Unasede titular en laIglesia católica es unadiócesis (oarchidiócesis) que ha cesado de tener un territorio definido bajo el gobierno de un obispo y que hoy existe únicamente en su título.[1]
Las sedes episcopales (las diócesis) con territorio definido confiado a un obispo con jurisdicción sobre ese territorio son llamadas sedes residenciales para distinguirlas de las sedes titulares.[2][3][4]
Unobispo titular no es necesariamente uno al que se asigna una sede titular. De hecho, muchos obispos titulares no tienen ninguna sede titular. El Código de Derecho Canónico del 1983 define a los obispos titulares como todos los que no son obispos diocesanos: "Se llaman diocesanos, los Obispos a los que se ha encomendado el cuidado de una diócesis; los demás se denominan titulares."[5] Son claramente titulares los obispos coadjutores y los eméritos, pero no tienen sede titular: son denominados según las sedes a las que son destinados o que han dejado de gobernar. (Antes de la reforma del derecho canónico del 1983, los obispos diocesanos se llamaban "residenciales" y todos los demás, incluidos los coadjutores y eméritos, tenían cada uno una sede titular.)
El Código de Derecho Canónico dice: "A no ser que por la naturaleza del asunto o por prescripción del derecho conste otra cosa, se equiparan en derecho al Obispo diocesano aquellos que presiden otras comunidades de fieles de las que se trata en el c. 368,"[6] y en el citados canon 368: "Iglesias particulares, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia católica una y única, son principalmente lasdiócesis a las que, si no se establece otra cosa, se asimilan laprelatura territorial y laabadía territorial, elvicariato apostólico y laprefectura apostólica así como laadministración apostólica erigida de manera estable."[7] Los vicarios apostólicos son obispos que rigen comunidades de fieles no en nombre propio sino en nombre del Papa y son nombrados a una sede titular. También los prefectos y los administradores apostólicos no son necesariamente obispos y no gobiernan en nombre propio. Pero entre los canonistas hay diversidad de opiniones sobre la clasificación como titulares o diocesanos de los obispos que son a cargo del gobierno de unaprelatura territorial o unordinariato militar y que son consagrados obispos precisamente de la Iglesia particular que gobiernan en nombre propio y no como obispos de una sede titular.[8]
Un obispo titular es miembro delColegio Episcopal y, a pesar de no recibir el encargo de pastor en nombre propio de una Iglesia particular, cumple funciones episcopales, colaborando comoobispo auxiliar con el obispo diocesano en el gobierno de su Iglesia, o bien participando en el ministerio de pastor universal del romano pontífice en el gobierno de la Iglesia universal como oficial de laSanta Sede o como cabeza de ciertas jurisdicciones equivalentes bajo el derecho canónico a diócesis.[1][9]
Según elAnuario Pontificio, el origen de los obispos titulares se remonta al siglo IV. El canon 8 delConcilio de Nicea I permitió conceder a los obisposnovacianos convertidos retener el título y el honor de obispos, pero sin el cargo.[10][11]
Más tarde, muchos obispos fueron expulsados por los sarracenos en los siglosVII yVIII (en Oriente, en África, en España), por los paganos en el siglo XIII (en Livonia), y por los turcos después de la caída de Tierra Santa (a partir del 1268) que los obispos de Occidente recibieron como obispos auxiliares. Después de la muerte de estos obispos fueron consagrados otros como sus sucesores, constituyendo líneas de sucesión de obispos para las sedes en territorios gobernados por no cristianos (in partibus infidelium).[10]
El canonista Prospero Fagnani Boni (1588-1678) afirmó[12] que el reglamentado nombramiento de obispos de estas sedes, que más tarde se llamarían titulares, tuvo lugar por ocasión delConcilio de Letrán V, cuando en su sesión 10 (4 de mayo de 1515) el papaLeón X renovó la prohibición de la constituciónIn plerisque delConcilio de Vienne (1311–1312) de la elección y la consagración sin licencia papal de nuevos obispos para esas sedes,[13][14] y ordenó que fuese observada inviolablemente fuera de los casos en que por causa justa fuese permetido por el papa y los cardenales reunidos enconsistorio.[15][16] Auguste Boudinhon interpretó el decreto de León X como concesión a favor de únicamente los cardinales, privilegio extendido porPío V a aquellas sedes en donde era costumbre que hubiera un obispo auxiliar y luego más ampliamente.[12]
La expresiónin partibus infidelium fue abrogada por laCongregación de Propaganda Fide con una carta de 3 de marzo de 1882.[17] El motivo parece haber sido la protesta de gobernantes de estados cristianos que en el siglo XIX obtuvieron la independencia del Imperio turco y no deseaban ser designados como región de infieles.[18] En la cartaIn suprema de 10 de junio de 1882 el papaLeón XIII personalmente adopta la nueva terminologíaobispo titular.[19]
En 1851 la publicación anual de la Santa Sede que desde 1861 tomó el nombre deAnuario Pontificio comenzó a publicar una lista de tales sedes sin pretender que fuese completa: indicaba solo aquellas efectivamente en uso por parte de laCuria Romana.[18]
El 1933 laSagrada Congregación Consistorial publicó elIndex sedium titularium archiepiscopalium et episcopalium, una compilación confiada por el cardenal prefectoRaffaele Carlo Rossi al religiosoasuncionista Siméon Vailhé (1873-1960), que enumera 1712 sedes.[20][21] Entre ellas algunas, por ejemploAlba Marittima yOssero, que difícilmente podían clasificarse comoin partibus infidelium.
Desde entonces elAnuario Pontificio ha indicado que las sedes titulares están compiladas según elIndex de 1933 con actualizaciones sucesivas. La edición de 1964 informa que las sedes titulares eran 1734,[22] y la de 2013[23] da 2085 en total.
Las sedes titulares son asignadas a:
Algunos de estos cargos pueden ser desempeñados por personas que son obispos de una sede residencial (por ejemplo un ordinario para los fieles de rito oriental o un administrador apostólico) y que por eso no reciben también una sede titular.
En el pasado se asignaron sedes titulares a:
Durante la expansión histórica delcristianismo, la Iglesia católica se agrandó, sin embargo, en algunas áreas del mundo en donde la religión cristiana una vez floreció, la presencia de la Iglesia católica está ahora disminuyendo o desapareciendo. Las Iglesias locales se dividieron separándose y otras fueron convertidas alislam. Otras sedes titulares surgieron por motivos de reorganizaciones de algunas diócesis que han sido absorbidas en una o más diócesis. Otras veces la ciudad sede de la diócesis fue relocalizada a otra ciudad y la diócesis en cuestión fue renombrada quedando como titular la sede original. La Iglesia católica adoptó la práctica de asignar obispos a sedes titulares como una forma de recordar esas diócesis.
Muy raramente la transferencia de un obispo diocesano a una sede titular ha sido usado por la Santa Sede para separar de sus responsabilidades a un obispo cuya conducta desaprueba. El 13 de enero de 1994,Jacques Gaillot, quien se negaba a dimitir a ladiócesis de Évreux, fue designado obispo titular de Partenia.[30][31]
La concesión de sedes titulares es ocasionalmente practicada en laIglesia ortodoxa, por ejemplo, para evitar causar una ofensa o confusión cuando un obispo ortodoxo sirve en un lugar que es también la sede de un obispo no ortodoxo. Elpatriarcado de Constantinopla conserva también los títulos de sedes que existían enTurquía antes delintercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía de 1923.