burlas yparodias de los actos oficiales serios. Esto, y la cultura cómica popular, ejemplificada en obras comoEl conde Lucanor, permitían a la gente vivir la metarrealidad delhumor, que actualmente conocemos de una forma mucho menos intensa.[32]
Graciela Cándano opina que, con toda probabilidad, la risa no se limitaba a las fiestas del pueblo y los actos bufonescos de la corte. La risa aparece en el ser humano como agente liberador ante las tensiones, y en cualquier circunstancia existe siempre la posibilidad de que la risa se desate, incluso —o, quizás mejor, precisamente— en los actos más solemnes y hasta trágicos. Como ejemplo, la autora destaca la existencia de pasajes en la Biblia que bien pudieron provocar la risa entre los hombres del Medievo, como el siguiente:[32]
Pero un joven le seguía, cubierto solo con una sábana. A este lo atraparon, pero él, soltando la sábana, escapó desnudo.[40]
La concepción judeocristiana delhumor —o, mejor dicho, del mal humor— continuó a lo largo de todo el Medievo, e, incluso ya en el siglo XVI, encontramos a personajes comoFrancisco de Villalobos que escribía:[32]
...á mi parecer mas cierta propriedad del hombre es el llorar que el reir, porque lloran en nasciendo, y algunas veces dentro del vientre, y la risa comunmente no viene hastas los quarenta dias del parto. En las causas naturales de esta risa no me entremeto agora [...][41]
Sin embargo, en 1509,Erasmo de Róterdam concibióElogio de la locura. En esta obra aparece la Locura (entendida como estulticia) pronunciando un largo sermón en el que se presenta como una divinidad, «el germen y la fuente de la vida», y argumenta detalladamente que todo lo bueno de la vida depende de ella y que gracias a ella la vida es tolerable. Además critica a losfilósofos:[28]
La suya es una deliciosa forma de locura, que les lanza a crear infinitos mundos y a medir el sol, la luna y las estrellas y el universo como con el dedo y con la guita. [...] como si tuviesen acceso a los secretos de la naturaleza, arquitecto del mundo, o como si acabaran de bajar del consejo de los dioses. La naturaleza, en tanto, se ríe a carcajadas de ellos y de sus conjeturas. Lo cierto es que no saben nada con certeza, y buena prueba de ello es la interminable contienda entre ellos sobre cualquier tema. No saben nada, aunque proclamen que lo saben todo.[28]
En palabras dePeter Berger, «constituye laconcepción cómica del mundo en el sentido más completo de la palabra. Es la visión del mundo al revés, burdamente distorsionado, y precisamente por esto capaz de revelar mejor que la visión convencional, directa, algunas verdades ocultas». A pesar de que esta obra posteriormente se consideró como su mayor logro, no tuvo repercusión en su época. Erasmo se defendió ante los críticos de la época afirmando que «tan solo era una broma inocente».[42]
Laurent Joubert, unmédico deMontpellier, escribió en 1579 una obra llamadaTraité du ris suivi d'un dialogue sur la cacographie française. En ella proponía una clasificación de la risa enespecies yepítetos. Entre las especies, distinguía entre la risa provocada por lo cómico y la risa no relacionada con lo risible. A su vez, la risa de origen no cómico podía ser, entre otras, de locura o delirio, convulsiva o equivocada, derivada de lascosquillas, o bien relacionada con causas tan inusitadas como una lesión en eldiafragma o la picadura de ciertaaraña. Por otro lado, los epítetos eran «las diferencias accidentales observadas en una misma risa», y, según el autor, eran casi tantos como los tipos devoz, por lo que no merecía la pena explorar sus diferencias. No obstante, citaba algunos, como la «risa trémula», la «recatada», la «perruna», la «risita», la «parecida al sonido de las gallinas», la «parecida a un silbido», la «parecida a un ladrido», etc.[22]
Thomas Hobbes (1588-1679) —y más tardeImmanuel Kant—, en la misma línea quePlatón yAristóteles, consideraba a la risa como exuberantemente placentera a la vez que poderosamente maliciosa, motivo por el que temía sus potenciales propósitos más oscuros y subversivos.[19]
En la primera mitad del siglo XVII,Descartes describe la risa enLes Passions de l'âme («Pasiones del alma»), a la que califica de «fallofisiológico» motivado por una aceleración delflujo sanguíneo y desencadenado por el sobresalto que se produce al encontrar un hecho sorprendente y posiblemente peligroso, hecho que él denomina «sorpresa admirada».[43]
Elmira desea poner en evidencia el doble juego amoroso deTartufo, y esconde a su marido bajo la mesa para que pueda escuchar a Tartufo haciéndole el amor. Ilustración de 1892 (Carl Hoff y J. Ballin).Charles Baudelaire en 1855.Charlie Chaplin.«Escribí este libro durante las interminables horas que empleé esperando a que mi mujer acabara de vestirse para salir. Si hubiera andado siempre desnuda, nunca habría tenido la oportunidad de escribirlo». —Prólogo deMemorias de un amante sarnoso.[44]Groucho Marx.Dispositivo para erradicar el mal (1997), por Dennis Oppenheim.Vancouver (Canadá).
