ElCalifato omeya ocalifato de los omeyas (661-750 CE; enárabe:ٱلْخِلَافَة ٱلْأُمَوِيَّة,al-Khilāfat al-ʾUmawīyah)[1] fue el segundo de los cuatro grandescalifatos establecidos tras la muerte deMahoma. El califato fue gobernado por ladinastía omeya (en árabe: ٱلْأُمَوِيُّون,al-ʾUmawīyūn, o بَنُو أُمَيَّة,Banū ʾUmayyah, "Hijos de Umayyah"; enpersa:امویانomaviyân; enturco:emevi), un linajeárabe que ejerció el poder decalifa, primero en Oriente, con capital enDamasco, y luego enal-Ándalus, con capital enCórdoba. El términoomeya proviene de un antepasado de la familia,Umayya. Estrictamente hablando, la dinastía comienza conMu‘awiya I, y termina conMarwán II, con laRevolución abasí en el 750.
Uthmán ibn Affán (r. 644-656), el tercero de loscalifas Rashidun, también fue miembro del clan. La familia estableció un gobierno dinástico y hereditario conMuawiya ibn Abi Sufyán, antiguo gobernador de la Gran Siria, que se convirtió en el sextocalifa tras el final de laPrimera Fitna en el 661. Tras la muerte de Mu'awiyah en el 680, los conflictos por la sucesión dieron lugar a laSegunda Fitna,[2] y el poder acabó cayendo en manos deMarwán I, de otra rama del clan. La Gran Siria siguió siendo la principal base de poder de los omeyas, con Damasco como capital.
Los omeyas continuaron lasconquistas musulmanas, incorporando laTransoxiana, elSind, elMagreb y lapenínsula ibérica (Al-Ándalus) bajo el dominio islámico. En su punto de mayor extensión, el califato omeya abarcó 11 100 000km²,[3] lo que lo convierte en uno de losmayores imperios de la historia en términos de superficie. La dinastía en la mayor parte del mundo islámico fue con el tiempo derrocada por unarebelión liderada por los abasíes en el año 750. Los supervivientes de la dinastía se establecieron enCórdoba que, en forma deemirato y luego decalifato, se convirtió en un centro mundial de ciencia, medicina, filosofía e invención durante laEdad de Oro islámica.[4][5]
El califato omeya gobernaba una vasta población multiétnica y multicultural. Los cristianos, que aún constituían la mayoría de la población del califato, y los judíos podían practicar su propia religión, pero debían pagar un impuesto por cabeza (lajizya) del que estaban exentos los musulmanes. Los musulmanes debían pagar el impuesto delzakat, que se destinaba explícitamente a diversosprogramas de bienestar'"`UNIQ--nowiki-00000012-QINU`"'6'"`UNIQ--nowiki-00000013-QINU`"'[1] en beneficio de los musulmanes o de los musulmanes conversos.[7] Bajo los primeros califas omeyas, los cristianos ocuparon puestos destacados, algunos de los cuales pertenecían a familias que habían servido en los gobiernosbizantinos. El empleo de cristianos formaba parte de una política más amplia de acomodación religiosa que era necesaria por la presencia de grandes poblaciones cristianas en las provincias conquistadas, como en Siria. Esta política también impulsó la popularidad de Mu'awiya y consolidó Siria como su base de poder.[8][9] La época omeya suele considerarse el periodo de formación delarte islámico.[10]
El califato omeya (árabe:الخلافة الأموية, trans. al-kḫilāfat al-ʾumawiyya) fue el segundo de los cuatro principalescalifatos islámicos establecidos después de la muerte deMahoma. El califato se centró en la dinastía omeya (árabe:الأمويون, al-ʾUmawiyyūn yبنو أمية,Banū ʾUmayya, "Hijos de Umayya"). La familia omeya, desde el miembro más antiguo, Ummayah al-Akbar ibn 'Abd Shams ibn 'Abd Manaf, nacido en 533, había llegado primero al poder bajo el tercer califa,Uthmán (Uthmán ibn Affán) (r. 644-656), pero el califato omeya fue fundado por Mu‘awiya (Mu‘awiya ibn Abi Sufyán), antiguo gobernador de Siria con Uthmán, con la finalización de laprimera guerra civil o fitna musulmana en 661 (41 AH). Siria seguirá siendo la principal base del poder de los omeyas y Damasco su capital. Los omeyas continuaron lasconquistas musulmanas, incorporando elCáucaso,Transoxiana,Sind, elMagreb y lapenínsula ibérica (al-Ándalus) en el mundo musulmán. En su mayor extensión, el califato omeya tenía unos 15 000 000 km², el imperio más grande que había visto el mundo hasta la fecha y el quinto más grande de los que han existido.
