Santa Sofía de Constantinopla (532-537). ElImperio bizantino fue la única institución política (aparte delpapado) que mantuvo su existencia por la totalidad del periodo medieval.Ermita delCristo de la Luz enToledo, anteriormentemezquita. La convivencia entre civilizaciones alternó entre el enfrentamiento y la tolerancia, el aislamiento y la influencia mutua.
Al día de hoy, los historiadores del período prefieren matizar esta ruptura entre Edad Antigua y Edad Media, de manera que entre los siglosiii yviii se suele hablar deAntigüedad Tardía, que habría sido una gran etapa de transición en todos los ámbitos: en lo económico, elmodo de producción esclavista da paso almodo de producción feudal; en lo social, el concepto deciudadanía romana da paso a losestamentos medievales; en lo político, las estructuras centralizadas delImperio romano dan paso a una dispersión del poder; y en lo ideológico y cultural, lacultura clásica da paso a lasteocéntricas culturascristiana oislámica (cada una en su espacio).[3]
La Edad Media suele dividirse en dos grandes períodos: Temprana oAlta Edad Media (ss.v-x, sin una clara diferenciación con la Antigüedad Tardía); yBaja Edad Media (ss.xi-xv). Esta última puede dividirse a su vez en un periodo de plenitud, laPlena Edad Media (ss.xi-xiii), y los dos últimos siglos que presenciaron lacrisis del sigloxiv.
Aunque hay algunos ejemplos de utilización previa,[Nota 1] el concepto deEdad Media nació como la segunda edad de la división tradicional deltiempo histórico debida aCristóbal Cellarius (Historia Medii Aevi a temporibus Constantini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta,Jena, 1688)[4] quien la consideraba un tiempo intermedio, sin apenas valor por sí mismo, entre la Edad Antigua identificada con el arte y la cultura de lacivilización grecorromana de laAntigüedad clásica y la renovación cultural de la Edad Moderna —en la que él se sitúa— que comienza con elRenacimiento y elHumanismo renacentista. La popularización de este esquema ha perpetuado unpreconcepto erróneo: el de considerar a la Edad Media como una época de retroceso intelectual y cultural, y un aletargamiento social y económico secular (que a su vez se asocia con elfeudalismo en sus rasgos másoscurantistas, tal como se definió por los revolucionarios que combatieron elAntiguo Régimen). Sería un periodo dominado por el aislamiento, la ignorancia, lateocracia, lasuperstición y el miedomilenarista alimentado por la inseguridad endémica, la violencia y la brutalidad de guerras e invasiones constantes y epidemias apocalípticas.[Nota 2]
Sin embargo, en este largo período de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas. Muchos de ellos tuvieron una gran proyección hacia el futuro, entre otros los que sentaron las bases del desarrollo de la posteriorexpansión europea, y el desarrollo de los agentes sociales que desarrollaron unasociedad estamental de base predominantemente rural pero que presenció el nacimiento de una incipiente vida urbana y unaburguesía que con el tiempo desarrollarán elcapitalismo.[5] Lejos de ser una época inmovilista, la Edad Media, que había comenzado conmigraciones de pueblos enteros, y continuado con grandes procesos repobladores (Repoblación en la península ibérica,Ostsiedlung enEuropa Oriental) vio cómo en sus últimos siglos los antiguos caminos (muchos de ellosvías romanas decaídas) se reparaban y modernizaban con airosos puentes, y se llenaban de toda clase de viajeros (guerreros,peregrinos, mercaderes, estudiantes,goliardos, etc.) encarnando la metáfora espiritual de la vida como un viaje (homo viator).[6]
La Edad Media realizó una curiosa combinación entre la diversidad y la unidad. La diversidad fue el nacimiento de las incipientes naciones... La unidad, o una determinada unidad, procedía de la religión cristiana, que se impuso en todas partes... esta religión reconocía la distinción entre clérigos y laicos, de manera que se puede decir que... señaló el nacimiento de una sociedad laica.... Todo esto significa que la Edad Media fue el período en que apareció y se construyó Europa.[9]
Laciencia medieval no respondía a unametodología moderna, pero tampoco lo había hecho la de los autores clásicos, que se ocuparon de lanaturaleza desde su propia perspectiva; y en ambas edades sin conexión conel mundo de las técnicas, que estaba relegado altrabajo manual deartesanos ycampesinos, responsables de un lento pero constante progreso en lasherramientas y procesos productivos. La diferenciación entreoficios viles y mecánicos yprofesiones liberales vinculadas al estudio intelectual convivió con una teórica puesta en valor espiritual del trabajo en el entorno de losmonasteriosbenedictinos, cuestión que no pasó de ser un ejercicio piadoso, sobrepasado por la mucho más trascendente valoración de lapobreza, determinada por la estructura económica y social y que se expresó en elpensamiento económico medieval.
Es impropio hablar deEdad Media en otras civilizaciones
MapaTO, conJerusalén en el centro, y las tres partes simplificadas del mundorecordado, más que conocido en la Edad Media.
Las grandes migraciones de laépoca de las invasiones significaron paradójicamente un cierre al contacto de Occidente con el resto del mundo. Muy pocas noticias tenían los europeos del milenio medieval (tanto los de lacristiandad latina como los de lacristiandad oriental) de que, aparte de lacivilización islámica, que ejerció de puente pero también de obstáculo entre Europa y el resto delViejo Mundo,[8] se desarrollaban otras civilizaciones. Incluso un vasto reino cristiano como el deEtiopía, al quedar aislado, se convirtió en el imaginario cultural en el mítico reino delPreste Juan, apenas distinguible de las islas atlánticas deSan Brandán y del resto de las maravillas dibujadas en losbestiarios y los escasos, rudimentarios e imaginativos mapas. El desarrollo marcadamente autónomo de China, la más desarrollada civilización de la época (aunque volcada hacia su propio interior y ensimismada en sus ciclos dinásticos:Sui,Tang,Song,Yuan yMing), y la escasez de contactos con ella (el viaje deMarco Polo, o la mucho más importanteexpedición deZheng He), que destacan justamente por lo inusuales y por su ausencia de continuidad, no permiten denominar a los siglosV alXV desu historia comohistoria medieval, aunque a veces se haga, incluso en publicaciones especializadas, más o menos impropiamente.[10]
Lahistoria de Japón (que durante este periodo estaba en formación como civilización, adaptando las influencias chinas a la cultura autóctona y expandiéndose desde las islas meridionales a las septentrionales), a pesar de su mayor lejanía y aislamiento, suele ser paradójicamente más asociada al términomedieval; aunque tal denominación es acotada por la historiografía, significativamente, a unperiodo medieval que se localiza entre los años 1000 y 1868, para adecuarse al denominadofeudalismo japonés anterior a laera Meiji (véase tambiénshogunato,han ycastillo japonés).[11]
De un modo todavía más claro, lahistoria de América (que atravesaba sus periodosclásico ypostclásico) no tuvo ningún tipo de contacto con el Viejo Mundo, más allá de la llegada de la denominadaColonización vikinga en América que se limitó a una reducida y efímera presencia enGroenlandia y la enigmáticaVinland, o las posibles posteriores expediciones deballeneros vascos en parecidas zonas delAtlántico Norte, aunque este hecho ha de entenderse en el contexto del gran desarrollo de la navegación de los últimos siglos de la Baja Edad Media, ya encaminada a laEra de los Descubrimientos.
Lo que sí ocurrió, y puede considerarse como una constante del periodo medieval, fue la periódica repetición de puntuales interferencias centroasiáticas en Europa y el Próximo Oriente en forma de invasiones de pueblos delAsia Central, destacadamente losturcos (köktürks,jázaros,otomanos) y losmongoles (unificados porGengis Kan) y cuyaHorda de Oro estuvo presente en Europa Oriental y conformó la personalidad de los Estados cristianos que se crearon, a veces vasallos y a veces resistentes, en las estepas rusas y ucranianas. Incluso en una rara ocasión, la primitiva diplomacia de los reinos europeos bajomedievales vio la posibilidad de utilizar a los segundos como contrapeso a los primeros: la frustrada embajada deRuy González de Clavijo a la corte deTamerlán enSamarcanda, en el contexto del asedio mongol de Damasco, un momento muy delicado (1401-1406) en el que también intervino como diplomáticoIbn Jaldún. Los mongoles ya habíansaqueado Bagdad en una incursión de 1258.[12]
Aunque se han propuesto varias fechas para el inicio de la Edad Media, de las cuales la más extendida es la del año 476, lo cierto es que no podemos ubicar el inicio de una manera tan exacta ya que la Edad Media no nace, sino que "se hace" a consecuencia de todo un largo y lento proceso que se extiende por espacio de cinco siglos y que provoca cambios enormes a todos los niveles de una forma muy profunda que incluso repercutirán hasta nuestros días. Podemos considerar que ese proceso empieza con lacrisis del siglo III, vinculada a los problemas de reproducción inherentes al modo de producción esclavista, que necesitaba una expansión imperial continua que ya no se producía tras la fijación dellimes romano. Posiblemente también confluyeran factores climáticos para la sucesión de malas cosechas y epidemias; y de un modo mucho más evidente las primerasinvasiones germánicas y sublevaciones campesinas (bagaudas), en un periodo en que se suceden muchos breves y trágicos mandatos imperiales. DesdeCaracalla laciudadanía romana estaba extendida a todos los hombres libres del Imperio, muestra de que tal condición, antes tan codiciada, había dejado de ser atractiva. ElBajo Imperio adquiere un aspecto cada vez más medieval desde principios del siglo IV con las reformas deDiocleciano: difuminación de las diferencias entre losesclavos, cada vez más escasos, y loscolonos,campesinos libres, pero sujetos a condiciones cada vez mayores de servidumbre, que pierden la libertad de cambiar de domicilio, teniendo que trabajar siempre la misma tierra; herencia obligatoria de cargos públicos —antes disputados en reñidas elecciones— y oficios artesanales, sometidos a colegiación —precedente de losgremios—, todo para evitar la evasión fiscal y la despoblación de las ciudades, cuyo papel de centro de consumo y de comercio y de articulación de las zonas rurales cada vez es menos importante. Al menos, las reformas consiguen mantener el edificio institucional romano, aunque no sin intensificar la ruralización y aristocratización (pasos claros hacia el feudalismo), sobre todo en Occidente, que queda desvinculado de Oriente con la partición del Imperio. Otro cambio decisivo fue la implantación delcristianismo como nueva religión oficial por elEdicto de Tesalónica deTeodosio I el Grande (380) precedido por elEdicto de Milán (313) con el queConstantino I el Grande recompensó a los hasta entonces subversivos por suprovidencialista ayuda en labatalla del Puente Milvio (312), junto con otras presuntas cesiones más temporales cuya fraudulenta reclamación (pseudodonación de Constantino) fue una constante de losEstados Pontificios durante toda la Edad Media, incluso tras la evidencia de su refutación por el humanistaLorenzo Valla (1440).