En los siglosXVII yXVIII, el interés por lo cómico se acentuó en todaEuropa.Molière publicó sus comedias enFrancia.Tartufo (1664) fue duramente atacada y el escritor tuvo que defenderse argumentando que «la utilidad de la comedia reside en que corrige los vicios de los hombres». No obstante, y quizás como consecuencia de la aparición de la comedia como géneroteatral, empezó a extenderse una defensa apasionada de la misma como reacción a la tradiciónpagana ycristiana; a lo largo de los siglosXVII yXVIII se observa un aumento de la relevancia de la perspectivaepistemológica de lo cómico, por encima de la cuestiónmoral de su propia utilidad. Según Berger, el espíritu de lamodernidad consiste en la desagregación, el desenmascaramiento, la mirada más allá de las normas sociales; esto inevitablemente daba lugar a incoherencias, y la afinidad con la perspectiva cómica parece plausible en este contexto.[45]
Moses Mendelsohn (Escritos filosóficos, 1761) postulaba que lo que provoca la risa es el contraste entre la perfección y la imperfección, no sin resaltar que la percepción de tal contraste essubjetiva.[46]
Justus Möser (Arlequín o la defensa de lo cómico-grotesco, 1761) consideraba la risa como unanecesidad humana básica.[46]
Immanuel Kant habló de la risa en el contexto de una teoríaestética. Para Kant la risa aparece cuando una tensa expectativa queda reducida a la nada. A pesar de sus reticencias, Kant no tiene más remedio que admitir el carácter epistemológico de la risa: además de constituir un procesofisiológico ypsicológico, implica una percepción diferente de la realidad.[46]
SegúnArthur Schopenhauer, la risa nace de la incongruencia repentinamente percibida entre un concepto y el objeto real que por él es pensado.[47]
Jean Paul (Estética, 1804) criticó la concepción kantiana de lo cómico. Consideraba, a diferencia del alemán, que lo cómico también aparecía cuando algo emergía repentinamente de la nada. En general, subrayaba el carácter incongruente, cuya utilidad social residía en su capacidad de desenmascaramiento. Coincidía con Mendelsohn en cuanto a lasubjetividad, y no estaba de acuerdo con la concepciónepistemológica de la risa. Afirmaba que lo cómico, en última instancia, no tiene otra finalidad más allá de lo cómico en sí mismo. Jean Paul, además de su labor como filósofo, creóobras literarias cómicas.[48]
Hegel no aportó mucho a la teoría sobre lo cómico. Su enfoque llegaba desde el marco de laestética. Para Hegel, lacomedia muestra un mundo sin sustancia y sin finalidad; constituye una especie de mundo paralelo e ingrávido donde las acciones pueden iniciarse a la ligera e interrumpirse con la misma ligereza. Distingue entre lo ridículo (cualquier cosa que haga reír) y lo cómico. Como origen de lo cómico distingue varios tipos de incongruencia: entre el esfuerzo y el resultado, entre la capacidad y la ambición y entre las decisiones y los accidentes externos; lo cómico surge de la contradicción entre el mundo real, «pesado», y el mundo al que aspira el espíritu humano, «ingrávido».[49]
Charles Baudelaire expresó claramente la contradicción de la risa enDe la esencia de la risa y en general de lo cómico en las artes plásticas, un ensayo publicado en 1855:[50]
Toda vez que —la risa— es esencialmente humana, también es contradictoria, o sea, que es a la vez una muestra de infinita grandeza y de infinita miseria: de infinita miseria en comparación con el ser absoluto que existe como idea en la mente del hombre; de infinita grandeza en comparación con los animales. La risa procede del sobresalto permanente que generan estas dos infinitudes.[50]
Søren Kierkegaard abordó el estudio de laironía como precursora del conocimiento interior de carácterreligioso. Para él, lo ironía es la fase existencial que precede a lafe, una especie de «fe de incógnito». Sitúa el origen de lo cómico en la incongruencia.[51]