Al mismo tiempo, los tributos omeyas y las prácticas administrativas fueron ampliamente percibidas como absolutistas, opresivas e injustas. Junto con las rivalidades entre las tribus árabes, su gobierno se vio afectado por disturbios en las provincias fuera de Siria, especialmente durante lasegunda guerra civil musulmana de 680-692 y la Rebelión bereber de 740-743. Durante la segunda guerra civil, el liderazgo del clan omeya pasó de la rama sufyánida de la familia a la ramamarwánida. Como las constantes campañas militares agotaron los recursos y la mano de obra del estado, los omeyas, debilitados por latercera guerra civil musulmana de 744-747, fueron finalmente derrocados por laRevolución abásida en 750 (132 AH). Uno de los pocos sobrevivientes tras la revolución,Abderramán I, huyó a través del norte deÁfrica hacia al-Ándalus, donde fundó elEmirato de Córdoba, que posteriormente derivó en elCalifato de Córdoba, que duró hasta 1031 antes de caer por laFitna de al-Ándalus.
El primer paso de los omeya con el califato se produce cuando un miembro del clan,Uthmán ibn Affán, rico comerciante de La Meca y esposo sucesivo de dos hijas de Mahoma, es elegido sucesor del califaOmar a la muerte de este en el año 644, convirtiéndose de este modo en el tercero de los llamadoscalifas bien guiados. La elección de los califas entra en conflicto, cada vez que se produce, con las reivindicaciones del llamado Partido de Alí, que afirma queAli ibn Abi Tálib, primo y yerno del profeta, es quien debe ocupar el cargo debido a su estrecha proximidad con Mahoma. Uthmán es asesinado en el año 656 y Alí es elegido califa. Sin embargo, esta elección es contestada por otro miembro del clan omeya,Muawiya I, a la sazón gobernador deSiria. Mu‘awiya acusa a Alí de complicidad en el asesinato de su predecesor y se levanta en armas contra él. Ambos ejércitos se enfrentan en labatalla de Siffin, acontecimiento de gran importancia pues es el que marca el origen de las tres grandes divisiones doctrinales del islam. Alí es derrotado y se retira a su plaza fuerte deKufa (Irak), mientras que Mu‘awiya se proclama califa enDamasco, trasladando de este modo la capitalidad del Estado islámico desdeMedina, en elHiyaz (en la actualArabia Saudí), a la urbe siria.
El califato omeya acaba con el sistema de elección del califa por un consejo de notables y da paso a un sistema puramente hereditario, convirtiéndose de este modo los omeyas en dinastía, desde que el considerado primer califa omeya,Muawiya eligió a su sucesor entre uno de sus hijos,Yazid I.[12]
De cara al exterior, los omeyas prosiguieron las conquistas de la época precedente. Es durante este periodo cuando se dan las últimas grandes expansiones del Imperio islámico: por el oeste se conquista elMagreb (fundándose la ciudad deKairuán) y lapenínsula ibérica; por el este se acaba de someterIrán y se hacen incursiones más allá de sus límites, haciaAfganistán yChina, donde es detenida la conquista.
En un plano de política interior, los omeyas tienen muchos enemigos. Los alíes o partidarios deAlí, así como la rama de losjariyíes, escindida de los alíes enSiffín, siguen muy activos en varios lugares y especialmente en Irak:Basora es un foco de disidencia jariyí, empeñada en combatir a los que llaman califas ilegítimos, mientras queKufa sigue siendo bastión de los alíes (más tarde llamadoschiíes). Mu‘awiya logra apaciguar la situación llegando a un acuerdo de paz conHasan, hijo mayor y sucesor deAlí, quien había muerto en el año 661, evitando así una nueva guerra civil. La muerte de Mu‘awiya marca el inicio de un nuevo conflicto, pues se abre otra vez la cuestión sucesoria. Aunque había nombrado heredero a su hijoYazid, esta transmisión familiar del cargo es contestada y muchos vuelven sus ojos haciaHusáyn, hijo menor de Alí. Husáyn y el pequeño ejército que le acompañaba es masacrado por las tropas del nuevo califa en labatalla de Kerbala (680), cuando se dirigía aKufa a ponerse a la cabeza de una rebelión. La muerte de Husáyn, personaje respetado por todos los musulmanes, causa gran conmoción y añade material a las acusaciones de impiedad y falta de escrúpulos que desde el principio se esgrimieron contra los omeyas. Con la muerte de Husáyn queda establecida definitivamente la línea sucesoria, que será reconocida por la mayoría de los musulmanes. Alíes y jariyíes seguirán sin embargo su labor de oposición y a la larga contribuirán a la caída de los omeyas.
Expansión del islam hasta la caída de los omeyas.
