

ElTratado de Berlín fue el acto principal e inicial delCongreso de Berlín (13 de junio-13 de julio de 1878), por el cual elReino Unido, elImperio austrohúngaro,Francia, elImperio alemán, elReino de Italia,Rusia y elImperio otomano del sultánHamid revisaban elTratado de San Stefano firmado el 3 de marzo de ese mismo año.
El tratado reconocía la plena independencia de los principados deSerbia (recibeLeskovac,Niš,Pirot yVranje),[1]Montenegro (obtieneBar,Nikšić,Plav yPodgorica)[2] yRumanía, y la autonomía de Bulgaria, que todavía estaba de manera formal bajo la autoridad delImperio otomano y que fue dividida entre elPrincipado de Bulgaria y la provincia autónoma deRumelia Oriental, frustrando así los planes rusos de crear una «Gran Bulgaria» aliada con Rusia.[3] Los territorios búlgaros de San Stefano quedaron repartidos en tres unidades: el principado autónomo, Rumelia con su gobernador cristiano aprobado por las grandes potencias y también autónomo, y Macedonia, que se mantenía plenamente incorporada al imperio.[4]
Laprovincia otomana de Bosnia-Herzegovina y elsanjacado de Novi Pazar cayeron bajo ocupación militar austro-húngara, aunque formalmente todavía pertenecían al Imperio otomano.[4] Las fronteras trazadas en el tratado permanecieron casi sin cambios hasta lasguerras balcánicas de 1912-1913.[5]
Rumanía obtuvo parte de laDobruya, pero hubo de ceder a Rusia el sur deBesarabia.[4] Rusia recibió tambiénArdahan,Batum yKars.[4]
Los tres nuevos Estados independientes se proclamaron reinos (Rumanía el 13 de marzo de 1881,Serbia el 23 de marzo de 1882 yMontenegro el 28 de agosto de 1910), mientras queBulgaria no proclamaría la plena independencia hasta 1908, después de anexionarseRumelia Oriental en 1885. Austria-Hungría se anexionóBosnia en 1908, provocando lacrisis de Bosnia, una de las más grandes de Europa. Los territorios balcánicos quedaron defraudados por el tratado, que no satisfizo sus ansias territoriales.[6]
El Tratado de Berlín acordó un estatuto legal especial para algunos grupos religiosos; también sirvió como modelo para elsistema de minorías que se restablecerá más tarde en el marco de laSociedad de Naciones.[7]
El Tratado también propuso[4] vagamente una rectificación de fronteras entre elReino de Grecia y elImperio otomano que se llevó a cabo después de intensas negociaciones en 1881 con la cesión deTesalia aGrecia.
El tratado reflejó la ruptura de laLiga de los Tres Emperadores y la agudización de la rivalidad austro-rusa en losBalcanes.[5] También supuso la vuelta del Reino Unido a la política continental tras los años de aislamiento del gobierno deWilliam Gladstone.[5]