Yehudah Halevi | ||
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Información personal | ||
Nombre en hebreo | יהודה הלוי![]() | |
Nacimiento | c. 1075![]() Tudela (Taifa de Zaragoza) ![]() | |
Fallecimiento | c. 1141![]() Jerusalén (Reino de Jerusalén) ![]() | |
Religión | Judaísmo![]() | |
Educación | ||
Alumno de | Isaac Alfasi![]() | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta,teólogo,filósofo,médico,escritor yrabino![]() | |
Obras notables | Kuzari![]() | |
Yehudah Ben Samuel Halevi (enhebreo:יהודה הלויYehuda ha-Levi; o enárabe:أبو الحسن يهوذا اللاويAbū al-Ḥasan Yahūḏā ibn al-lāwī, entre los árabes;Judá Leví en Occidente), nació enTudela, ca. 1070/75, y muere enJerusalén, c. 1141.Filósofo ymédicosefardí y, sobre todo, junto conIbn Gabirol (Avicebrón) ySamuel ibn Nagrella, uno de lospoetas judíos más excelsos de laliteratura hispanohebrea, inventor delgénero sionida, expresión de amor por laJerusalén lejana; su obra poética fue tanto religiosa como profana.[1]
Los datos sobre su vida son difusos. Muy joven, recibiría el influjo de la vida cultural de la musulmanataifa de Zaragoza, regida entonces por losBanu Hud, y en cuya corte literaria se encontraban intelectuales judíos, comoSelomoh ibn Gabirol,ibn Yannah,Bahya ibn Paquda,Leví ibn Tabban, poetas y pensadores, y el botánicoibn Buklaris. A ello hay que añadir que, coetáneamente aIbn Nagrella en Granada, en Zaragoza el cargo devisir estuvo ocupado por judíos:Yekutiel ben Isaq (bajoAl-Mundir II) yAbu al-Fadl ibn Hasdai (bajoAl-Muqtadir,Al-Mu'tamin yAl-Musta'in II).
También era muy amigo del rabinoJoseph ibn Migash cabeza de la Yeshivá o escuela Talmúdica de la ciudad de Eli-Hossana, la actualLucena, en la provincia de Córdoba.Mozo aún, para pasar aAndalucía tuvo que atravesarCastilla. De Córdoba se dirigió aGranada, dondeMoseh ibn Ezra ocupaba un puesto importante y lo mandó llamar. Los disturbios políticos deal-Ándalus lo obligaron a volver a la España cristiana, asentándose en Toledo, donde trabó amistad con el magnate deAlfonso VI,Yosef ibn Ferrusel (Cidellus), funcionario deAlfonso VI, quien lo protege, y de esa época es lajarcha en romance escrita con motivo de la reconquista deGuadalajara en 1080. El empleo de versos de la lengua popular rematando una composición literaria era hábito frecuente en al-Ándalus entre los poetas arabigo-andaluces.
Habiendo sido discípulo deYishaq Al-Fasi, uno de los más famosostalmudistas de al-Ándalus y maestro del anteriormente mencionado Josep ibn Migash al que colocó al frente de la Gran Escuela tanto religiosa como de gramática que existió en La Perla de Sefarad (Lucena),[2] conocía en profundidad laBiblia hebrea, la literaturarabínica, la poesía árabe, la filosofía griega y la medicina.
En su estancia en Toledo escribióDiván (Dìwan), una colección de poemas profanos escritos en hebreo, en los que hace un canto a la amistad, el amor y la naturaleza. En esta obra incluye también poemas religiosos que posteriormente se emplearían en la liturgia judía, en los que expresa su anhelo de Dios ySion y su esperanza en la redención mesiánica del pueblo judío. Escribió también elLibro del Jazar (ElKuzari), diálogo en árabe en el que explica el judaísmo a un conversojázaro.
