Este artículo o sección tienereferencias, pero necesita más para complementar suverificabilidad. Busca fuentes:«Plaza mayor» –noticias ·libros ·académico ·imágenes Este aviso fue puesto el 23 de octubre de 2023. |





Laplaza mayor es laplaza principal de algunas localidades en elurbanismoespañol ehispanoamericano. Particularmente en algunos países deAmérica, reciben el nombre deplaza de armas. Lasplazas de armas se encuentran dentro de los castillos o fuertes de los nobles que poseían un escudo nobiliario, que eran sus armas. El término «plaza mayor» se prevé explícitamente en unaordenanza de losReyes Católicos de 1480 como el que debe llevar el lugar de una población con suficiente espacio abierto para celebrar elmercado y en el que debe instalarse lacasa consistorial del ayuntamiento.[1] Aplicado el urbanismo castellano durante laconquista de América para la fundación de ciudades de nueva planta, se utilizó, además del de «plaza mayor» el de «plaza de armas», debido a la prevención de utilizarlas como principal punto de reunión en caso de un ataque, por lo que, además de los principales edificios públicos (casa consistorial eiglesia mayor) alojabanarsenales o guarniciones dearmas (véaseOrdenanzas de Felipe II de 1576).
El nombre oficial de muchas plazas con estas denominaciones, al igual que el del resto de latoponimia urbana, ha sufrido cambios de naturaleza política. Por ejemplo, en España ha sido corriente que se sustituyera porPlaza Real oPlaza de la Constitución alternativamente según cambiara el gobierno durante los siglosXIX yXX, mientras en algunos países de América se les llamóPlaza de la Independencia.
Como concepto urbanístico, de espacio abierto que permite el contacto y la comunicación entre los ciudadanos y una gran cantidad de funciones urbanas, nace de lasplazas dearrabal oplazas de mercado a las puertas de lasmurallas, pero fuera del recinto amurallado (medina en el urbanismo árabe), mientras que otras plazas propias del espacio mediterráneo con las que comparte la benignidad del clima, como elforo romano o elágora griega, estaban en el mismo centro urbano.
Elzoco árabe era más corrientemente un espacio laberíntico de calles y no un espacio abierto,[n 1] cuando no completamente cerrado, como elbazar en el Próximo Oriente. Las demás funciones urbanas estaban repartidas por lamezquita (religiosa y judicial), laalcazaba (militar)... con lo que no había un espacio tan privilegiado como fueron las plazas mayores.
Las plazas de arrabal fueron absorbidas por el crecimiento del caserío urbano, quedando en una posición más céntrica e incrementando la altura de susedificios (no eran nada usuales alturas de más de dos pisos), proyectando los pisos superiores sobresoportales, etc. En determinados casos, sobre todo a partir de los nuevos ideales estéticos delRenacimiento, se procuró la homogeneización del trazado siguiendo laplanificación urbanística de unarquitecto omaestro de obras municipal o real, como ocurrió tras el incendio de laPlaza Mayor de Valladolid de 1561, ocasión aprovechada para diseñar una plaza regular de nueva planta trazada porFrancisco de Salamanca. En otros casos se llegó a cubrir las calles de acceso con lo que se obtenía un espacio cerrado continuo, como el diseñado porNicolás Churriguera en laPlaza Mayor de Salamanca (1724) y el que finalmente se dio a laPlaza Mayor de Madrid (variado desde los siglos XVI al XVIII por arquitectos de la talla deJuan de Herrera,Juan Gómez de Mora yJuan de Villanueva).
La primera noticia que se tiene de una traza regular en una Plaza Mayor en Castilla es en la Villa deSigüenza (Guadalajara), fruto del empeño del obispo titularcardenal Pedro González de Mendoza, quien encargó a diferentes maestros de obras ampliar los espacios públicos en torno a la Catedral. Para ello siguió la costumbre clásica que había conocido en Italia. Entre estos maestros de obra estabanJuan de Talavera y Francisco de Baeza.[2]
Las funciones urbanas que cumplían las plazas mayores, además de la original de mercado, se ampliaron a la de espacio político (con la ubicación de edificios municipales) y espacio de festejos y solemnidades, comocorridas de toros (que terminaron asociándose a espacios circulares hechos ex profeso en vez de los originales rectangulares),autos de fe de la Inquisición (la parte solemne, no la quema de los condenados, que se hacía en elbrasero, en lugares más discretos), ejecuciones públicas de ámbito civil,[n 2] sin olvidar la función de espacio deconflicto social, pues las plazas mayores son el referente de reunión en caso demotín de subsistencias (en elAntiguo Régimen) o de manifestación (en laEdad Contemporánea).[n 3]
EnAmérica, las Plazas mayores son planificadas desde el trazado de las ciudades, como laPlaza de Mayo de Buenos Aires, laPlaza de la Independencia (Quito) de Quito, como en elZócalo de México o laPlaza de Bolívar enBogotá, por derribo de edificios indígenas previos.

En 1950, Robert Ricard[3] data el origen de la Plaza Mayor española en las últimas décadas del siglo XV y distingue dos tipos: «noble y monumental» (Madrid y Salamanca) y «modesta con aire vulgar» (Burgos, Segovia, Toledo), y deja constancia de que las ciudades musulmanas no las tenían. Agrega que en América era «el centro y símbolo de la ciudad y organismo alrededor del cual se dio su vida. Podría decirse, sin gran exageración, que una ciudad hispanoamericana es una Plaza Mayor rodeada por calles y casas, más que un conjunto de calles y casas en torno a una Plaza Mayor». La Plaza Mayor americana, más grande que la española, no era monumental sino por los edificios que la rodeaban. Además de plaza municipal tenía la presencia de laIglesia, residencia de las autoridades,tribunal yprisión.
Más tarde surgieron distintas vertientes que difirieron en cuanto al origen de la Plaza Mayor en España y enAmérica (laindigenista destaca la influencia de ciudades prehispánicas como modelo de la ciudad de la conquista, y que en aquellas ya existían grandes plazas de ceremonias y mercado), pero lo cierto es que la «política de España convirtió a América en un lugar de ensayos entre 1492 y 1573», plasmándose un modelo clásico de la ciudad colonial hispanoamericana que Jorge Enrique Hardoy resume como:[4]
La Plaza Mayor americana ocupaba entonces el lugar más importante y no hubo ciudad que no la tuviera. Hasta los pueblos creados por losjesuitas con la ayuda de la mano de obra de lospueblos originarios se organizaron alrededor de una plaza central.
A partir de la experiencia española y americana, el 13 de julio de 1573Felipe II promulgó lasOrdenanzas de Descubrimiento y Población, tratando de homogeneizar la planificación y dejando en claro en ellas el carácter nuclear dado a la Plaza Mayor.