División del Imperio romano, año 395.
Ningún evento concreto —a pesar de la abundancia y concatenación de hechos catastróficos— determinó por sí mismo el fin de laEdad Antigua y el inicio de la Edad Media: ni los sucesivossaqueos de Roma (por losgodos deAlarico I en el410, por losvándalos en el455, por las propias tropas imperiales deRicimero en472, por losostrogodos en546), ni la pavorosa irrupción de loshunos deAtila (450-452, con labatalla de los Campos Cataláunicos y la extraña entrevista con el papaLeón I el Magno), ni el derrocamiento deRómulo Augústulo (último emperador romano de Occidente, porOdoacro el jefe de loshérulos -476-); fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época. La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica, las invasiones y el asentamiento de los pueblos germanos en elImperio romano, hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años, laEuropa Occidental mantuvo un período de unidad cultural, inusual para este continente, instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse por completo, y el asentamiento delcristianismo. Nunca llegó a olvidarse la herencia clásica grecorromana, y lalengua latina, sometida a transformación (latín medieval), continuó siendo la lengua de cultura en toda Europa occidental, incluso más allá de la Edad Media. Elderecho romano y múltiples instituciones continuaron vivas, adaptándose de uno u otro modo. Lo que se operó durante ese amplio periodo de transición (que puede darse por culminado para el año 800, con la coronación deCarlomagno) fue una suerte de fusión con las aportaciones de otras civilizaciones y formaciones sociales, en especial la germánica y la religión cristiana. En los siglos siguientes, aún en la Alta Edad Media, serán otras aportaciones las que se añadan, destacadamente elislam.
Los bárbaros se desparraman furiosos... y el azote de la peste no causa menos estragos, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y las vituallas escondidas en las ciudades; reina un hambre tan espantosa, que obligado por ella, el género humano devora carne humana, y hasta las madres matan a sus hijos y cuecen sus cuerpos para alimentarse con ellos. Las fieras aficionadas a los cadáveres de los muertos por la espada, por el hambre y por la peste, destrozan hasta a los hombres más fuertes, y cebándose en sus miembros, se encarnizan cada vez más para destrucción del género humano. De esta suerte, exacerbadas en todo el orbe las cuatro plagas: el hierro, el hambre, la peste y las fieras, cúmplense las predicciones que hizo el Señor por boca de sus Profetas.Asoladas las provincias... por el referido encruelecimiento de las plagas, los bárbaros, resueltos por la misericordia del Señor a hacer la paz, se reparten a suertes las regiones de las provincias para establecerse en ellas.
El texto se refiere concretamente a Hispania y sus provincias, y los bárbaros citados son específicamente lossuevos,vándalos yalanos, que en el 406 habían cruzado ellimes delRin (inhabitualmente helado) a la altura deMaguncia y en torno al 409 habían llegado a la península ibérica; pero la imagen es equivalente en otros momentos y lugares que el mismo autor narra, del periodo entre 379 y 468.
Lospueblos germánicos procedentes de la Europa del Norte y del Este, se encontraban en un estadio de desarrollo económico, social y cultural obviamente inferior al del Imperio romano, al que ellos mismos percibían admirativamente. A su vez eran percibidos con una mezcla de desprecio, temor y esperanza (retrospectivamente plasmados en el influyente poemaEsperando a los bárbaros deConstantino Cavafis),[14] e incluso se les atribuyó un papel justiciero (aunque involuntario) desde un punto de vistaprovidencialista por parte de los autores cristianos romanos (Orosio,Salviano de Marsella y SanAgustín de Hipona).[15] La denominación debárbaros (βάρβαρος) proviene de la onomatopeyabar-bar con la que los griegos se burlaban de los extranjeros no helénicos, y que los romanos —bárbaros ellos mismos, aunque helenizados— utilizaron desde su propia perspectiva. La denominación «invasiones bárbaras» fue rechazada por los historiadores alemanes del siglo XIX, momento en el que el términobarbarie designaba para las nacientes ciencias sociales un estadio dedesarrollo cultural inferior a lacivilización y superior alsalvajismo. Prefirieron acuñar un nuevo término:Völkerwanderung ("Migración de Pueblos"),[16] menos violento queinvasiones, al sugerir el desplazamiento completo de un pueblo con sus instituciones y cultura, y más general incluso queinvasiones germánicas, al incluir a hunos, eslavos y otros.
Los germanos, que disponían de instituciones políticas peculiares, en concreto la asamblea de guerreros libres (thing) y la figura delrey, recibieron la influencia de las tradiciones institucionales del Imperio y lacivilización grecorromana, así como la del cristianismo (aunque no siempre del cristianismo católico oatanasiano, sino delarriano); y se fueron adaptando a las circunstancias de su asentamiento en los nuevos territorios, sobre todo a la alternativa entre imponerse como minoría dirigente sobre una mayoría de población local o fusionarse con ella.
Los nuevos reinos germánicos conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media, evolucionaron enmonarquías feudales ymonarquías autoritarias, y con el tiempo, dieron origen a losestados-nación que se fueron construyendo en torno a ellas. Socialmente, en algunos de estos países (España oFrancia), el origen germánico (godo ofranco) pasó a ser un rasgo dehonor u orgullo decasta ostentado por lanobleza como distinción sobre el conjunto de la población.
El Imperio romano había pasado por invasiones externas y guerras civiles terribles en el pasado, pero a finales del siglo IV aparentemente, la situación estaba bajo control. Hacía escaso tiempo queTeodosio había logrado nuevamente unificar bajo un solo centro ambas mitades del Imperio (392) y establecido una nueva religión de Estado, elcristianismo niceno (Edicto de Tesalónica -380), con la consiguiente persecución de los tradicionales cultos paganos y lasheterodoxias cristianas. Elclero cristiano, convertido en una jerarquía de poder, justificaba ideológicamente a unImperium Romanum Christianum (Imperio Romano Cristiano) y a ladinastía Teodosiana como había comenzado a hacer ya con laConstantiniana desde elEdicto de Milán (313).
Se habían encauzado los afanes de protagonismo político de los más ricos e influyentes senadores romanos y de las provincias occidentales. Además, la dinastía había sabido encauzar acuerdos con la poderosa aristocracia militar, en la que se enrolaban nobles germanos que acudían al servicio del Imperio al frente de soldados unidos por lazos de fidelidad hacia ellos. Al morir en 395, Teodosio confió el gobierno de Occidente y la protección de su joven herederoHonorio al generalEstilicón, primogénito de un noble oficial vándalo que había contraído matrimonio conFlavia Serena, sobrina del propio Teodosio. Pero cuando en el 455 murió asesinadoValentiniano III, nieto de Teodosio, una buena parte de los descendientes de aquellos nobles occidentales (nobilissimus, clarissimus) que tanto habían confiado en los destinos del Imperio parecieron ya desconfiar del mismo, sobre todo cuando en el curso de dos decenios se habían podido dar cuenta de que el gobierno imperial recluido enRávena era cada vez más presa de los exclusivos intereses e intrigas de un pequeño grupo de altos oficiales del ejército itálico. Muchos de estos eran de origengermánico y cada vez confiaban más en las fuerzas de sus séquitos armados de soldados convencionales y en los pactos y alianzas familiares que pudieran tener con otros jefes germánicos instalados en suelo imperial junto con sus propios pueblos, que desarrollaban cada vez más una política autónoma. La necesidad de acomodarse a la nueva situación quedó evidenciada con el destino deGala Placidia, princesa imperial rehén de los propios saqueadores de Roma (el visigodoAlarico I y su primoAtaúlfo, con quien finalmente se casó); o con el deHonoria, hija de la anterior (en segundas nupcias con el emperadorConstancio III) que optó por ofrecerse como esposa al propioAtila enfrentándose a su propio hermano Valentiniano.