A finales del siglo XIX,Henri Bergson reconoció la risa como fundamentalmente social.[19] En 1900, publicaLe rire («La risa»). Define la risa como un fenómeno exclusivamentehumano: aunque otrosanimales pueden manifestar síntomas parecidos a la risa, solo los seres humanos ríen de verdad. También la define como un fenómeno grupal, y por lo tanto con funciones sociales.[n. 6] Un aspecto destacable de su pensamiento es que considera que lo cómico aparece cuando se reprimen otras emociones, como elodio, o lacompasión. En sus palabras:[52]
Lo cómico exige algo así como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura y simple.[53]
Este planteamiento es compatible con el deAlfred Schütz, acerca de lasparcelas finitas de significado (véase la secciónPerspectiva social). Es un concepto que, aplicado a las personas, se resume en lo siguiente:[53]
Las actitudes, gestos y movimientos del cuerpo humano resultan risibles en la medida exacta en que dicho cuerpo nos recuerda meramente a una máquina.[54]
Es decir, en virtud de este pensamiento, nos reímos cuando vemos a una persona darse un golpesin pensar en que es una persona. Su tesis afirma que la incongruencia cómica se produce entre elcuerpo y lamente, o entre lavida y lamateria; lasexualidad es un claro ejemplo del primer caso, ya que lo meramente físico se entromete en las pretensiones de losroles sociales.Berger, personalmente, critica este planteamiento ya que, según él, no cubre todos los posibles tipos de lo cómico.Don Quijote es para Bergson un referente de la comicidad.[54]
ParaCarl Ritter, lo cómico depende del mundo vital concreto en el que se produce. Esto explica que, por ejemplo, no entendamos elhumor de laAntigua Grecia, que el humorbritánico sea diferente delchino, o que el humor entrefísicos no sea inteligible para uncampesino. No obstante, este planteamiento no contradice el postulado universal de incongruencia: siempre es posible encontrar la esencia de lo cómico más allá delenguas o formas de pensar. Al final de suensayo, Ritter asimila el humor a una forma dejuego, que se vuelve serio, peligroso, de hecho, al convertirse en una forma defilosofía que muestra los límites de larazón frente a la inmensidad de larealidad.[55]
Sigmund Freud sugiere que la risa posiblemente posea un efectocatártico liberador de laenergía nerviosareprimida. Más adelante pasaría de centrarse en la risa en sí misma a dirigir su atención a los epifenómenos asociados delhumor, lapersonalidad, lasocialidad y lacognición. No obstante, ninguno de los teorizadores de la risa anteriores a finales del siglo XX disponía de una baseempírica que soportase sus suposiciones.[19]
En 1955,Marie C. Swabey rechaza la idea de que la risa sea una mera expresiónemocional, y resalta el caráctercognoscitivo de lo cómico, es decir, su capacidad para ayudar a la comprensión de las cosas. Distingue entre risa cómica y los demás tipos de risa, y sitúa el sinsentido como comicidad no cognoscitiva, a diferencia de laironía, lasátira, elingenio y elhumor; de estas expresiones, probablemente las más complejas son las que están basadas en ellenguaje y las que están deliberadamente dirigidas a esclarecer la realidad. Admite la existencia de la incongruencia más allá de todasubjetividad, y sitúa dichaobjetividad en la diferencia entre el impulso humano de ordenar la realidad y algo que queda fuera del orden general de las cosas. Laintuición cómica de ese orden de cosas está más allá de las funciones sociales de lo cómico, y dentro de dicha intuición la vida humana puede adquirir sentido. Rechaza que la experiencia cómica esté exclusivamente encaminada a la búsqueda delplacer.[56]
Peter Berger, tras hacer un repaso a los principales pensadores que han tratado el tema de la risa y lo cómico desde laAntigua Grecia hasta su actualidad, sentencia en el libroRisa redentora (1997) que la incongruencia desvela una verdad central sobre la condición humana: que«el hombre se encuentra en un estado de discrepancia cómica con respecto al orden del universo».
