Con sede enGinebra (Suiza), la OMPI es uno de los 16 organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas. Tiene a su cargo la administración de 26 tratados internacionales que abordan diversos aspectos de la regulación de lapropiedad intelectual. La Organización tiene 193 Estados miembros.[1] Su actual director general esDaren Tang, natural deSingapur.[2]
Durante laExposición Universal de Viena de 1873 surgieron algunos conflictos sobre la falta de protección a las invenciones expuestas, lo que llevó a que los inventores estadounidenses no participaran, y a queAlemania yAustria comenzaran a presionar por una protección internacional de las patentes. Esto llevó a un primer congreso sobre protección industrial llevada a cabo en elImperio austrohúngaro, en el mismo año de la exposición universal, a las que seguirían otras dos conferencias que acontecieron en París en 1878 y 1880.[3]
Dichas discusiones culminarían en 1883 con la aprobación y firma delConvenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, el cual fue uno de los primerostratados en materia depropiedad intelectual. En virtud del Convenio se constituyó una Unión para la protección de la propiedad industrial. El Convenio de París fue el primer acuerdo internacional para la protección de las obras de los creadores en otros países.[4]
El Convenio se elaboró durante las conferencias diplomáticas celebradas en París en 1880 y 1883, y el 20 de marzo de 1883 la firmaron Bélgica, el Brasil, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Italia, los Países Bajos, Portugal, Serbia y Suiza.[5] El texto adoptado consistía en el propio convenio, que contenía 19 artículos, y el Protocolo Final (en francésProtocole de clôture), que poseía aproximadamente la misma extensión que el Convenio.[6]
Para la aplicación del convenio se creó una oficina Internacional. Una de las dos que pasó a conformar las BIRPI y, posteriormente, la OMPI.
1886 - Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas
El Convenio de Berna regula elderecho de autor y la protección de las obras artísticas, lo que incluye la literatura, la música, la pintura y otras obras plásticas, etcétera. Proporciona a los creadores formas de controlar la manera en que se utilizan sus obras, las condiciones del uso y quiénes pueden utilizarlas. El Convenio se funda en tres principios básicos: 1) el principio detrato nacional, que consiste en que las obras originarias en uno de los estados contratantes deberán ser objeto de la misma protección en todos y cada uno de los demás estados contratantes; 2) el principio deprotección automática, que estipula que la protección es automática y no requiere ninguna formalidad; y, 3) el principio deindependencia de la protección, la protección concedida en virtud del convenio es independiente de la existencia de protección en el país de origen de la obra.[9]
La oficina Internacional creada para supervisar la aplicación del Convenio de Berna fue la segunda oficina que pasó a conformar las BIRPI.
1891 - Arreglo de Madrid relativo al Registro Internacional de Marcas
En 1891, nueve de los 14 estados parte en el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial establecieron las primeras “disposiciones especiales para la protección de la propiedad industrial”. Junto con el Protocolo concerniente alArreglo de Madrid (1989), se creó elSistema de Madrid, el primer sistema internacional para facilitar el registro demarcas en varias jurisdicciones de todo el mundo.[4]
Las dos oficinas creadas para administrar elConvenio de Berna y elConvenio de París estaban sometidas a la supervisión estrecha del gobierno de la entoncesConfederación Suiza. En 1893, el gobierno suizo las fusionó para conformar las Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección de la Propiedad Intelectual (BIRPI, por sus siglas en francés:Bureaux internationaux réunis pour la protection de la propriété intellectuelle). Las BIRPI son las predecesoras directas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y estuvieron activas por 87 años.[10]
De conformidad con el artículo 3 del Convenio, la principal función de esta organización es “fomentar la protección de la propiedad intelectual en todo el mundo”.[13]
La OMPI se convirtió en un organismo especializado de las Naciones Unidas en 1974. La Asamblea General de la OMPI aprobó el acuerdo entre ambas organizaciones el 27 de septiembre de ese año y la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 17 de diciembre. El acuerdo entró en vigor ese mismo día. El 21 de enero de 1975, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, y el director general de la OMPI, Árpád Bogsch, firmaron un protocolo que incluía el texto del acuerdo.[14]
El Acuerdo entre las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual señala, en su artículo 1, que la OMPI desempeñará las funciones siguientes:[15]
"(...) promover, entre otras cosas, la actividad intelectual creadora y facilitar la transmisión de tecnología relativa a propiedad industrial a los países en desarrollo con el fin de acelerar el desarrollo económico, social y cultural, con sujeción a la competencia y las responsabilidades de las Naciones Unidas y sus órganos, en particular la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, así como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y otros organismos del sistema de las Naciones Unidas."
El acuerdo representó la transición de la OMPI del mandato que heredó de las BIRPI en 1967, relativo al fomento de la protección de la propiedad intelectual, a otro que conllevaba la tarea más compleja de promover la transferencia de tecnología y el desarrollo económico.