En términos generales, se podría decir que los omeyas emprendieron la tarea de organizar administrativamente un territorio considerablemente mayor que el que controlaron sus predecesores, y con una población mayoritariamente no árabe, formada por no musulmanes o por personas recién convertidas al islam, características que no tendrá cuando pase a manos de sus sucesoresabasíes un siglo más tarde. Los califas omeyas tuvieron tendencia a actuar más como reyes, es decir, a preocuparse de la administración, que como líderes religiosos. La conversión al islam no fue estimulada, pues podía suponer una mengua en los ingresos del Estado debido al mayor volumen de impuestos pagado por los cristianos y judíos, e incluso se llegó a prohibir en algunas ocasiones. De ahí la acusación de ser malos musulmanes que sus enemigos lanzaron contra ellos. A pesar de los muchos problemas planteados por la complejidad social del territorio que gobernaban y de la oposición incesante de alíes y jariyíes, durante la época omeya no se registraron ni grandes problemasnacionales (es decir, entre las distintas etnias del imperio, y especialmente entre los árabes y las demás) ni tampoco choques entre comunidades religiosas ni entre los no musulmanes y el poder central.
Hacia el año 740 el califato omeya se hallaba debilitado debido, por un lado, a las luchas intestinas en el seno de la propia familia omeya y, por otro, a la presión constante de jariyíes y alíes. Fueron estos últimos quienes iniciaron una revuelta enIrán que pretendíarestituir el poder califal al clan de loshashimíes (al que habían pertenecido Mahoma y Alí). A la cabeza de la revuelta, en el último momento y sin que los historiadores hayan conseguido explicar bien cómo, se pusoAbu l-Abbás (también conocido como As-Saffah), jefe de losabasíes, una rama secundaria de los hashimíes. Su ejército de estandartes negros (los de los omeyas eran blancos) entró enKufa, un importante centro islámico en el sur de Irak, en el año 749 y se declaró califa. Su primera prioridad era eliminar a su rival omeya, el califaMarwán II. Este último fue derrotado en febrero de 750 en labatalla del Gran Zab, disputada a orillas delrío Zab, al norte de Bagdad; este descalabro supuso el fin del gran califato omeya, fundado en el 661.
Árbol genealógico de la familia omeya. En azul figura el califaUthmán, uno de los cuatrocalifas ortodoxos. En verde, los califas omeyas de Damasco. En amarillo, losemires omeyas de Córdoba. En naranja, loscalifas omeyas de Córdoba (nota:Abderramán III fue emir hasta el año 929, en que se proclamó califa). Se incluye el parentesco de los omeyas con el profetaMahoma, señalado en mayúsculas.
El califa omeya,Marwán II, huyó aEgipto y Abu l-Abbás se convirtió en califa, inaugurando así elCalifato abasí. Todos los omeyas fueron asesinados; incluso se sacó a los muertos omeyas de sus tumbas, para borrar de este modo los rastros de la familia. Sólo uno logró escapar a la matanza, y con el tiempo reapareció en el otro extremo del mundo islámico, enal-Ándalus.
El único superviviente de los omeyas,Abd al-Rahman, se exilia alMagreb, zona por entonces refugio de todas las disidencias debido a su alejamiento de las capitales califales. Huésped de tribus bereberes junto a un puñado de aliados, Abd al-Rahman recaba apoyos entre las tropas sirias deal-Ándalus, hasta que en septiembre del año 755 desembarca enAlmuñécar.
Con el apoyo delyund o ejército sirio de al-Ándalus, vence al gobierno de losabbasíes en labatalla de Al-Musara (756) y es nombradoemir por sus partidarios. Abd al-Rahman, llamadoal-Muhāŷir ('el emigrante'), gobernará a la defensiva, esto es, pendiente de las conspiraciones de los partidarios de los abbasíes y otros grupos, particularmente losbereberes y losyemeníes, que se rebelarán varias veces entre los años 766 y 776. Abd al-Rahman se apoya en el ejército, que es aumentado en efectivos, y nombra para los cargos de la administración a personas de su confianza. Se rodea también de una guardia personal.
Al-Ándalus se hace así políticamente independiente, aunque Abd al-Rahman evitará hacer explícito su no reconocimiento del califa deBagdad para mantener la apariencia de unidad en laumma o comunidad de musulmanes. A su muerte, al-Ándalus es un Estado totalmente estructurado. Le sucederán otros cuatro emires antes de que el país se independice también en el plano religioso, dando lugar alcalifato de Córdoba.
La mezquita de Córdoba, el monumento más conocido de los omeyas de occidente.
