La palabratransepto se utiliza comúnmente en la terminología arquitectónica religiosa para designar la nave transversal que en las iglesias cruza a la principal ortogonalmente (perpendicularmente). También designa, más genéricamente, a cualquier nave o corredor que cruce de manera ortogonal a otro mayor. El espacio común entre el transepto y la nave es conocido comocrucero.[1]
El transepto se sitúa habitualmente entre elpresbiterio (o el coro, cuando este existe) y la nave o naves longitudinales como elemento de separación de ambos espacios. Suetimología así lo expresa, pues proviene de las voces latinastrans yseptum, que significa 'muro o 'seto',[1] queriendo indicar que se trata de un obstáculo interpuesto entre los tramos de la nave ocupados por los simples fieles y el presbiterio destinado a los clérigos. Esta barrera entre el presbiterio y las naves para los fieles se denomina en las iglesias ortodoxasiconostasio.
El lugar de encuentro o cruce de nave y transepto constituye elcrucero. Sobre él suelen montarse elcimborrio y lacúpula.
Cuando la nave y el transepto poseen la misma longitud y se cruzan en sus puntos medios se obtiene unaplanta decruz griega. Si, como es más corriente, la nave es de mayor dimensión y el punto de cruce se desplaza hacia la cabecera, se da lugar a la planta decruz latina.
En laarquitectura románica la disposición habitual correspondía a latipología de cruz latina, siendo el transepto de mayor longitud que la anchura de la nave, de forma que los brazos de aquel sobresalían lateralmente y se manifestaban al exterior. Posteriormente en laarquitectura gótica se tendió a igualar la longitud del transepto y la anchura global de las naves, de manera que dejó de apreciarse exteriormente su existencia, aunque en el interior fuese patente, excepcionalmente en el gótico inglés los transeptos siguieron una gran amplitud durante todo el periodo gótico, siendo corriente la existencia de un doble transepto.[2]
Planta de lacatedral de Salisbury, que presenta dos transeptos, con una longitud total de 142 metros y una anchura máxima de 61,5 metros en el mayor de ellos.
En casos excepcionales, especialmente si la basílica tiene un tamaño desmesurado, puede aparecer un segundo transepto a una distancia media o a los pies, generalmente de menor longitud. Fue el caso, por ejemplo, de laabadía de Cluny románica o «Cluny 3», destruida durante laRevolución francesa y cuya enorme ruina del extremo de un transepto sobresale entre los edificios.