Movatterモバイル変換


[0]ホーム

URL:


Ir al contenido
WikipediaLa enciclopedia libre
Buscar

Títeres

De Wikipedia, la enciclopedia libre
«Títere» redirige aquí. Para otras acepciones, véaseTíteres (desambiguación).
Para los títeres en Wikipedia, véaseWikipedia:Títeres.
El títere como esencia de la sencillez, en esta puesta en escena del colectivo titiriterosueco «Dockteaterverkstan».
I Burattini (los títeres), copia del grabado en color hecho porGiovanni Volpato, conservado en losMuseos Gadagne deLyon. Reproduce un óleo pintado hacia 1770 por el venecianoFrancesco Maggiotto.

Untítere otíteres, en un amplio sentido, puede referirse a cualquier objeto que cumpla estos dos requisitos:[nota 1][1]

  • Que sea movido con un objetivodramático o «en función dramática».[nota 2]​ Es decir, todo títere debe aspirar a convertirse en unpersonaje dentro de unatrama y con una función dramática.
  • Que su movimiento se realice ante y para un público. Así lo corroboró el estadounidenseBil Baird cuando en 1965 definió al títere como ‘figura inanimada que cobra vida gracias al esfuerzo humano y lo hace ante un público’.[2]

El uso desde hace cuatro siglos del término «títere», exclusivo del ámbito geográfico y cultural de la lengua española,[nota 3]​ lo convierte en un tesoro lingüístico que una vez más habla en favor de la riqueza de este idioma. A la persona que maneja el títere se le denomina «titiritero».

Títeres en España

[editar]

Categorías de Alfonso X el Sabio

[editar]

Una de las primeras menciones documentales «oficiales» que aparecen en la península ibérica, se remonta al reinado deAlfonso X de Castilla, a raíz de la solicitud (Suplicatio) que eljuglarGiraut de Riquier dirigió en 1273 al rey para establecer privilegios y orden de jerarquía artística entre los muy variados oficioshistriónicos. Dos años después, Alfonso X emitió unaDeclaratio que distinguía y clasificaba la siguiente tipología:[3]

  • Juglares, como los que tocan y cantan en las cortes.
  • Histriones, como los músicos tañedores de instrumentos.
  • Inventores, para lostrovadores.
  • Joculatores, para losacróbatas.
  • Bufones, para lagente bufa y demás truhanes que hacen reír.
  • Ycazurros, ocupando el último puesto de la escala jerárquica y referido a los que exhibían animales amaestrados y títeres.

Definición de Sebastián de Covarrubias

[editar]

Frente a la parquedad y ambigüedad de las definiciones académicas y de los diccionarios de uso,[nota 4]​ los estudios, tanto de titiriteros como de investigadores especializados en teatro para niños y de títeres, prefieren la definición que, en 1611, dejó escritaCovarrubias en suTesoro de la lengua castellana, que explica el origen del término en la costumbre de los titiriteros de colocarse en la boca una lengüeta que usaban para deformar la voz, sonando el chirrido resultante una especie de 'ti-ti' metálico.[4]​ El dramaturgocubanoFreddy Artiles informa de que esas lengüetas todavía se utilizan por titiriteros de diferentes lugares delplaneta.

Bernal Díaz del Castillo, en suHistoria verdadera de la conquista de la Nueva España, fue uno de los primeros en dejar referencia escrita de la palabra «títere», al mencionar a un hombre de la comitiva deHernán Cortés en su expedición aHonduras que «jugaba de manos y hazía títeres»[5]

Retablos y «tutilimundi»

[editar]

Los primeros teatritos mecánicos que se mencionan, en 1539 segúnVarey, son los llamadosretablos (por su parecido con las tablas pintadas o en relieve).[6]​ El vocablo, de origen religioso, se aplicó poco después a los títeres manuales.[nota 5]​ Más tarde llegarían a diferenciarse ambos teatrillos, quedando el término «retablo» para los manuales, y los mecánicos empezaron a conocerse comoTutilimundi (tutilimondi o titirimundi), mondinovi o mundinuevo. Covarrubias, en su definición, aclara que el mencionadoretablo era la «caxa» (armazón del teatrillo) y no los títeres.[7]

Títeres cervantinos

[editar]

