Eltercermundismoes, originalmente, unatendencia política relacionada en distintas maneras con laizquierda política, elnacionalismo económico, elsocialismo y elantiimperialismo de varias regiones del mundo que reivindican, entre otros asuntos, elempoderamiento, eldesarrollo económico ysocial y laautonomía deltercer mundo —término acuñado porAlfred Sauvy en 1952 para describir a los países que en medio de laGuerra Fría no se encontraban políticamente alineados ni con elprimer mundo (losEstados Unidos y sus aliados) ni con elsegundo mundo (laUnión Soviética y sus aliados)—.[1] Sauvy declaraba que «este Tercer Mundoignorado,explotado,despreciado como elTercer Estado, quiere, también él, llegar a ser algo».[1] Posteriormente, el término se ha simplificado para denominar el estado de un país o región con uníndice de desarrollo bajo o lacalidad de vida de sus habitantes están en condiciones no favorables. Asimismo, también ha adquirido una connotación peyorativa para describir algo de «de calidad muy deficiente».[2]

Por otra parte, parte de la teoría tercermundista sostiene que elsubdesarrollo de los países deltercer mundo es producto delcolonialismooccidental y sus derivaciones posteriores. Así, laresponsabilidad de la pobreza de las naciones subdesarrolladas recae en la riqueza de las naciones desarrolladas. Es uno de los fundamentos ideológicos delmodelo económico propuesto por eldesarrollismo y lateoría de la dependencia. Movimientos de inspiración tercermundista han sido losmovimientos de liberación nacional elMovimiento de Países No Alineados y elForo de São Paulo.[3][4]
Según esta idea, las antiguas potencias coloniales son responsables de la penuria de sus antiguas colonias en la medida en que explotaron intensivamente sus riquezas en beneficio propio y no en favor de sus habitantes ni de un posterior desarrollo de las regiones afectadas. Los abusos de los colonizadores, que adaptaron la geografía política y económica a sus intereses, favorecieron losmonocultivos, agotaron recursos naturales o provocaron diferentes problemas demográficos, impidiendo a los colonizados buscar caminos propios hacia el desarrollo.[5][6]
El tercermundismo usualmente denuncia también elneocolonialismo ejercido por las viejas potencias y otros países como los Estados Unidos, a los que acusan de seguir explotando altercer mundo, ya sea por medios económicos, como los monopolios de lasmultinacionales o la creación dedeuda externa a través de organismos internacionales de crédito como elFondo Monetario Internacional —al cual acusa de imponer a los paísescondiciones desfavorables para recibir sus ayudas—, y lostratados de libre comercio, o por medios políticos como elfinanciamiento e instigación de golpes de Estado y la desestabilización de gobiernos contrarios por medio de operaciones de inteligencia, apoyo militar y político a gobiernos afines y estigmatización de gobiernos contrariosacusándolos de apoyar el llamado «terrorismo» o de ser parte deleje del mal.
Algunos sectores liberales sostienen que el tercermundismo está asociado alproteccionismo, elautoritarismo y las restricciones a laslibertades de mercado y de consumo, lo cual, dicen, incentivaría lacorrupción que las multinacionales sostienen, el crecimiento de laburocracia y de los casos deabuso de poder, ineficiencia y la aparición demonopolios, que también aparecen en países desarrollados.[7]
Asimismo, afirman que el atraso deltercer mundo sería una consecuencia del propio sistema político y económico de esos países, olvidando que sus sistemas de gobierno son impuestos desde las potencias. Elendeudamiento público, la corrupción y falta de incentivos para elahorro y lasinversiones, que el liberalismo afirma que son causa de pobreza, son consecuencias de la colonización y del control de los mercados y de los recursos, de acuerdo con los partidarios del tercemundismo.[8][9]