Necesitados de mantener una posición de predominio social y económico en sus regiones de origen, reducidos sus patrimonios fundiarios a dimensiones provinciales, y ambicionando un protagonismo político propio de su linaje y de su cultura, loshonestiores (los más honestos u honrados, los que tienenhonor), representantes de lasaristocracias tardorromanas occidentales habrían acabado por aceptar las ventajas de admitir la legitimidad del gobierno de dichos reyes germánicos, ya muy romanizados, asentados en sus provincias. Al fin y al cabo, estos, al frente de sus soldados, podían ofrecerles bastante mayor seguridad que el ejército de los emperadores de Rávena. Además, el avituallamiento de dichas tropas resultaba bastante menos gravoso que el de las imperiales, por basarse en buena medida en séquitos armados dependientes de la nobleza germánica y alimentados con cargo al patrimonio fundiario provincial de la que esta ya hacía tiempo se había apropiado. Menos gravoso tanto para los aristócratas provinciales como también para los grupos dehumiliores (los más humildes, los rebajados en tierra -humus-) que se agrupaban jerárquicamente en torno a dichos aristócratas, y que, en definitiva, eran los que habían venido soportando el máximo peso de la dura fiscalidad tardorromana. Las nuevasmonarquías, más débiles y descentralizadas que el viejo poder imperial, estaban también más dispuestas a compartir el poder con las aristocracias provinciales, máxime cuando el poder de estos monarcas estaba muy limitado en el seno mismo de sus gentes por una nobleza basada en sus séquitos armados, desde su no muy lejano origen en las asambleas de guerreros libres, de los que no dejaban de serprimun inter pares.
Pero esta metamorfosis del Occidente romano en romano-germano, no había sido consecuencia de una inevitabilidad claramente evidenciada desde un principio; por el contrario, el camino había sido duro, zigzagueante, con ensayos de otras soluciones, y con momentos en que parecía que todo podía volver a ser como antes. Así ocurrió durante todo el siglo V, y en algunas regiones también en el siglo VI como consecuencia, entre otras cosas, de la llamadaRecuperatio Imperii o Reconquista de Justiniano.
Los distintos reinos
Batalla de Vouillé (507), entre francos y visigodos, representada en un manuscrito del siglo XIV
Lasinvasiones bárbaras desde el siglo III habían demostrado la permeabilidad dellimes romano en Europa, fijado en elRin y elDanubio. La división del Imperio en Oriente y Occidente, y la mayor fortaleza del imperio oriental obizantino, determinó que fuera únicamente en la mitad occidental donde se produjo el asentamiento de estos pueblos y su institucionalización política como reinos.
Fueron losvisigodos, primero comoReino de Tolosa y luego comoReino de Toledo, los primeros en efectuar esa institucionalización, valiéndose de su condición de federados, con la obtención de unfoedus con el Imperio, que les encargó la pacificación de las provincias deGalia eHispania, cuyo control estaba perdido en la práctica tras las invasiones del 410 porsuevos,vándalos yalanos. De los tres, solo los suevos lograron el asentamiento definitivo en una zona: elReino de Braga, mientras que los vándalos se establecieron en el norte de África y las islas del Mediterráneo Occidental, pero fueron al siglo siguiente eliminados por los bizantinos durante la gran expansión territorial deJustiniano I (campañas de los generalesBelisario, del 533 al 544, yNarsés, hasta el 554). Simultáneamente losostrogodos consiguieron instalarse en Italia expulsando a loshérulos, que habían expulsado a su vez de Roma al último emperador de Occidente. ElReino Ostrogodo desapareció también frente a la presión bizantina de Justiniano I.
Un segundo grupo de pueblos germánicos se instala en Europa Occidental en el siglo VI, de entre los que destaca elReino franco deClodoveo I y sus sucesoresmerovingios, que desplaza a los visigodos de las Galias, forzándolos a trasladar su capital deTolosa (Toulouse) aToledo. También derrotaron aburgundios yalamanes, absorbiendo sus reinos. Algo más tarde loslombardos se establecen en Italia (568-9), pero serán derrotados a finales del siglo VIII por los mismos francos, que reinstaurarán el Imperio conCarlomagno (año 800).
En Gran Bretaña se instalarán losanglos,sajones yjutos, que crearán una serie de reinos rivales que serán unificados por losdaneses (un pueblonórdico) en lo que terminará por ser el reino deInglaterra.
La monarquía germánica era en origen una institución estrictamente temporal, vinculada estrechamente al prestigio personal del rey, que no pasaba de ser unprimus inter pares (primero entre iguales), que la asamblea de guerreros libres elegía (monarquía electiva), normalmente para unaexpedición militar concreta o para una misión específica. Las migraciones a que se vieron sometidos los pueblos germánicos desde el siglo III hasta el siglo V (encajonados entre la presión de loshunos al este y la resistencia del limes romano al sur y oeste) fue fortaleciendo la figura del rey, al tiempo que se entraba en contacto cada vez mayor con las instituciones políticas romanas, que acostumbraban a la idea de un poder político mucho más centralizado y concentrado en la persona delEmperador romano. La monarquía se vinculó a las personas de los reyes de forma vitalicia, y la tendencia era a hacersemonarquía hereditaria, dado que los reyes (al igual que habían hecho los emperadores romanos) procuraban asegurarse la elección de su sucesor, la mayor parte de las veces aún en vida y asociándolos al trono. El que el candidato fuera el primogénito varón no era una necesidad, pero se terminó imponiendo como una consecuencia obvia, lo que también era imitado por las demás familias de guerreros, enriquecidos por la posesión de tierras y convertidos en linajes nobiliarios que se emparentaban con la antigua nobleza romana, en un proceso que puede denominarsefeudalización. Con el tiempo, la monarquía se patrimonializó, permitiendo incluso la división del reino entre los hijos del rey.
El respeto a la figura del rey se reforzó mediante lasacralización de su toma de posesión (unción con lossagrados óleos por parte de las autoridades religiosas y uso de elementos distintivos comoorbe,cetro ycorona, en el transcurso de una elaborada ceremonia: lacoronación) y la adición de funciones religiosas (presidencia deconcilios nacionales, como losConcilios de Toledo) ytaumatúrgicas (toque real de los reyes de Francia para la cura de laescrófula). El problema se suscitaba cuando llegaba el momento de justificar la deposición de un rey y su sustitución por otro que no fuera su sucesor natural. Los últimosmerovingios no gobernaban por sí mismos, sino mediante los cargos de su corte, entre los que destacaba elmayordomo de palacio. Únicamente tras la victoria contra los invasores musulmanes en labatalla de Poitiers el mayordomoCarlos Martel se vio justificado para argumentar que lalegitimidad de ejercicio le daba méritos suficientes para fundar él mismo su propia dinastía: lacarolingia. En otras ocasiones se recurría a soluciones más imaginativas (como forzar latonsura —corte eclesiástico del pelo— del rey visigodoWamba para incapacitarle).
Los problemas de convivencia entre las minorías germanas y las mayorías locales (hispanorromanas, galo-romanas, etc.) fueron solucionados con más eficacia por los reinos con más proyección en el tiempo (visigodos y francos) a través de la fusión, permitiendo los matrimonios mixtos, unificando la legislación y realizando la conversión alcatolicismo frente a la religión originaria, que en muchos casos ya no era elpaganismo tradicional germánico, sino el cristianismoarriano adquirido en su paso por el Imperio Oriental.
Algunas características propias de las instituciones germanas se conservaron: una de ellas el predominio delderecho consuetudinario sobre elderecho escrito propio delDerecho romano. No obstante los reinos germánicos realizaron algunas codificaciones legislativas, con mayor o menor influencia del derecho romano o de las tradiciones germánicas, redactadas en latín a partir del siglo V (leyes teodoricianas,edicto de Teodorico,Código de Eurico,Breviario de Alarico). El primer código escrito en lengua germánica fue el del reyEthelberto de Kent, el primero de los anglosajones en convertirse al cristianismo (comienzos del siglo VI). El visigóticoLiber Iudicorum (Recesvinto, 654) y la francaLey Sálica (Clodoveo, 507-511) mantuvieron una vigencia muy prolongada por su consideración comofuentes del derecho en las monarquías medievales y del Antiguo Régimen.[17]
La expansión delcristianismo entre los bárbaros, el asentamiento de la autoridadepiscopal en las ciudades y delmonacato en los ámbitos rurales (sobre todo desde laregla de SanBenito de Nursia —monasterio de Montecassino, 529—), constituyeron una poderosa fuerza fusionadora de culturas y ayudó a asegurar que muchos rasgos de lacivilización clásica, como elderecho romano y ellatín, pervivieran en la mitad occidental del Imperio, e incluso se expandiera porEuropa Central yseptentrional. Losfrancos se convirtieron al catolicismo durante el reinado deClodoveo I (496 o 499) y, a partir de entonces, expandieron el cristianismo entre los germanos del otro lado delRin. Lossuevos, que se habían hecho cristianos arrianos conRemismundo (459-469), se convirtieron al catolicismo conTeodomiro (559-570) por las predicaciones deSan Martín de Dumio. En ese proceso se habían adelantado a los propiosvisigodos, que habían sido cristianizados previamente en Oriente en la versión arriana (en el siglo IV), y mantuvieron durante siglo y medio la diferencia religiosa con los católicos hispanorromanos incluso con luchas internas dentro de la clase dominante goda, como demostró la rebelión y muerte deSan Hermenegildo (581-585), hijo del reyLeovigildo). La conversión al catolicismo deRecaredo (589) marcó el comienzo de la fusión de ambas sociedades, y de la protección regia al clero católico, visualizada en losConcilios de Toledo (presididos por el propio rey). Los años siguientes vieron un verdaderorenacimiento visigodo[18] con figuras de la influencia de sanIsidoro de Sevilla (y sus hermanosLeandro,Fulgencio yFlorentina, loscuatro santos de Cartagena),Braulio de Zaragoza oIldefonso de Toledo, de gran repercusión en el resto de Europa y en los futuros reinos cristianos de la Reconquista (véasecristianismo en España,monasterio en España,monasterio hispano yliturgia hispánica). Losostrogodos, en cambio, no dispusieron de tiempo suficiente para realizar la misma evolución en Italia. No obstante, del grado de convivencia con el papado y los intelectuales católicos fue muestra que los reyes ostrogodos los elevaban a los cargos de mayor confianza (Boecio yCasiodoro, ambosmagister officiorum conTeodorico el Grande), aunque también de lo vulnerable de su situación (ejecutado el primero -523- y apartado por los bizantinos el segundo -538-). Sus sucesores en el dominio de Italia, los también arrianoslombardos, tampoco llegaron a experimentar la integración con la población católica sometida, y su divisiones internas hicieron que la conversión al catolicismo del reyAgilulfo (603) no llegara a tener mayores consecuencias.
