Lasanguina (del francéssanguine, en castellano ‘lápiz rojo o colorado’)[1] es unatécnica pictórica basada en una variedad deóxido férrico llamadahematita,[2] que se presenta bajo la forma de polvo, barra o placa. Puede tener distintas tonalidades, todas ellas en la gama del rojo —de allí su nombre, ya que recuerda a la sangre—, desde el rojo anaranjado hasta el rojo pardovioláceo. Llamada antiguamentesinopia —por la ciudadturca deSinope, de donde procedía la hematites—, fue utilizada en principio para dibujos preparatorios delfresco: el trazado de sanguina era aplicado directamente sobre el revestimiento del muro que se iba a pintar. La sanguina se convirtió en técnica de dibujo propiamente dicha a finales del siglo XIV: fue empleada entonces sobre un soporte de papel, bien bajo su forma sólida —trazo dejado por la barra de sanguina—, bien bajo su forma líquida —agua aplicada con el pincel—, y mezclada a menudo con otras técnicas: plumilla, piedra negra o tiza blanca. Las cualidades esenciales de este material son laluminosidad y el poderilusionista en el acabado de las encarnaciones, que hacen de esta técnica la ideal para dos tipos de estudio: elretrato y eldesnudo. La sanguina ha sido utilizada por numerosos pintores, especialmenteLeonardo,Miguel Ángel,Pontormo,Claudio de Lorena,Charles Le Brun,Jean-Honoré Fragonard y losimpresionistasfrancesesManet,Renoir,Morisot, etc.