Después de 1108 parece que Yehudah volvió a Córdoba, cuando el poderío almorávide se desmoronaba. A pesar de la situación insegura de los judíos, no quiso regresar a Toledo, donde había ejercido la medicina entre los cristianos, y decidió seguir la ruta que se había marcado en una obra compuesta entre 1130 y 1140,El Kuzarí, en defensa del judaísmo, y partió haciaTierra Santa en el año 1141 aproximadamente, debido al deterioro del trato de los judíos en la Península por parte de los moros, y su anhelo de que los judíos retornaran a Sion.[3] No es seguro, sin embargo, que el autor de tantos suspiros por Sion llegara a su destino. Varios años se quedó muy cerca, enEl Cairo, festejado por los notables judíos de la ciudad. La idea de Yehudah asaltado y muerto por un bandido a las puertas deJerusalén mientras recitaba una siónida no es más que una bella leyenda; se ha datado el año de su muerte hacia 1141.
Está considerado como el mejor poeta medieval en lengua hebrea y el académico José de la Fuente Salvat lo presenta como "el mejor poeta judío de todos los tiempos",[3] tanto por su lírica religiosa como por su obra apologética. Su obra poética es muy extensa, inspirándose en los temas más variados: el amor, la amistad y el mar. DelDiwan escrito en Toledo se convervan panegíricos, cantos de boda, elegías y composiciones autobiográficas.
Poeta culto, autor de una poesía lírica rica enmetáforas y descripciones, donde abundan las reflexiones filosóficas y religiosas. Utiliza diversasmétricas y estrofas. Son famosas algunas de susjarchas profanas escritas en el nacienteromance, al final de lasmoaxajas y degueulot yahavot de temática religiosa, entre las que destacaEl Quesudá oHimno de la creación:
También es famosa su descripción de una tempestad en el mar, cuando viajaba hacia Egipto. Fue el creador del género poético-religioso de las Siónidas.
Su pensamiento es muy interesante por confluir en él las civilizaciones hebrea, árabe y cristiana, y porque representa la posición judía ortodoxa frente a las religiones cristiana y musulmana, pero también frente al pensamiento filosófico-teológico de origen griego.
Su principal obra es el llamadoEl Kuzari o, en su texto árabe original,Kitab alhuyya wa-l-dalil fi nusr al-din al-dalil, es decir,Libro de la prueba y del fundamento sobre la defensa de la religión menospreciada, escrito entre 1130-1140, y compuesto de cinco discursos. El nombre dado al libro,El Kuzarí, se debe a que el autor presenta en su obra a un rey pagano —el rey de losJázaros— que quiere conocer la verdadera religión y que, tras acudir a filósofos aristotélicos, a cristianos y a musulmanes, solo encuentra la verdad en las fuentes bíblicas del judaísmo, de las que ya le habían hablado, pero que solamente un sabio judío ortodoxo le revela en toda su verdad e integridad. Así, hace una apología del judaísmo y de lo que llama «la verdadera revelación» y, aun siendo una obra de carácter principalmente edificante y apologético, abundan en ella los conceptos teológicos y filosóficos. Constituye un extraordinario compendio de tradiciones orales y costumbres semitas.
La facilidad de improvisación poética, la hondura del pensamiento y el acendrado amor al judaísmo son las notas más características de Yehudah. Hombre de carácter amable, era bien recibido en todas partes y hacía la delicia de los contertulios por su facilidad para componer versos de tema o rima forzada; esta era una habilidad muy estimada entre los árabes, que gustaban de organizar competiciones de improvisación en sus tertulias literarias, e igualmente lo fue entre los judíos españoles, fuertemente arabizados.
Durante elcalifato de Córdoba, Dunas ben Labrat había introducido en la poesía hebrea lamétrica árabe y la temática profana,anacreóntica, de la escuela deBagdad, llamada «moderna» para distinguirla de la antigua beduina preislámica. En esta poesía «moderna» se cantaba la hermosura masculina y femenina, la belleza de las flores, la alegría del vino y el placer de los banquetes, y tiene numerosas poesías hebreas de este género, aunque sin llegar a la procacidad de algunos autores árabes, norma de moderación que en general siguieron todos los poetas hispano-hebreos.