El cristianismo fue llevado aIrlanda porSan Patricio a principios del siglo V y desde allí se extendió aEscocia, desde donde un siglo más tarde regresó por la zona norte a una Inglaterra abandonada por los cristianosbritones a los paganos pictos y escotos (procedentes del norte de Gran Bretaña) y a los también paganos germanos procedentes del continente (anglos, sajones y jutos). A finales del siglo VI, con el papaGregorio Magno, también Roma envió misioneros a Inglaterra desde el sur, con lo que se consiguió que en el transcurso de un siglo Inglaterra volviera a ser cristiana.
A su vez, los britones habían iniciado una emigración por vía marítima hacia la península deBretaña, llegando incluso hasta lugares tan lejanos como la costa cantábrica entre Galicia y Asturias, donde fundaron ladiócesis de Britonia. Esta tradición cristiana se distinguía por el uso de latonsura céltica o escocesa, que rapaba la parte frontal del pelo en vez de lacoronilla.
La supervivencia en Irlanda de una comunidad cristiana aislada de Europa por la barrera pagana de los anglosajones, provocó una evolución diferente al cristianismo continental, lo que se ha denominadocristianismo celta. Conservaron mucho de la antigua tradición latina, que estuvieron en condiciones de compartir con Europa continental apenas la oleada invasora se hubo calmado temporalmente. Tras su extensión a Inglaterra en el siglo VI los irlandeses fundaron en el siglo VII monasterios en Francia, en Suiza (Saint Gall), e incluso enItalia, destacándose particularmente los nombres de Columba yColumbano. Las islas británicas fueron durante unos tres siglos el vivero de importantes nombres para la cultura: el historiadorBeda el Venerable, elmisioneroBonifacio de Alemania, el educadorAlcuino de York, o el teólogoJuan Escoto Erígena, entre otros. Tal influencia llega hasta la atribución de leyendas como la deSanta Úrsula y las Once Mil Vírgenes, bretona que habría efectuado un extraordinario viaje entre Britania y Roma para acabar martirizada en Colonia.[19]
Por su parte, la extensión del cristianismo entre losbúlgaros y la mayor parte de lospueblos eslavos (serbios,moravos y los pueblos deCrimea y estepasucranianas yrusas —Vladimiro I de Kiev, año 988—) fue muy posterior, y a cargo del Imperio bizantino, con lo que se hizo con el credoortodoxo (predicaciones deCirilo y Metodio, siglo IX); mientras que la evangelización de otros pueblos de Europa Oriental (el resto de los eslavos —polacos,eslovenos ycroatas—,bálticos yhúngaros —San Esteban I de Hungría, hacia el año 1000—) y de los pueblos nórdicos (vikingosescandinavos) se hizo por el cristianismo latino partiendo de Europa Central, en un periodo todavía más tardío (hasta los siglosXI yXII); permitiendo (especialmente la conversión de Hungría) las primerasperegrinaciones por vía terrestre a Tierra Santa.[20]
Es una locura creer en los dioses.
Saga de Hrafnkell, sacerdote deFrey (Islandia, compuesta a finales del siglo XIII pero ambientada en época precristiana).[21]
Los jázaros eran unpueblo turco procedente del Asia central (donde se había formado desde el siglo VI el imperio de losKöktürks) que en su parte occidental había dado origen a un importante estado que dominaba elCáucaso y las estepas rusas y ucranianas hastaCrimea en el siglo VII Su clase dirigente se convirtió mayoritariamente aljudaísmo, peculiaridad religiosa que lo convertía en un vecino excepcional entre elcalifato islámico de Damasco y elimperio cristiano de Bizancio.
La división entre Oriente y Occidente fue, además de una estrategia política (inicialmente deDiocleciano —286— y hecha definitiva conTeodosio I —395—), un reconocimiento de la diferencia esencial entre ambas mitades del Imperio. Oriente, en sí mismo muy diverso (península balcánica,Mezzogiorno,Anatolia,Cáucaso,Siria,Palestina,Egipto y la frontera mesopotámica con los persas), era la parte más urbanizada y con economía más dinámica y comercial, frente a un Occidente en vías defeudalización, ruralizado, con una vida urbana en decadencia, mano de obra esclava cada vez más escasa y la aristocracia cada vez más ajena a las estructuras del poder imperial y recluida en sus lujosasvillae autosuficientes, cultivadas por colonos en régimen similar a la servidumbre. Lalengua franca en Oriente era elgriego, frente allatín de Occidente. En la implantación de la jerarquía cristiana, Oriente disponía de todos lospatriarcados de laPentarquía menos el de Roma (Alejandría,Antioquía yConstantinopla, a los que se añadióJerusalén tras elconcilio de Calcedonia de 451); incluso la primacía romana (sede pontificia de San Pedro) era un hecho discutido porque el Estado bizantino se operaba según elcesaropapismo (empezado porConstantino I[22] y fundado teológicamente porEusebio de Cesarea).[23]
Mosaico bizantino con el tema de laTheotokos (María como Madre de Dios). Losnimbos representan la santidad (el delNiño Jesús, cruciforme, la divinidad y elsacrificio de laCruz). El fondo dorado representa la eternidad celeste, además de cumplir con elhorror vacui propio del estilo. Todos sus rasgos: el cromatismo, la frontalidad y la linealidad (bordes nítidos, marcado de los pliegues), además de influir grandemente en elrománico de Europa Occidental, se reprodujeron y continuaron, estereotipados, en losiconos religiosos de épocas posteriores en toda Europa Oriental.
La supervivencia de Bizancio no dependía de la suerte de Occidente, mientras que lo contrario sí: de hecho, los emperadores orientales optaron por sacrificar Roma —que ya ni siquiera era la capital occidental— cuando lo consideraron conveniente, abandonándola a su suerte o incluso desplazando hacia ella a los germanos (hérulos, ostrogodos y lombardos), lo que precipitó su caída. Sin embargo, la Ciudad Eterna, que tenía un valor simbólico, fue reconquistada e incluida en el efímeroExarcado de Rávena.
Justiniano I consolidó la frontera del Danubio y, desde 532 logró un equilibrio en la frontera con laPersia sasánida, lo que le permitió desplazar los esfuerzos bizantinos hacia el Mediterráneo, reconstruyendo la unidad delMare Nostrum: En 533, una expedición del generalBelisario aniquila a losvándalos (batallasde Ad Decimum yde Tricamerón) incorporando la provincia de África y las islas del Mediterráneo Occidental (Cerdeña,Córcega y lasBaleares). En 535Mundus ocupóDalmacia y BelisarioSicilia.Narsés elimina a losostrogodos de Italia en 554-555.Rávena volvió a ser una ciudad imperial, donde se conservarán los fastuosos mosaicos deSan Vital.Liberio solo consiguió desplazar a los visigodos de la costa sureste de la península ibérica y de la provinciaBética.
En Constantinopla se iniciaron dos programas ambiciosos y de prestigio con el fin de asentar la autoridad imperial: uno de recopilación legislativa: elCorpus iuris civilis, dirigido porTriboniano (promulgado entre 529 y 534), y otro constructivo: laiglesia de Santa Sofía, de los arquitectosAntemio de Tralles eIsidoro de Mileto (levantada entre el 532 y el 537). Un símbolo de lacivilización clásica fue clausurado: laAcademia de Atenas (529).[Nota 4] Otro, las carreras decuadrigas siguieron siendo una diversión popular que levantaba pasiones. De hecho, eran utilizadas políticamente, expresando el color de cada equipo divergencias religiosas (un precoz ejemplo de movilizaciones populares utilizandocolores políticos). Larevuelta de Niká (534) estuvo a punto de provocar la huida del emperador, que evitó la emperatrizTeodora con su famosa frasela púrpura es un glorioso sudario.[Nota 5]
Crisis, supervivencia y helenización del Imperio
Salterio Jlúdov, uno de los tres únicos manuscritos ilustradosiconódulos que sobrevivieron al siglo IX. Esta página ilustra un pasaje evangélico en que un soldado ofrece a Cristo vinagre en una esponja atada a una lanza. En el plano inferior se caricaturiza al últimoPatriarca de Constantinopla iconoclasta,Juan el Gramático, borrando unicono de Cristo con una esponja similar.