Cervantes se refiere a esta forma teatral en varias de sus obras,El licenciado Vidriera, elColoquio de los perros y con especial intensidad en «dos momentos importantes de su obra»;[8]​ enEl retablo de las maravillas, entremés de 1615, y en los capítulos XXV y XXVI de la segunda parte deDon Quijote de la Mancha, publicada aquel mismo año.[9]​ Casi como un homenaje cervantino,Manuel de Falla compuso en 1923El retablo de Maese Pedro (con títeres yescenografía deHermenegildo Lanz y la colaboración deManuel Ángeles Ortiz); además de otras colaboraciones con los títeresgaditanos de laTía Norica (una de las más valiosas colecciones detíteres de cuerda deEspaña). Poco después, y en esa misma línea abierta por Cervantes,Federico García Lorca escribió elRetablillo de Don Cristóbal en 1930, culminando sus trabajos para los popularestíteres de cachiporra.[10]

«Y, diciendo y haciendo, desenvainó la espada y de un brinco se puso junto al retablo, y con acelerada y nunca vista furia comenzó a llover cuchilladas sobre latiterera morisma, derribando a unos, descabezando a otros, estropeando a este, destrozando a aquel, y, entre otros muchos, tiró un altibajo tal, que si maese Pedro no se abaja, se encoge y agazapa, le cercenara la cabeza con más facilidad que si fuera hecha de masa de mazapán».
Miguel de Cervantes. Capítulo XXVII de la Segunda Parte delQuijote:El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.

Títeres en Cuaresma

[editar]

Durante elSiglo de Oro español y el inicio del periodoilustrado era tradicional que durante el periodo de laCuaresma, los espectáculos de títeres ocupasen los escenarios que la temporada teatral se había visto obligada a abandonar por prescripciónreal y siguiendo los preceptos de la religióncatólica. Así, durante cuarenta días los titiriteros,acróbatas yvolatineros, y las comedias de muñecos, entretenimiento considerado infantil, tomaban plazas, calles ycorrales para diversión de grandes y chicos. La afición al espectáculo teatral, más allá del contenido -ya fuera dramático o cómico-, llenaba los tablados como se puede leer en la comedia deJuan Ruiz de AlarcónMudarse por mejorarse, donde le dice un personaje a otro:[11]

«...Acudir verías

esta Cuaresma pasada,
contenta y alborozada
al corral cuarenta días
toda la corte, y estar
muy quedos, papando muecas
viendo bailar dos muñecas

y oyendo a un viejo graznar».
Juan Ruiz de Alarcón (ca. 1580-1639)

Una opinión de Jovellanos

[editar]

Gaspar Melchor de Jovellanos, uno de los más sensiblesilustrados españoles del siglo XVIII, dejó escrita en suMemoria para el arreglo de la policía de espectáculos y diversiones públicas, su opinión sobre los títeres:[12]

«Acaso fuera mejor desterrar enteramente de nuestra escena un género expuesto de suyo a la corrupción y a la bajeza, e incapaz de instruir y elevar el ánimo de los ciudadanos. Acaso deberían desaparecer lostíteres ymatachines, lospayasos,arlequines ygraciosos del baile de cuerda, laslinternas mágicas ytotilimundis y otras invenciones que, aunque inocentes en sí, están depravadas y corrompidas por sus torpes accidentes. Porque ¿de qué serviría que en el teatro se oigan sólo ejemplos y documentos de virtud y honestidad, si entre tanto, levantando su púlpito en medio de una plaza, predicadon Cristóbal de Polichinilea su lúbrica doctrina a un pueblo entero, que, con la boca abierta, oye sus indecentes groserías? Mas si pareciese duro privar al pueblo de estos entretenimientos, que por baratos y sencillos son peculiarmente suyos, púrguense a lo menos de cuanto puede dañarlo y abatirlo».
Jovellanos, 11 de junio de 1796

La Tía Norica y «Els Quatre Gats»

[editar]

Más allá de las censuras del ilustrado Jovellanos, los títeres, que casi siempre estuvieron en manos de artistas extranjeros, sobre todo italianos, decayeron a finales del siglo XVIII, superados en popularidad por nuevas distracciones como la famosalinterna mágica. Habría que hacer una excepción con las marionetas de laTía Norica, que con el horizonte de lasCortes de Cádiz y un variado repertorio mantuvo viva enAndalucía la tradición titiritera. También enCataluña se desarrolló una importante cultura del títere, a partir de la introducción por artistas italianos de lassombras chinescas al comienzo del siglo XIX; este espectáculo de origen mágico, generador en Oriente de varios ejemplos deteatro de sombras, sedujo con su poética a personajes comoPere Romeu,Santiago Rusiñol yMiquel Utrillo, impulsores de inolvidables veladas titiriteras en el café de «Els Quatre Gats» en la Barcelona del cambio del siglo XIX alXX.[8][13]