Con el paso del tiempo empiezan a abundar en Yehudah laselegías por los amigos que mueren y se imponen los temas filosóficos y religiosos. El génerozuhd de los árabes, cargado de tópicos sobre el desprecio del mundo y el elogio del ascetismo, está en frase de Millás Vallicrosa, «entonado por una emoción bíblica» y no falta la influencia de la poesía moral deIbn Gabirol. El tema mesiánico se hace más presente con la ocupación por los cruzados de Jerusalén y la aparición en Córdoba del falso mesíasMoseh Drai, en 1130, la fecha precisamente que había soñado Yehudah como la del comienzo de la Edad mesiánica, probablemente influido por el científicoAbraham bar Hiyya que la había calculado para 1135. Un siglo después,Nahmánides haría otro cálculo semejante.
El amor a Sion llevó a Yehudah a dirigirse a Tierra Santa y en su viaje marítimo compuso una serie de poesías sobre el mar. Llegado aAlejandría, encontró excelente acogida y, aunque al cabo de mucho tiempo prosiguió su viaje hastaDamieta, se quedó allí cerca de dos años y volvió a El Cairo. Su estancia en Egipto revivió en él el gusto por la poesía profana, que alternó con la de nostalgias por Tierra Santa.
Como otros grandes poetas de su época (entre los que se cuentan grandes rabinos y eruditos de la época, líderes de la comunidad comoIbn Gabirol,Semuel ibn Nagrella oMoses ibn Ezra), Halevi cultivó lapoesía homoerótica,[4] género que era habitual tanto entre los poetas hispanohebreos del «Siglo de Oro» de laliteratura hispanohebrea como entre sus coetáneosmusulmanes.[5]
Yehudah es el creador del género sionida, poesía generalmente de forma qasida, en la que se manifiesta un ardiente deseo de encontrarse en Jerusalén. Cultivó también un género ya existente, el de la ahabah o amor entre Dios, amante esposo, y del pueblo elegido, la amada al modo delCantar de los Cantares. Entre otras poesías de carácter religioso, también, figuran las de lamentación por el destierro, geulah, y los himnos de alabanza al Creador. En ese tipo de poesía había sobresalido Selomoh ibn Gabirol con su Corona real (Kéter Malkut), imbuida de filosofía neo-platónica y conocimientos astronómicos; Yehudah tiene menos fuerza filosófica y menos cientifismo, pues le interesa más laBiblia que laFilosofía y lasCiencias, pero gana en lenguaje poético y sentimiento religioso, como se ven en su famoso Himno de la Creación, de una perfección clásica. El desapego por la filosofía está patente en su obra apologética titulada Kuzari, en la que ante el rey de los jázares defienden sus creencias respectivas un filósofo, un cristiano, un musulmán y un judío, que será el que logre convencer al rey.
Para Yehudah la prueba de la verdad de la religión judía no está en razones filosóficas, sino en los hechos históricos de la Revelación y los milagros hechos por Dios al pueblo judío, que posee la fuerza divina impresa por Dios aAdán y que se fue transmitiendo a un solo hombre de cada generación hasta llegar al patriarcaJacob, que la transmitió a todos sus descendientes. Esta teoría era de origen musulmán, no judío, aunque ya la utilizó Abraham bar Hiyya. Para los musulmanes, la luz divina se transmitió de generación en generación hasta llegar aMahoma. En última instancia, el fundamento está en la filosofíaneoplatónica que defendía la emanación de sustancias espirituales directamente del Uno o Dios.El Kuzarí la escribió en árabe con el título deLibro de la prueba y del fundamento sobre la defensa de la religión menospreciada, traducido luego al hebreo porYehuda ibn Tibbon. Responde al ambiente polémico religioso medieval y es una defensa de la religión judía, un canto de su excelencia sobre las demás, a las que reconoce también cosas buenas.
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