Los siglosVII yVIII representaron para Bizancio unaedad oscura similar a la de occidente, que incluyó también una fuerte ruralización y feudalización en lo social y económico y una pérdida de prestigio y control efectivo del poder central. A las causas internas se sumó la renovación de la guerra con los persas, nada decisiva pero especialmente extenuante, a la que siguió la invasión musulmana, que privó al Imperio de las provincias más ricas: Egipto y Siria. No obstante, en el caso bizantino, la disminución de la producción intelectual y artística respondía además a los efectos particulares de laquerella iconoclasta, que no fue un simple debate teológico entreiconoclastas eiconódulos, sino un enfrentamiento interno desatado por elpatriarcado de Constantinopla, apoyado por el emperadorLeón III, que pretendía acabar con la concentración de poder e influencia política y religiosa de los poderosos monasterios y sus apoyos territoriales (puede imaginarse su importancia viendo cómo ha sobrevivido hasta la actualidad elMonte Athos, fundado más de un siglo después, en 963).
Basilio IIBulgaróctono Βασίλειος Β΄ Βουλγαροκτόνος, que quiere decir: «matador de búlgaros»; el nombreBasilio,Basileus significarey en griego, y era el título que se daba al emperador.
La recuperación de la autoridad imperial y la mayor estabilidad de los siglos siguientes trajo consigo también un proceso dehelenización, es decir, de recuperación de la identidad griega frente a la oficial entidad romana de las instituciones, cosa más posible entonces, dada la limitación y homogeneización geográfica producida por la pérdida de las provincias, y que permitía una organización territorial militarizada y más fácilmente gestionable: lostemas (themata) con la adscripción a la tierra de los militares en ellos establecidos, lo que produjo formas similares al feudalismo occidental.
El periodo entre 867 y 1056, bajo ladinastía macedonia, se conoce con el nombre deRenacimiento macedónico, en que Bizancio vuelve a ser una potencia mediterránea y se proyecta hacia lospueblos eslavos de losBalcanes y hacia el norte delmar Negro.Basilio IIBulgaróctono que ocupó el trono en el período 976-1025 llevó al Imperio a su máxima extensión territorial desde la invasión musulmana, ocupando parte deSiria,Crimea y los Balcanes hasta elDanubio. La evangelización deCirilo y Metodio obtendrá una esfera de influencia bizantina enEuropa Oriental que cultural y religiosamente tendrá una gran proyección futura mediante la difusión delalfabeto cirílico (adaptación delalfabeto griego para la representación de los fonemas eslavos, que se sigue utilizando en la actualidad); así como la delcristianismo ortodoxo (predominante desdeSerbia hastaRusia).
Sin embargo, la segunda mitad del siglo XI presenciará un nuevo desafío islámico, esta vez protagonizado por losturcos selyúcidas y la intervención del Papado y de los europeos occidentales, mediante la intervención militar de lasCruzadas, la actividad comercial de los mercaderes italianos (genoveses,amalfitanos,pisanos y sobre todovenecianos)[25] y las polémicas teológicas del denominadoCisma de Oriente o Gran Cisma de Oriente y Occidente, con lo que la teórica ayuda cristiana se demostró tan negativa o más para el Imperio Oriental que la amenaza musulmana. El proceso de feudalización se acentuó al verse forzados los emperadoresComneno a realizar cesiones territoriales (denominadaspronoia) a la aristocracia y a miembros su propia familia.[26]
En el siglo VII, tras las predicaciones deMahoma y las conquistas de los primeroscalifas (a la vez líderes políticos y religiosos, en una religión —elislamismo— que no reconoce distinciones entre laicos y clérigos), se había producido la unificación deArabia y la conquista delImperio persa y de buena parte delImperio bizantino. En el siglo VIII se llegó a lapenínsula ibérica, laIndia y elAsia Central (batalla del Talas —751— victoria islámica ante China tras la que no se profundizó en ese Imperio, pero que permitió un mayor contacto con su civilización, aprovechando los conocimientos de los prisioneros). En el occidente la expansión musulmana se frenó desde labatalla de Poitiers (732) ante los francos y la mitificadabatalla de Covadonga ante los asturianos (722). La presencia de los musulmanes como una civilización rival alternativa asentada en la mitad sur de lacuenca del Mediterráneo, cuyo tráfico marítimo pasan a controlar, obligó al cierre en sí misma de Europa Occidental por varios siglos, y para algunos historiadores significó el verdadero comienzo de la Edad Media.[27]
Manuscrito árabe ilustrado del siglo XIII La representación de figuras solo se consiente en algunas interpretaciones del islamismo, pero se prohíbe mayoritariamente. Esta prohibición incentivó otras artes, como lacaligrafía. Esta ilustración representa aSócrates (Sughrat). La recuperación y difusión de la cultura clásica grecorromana fue una de las principales aportaciones del islam medieval a la civilización.
Desde el siglo VIII se produjo una difusión más lenta de lacivilización islámica por sitios tan lejanos comoIndonesia y elcontinente africano, y desde el siglo XIV porAnatolia y losBalcanes. Las relaciones con la India fueron también muy estrechas durante el resto de la Edad Media (aunque la imposición delimperio mogol no se produjo hasta el siglo XVI), mientras que elocéano Índico se convirtió casi en unMare Nostrum árabe, donde se ambientaron las aventuras deSimbad el marino (uno de los cuentos deLas mil y una noches de la época deHarún al-Rashid).[28] El tráfico comercial de las rutas marítimas y caravaneras unían el Índico con el Mediterráneo a través delmar Rojo o elgolfo Pérsico y lascaravanas del desierto. Esa llamadaruta de las especias (prefigurada por laruta del incienso en la Edad Antigua) fue esencial para que llegaran a occidente retazos de la ciencia y la cultura deExtremo Oriente. Por el norte, laruta de la seda cumplió la misma función atravesando los desiertos y las cordilleras delTurquestán. Elajedrez, lanumeración indoarábiga y el concepto decero, así como algunas obras literarias (Calila e Dimna) estuvieron entre los aportes hindúes y persas. Elpapel, elgrabado o lapólvora, entre las chinas. La función de los árabes, y de los persas, sirios, egipcios y españoles arabizados (no solo islámicos, pues hubo muchos que mantuvieron su religión cristiana o judía —no tanto lazoroastriana—) distó mucho de ser mera transmisión, como testimonia la influencia de la reinterpretación de lafilosofía clásica que llegó a través de los textos árabes a Europa Occidental a partir de las traducciones latinas desde el siglo XII, y la difusión de cultivos y técnicas agrícolas por la región mediterránea. En un momento en que estaban prácticamente ausentes de la economía europea, destacaron las prácticas comerciales y la circulación monetaria en el mundo islámico, animadas por la explotación de minas de oro tan lejanas como las del África subsahariana, junto con otro tipo de actividades, como eltráfico de esclavos.
La unidad inicial delmundo islámico, que se había cuestionado ya en el aspecto religioso con la separación desuníes ychiíes, se rompió también en lo político con la sustitución de losOmeyas por losAbbasíes al frente del califato en el 749, que además sustituyeronDamasco porBagdad como capital.Abderramán I, el último superviviente Omeya, consiguió fundar enCórdoba un emirato independiente paraal-Ándalus (nombre árabe de lapenínsula ibérica), que su descendienteAbderramán III convirtió en un califato alternativo en el 929. Poco antes, en el 909 losFatimíes habían hecho lo propio enEgipto. A partir del siglo XI se producen cambios muy importantes: el desafío a la hegemonía árabe como etnia dominante dentro del islam a cargo de los islamizadosturcos, que pasarán a controlar distintas zonas del Medio Oriente (mamelucos,otomanos), o dekurdos comoSaladino; la irrupción de los cristianos latinos en tres puntos clave del Mediterráneo (reinos cristianos de laReconquista en al-Ándalus,normandos en el sur de Italia ycruzados en Siria y Palestina); y la de losmongoles desde el centro de Asia.
Los eruditos comoal-Biruni,al-Jahiz,al-Kindi, Abu Bakr Muhammadal-Razi,Ibn Sina,al-Idrisi,Ibn Bayya,Omar al-Jayyam,Ibn Zuhr,Ibn Tufail,Ibn Rushd,al-Suyuti, y miles de otros académicos no fueron una excepción, sino la norma general en la civilización musulmana. La civilización musulmana del periodo clásico fue destacable por el elevado número de eruditos polifacéticos que produjo. Es una muestra de la homogeneidad de la filosofía islámica sobre la ciencia, y su énfasis sobre la síntesis, las investigaciones interdisciplinares y la multiplicidad de métodos.[29]
Coronación deCarlomagno por el papaLeón III, el día de Navidad del año 800.