Benavente, Valle-Inclán, Lorca y Grau

[editar]

La reunión en Madrid de artistas e intelectuales de toda España rescató del olvido el arte titiritera durante las primeras décadas del siglo XX.[14]​ Se considera como uno de los estimulantes de esa renovación del género la experiencia propuesta porJacinto Benavente y su teatro para niños (Teatro fantástico), en cuyo marco se estrenó en 1910 laFarsa infantil de la cabeza del dragón deRamón del Valle Inclán, y más tarde el «Teatro Pinocho» dirigido porMagda Donato ySalvador Bartolozzi, y llegando desdeGranada eldon Cristóbal, bruto poético, par de otros «títeres de cachiporra» comoPunch,Guiñol o los primitivospolichinelas.[15]​ En la década de 1920, la literatura del títere español alcanzaría su momento más brillante de la mano del gallego Valle-Inclán y el catalánJacinto Grau; el primero con suTablado de marionetas para la educación de príncipes (1926) y los «dramas para marionetas» incluidos en suRetablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, y GrauEl señor de Pigmalión (1921).[8]

El panorama literario-titiritero en España puede completarse con los trabajos deAugusto Martínez Olmedilla (Teatro de marionetas, 1920);[16]Tomás Borrás (Fantochines, 1923);Eduardo Blanco Amor (Farsa para títeres, publicadas ya en elexilio, en 1953);César Muñoz Arconada (Tres farsas para títeres, 1935); yRafael Alberti (La pájara pinta yBazar de la providencia, de 1926 y 1934, respectivamente).[17]

Teatro Guiñol de las Misiones Pedagógicas

[editar]

Hay que resaltar la producción deRafael Dieste como uno de los directores delTeatro Guiñol de lasMisiones Pedagógicas impulsadas porManuel Bartolomé Cossío desde laInstitución Libre de Enseñanza. Dieste escribió para aquel mágico guiñol ambulante piezas comoFarsa infantil de la fiera risueña (1933),El falso faquir (1933),Curiosa muerte burlada (1933),La doncella guerrera (1933) ySimbiosis (1934).[17][18]

Técnicas de manipulación

[editar]
Títeres de cuerda (más tarde conocidos como «marionetas») en el Capítulo XXVI delQuijote, según la ilustración hecha porGustave Doré en la segunda mitad del siglo XIX.

Hay cuatro técnicas mayores en la manipulación de títeres:

  • Títeres de guante, también llamados de «funda», deguiñol,de cachiporra,fantoche o títeres habitables, de manipulación directa y desde abajo. Existen muchas variantes y es sin duda la técnica que mejor ha subsistido, como lo demuestra el éxito en televisión de los shows deJim Henson.
  • Títeres de varilla otíteres «javaneses», de origen oriental (indonesio), considerados un paso intermedio entre el guante y la marioneta. El titiritero usa las dos manos para un solo muñeco, una introducida en él y otra para manipular desde abajo las varillas de los brazos.
  • Títeres de sombra, o por lo generalde varillas, son figuras planas articuladas (de cuyas articulaciones salen finas varillas para su manipulación),translúcidas,opacas o coloreadas. El titiritero se sitúa tras una pantalla blanca iluminada por una luz posterior, y pegando la figura a la tela le trasmite movimientos que los espectadores verán comosombras chinescas. Es una de las técnicas más imaginativas y la que más estimula la creatividad del público. Se les atribuye origenindostánico y han arraigado en la tradición cultural popular de países comoIndonesia,Turquía,China y laIndia.
  • Marionetas, muñecos manipulados desde arriba por medio de cuerdas o hilos, que partiendo de su cabeza y extremidades van hasta el aspa de mando que permite al operador jugar con diferentes movimientos dando vida al ser inanimado. Se requiere una gran destreza y habilidad en la ejecución.[nota 6]

Existen todo tipo de espectáculos mixtos donde se mezclan estas cuatro grandes técnicas titiriteras entre sí y con otras menos conocidas.[19]

