
Saltimbanqui (delitalianosaltimbanco y su pluralsaltimbanchi) se llama a diversos tipos de atracción de origencallejero. El uso popular del término ha desplazado el significado delsaltabanco (charlatán, vendedor), con acepciones más cercanas al de losvolatineros yprestidigitadores que, mezclados concómicos,juglares ytitiriteros, mostraban sus acrobacias entre canciones,farsas y otras actividades de muy variada naturaleza por plazas, palacios y otros escenarios improvisados, desde laEuropamedieval.[1]
Entre el saltimbanqui charlatán y embaucador de la plaza del mercado y el salto mortal del trapecista circense, se despliega una variada tipología, de la que pueden citarse:
En el siglo XVII, el saltimbanqui respondía a una categoría inferior de los mimos bailarines de lacomedia del arte, o al menos así lo relata un cultivado investigador italiano de la época:
Improvisaban teatros pintados con un carbón, donde interpretaban histriones de la peor especie, que hacían funciones en las plazas atrayendo a la plebe con la más grosera lubricidad tanto en las palabras como en los gestos (...) Paseaban a una pobre Primera Actriz, vestida de hombre, precedida por el tambor, para atraer gente a su obsceno espectáculo.Perrucci, Andrea (1699):Dell'arte rappresentativa premeditata e all'improvviso[2]

Uno de los más sugerentes precedentes de la imagen contemporánea del saltimbanqui pudo ser el acróbata minoico que salta por encima de un toro, tal y como se conserva en los frescos hallados cerca de Cnosos, en la costa norte de la isla deCreta.
Los destacados estudios deArthur Evans,[3] director delMuseo Ashmolean, propietario del palacio de Cnosos y director de la excavación, hablan de cow-boys, artistas de circo y toreros, obviando el puente histórico de los volatineros de la «commedia del arte» y losforcados portugueses del ruedo, o sus hermanoshidalguenses.[4]
El conjunto de la obra dePablo Picasso dedicada a diversos personajes de lacomedia del arte y reunida con el título deSuite de los Saltimbanquis, ofrece una mirada poética de un mundo que debió de ser todo lo contrario. Desde sus cuadros del periodo rosa, comoLa familia de saltimbanquis (1905) oLa mujer del acróbata (1904), hasta esculturas como la cabeza deEl loco (cabeza de arlequín), modelada en barro tras una visita alCirque Medrano; pasando por su variopinta serie dearlequines,polichinelas ypierrots, en la que se incluyen un par de famosos retratos de sus hijos Paulo y Claude.[5]
Otro de sus cuadros dedicados al tema, el tituladoLos dos saltimbanquis, fue subastado por 71.400 euros en septiembre de 2013.[6]