En virtud delTratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de 1970, se creó un servicio para ayudar a las personas inventoras, las empresas y las instituciones a solicitar protección por patente a nivel internacional para sus invenciones, asimismo la OMPI brinda apoyo a las oficinas de patentes en relación con las decisiones de concesión de patentes y otorga acceso a la información técnica relativa a esas invenciones.[16] Hasta abril de 2022, el PCT contaba con 157 países contratantes.[17]
Algunos ejemplos de denominación de origen e indicación geográfica registrados en virtud del Sistema de Lisboa son elqueso Comté (Francia),[26] lacerámica de Chulucanas (Perú),[27] eltequila (México),[28] elvino Oporto (Portugal), porcelana de Herend (Hungría) o la pimienta de Kampot (Camboya).
Las solicitudes internacionales de diseños se presentan directamente ante la OMPI de conformidad con los requisitos y procedimientos previstos en el Arreglo de La Haya. La protección del diseño concedida mediante los registros internacionales resultantes de la concesión de la protección está sujeta al marco jurídico nacional de cada parte contratante.[30]
La OMPI administra hoy 26tratados[31] (dos de ellos con otras organizaciones internacionales) y, por conducto de sus Estados miembros y de su Secretaría, lleva a cabo un exhaustivo y variado programa de trabajo con las siguientes finalidades:
Armonizar legislaciones y procedimientos nacionales en materia de propiedad intelectual;
Prestar servicios de tramitación para solicitudes internacionales de derechos de propiedad industrial;
Promover el intercambio de información en materia de propiedad intelectual;
Prestar asistencia técnico-jurídica a los Estados que la soliciten;
Facilitar la solución de controversias en materia de propiedad intelectual en el sector privado;
Fomentar el uso de las tecnologías de la información y de Internet, como instrumentos para el almacenamiento, el acceso y la utilización de valiosa información en el ámbito de la propiedad intelectual.
La Organización desempeña asimismo una función cada vez mayor en la simplificación de los sistemas de registro de patentes y marcas, armonizando y facilitando los procedimientos. El Tratado sobre el Derecho de Marcas (TLT) de 1994 y el Tratado sobre el Derecho de Patentes (PLT), aprobado en el año 2000, simplifican y armonizan los procedimientos destinados a obtener y mantener, respectivamente, una marca y una patente en los países que son parte en los Tratados.
A diferencia de otros organismos de las Naciones Unidas, que dependen de las cuotas de los Estados miembros, la OMPI obtiene la mayor parte de sus ingresos de las tasas procedentes de los servicios mundiales de propiedad industrial que presta.[32] En 2021, la OMPI obtuvo ingresos por 475.1 millones de francos suizos (CHF).[33] De tales ingresos, los servicios que la OMPI presta en el marco del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), representaron el 76.2% de los ingresos; en segundo lugar, los ingresos derivados del Sistema de Madrid, que aportó el 17.3% y, en tercero, del Sistema de La Haya, que aportó el 1.3% de los ingresos; el porcentaje restante es cubierto por las cuotas voluntarias y establecidas, los ingresos por el Sistema de Lisboa, servicios de arbitraje y mediación, publicaciones y otros ingresos.[34]
La Asamblea General de la OMPI y el Comité de Coordinación de la OMPI son los principales órganos de decisión dentro de la organización. Las 22 asambleas y demás órganos de los Estados miembros de la OMPI y de las Uniones administradas por la OMPI se reúnen cada año, en sesiones ordinarias o extraordinarias.[35]
Entre las facultades de la Asamblea General se encuentran la de designar al director general, de quien también examina y aprueba sus informes; instruye al Comité de Coordinación; aprueba las disposiciones que proponga el director general respecto a la administración de los acuerdos internacionales de propiedad industrial; adopta el reglamento financiero de la OMPI; invita a nuevos estados no miembros a formar parte del convenio de la OMPI; y aprueba a estados y organizaciones para ser observadores de las reuniones.[36][37]
El Comité de Coordinación está formado por los estados parte del Convenio de la OMPI que sean miembros del Comité Ejecutivo de la Unión de París o del Comité Ejecutivo de la Unión de Berna o de ambos Comités Ejecutivos.[38] Su función principal es aconsejar a los restantes cuerpos de decisión de la OMPI sobre cuestiones administrativas y financieras, así como de otras cuestiones de interés común; también prepara las órdenes del día de la Asamblea; y, en caso de quedar vacante el puesto de director general, propone uno interino.[39]
Las restantes asambleas corresponden a Conferencia y a las uniones administradas por la OMPI, como la Asamblea de la Unión de París, la Asamblea de la Unión de Viena, la Asamblea del Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor, Asamblea delTratado de Marrakech, entre otras.[40]
La OMPI publica cerca de 40 títulos al año que son traducidos y publicados en al menos los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas: árabe, chino, inglés, francés, ruso y español; sin embargo, en las publicaciones de mayor alcance, como laRevista de la OMPI, las traducciones se realizan hasta en ocho idiomas.[41]
En los inicios de la OMPI, las publicaciones eran albergadas en una biblioteca tradicional, la cual, con un acervo que databa de 1885 con publicaciones periódicas de la BIRPI, predecesora de la OMPI, y poseía más de 30,000 libros y revistas.[42] En 2019, comenzó un esfuerzo de digitalización de tales acervos a fin de ponerlos a disposición pública a través de su página web.[43][44] De esa manera se creó elCentro de Conocimiento de la OMPI (WIPO Knowledge Repository).[41]
La Revista de la OMPI (WIPO Magazine) es la principal publicación de la organización internacional. Fue lanzada en junio de 1998, para sustituir la anterior publicaciónIndustrial Property and Copyright monthly review,[46] y tras un rediseño en 2015 también se puso a disposición en formato digital.[47] Desde 2019 se publica en ocho idiomas: los seis idiomas de la ONU más japonés y portugués. La revista se enfoca en temas de propiedad intelectual, innovación y creatividad.[48] Desde enero de 2023, la publicación de la revista se realiza únicamente en formato digital.