Otros tipos de títeres

[editar]
Títere plástico gigante ideado por el rusoNikolái Zýkov

Además de los cuatro tipos más conocidos,de guante,de varilla,de sombra ymarioneta (títere articulado movido por cuerdas o hilos), hay otras variedades que pueden funcionar de modo independiente o integrándose en los ya mencionados, como recursos del titiritero:[20]

  • Títere bufón omarotte, quizá inspirado en el cetro de losbufones medievales; sencillo, primitivo e infantil: una cabeza atada a un palo cubierto por un largo faldón. Su máxima expresión, por tamaño y dificultad de manejo, sería laMarotte a la cintura.
  • Títeres digitales (eltítere dedal para Mane Bernardo), solo recomendable en espacios reducidos pero de un gran juego pedagógico.
  • Títere mimado, en el que la mano del titiritero que no sujeta el palo, aparece como mano del propio muñeco.
  • Títere de peana o «pelele de piso» (suelo), del tipo de títeresesperpento, finalmente relacionados con elbody-puppet o «títere pelele».
  • Títeres de mecanismos, más comunes enEuropa, cuyos muñecos, manipulados desde abajo con varillas internas (que mueven no solo los brazos sino también la boca, los ojos, las cejas), requieren lasincronía de varios titiriteros ocultos en el armazón del retablo.
  • Títeres plásticos, una de las nuevas vías para el universo del títere, con el concurso de las nuevas tecnologías.
  • Títere bocón, también llamadomuppet, creado por J. Henson; consiste en doblar la mano que forma la boca; es más visto en televisión.
  • Títere de sombras, consiste en figuras planas apoyadas de varillas que, a través de una pantalla y un reflector, con el manejo de distancia entre la luz y el títere, dan el efecto de tamaño.

Clasificación de Mane Bernardo

[editar]
Marioneta (títere articulado movido por cuerdas o hilos)

La directora de teatro y titiritera argentina Mane Bernardo propuso un interesante orden o clasificación general para distinguir los diversos tipos de muñecos que componen el universo de los títeres, en constante expansión.

Bernardo ordenó los muñecos en función de su situación respecto al titiritero y el lugar donde se coloca este para manipularlos. Así, el títere puede serajeno al titiritero (como la marioneta y el títere de sombra) oformar parte de él, como los títeres de guante y los de varilla. En el segundo aspecto básico de clasificación, la colocación del manipulador, este puede operar desde arriba (marioneta), desde abajo, (varilla y guante) o desde un lateral (títeres 'a la planchette' y títeres acuáticos); un caso diferente pero también a mencionar es el delbunraku japonés, cuyos operadores, manipuladores o titiriteros se colocan detrás del muñeco, a la vista del público.[21]

Títeres en Iberoamérica

[editar]

El panorama es amplísimo; entre los titiriteros y creadores pioneros, y las compañías que continúan activas se podrían citar:Mane Bernardo, la familiaCueto,Wilberth Herrera,Javier Villafañe,Roberto Lago,Frederik Vanmelle,Silvina Reinaudi,Fredy Reyna, los hermanosRosete Aranda,Eduardo Di Mauro y un largo etcétera.

Museos

[editar]

Algunos museos dedicados al títere son:

Teatros

[editar]

Algunos teatros de títeres con gran tradición son:

Festivales

[editar]

De la larga lista de festivales de títeres y marionetas, pueden mencionarse aquí:

  • Bienal Internacional de Marionetas de Évora (BIME) (Portugal)
  • Festitíteres (Festival Internacional de Títeres de Alicante, España)
  • Festival Internacional de Títeres Al Sur (Buenos Aires, Argentina)
  • Festival Internacional de Títeres de Bilbao (España)

Expresiones

[editar]

El concepto del títere, definido porArtiles como ‘creación humana casi tan antigua como el hombre’, ha generado una rica colección de expresiones, dichos, consejos, adagios, máximas y moralejas.[22]​ Entre, ellas, quizá las más populares sean:[23]

  • No dejar títere con cabeza, criticar o desacreditar públicamente a un grupo de personas o entidades; hacer una auténtica escabechina en cualquier contexto no bélico;
  • Títeres en Cuaresma , para denominar espectáculos o sucesos de segunda fila;
  • Echar los títeres a rodar, romper con brusquedad con una o más personas;
  • No ser títere de nadie, principio de independencia e identidad;