Hacia el siglo VIII, la situación política europea se había estabilizado. En oriente, elImperio bizantino era fuerte otra vez, gracias a una serie de emperadores competentes. En occidente, algunos reinos aseguraban relativa estabilidad a varias regiones: Northumbria a Inglaterra, elReino visigodo a España, elReino lombardo a Italia y elReino franco aGalia yAlemania. En realidad, el Reino franco era un compuesto de tres reinos:Austrasia,Neustria yAquitania.
El Imperio carolingio surge de las bases creadas por los predecesores de Carlomagno desde principios del siglo VIII (Carlos Martel yPipino el Breve). La proyección de sus fronteras a través de una gran parte de la Europa Occidental permitió a Carlos la aspiración de reconstruir la extensión del antiguoImperio romano occidental, siendo la primera entidad política de la Edad Media que estuvo en condiciones de convertirse en una potencia continental.Aquisgrán fue elegida como capital, en una situación central y suficientemente alejada de Italia, que a pesar de ser liberada del dominio de loslongobardos y de las teóricas reivindicaciones bizantinas, conservó una gran autonomía que llegaba a la soberanía temporal con la cesión de unos incipientesEstados Pontificios (elPatrimonium Petri o Patrimonio de San Pedro, que incluía Roma y buena parte del centro de Italia). Como resultado de la estrecha vinculación entre el pontificado y la dinastía carolingia, que se legitimaban y defendían mutuamente ya por tres generaciones, el papaLeón III reconoció las pretensiones imperiales de Carlomagno con una coronación en extrañas circunstancias, el día de Navidad del año 800.
KAROLUS.Monograma de Carlomagno, quien lo utilizaba como firma. Carlomagno, a pesar de sus esfuerzos, nunca aprendió a escribir con soltura.
Se crearon lasmarcas para fijar las fronteras ante los enemigos exteriores (árabes en laMarca Hispánica,sajones en laMarca Sajona,bretones en laMarca Bretona, lombardos —hasta su derrota— en laMarca Lombarda yávaros en laMarca Ávara; posteriormente también se creó una para loshúngaros: laMarca del Friuli). El territorio interior fue organizado encondados yducados (unión de varios condados o marcas). Los funcionarios que los dirigían (condes,marqueses yduques) eran vigilados por inspectores temporales (losmissi dominici —enviados del señor—), y se procuraba que no se heredaran para evitar que quedaran patrimonializados en una familia (cosa, que con el tiempo, no pudo evitarse). La consignación de tierras junto con los cargos, pretendía sobre todo el mantenimiento de la costosacaballería pesada y los nuevoscaballos de batalla (destreros, introducidos desde Asia en el siglo VII que se empleaban de una manera completamente distinta a la caballería antigua, conestribos, aparatosassillas y que podían sostenerarmaduras).[30] Tal proceso estuvo en el origen del nacimiento de losfeudos que había que ceder a cada militar de acuerdo con su rango, hasta la unidad básica: elcaballero que ejercía deseñor sobre un territorio, se quedaba para su mantenimiento con unareserva señorial y dejaba losmansos para sussiervos, que estaban obligados a cultivar la reserva con prestaciones gratuitas de trabajo a cambio de la protección militar y el mantenimiento del orden y la justicia, que eran las funciones del señor. Lógicamente, los feudos en sus distintos niveles sufrieron la misma transformación patrimonial que marcas y condados, estableciendo una red piramidal de fidelidades que es el origen delvasallaje feudal.
Carlomagno negoció de igual a igual con otras grandes potencias de la época, como elImperio bizantino, elEmirato de Córdoba, y elCalifato Abasida. Aunque él mismo, ya en edad adulta, no sabía escribir (cosa habitual en la época, en que únicamente algunos clérigos lo hacían), Carlomagno siguió una política de prestigio cultural y un notable programa artístico. Pretendió rodearse de una corte de sabios e iniciar un programa educativo basado en eltrivium y elquadrivium, para lo que mandó llamar a la intelectualidad de su tiempo a sus dominios impulsando, con la colaboración deAlcuino de York, el llamadoRenacimiento carolingio. Dentro de este empeño educativo ordenó a sus nobles aprender a escribir, cosa que él mismo intentó, aunque nunca consiguió hacerlo con soltura.[31]
Muerto Carlomagno en 814, toma el poder su hijoLudovico Pío. Los hijos de este:Carlos el Calvo (Francia occidental),Luis el Germánico (Francia oriental) yLotario I (primogénito y heredero del título imperial), se enfrentaron militarmente disputándose los diferentes territorios del imperio, que, más allá de las alianzas aristocráticas, manifestaban distintas personalidades, interpretables desde una perspectivaprotonacional (idiomas diferentes: hacia el sur y oeste se imponían laslenguas romances que se comenzaban a diferenciar dellatín vulgar, hacia el norte y este laslenguas germánicas, como testimoniaban los previosJuramentos de Estrasburgo; costumbres, tradiciones e instituciones propias —romanas hacia el sur, germanas hacia el norte—). Esta situación no concluyó ni siquiera en el 843 tras elTratado de Verdún, puesto que la posterior división del reino de Lotario entre sus hijos (laLotaringia, franja central desde losPaíses Bajos hastaItalia, pasando por la región delRin,Borgoña yProvenza) llevó a los tíos de estos (Carlos y Luis), a otro reparto (elTratado de Mersen del 870) que simplificaba las fronteras (dejando únicamente Italia y Provenza en manos de su sobrino el emperadorLuis II el Joven —cuyo cargo no suponía más primacía que la honorífica—, pero no condujo a una mayor concentración de poder en manos de esos monarcas, débiles y en manos de la nobleza territorial. En algunas regiones, el pacto no era más que una entelequia, puesto que la costa del mar del Norte estaba ocupada por losvikingos. Incluso en las zonas teóricamente controladas, las posteriores herencias y luchas internas entre los sucesivos reyes y emperadores carolingios subdividieron y reunificaron los territorios de manera casi aleatoria.
La división, sumada al proceso institucional de descentralización inherente al sistema feudal, en ausencia de fuertes poderes centrales, y al debilitamiento preexistente de las estructuras sociales y económicas, hizo que la siguiente oleada de invasiones bárbaras, sobre todo las protagonizadas por húngaros y vikingos, sumieran de nuevo a Europa Occidental en el caos de una nueva edad oscura.
El fracaso del proyecto político centralizador deCarlomagno llevó, en ausencia de ese contrapeso, a la formación de un sistema político, económico y social que los historiadores han convenido en llamarfeudalismo, aunque en realidad el nombre nació como unpeyorativo para designar delAntiguo Régimen por parte de sus críticos ilustrados. La Revolución francesa suprimió solemnemente "todos los derechos feudales" en la noche del 4 de agosto de 1789 y "definitivamente el régimen feudal", con el decreto del 11 de agosto.
La generalización del término permite a muchos historiadores aplicarlo a las formaciones sociales de todo el territorio europeo occidental, pertenecieran o no al Imperio carolingio. Los partidarios de un uso restringido, argumentando la necesidad de no confundir conceptos comofeudo,villae,tenure, oseñorío lo limitan tanto en espacio (Francia, Oeste de Alemania y Norte de Italia) como en el tiempo: un «primer feudalismo» o «feudalismo carolingio» desde el siglo VIII hasta el año 1000 y un «feudalismo clásico» desde el año 1000 hasta el 1240, a su vez dividido en dos épocas, la primera, hasta el 1160 (la más descentralizada, en que cada señor de castillo podía considerarse independiente, y se produce el proceso denominadoincastellamento); y la segunda, la propia de la "monarquía feudal"). Habría incluso "feudalismos de importación": la Inglaterra normanda desde 1066 y losestados latinos de oriente creados durante lasCruzadas (siglosXII yXIII).[32]
Otros prefieren hablar de "régimen" o "sistema feudal", para diferenciarlo sutilmente del feudalismo estricto, o desíntesis feudal, para marcar el hecho de que sobreviven en ella rasgos de la Antigüedad clásica mezclados con contribuciones germánicas, implicando tanto a instituciones como a elementos productivos, y significó la especificidad del feudalismo europeo occidental como formación económico social frente a otras también feudales, con consecuencias trascendentales en el futuro devenir histórico.[Nota 6] Más dificultades hay para el uso del término cuando nos alejamos más: Europa Oriental experimenta un proceso de "feudalización" desde finales de la Edad Media, justo cuando en muchas zonas de Europa Occidental los campesinos se liberan de las formas jurídicas de la servidumbre, de modo que suele hablarse del feudalismo polaco o ruso. El Antiguo Régimen en Europa, el islam medieval o el Imperio bizantino fueron sociedades urbanas y comerciales, y con un grado de centralización política variable, aunque la explotación del campo se realizaba con relaciones sociales de producción muy similares al feudalismo medieval. Los historiadores que aplican la metodología del materialismo histórico (Marx definió elmodo de producción feudal como el estadio intermedio entre el esclavista y el capitalista) no dudan en hablar de «economía feudal» para referirse a ella, aunque también reconocen la necesidad de no aplicar el término a cualquier formación social preindustrial no esclavista, puesto que a lo largo de la historia y de la geografía han existido otros modos de producción también previstos en la modelización marxista, como elmodo de producción primitivo de las sociedades poco evolucionadas, homogéneas y con escasa división social —como las de los mismos pueblos germánicos previamente a las invasiones— y elmodo de producción asiático odespotismo hidráulico —Egipto faraónico, reinos de la India o Imperio chino— caracterizado por la tributación de las aldeas campesinas a un estado muy centralizado.[33] En lugares aún más lejanos se ha llegado a utilizar el término feudalismo para describir una época. Es el caso de Japón y el denominadofeudalismo japonés, dadas las innegables similitudes y paralelismos que la nobleza feudal europea y su mundo tiene con lossamuráis y el suyo. También se ha llegado a aplicarlo a la situación histórica de losperiodos intermedios de la historia de Egipto, en los que, siguiendo un ritmo cíclico milenario, decae el poder central y la vida en las ciudades, la anarquía militar rompe la unidad de las tierras delNilo, y los templos y señores locales que alcanzan a controlar un espacio de poder gobiernan en él de manera independiente sobre los campesinos obligados al trabajo.