Será elemirAbd al-Rahman III, an-Nāsir, quien consume la ruptura con oriente proclamándose califa en el año 929, ya que de todas maneras laumma había quedado escindida por la creación, enTúnez, del califatochií de losfatimíes. Se proclamó califa basándose en distintos argumentos que dieron solidez a su decisión. Por un lado la familia era procedente de la tribu Quraysh, a la que pertenecía Mahoma y había frenado los intentos de los cristianos del norte de reconquistar al-Ándalus. Con ello, los omeyas consolidan su posición de poder y al mismo tiempo consolidan la posición del país en el exterior.
Tras la ocupación deMelilla en 927, a mediados del siglo x, los omeyas controlaban el triángulo formado porArgelia,Siyilmasa y elocéano Atlántico. El poder del califato se extendía, asimismo, hacia el norte y en el 950 elSacro Imperio Romano intercambiaba embajadores con Córdoba. En el norte de la península ibérica los pequeños reinos cristianos pasan a pagar tributo al Califato, soportando toda clase de imposiciones a cambio de la paz.[cita requerida]
Esta es la etapa política de mayor esplendor, en la península ibérica, de la presencia islámica, aunque la misma durará poco tiempo ya que, en la práctica, su apogeo acaba en el 1010. Oficialmente, el califato continuó existiendo hasta el 1031, año en el que fue abolido como consecuencia de lafitna ('guerra civil') provocada por la posesión del trono entre los partidarios del último califa legítimo,Hisham II y los sucesores de su primer ministro oháyib,Almanzor. El final del califato dio paso a la fragmentación de al-Ándalus en diversos reinos conocidos como reinos deTaifas, y que fue causa de su declive favoreciendo la expansión de los territorios cristianos a sus expensas.
Tras la desintegración del Califato de Córdoba, el linaje de los omeyas se diluye lentamente en la población de al-Ándalus.
A finales del siglo xvi, elmoriscogranadinoFernando de Córdoba y Válor, descendiente de los omeyas, será elegido rey de los moriscos durante la llamadaguerra de las Alpujarras, cambiando su nombre cristiano por el árabe Muhámmad ibn Umayya, que pasará a las crónicas comoAbén Humeya. Muerto este por traición, le sucedió su primoAbén Aboo quien fue derrotado por D. Juan de Austria. Una vez derrotados se instalaron en la región valenciana donde aún se les permitía practicar el islam; prueba de esto es que la expulsión que tuvo lugar en 1609 fue materializada por la salida delpuerto de Alicante de más de un millón de personas. Es muy probable que algunos omeyas de la línea de Muhámmad ibn Umayya existan aún en España bajo apellidos castellanizados como Omeya, Benjumea o Alomía.
Algunos genealogistas y arabistas piensan que el apellido castellanoBenjumea y sus variantes (Benhumea, Benjumea, Benhumeda, Benumeya, Alomía, etc.) procede del árabe Ibn Umayya y por tanto sus portadores podrían ser descendientes de los omeyas. Sin embargo, debido a la obligación de cristianizarse de los moriscos que quedaron en España a partir de la expulsión de 1609, podríamos contemplar algunas posibilidades en algunas variantes cristianizadas del apellido Omeya. Conservando intacta la raíz triconsonántica árabe ‘ m y, obviando la primera ‘ que no tiene equivalente en castellano o catalán podríamos asistir a variantes consonánticas comom-y,m-ll om-y-r,m-ll-r o algunas otras.[cita requerida]
En su plenitud, durante el siglo VIII, el Califato omeya fue el Estado más populoso y poderoso del mundo, sólo superado por laChina tang. SegúnAmy Chua, el imperio de los árabes tenía una población de 36 millones de personas,[13] superando al futuroImperio carolingio (5 a 10 millones) o alImperio romano de Oriente (10 a 13 millones), aunque muy por detrás de China (60 millones).[14] El historiador egipcio Charles Issawi estimaba que al momento de su caída, la dinastía omeya gobernaba sobre 28 a 36,5 millones de personas.[15] El británico Colin McEvedy consideraba que hacia el año 700 la población del Califato pudo ser de unos 21 millones.[16] Las estimaciones más alcistas hablan de 60 millones de habitantes, entre los que se contaba la mitad de los cristianos del mundo.[17]
↑Yalman, Suzan (October 2001).«The Art of the Umayyad Period (661–750)».Heilbrunn Timeline of Art History. Based on original work by Linda Komaroff. New York: The Metropolitan Museum of Art.
Hanciles, Jehu J. (2021).Migration and the Making of Global Christianity(en inglés). Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company.ISBN9781467461450.
Issawi, Charles (1981). «The area and population of the Arab empire: an essay in speculation». En Udovitch, A. L., ed.The Islamic Middle East, 700-1900: Studies in Economic and Social History(en inglés). Princeton: Darwin Press. pp. 374-396.
McEvedy, Colin; Richard, Jones (1980).Atlas of world population history(en inglés). Harmondsworth: Penguin.La referencia utiliza el parámetro obsoleto|coautor= (ayuda)