Véase también

[editar]

Notas

[editar]
  1. Esta entrada desarrolla en esencia una de la 6 acepciones que la voz «títere» tiene en el DLE, la referida a los títeres en el medio teatral y artesanal.
  2. Así lo definió el dramaturgo y titiritero argentino Ariel Bufano en «El hombre y su sombra», artículo en la revistaTeatro, año 4, n.º 13, 1983, p. 10 (citado por Artiles, véase sección de bibliografía).
  3. Los romanos usaban las vocespupa/pupae para denominar a los objetos que ideológicamente podían tratarse como muñecos. Y así, en lenguas de la familia del latín, como el italiano y el rumano, los títeres se nombran con palabras de raíz latina:pupo (títeres italianos) ypupazzo (títeres rumanos). Curiosamente, idiomas lejanos del latín, como el inglés y el alemán, también usan esa raíz latina:puppet (títeres ingleses) ypuppen (títeres alemanes).
  4. Para esta entrada se han consultado las delDiccionario de la lengua española, la delDiccionario ideológico de la lengua española de Julio Casares y la delDiccionario de teatro de Manuel Gómez García (véase bibliografía).
  5. Un ejemplo muy posterior del término es elRetablillo de Don Cristóbal, escrito por Federico García Lorca en 1930, para títeres de cachiporra.
  6. El término marioneta, del francés «marionnette», pudo tener su origen, en laFrancia medieval, enMaría (madre de Jesús), por su posible relación con unas figuritas articuladas usadas en festividades religiosas que representaban a la Virgen, laspetites Maries oMarion, que se convirtieron enMariottes y finalmente enmarionnettes. Artiles da la referencia del artículo «Idea general», publicado enCuadernillos de Teatro Infantil y de la juventud, editado enLa Habana, CNC, 1965, p. 13 (véase bibliografía).

Referencias

[editar]
  1. Real Academia Española.«títere».Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Bil Baird enThe Art of the Puppet, New York, Macmilla, 1965, p. 13 (citado por Artiles).
  3. Artiles, 1998, p. 28-29.
  4. Definición de Covarrubias. Consultado el 27 de septiembre de 2013.
  5. J.E. Varey en el artículo «Historia de los títeres en España», aparecido en 1957 en la Revista de Occidente, p. 93 (citado por Artiles).
  6. Historia de los títeres en España: Desde sus orígenes hasta mediados del Siglo XVIII; Madrid: Revista de Occidente, 1957.
  7. John E. Varey, «Historia de los títeres en España», pp. 83-87.
  8. abcHuerta, 2005, p. 692.
  9. Análisis de los capítulos XXV y XXVI en el CVC. Consultado el 28 de septiembre de 2013.
  10. García Lorca, Federico (1963).Obras completas. Madrid, Aguilar S.A. p. 723. 
  11. Deleito y Piñuela, José (1988).También se divierte el pueblo. Alianza Editorial. pp. 263-264.ISBN 9788420603513. 
  12. Jovellanos, Gaspar Melchor (1997).Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas. Madrid, Cátedra. p. p. 203.ISBN 9788437615561. 
  13. AMADES, JOAN. Titelles i ombres xineses, Barcelona, Biblioteca de tradicions populars, 1933.
  14. FRÍAS, María José. Introducción a la historia de los títeres en Madrid, Madrid, UNIMA, 1997.
  15. .«Homenaje granadino a lostíteres de cachiporra». Consultado el marzo de 2015. 
  16. Martínez Olmedilla, Augusto (1920).Teatro de marionetas. Alrededor del mundo. Consultado el 17 de enero de 2018. 
  17. abHuerta, 2005, p. 693.
  18. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, ed. (2006).«Las Misiones Pedagógicas, 1931-1936. Catálogo General de la Exposición». Madrid.ISBN 978-84-95078-53-7. Archivado desdeel original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el marzo de 2015. 
  19. Clasificación suplementaria entiterenet. Consultado en diciembre de 2013
  20. Freddy Artiles,Títeres, pp. 124-128.
  21. Freddy Artiles,Títeres, p. 118
  22. Artiles, 1998, p. 15.

Bibliografía

[editar]

Enlaces externos

[editar]
Control de autoridades

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Títeres&oldid=168257847»
Categoría:
Categorías ocultas:

[8]ページ先頭

©2009-2025 Movatter.jp