El vasallaje y el feudo
Un vasallo arrodillado realiza la inmixtio manum durante el homenaje a su señor, sentado. Un escribiente toma nota. Todos están sonrientes.
Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado elvasallaje como relación jurídico-política entreseñor yvasallo, uncontratosinalagmático (es decir, entre iguales, con requisitos por ambas partes) entre señores y vasallos (ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en el intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y tierras —el feudo— por el señor al vasallo y compromiso deauxilium et consilium —auxilio o apoyo militar y consejo o apoyo político—), que si no se cumplía o se rompía por cualquiera de las dos partes daba lugar a lafelonía, y cuya jerarquía se complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez señor de vasallos); y por otro lado elfeudo como unidad económica y derelaciones sociales de producción, entre el señor del feudo y sussiervos, no un contrato igualitario, sino una imposición violenta justificada ideológicamente como undo ut des de protección a cambio de trabajo y sumisión.
Por tanto, la realidad que se enuncia comorelaciones feudo-vasalláticas es realmente un término que incluye dos tipos derelación social de naturaleza completamente distinta, aunque los términos que las designan se empleaban en la época (y se siguen empleando) de manera equívoca y con gran confusión terminológica entre ellos:
Elvasallaje era un pacto entre dos miembros de la nobleza de distinta categoría. El caballero de menor rango se convertía en vasallo (vassus) del noble más poderoso, que se convertía en su señor (dominus) por medio del Homenaje e Investidura, en una ceremonia ritualizada que tenía lugar en latorre del homenaje delcastillo del señor. El homenaje (homage) —del vasallo al señor— consistía en la postración o humillación —habitualmente de rodillas—, elosculum (beso), lainmixtio manum —las manos del vasallo, unidas en posición orante, eran acogidas entre las del señor—, y alguna frase que reconociera haberse convertido ensu hombre. Tras el homenaje se producía lainvestidura —del señor al vasallo—, que representaba la entrega de un feudo (dependiendo de la categoría de vasallo y señor, podía ser un condado, un ducado, una marca, un castillo, una población, o un simple sueldo; o incluso un monasterio si el vasallaje era eclesiástico) a través de unsímbolo del territorio o de la alimentación que el señor debe al vasallo —un poco de tierra, de hierba o de grano— y delespaldarazo, en el que el vasallo recibe unaespada (y unos golpes con ella en los hombros), o bien unbáculo si era religioso.
Laencomienda, encomendación o patrocinio (patrocinium,commendatio, aunque era habitual utilizar el términocommendatio para el acto del homenaje o incluso para toda la institución del vasallaje) eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal, que podían también ritualizarse en una ceremonia o —más raramente— dar lugar a un documento. El señor acogía a los campesinos en su feudo, que se organizaba en unareserva señorial que los siervos debían trabajar obligatoriamente (sernas ocorveas) y en el conjunto de las pequeñas explotaciones familiares (mansos) que se atribuían a los campesinos para que pudieran subsistir. Obligación del señor era protegerles si eran atacados, y mantener el orden y la justicia en el feudo. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a la doblejurisdicción del señor feudal: en los términos utilizados en la península ibérica en la Baja Edad Media, elseñorío territorial, que obligaba al campesino a pagar rentas al noble por el uso de la tierra; y elseñorío jurisdiccional, que convertía al señor feudal en gobernante y juez del territorio en el que vivía el campesino, por lo que obteníarentas feudales de muy distinto origen (impuestos, multas, monopolios, etc.). La distinción entre propiedad y jurisdicción no era en el feudalismo algo claro, pues de hecho el mismo concepto de propiedad era confuso, y la jurisdicción, otorgada por el rey comomerced, ponía al señor en disposición de obtener sus rentas. No existieron señoríos jurisdiccionales en los que la totalidad de las parcelas pertenecieran como propiedad al señor, siendo muy generalizadas distintas formas dealodio en los campesinos. En momentos posteriores de despoblamiento yrefeudalización, como lacrisis del siglo XVII, algunos nobles intentaban que se considerase despoblado completamente de campesinos un señorío para liberarse de todo tipo de cortapisas y convertirlo encoto redondo reconvertible para otro uso, como el ganadero.[34]
Junto con el feudo, el vasallo recibe los siervos que hay en él, no comopropiedadesclavista, pero tampoco en régimen de libertad; puesto que su condición servil les impide abandonarlo y les obliga a trabajar. Las obligaciones del señor del feudo incluyen el mantenimiento del orden, o sea, lajurisdicción civil y criminal (mero e mixto imperio en la terminología jurídica reintroducida con elDerecho Romano en la Baja Edad Media), lo que daba aún mayores oportunidades para obtener elexcedente productivo que los campesinos pudieran obtener después de las obligaciones de trabajo —corveas o sernas en la reserva señorial— o del pago de renta —en especie o en dinero, de circulación muy escasa en la Alta Edad Media, pero más generalizada en los últimos siglos medievales, según fue dinamizándose la economía—. Como monopolio señorial solían quedar la explotación de los bosques y la caza, los caminos y puentes, los molinos, las tabernas y tiendas. Todo ello eran más oportunidades de obtener másrenta feudal, incluidos derechos tradicionales, como elius prime noctis oderecho de pernada, que se convirtió en un impuesto por matrimonios, buena muestra de que es en el excedente de donde se extrae la renta feudal de manera extraeconómica (en este caso en la demostración de que una comunidad campesina crece y prospera).
Orator, bellator et laborator (clérigo, guerrero y labrador); o sea, los tres órdenes medievales. Letra capitular de un manuscrito.
Con el tiempo, siguiendo la tendencia marcada desde elBajo Imperio romano, que se consolidó en laépoca clásica del feudalismo y que pervivió durante todo elAntiguo Régimen, se fue conformando una sociedad organizada de manera estamental, en los llamadosestamentos uordines (órdenes):nobleza,clero ypueblo llano (otercer estado):bellatores, oratores y laboratores los hombres que guerrean, los que rezan y los que trabajan, según el vocabulario de la época. Los dos primeros sonprivilegiados, es decir, no se les aplica la ley común, sino un fuero propio (por ejemplo, tienen distintas penas para el mismo delito, y su forma de ejecución es diferente) y no pueden trabajar (les están prohibidos losoficios viles y mecánicos), puesto que esa es la condición deno privilegiados. En época medieval, los órdenes feudales no eran estamentos cerrados y bloqueados, sino que mantenían una permeabilidad que permitía en casos extraordinarios el ascenso social debido al mérito (por ejemplo, a la demostración de un excepcional valor), que eran tan escasos que no se vivían como una amenaza, cosa que sí ocurrió a partir de las grandes convulsiones sociales de los siglos finales de la Baja Edad Media, en que los privilegiados se vieron obligados a institucionalizar su posición procurando cerrar el acceso a sus estamentos de los no privilegiados (en lo que tampoco tuvieron una eficacia total). Completamente impropia sería la comparación con lasociedad de castas de la India, en que guerreros, sacerdotes, comerciantes, campesinos yparias pertenecían a castas diferentes entendidas comolinajes desconectados cuya mezcla se prohibía.