Llegados a este punto, ¿Por quéSara logró enfadar aDios con su risa? Más de treinta siglos después deAbraham y de veintidós siglos después deAristóteles,Umberto Eco escribió su novelaEl nombre de la rosa (1980). Hacia el final de la obra, una conversación entreGuillermo de Baskerville y Jorge de Burgos, el monje, arroja una visión muy particular sobre la influencia que, dentro de la propia ficción de la novela, las ideas de Aristóteles sobre la risa contenidas en su —hipotético— segundo libro de laPoética podrían acarrear sobre el temor a Dios delcristianismo:[31]
—Hay muchos otros libros que hablan de la comedia, y también muchos otros que contienen el elogio de la risa. ¿Por qué éste te infundía tanto miedo? —Porque era del Filósofo. Cada libro escrito por ese hombre ha destruido una parte del saber que la cristiandad había acumulado a lo largo de los siglos. Antes mirábamos el cielo, otorgando sólo una mirada de disgusto al barro de la materia; ahora miramos la tierra, y sólo creemos en el cielo por el testimonio de la tierra. Cada palabra del Filósofo, por la que ya juran hasta los santos y los pontífices, ha trastocado la imagen del mundo. Pero aún no había llegado a trastocar la imagen de Dios. Si este libro llegara... si hubiese llegado a ser objeto de pública interpretación, habríamos dado ese último paso. —Pero, ¿por qué temes tanto a este discurso sobre la risa? No eliminas la risa eliminando este libro. —No, sin duda. La risa es la debilidad, la corrupción, la insipidez de nuestra carne. Es la distracción del campesino, la licencia del borracho. Incluso la Iglesia, en su sabiduría, ha permitido el momento de la fiesta, del carnaval, de la feria, esa polución diurna que permite descargar los humores y evita que se ceda a otros deseos y a otras ambiciones... Pero de esta manera la risa sigue siendo algo inferior, amparo de los simples, misterio vaciado de sacralidad para la plebe. Ya lo decía el apóstol: en vez de arder, casaos. En vez de rebelaros contra el orden querido por Dios, reíd y divertíos con vuestras inmundas parodias del orden... al final de la comida, después de haber vaciado las jarras y botellas. Elegid al rey de los tontos, perdeos en la liturgia del asno y del cerdo, jugad a representar vuestras saturnales cabeza abajo... pero aquí, aquí —y Jorge golpeaba la mesa con el dedo, cerca del libro que Guillermo había estado hojeando—, aquí se invierte la función de la risa, se la eleva a arte, se le abren las puertas del mundo de los doctos, se la convierte en objeto de filosofía, y pérfida teología. La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto, y, por tanto, controlable. Cuando ríe... el aldeano se siente amo porque ha invertido las relaciones de dominación... la risa sería el nuevo arte capaz de aniquilar el miedo... Y este libro, que presenta como milagrosa medicina a la comedia, a la sátira y al mimo, afirmando que pueden producir la purificación de las pasiones a través de la representación del defecto, del vicio, de la debilidad, induciría a los falsos sabios a tratar de redimir (diabólica inversión) lo alto a través de la aceptación de lo bajo.