El Índice Mundial de Innovación (Global Innovation Index), conocido como GII, por sus siglas en inglés, es una clasificación anual de los países en función de su capacidad y sus logros en materia de innovación. El índice tuvo su origen en 2007, como una publicación delINSEAD y la revista británicaWorld Business.[49] Desde 2011, la OMPI comienza a publicar el índice en colaboración con el INSEAD, luego sumaría a la Universidad de Cornell y otras instituciones.[50]Para su creación, la OMPI toma en cuenta datos procedentes de varias fuentes, como laUnión Internacional de Telecomunicaciones, elBanco Mundial, elForo Económico Mundial y otras organizaciones.[49]
El Informe mundial sobre la propiedad intelectual es un análisis bianual de la OMPI,[51] publicado por primera vez en 2011. Cada informe examina un tema diferente, centrándose en las tendencias referentes a un ámbito específico de la propiedad intelectual y la innovación. El informe emplea la metodología de análisis macroeconómicos e incluye estudios de casos para examinar el papel de la propiedad intelectual y otros intangibles en la economía mundial.[52][53]
Desde 2009, la OMPI publica el reporte anualIndicadores mundiales de propiedad intelectual, en los que que ofrecen una amplia gama de indicadores estadísticos que abarcan diversos ámbitos de la propiedad intelectual.[54] Los datos en los que se basa el reporte provienen de las oficinas nacionales y regionales de propiedad intelectual, la OMPI, datos de encuestas y de la industria.[55]
WIPO Lex es una base de datos mundial en línea creada en 2010,[56] que proporciona acceso público y gratuito a leyes, tratados y decisiones judiciales sobre propiedad intelectual de todo el mundo. En 2021, la base de datos WIPO Lex contenía 16,187 leyes de 199 jurisdicciones.[57]
PATENTSCOPE es una base de datos pública de patentes facilitada por la OMPI que sirve como fuente oficial de las solicitudes de patente presentadas en virtud delTratado de Cooperación en materia de patentes y abarca numerosas colecciones de patentes nacionales y regionales. En 2023 contenía más de 100 millones de documentos de patentes, incluidos 4.6 millones de solicitudes internacionales de patente publicadas.
En el año 2000, la asamblea general de la OMPI designó oficialmente el 26 de abril, día en que entró en vigor el Convenio de la OMPI en 1970, como el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, el cual se celebró por primera vez en 2001.[58]Desde entonces, cada año la OMPI propone un tema para la celebración, la cual se ha convertido en una de las principales campañas de divulgación de la propiedad intelectual en el mundo que busca "destacar el papel que desempeñan los derechos de PI, como patentes, marcas, diseños industriales, derecho de autor, para estimular la innovación y la creatividad".[59]
Daren Tang, de Singapur, es el director general de la OMPI desde 2020
Conforme al Convenio de la OMPI, los directores generales son designados por la Asamblea General a propuesta del Comité de Coordinación.[36] El director general tiene a su cargo la Oficina Internacional, es el funcionario más alto de la OMPI y la representa, también tiene a su cargo llevar a cabo todas las determinaciones de la Asamblea General.[60] La duración de dicho cargo no puede ser inferior a seis años y puede ser renovada en múltiples ocasiones. Tanto la duración del primer periodo como de los posteriores, es determinado por la Asamblea General.[61]
Desde el 1 de octubre de 2020, el director general de la OMPI es el abogadoDareng Tang, originario de Singapur, quien sucedió al australianoFrancis Gurry.[62][63]
↑Ricketson, Sam (2015).The Paris Convention for the protection of industrial property. A Commentary. Oxford University Press. p. 3.09.ISBN9780191668593.
↑abBanco Mundial (2010).Innovation policy: a guide for developing countries. World Bank. p. 203.ISBN978-0-8213-8301-8.|fechaacceso= requiere|url= (ayuda)
↑Birkbeck, Carolyn Deere (2016).The World Intellectual Property Organization (WIPO): A Reference Guide(en inglés). Edward Elgar Publishing. p. 39.ISBN9781785364785.
May, Christopher (2007).The World Intellectual Property Organization. Resurgence and the Development Agenda(en inglés). Routledge.ISBN978-0-203-00406-7.