La historia —y finalmente la ciencia— nos ha demostrado que la risa, ya sea de origen maléfico o benigno, es inherente alser humano, al tiempo que unanecesidad. Valga este ejemplo contemporáneo de la inevitabilidad de la risa, en el queErik Hartmann y otrosactoresflamencos representan una situación que, si fuese real, resultaría, para quienes no reparen en el verdadero funcionamiento del mecanismo de la risa, algocruelmentetragicómico.[n. 7]
A pesar de que lasocióloga Gail Jefferson (1985) demostraba que la risa es un recurso interactivo, una actividad insustituible por la mera mención de su ocurrencia, la risa siempre ha aparecido en todos los relatos de historiadores orales como un elemento noléxico y accesorio, señala Kate Moore, profesora de laUniversidad de Helsinki.
Puede ser ilustrativo su estudio, realizado sobre entrevistas dehistoria oral hechas ainmigrantes llegados aEstados Unidos entre 1915 y 1940. En los casos estudiados, los entrevistados reían para expresar dificultad en:[7]
Su memoria. Markku Haakana (1999) llama a este tipo de risa «mecanismo de normalización», y sirve para hacer ver que realmente se es consciente del problema que representa el olvido. Solía aparecer cuando lo que se olvidaba era realmente importante. Ejemplo ficticio:¿Recuerdas a tus padres? —La verdad es que yo era muy pequeña, y apenas me acuerdo [risa].
Sus recuerdos dolorosos, tras contar problemas, como una especie de desahogo. Solía ocurrir más cuando los recuerdos eran más dolorosos, y demuestra la capacidad de hablar de dichos recuerdos, así como de mostrar los sentimientos asociados, a un desconocido. Ejemplo ficticio:¿Cómo fue su vida durante esos años? —Pues fíjese, mi marido murió, perdí mi casa, sufrí una neumonía porque tenía que vivir en la calle y mi familia no sabía dónde estaba. Como se puede imaginar, no fue una vida fácil [risa].
Las preguntas planteadas. Se producía cuando el entrevistado percibía la pregunta como absurda o ridícula. Ejemplo ficticio:Entonces le gustaría volver con su familia... —[Risa] Por supuesto; son lo que más quiero en este mundo.
Contradicciones ante losestereotipos de género percibidos. La risa aparecía, de modo análogo al caso de pérdida de memoria, para hacer ver que se sabía que lo que se estaba diciendo era una contradicción. Ejemplo ficticio:—Mi madre era la que llevaba las riendas de la casa [risa].
Phillip Glenn, profesor de estudios de la comunicación en elEmerson College (2003), apunta que «la risa resulta especialmente útil además en situaciones de bochorno, incomodidad o ansiedad».[7]
En general, Moore distingue tres tipos de situaciones:[7]
a) Risa unilateral: el entrevistado se ríe solo, casi siempre cuando le toca hablar.
b) Risa compartida: el entrevistado ríe invitando a reír al entrevistador.
c) Risa del entrevistador, como respuesta a algo que dice el entrevistado. Por cuestiones de profesionalidad, suele ser cuidadoso en cuanto a de qué se ríe y se reprime cuando lo cree conveniente.
La autora concluye que la risa no humorística podría servir en las transcripciones de historia oral para enfatizar la seriedad que representan determinadas declaraciones para el hablante. No sin dejar de aprovechar para utilizar elhumor dentro de su —serio— estudio:
Quizás, teniendo en cuenta estos experimentos, ha llegado el momento de que el historiador oral se tome la risa en serio.[7]
Researchers frequently learn about how the brain functions by studying what happens when something goes wrong. People with certain types ofbrain damage produce abnormal laughter. This is found most often in people withpseudobulbar palsy,gelastic epilepsy, and to a lesser degree, withmultiple sclerosis,ALS, and somebrain tumors.Inappropriate laughter is also considered symptomatic of psychological disorders includingdementia andhysteria.
In most people, laughter can be induced bytickling, a phenomenon in itself.Laughing gas is sometimes used as apainkiller. Some other drugs, such ascannabis, can also induce episodes of strong laughter.
"Although there is no known `laugh center' in the brain, its neural mechanism has been the subject of much, albeit inconclusive, speculation. It is evident that its expression depends onneural paths arising in close association with thetelencephalic anddiencephalic centers concerned withrespiration. Wilson considered the mechanism to be in the región of themesial thalamus,hypothalamus, andsubthalamus. Kelly and co-workers, in turn, postulated that thetegmentum near theperiaqueductal gray contains the integrating mechanism for emotional expression. Thus, supranuclear pathways, including those from thelimbic system that Papez hypothesized to mediate emotional expressions such as laughter, probably come intosynaptic relation in the reticular core of the brain stem. So while purely emotional responses such as laughter are mediated by subcortical structures, especially the hypothalamus, and are stereotyped, thecerebral cortex can modulate or suppress them."
↑Pero, ¿de qué se ríen los simios? Los humanos nos reímos cuando algo es gracioso, o cuando sentimos mucho agrado por alguien o algo. Los investigadores encontraron que en los orangutanes ocurre algo muy similar. «Los animales producen estas expresiones cuando están en una situación positiva, por ejemplo cuando están jugando, lo cual revela que el contexto social también es muy importante para ellos», dice la psicóloga Marina Davila-Ross, de laUniversidad de Portsmouth.[6] «Y vimos que esta conducta de mimetismo ocurre más a menudo entre orangutanes jóvenes y adolescentes que entre los infantes», agrega. «Pero lo que está claro —dice la autora— es que los componentes de las emociones positivas y empatía que conducen a movimientos faciales involuntarios en el ser humano, se desarrollaron antes de que surgiera la especie humana». Más información en«Los monos “inventaron” la risa.»
↑En este sentido, psicólogos de laUniversidad de Middlesex realizaron un experimento sobre 20 varones y 20 mujeres que escucharon una comedia radiofónica con y sin «risas enlatadas». Sus rostros fueron filmados en vídeo y se anotaron sus reacciones. Las conclusiones fueron que las carcajadas de fondo influían notablemente, de tal modo que, con ellas, la grabación se percibía como mucho más divertida que sin ellas (The Journal of Social Psychology 1996; 136: 221-231).
↑Hay estudios adicionales que avalan la veracidad de esta teoría. Psicólogos de laUniversidad de Nevada realizaron un estudio sobre 162 voluntarios que fueron filmados para registrar sus expresiones faciales mientras veían una película cómica. Se estudiaron en 3 condiciones: solos, acompañados por una persona desconocida del mismo sexo, y acompañados de un amigo, también del mismo sexo. Los resultados mostraron que, a pesar de que su valoración de la comicidad de la película y de su diversión fuera la misma, la frecuencia y duración de la risa fue significativamente mayores cuando los individuos estaban acompañados. En opinión de los autores, es una demostración de que la risa y la sociabilidad están emparentadas (Journal of General Psychology 2001; 128: 227-240).
↑Peter Berger, en su libroRisa redentora (1997), declara no estar de acuerdo con el pensamiento de Bergson acerca del carácter social de la risa. En sus propias palabras: «esto es discutible, sin duda también existe la diversión solitaria». Obviamente,aún no se habían publicado trabajos como el deRobert Provine. Incluso en la risa en soledad, siempre existe un elemento humano —o, al menos, de un ser vivo animado— directa o indirectamente relacionado con el suceso desencadenante. Por ejemplo, un plátano no nos produce risa, pero sí nos la producirá cuando una persona lo pise y se resbale; una persona viendo un paisaje por la televisión no sereirá, pero sí lo hará si lo que aparece es otra persona contando un chiste; una persona con la mente en blanco difícilmente sereirá de cualquier cosa: únicamente cuando su mente empiece a funcionar, y por lo tanto, a relacionar sus percepciones con el entramado sociocultural en el que está inmersa, aparecerá la risa.