Losbellatores o guerreros eran la nobleza, cuya función era la protección física, la defensa de todos ante las agresiones e injusticias. Estaba organizada piramidalmente desde el emperador, pasando por los reyes y descendiendo sin solución de continuidad hasta el último escudero, aunque atendiendo a su rango, poder y riqueza puede clasificarse en dos partes diferenciadas:alta nobleza (marqueses,condes yduques) cuyos feudos tienen el tamaño de regiones y provincias (aunque la mayor parte de las veces no en continuidad territorial, sino repartido y difuso, lleno deenclaves yexclaves); y labaja nobleza ocaballeros (barones,infanzones), cuyos feudos son del tamaño de pequeñas comarcas (a escala municipal o inferior a la municipal), o directamente no poseen feudos territoriales, viviendo en los castillos de señores más importantes, o en ciudades o poblaciones en las que no ejercen jurisdicción (aunque sí pueden ejercer suregimiento, es decir, participar en su gobierno municipal en representación delestado noble). A finales de la Edad Media y en la Edad Moderna, cuando la nobleza ya no ejercía su función militar, como era el caso de loshidalgos españoles, que aducían sus privilegios estamentales para evitar el pago de impuestos y obtener alguna ventaja social, alardeando deejecutoria o deblasón ycasa solariega, pero que al no disponer de rentas feudales suficientes para mantener la manera de vida nobiliaria, corrían el peligro de perder su condición por contraer un matrimonio desigual o ganarse la vida trabajando:
Pues la sangre de los godos,
y el linaje e la nobleza tan crescida, ¡por cuántas vías e modos se pierde su grand alteza en esta vida! Unos, por poco valer, por cuán baxos e abatidos que los tienen; otros que, por non tener,
Losoratores o clérigos eran elclero, cuya función era facilitar la salvación espiritual de las almas inmortales: algunos formaban una élite poderosa llamadaalto clero, (abades,obispos), y otros más humildes, elbajo clero (curas de pueblo o loshermanos legos de un monasterio). La extensión y organización delmonacatobenedictino a través de laOrden de Cluny, estrechamente vinculado a la organización de la red episcopal centralizada y jerarquizada, con cúspide en elpapa de Roma, estableció la doble pirámide feudal delclero secular, destinado a la administración los desacramentos (que controlaban toda la trayectoria vital de la población, desde el nacimiento hasta muerte); y elclero regular, apartado delmundo y sometido a unaregla monástica (habitualmente laregla benedictina). Los tresvotos monásticos del clero regular: pobreza, obediencia y castidad; así como el celibato eclesiástico que se fue imponiendo al clero secular, funcionaron como un eficaz mecanismo de vinculación de los dos estamentos privilegiados: los hijos segundones de la nobleza ingresaban en el clero, donde eran mantenidos sin estrecheces gracias a las numerosas fundaciones, donaciones, dotes y mandas testamentarias; pero no disputaban las herencias a sus hermanos, que podían mantener concentrado el patrimonio familiar. Las tierras de la Iglesia quedaban comomanos muertas, cuya función era la de garantizar las misas y oraciones previstas por los donadores, de modo que los hijos rezaban por las almas de los padres. Todo el sistema garantizaba el mantenimiento del prestigio social de los privilegiados, asistiendo a misa en lugares destacados mientras vivían y enterrados en lugares principales de iglesias y catedrales cuando morían.[Nota 8] No faltaron los enfrentamientos: la evidencia desimonía ynicolaísmo (nombramientos de cargos eclesiásticos interferidos por las autoridades civiles o su pura compraventa) y la utilización de la principal amenaza religiosa al poder temporal, equivalente a unamuerte civil: laexcomunión. El Papa se atribuía incluso la autoridad de eximir al vasallo de la fidelidad debida a su señor y reivindicarla para sí mismo, lo que fue utilizado en varias ocasiones para la fundación de reinos que pasaban a ser vasallos del Papa (por ejemplo, la independencia queAfonso Henriques obtuvo para el condado convertido enreino de Portugal frente alreino de León).
Loslaboratores o trabajadores, eran el pueblo llano, cuya función era el mantenimiento de los cuerpos, la función ideológicamente más baja y humilde —humiliores eran los cercanos alhumus, la tierra, mientras que sus superiores eranhonestiores, los que podían mantener lahonra u honor—.[Nota 9] Necesariamente los más numerosos, y la inmensa mayoría de ellos dedicados a tareas agrícolas, dado la bajísimaproductividad yrendimiento agrícola, propios de la época preindustrial y del muy escaso nivel técnico (de ahí la identificación en castellano delaborator conlabrador). Por lo común estaban sometidos a los otros estamentos. El pueblo llano estaba compuesto en su gran mayoría porcampesinos,siervos de los señores feudales o campesinos libres (villanos), y porartesanos, que eran escasos y vivían, bien en las aldeas (aquellos de menor especialización, que solían compartir las tareas agrícolas: herreros, talabarteros, alfareros, sastres) o en las pocas y pequeñas ciudades (los de mayor especialización y de productos de necesidad menos apremiante o de demandada de las clases altas: joyeros, orfebres, cereros, toneleros, tejedores, tintoreros). La autosuficiencia de los feudos y los monasterios limitaba su mercado y capacidad de crecer. Los oficios de la construcción (cantería,albañilería,carpintería) y la misma profesión demaestro de obras oarquitecto son una notable excepción: obligados por la naturaleza de su trabajo al desplazamiento al lugar donde se construye el edificio, se transformaron en un gremio nómada que se desplazaba por los caminos europeos comunicándose novedades técnicas u ornamentales transformadas ensecretos de oficio, lo que está en el origen de su lejana y mitificada vinculación con lasociedad secreta de lamasonería, que desde su origen los consideró como los primitivosmasones.[Nota 10]
Las zonas sin dependencia intermedia de señores nobles o eclesiásticos se denominabanrealengo y solían prosperar más, o al menos solían considerar como una desgracia el pasar a depender de un señor, hasta el punto de que en algunas ocasiones conseguían evitarlo con pagos al rey, o se incentivaba larepoblación de zonas fronterizas o despobladas (como ocurrió en elreino astur-leonés con ladespoblada Meseta del Duero) donde podían aparecer figuras mixtas, como elcaballero villano (que podía mantener con su propia explotación al menos un caballo de guerra y armarse y defenderse a sí mismo) o lasbehetrías, que elegían a su propio señor y podían cambiar de uno u a otro si les convenía, o con la oferta de unfuero ocarta puebla que otorgaba a un población su propioseñorío colectivo. Los privilegios iniciales no fueron suficientes para impedir que con el tiempo la mayor parte de ellos cayeran en la feudalización.
Los tres órdenes feudales no eran en la Edad Media aún unos estamentos cerrados: eran consecuencia básica de la estructura social que se había ido creando lenta pero inexorablemente con latransición del esclavismo al feudalismo desde lacrisis del siglo III (ruralización y formación de latifundios yvillae, reformas deDiocleciano, descomposición del Imperio romano, las invasiones, el establecimiento de losreinos germánicos, instituciones delImperio carolingio, descomposición de este y nueva oleada de invasiones). Los señores feudales eran continuación de las líneasclientelares de los condes carolingios, y algunos pueden remontarse a los latifundistas romanos o los séquitos germanos, mientras que el campesinado provenía de los antiguos esclavos o colonos, o de campesinos libres que se vieron forzados a encomendarse, recibiendo a veces una parte de sus antiguas tierras propias en forma de manso "concedido" por el señor. El campesino heredaba su condición servil y su sujeción a la tierra, y rara vez tenía oportunidad de ascender de nivel como no fuera por su fuga a una ciudad o por un hecho todavía más extraordinario: su ennoblecimiento por un destacado hecho de armas o servicio al rey, que en condiciones normales le estaban completamente vedados. Lo mismo puede decirse del artesano o el mercader (que en algunos casos podía acumular fortuna, pero no alterar su origen humilde). El noble lo era generalmente por herencia, aunque en ocasiones podía alguien ennoblecerse como soldado de fortuna, después de una victoriosa carrera de armas (como fue el caso, por ejemplo, deRoberto Guiscardo). El clero, por su parte, era reclutado porcooptación, con un acceso distinto según el origen social: asegurado para los segundones de las casas nobles y restringido a los niveles inferiores del bajo clero para los del pueblo llano; pero en casos particulares o destacados, el ascenso en la jerarquía eclesiástica estaba abierto al mérito intelectual. Todo esto le daba al sistema feudal una extraordinaria estabilidad, en donde había "un lugar para cada hombre, y cada hombre en su lugar", al tiempo que una extraordinaria flexibilidad, porque permitía al poder político y económico atomizarse a través de toda Europa, desdeEspaña hastaPolonia.
El año mil
El legendario año mil, final del primer milenio, que se utiliza convencionalmente para el paso de la Alta a la Baja Edad Media, en realidad tan solo es una cifra redonda para el cómputo de laera cristiana, que no era de universal utilización: los musulmanes utilizaban su propiocalendario islámico lunar que comienza en laHégira (622); en algunas partes de la Cristiandad se utilizaban eras locales (como laera hispánica, que cuenta desde el 38 a. C.). Pero ciertamente, elmilenarismo y los pronósticos delfinal de los tiempos estaban presentes; incluso el propio papa durante el cambio de milenioSilvestre II, el francés Gerberto de Aurillac, interesado en todo tipo de conocimientos, se ganó una reputación esotérica.[38] La astrología siempre pudo encontrar fenómenos celestes extraordinarios en los que apoyar su prestigio (como loseclipses), pero ciertamente otros eventos de la época estuvieron entre los más espectaculares de la historia: elcometa Halley, que se acerca a la Tierra periódicamente cada ocho décadas, alcanzó su brillo máximo en la visita de 837,[39] despidió el primer milenio en 989 y llegó a tiempo de labatalla de Hastings en 1066; mucho más visibles aún, lassupernovasSN 1006 ySN 1054, que reciben el número del año en que se registraron, fueron más detalladamente reflejadas en fuentes chinas, árabes e incluso indoamericanas que en las escasas europeas (a pesar de que la de 1054 coincidió con labatalla de Atapuerca).
Todo el siglo X, más bien por las condiciones reales que por las imaginarias, puede considerarse parte de una época oscura, pesimista, insegura y presidida por elmiedo a todo tipo depeligros, reales e imaginarios, naturales y sobrenaturales: miedo al mar, miedo al bosque, miedo a lasbrujas y losdemonios y a todo lo que, sin entrar dentro de lo sobrenatural cristiano, quedaba relegado a lo inexplicable y al concepto de lomaravilloso, atribuido a seres de dudosa o quizá posible existencia (dragones,duendes,hadas,unicornios). El hecho no tenía nada de único: mil años más tarde, el siglo XX hizo nacer miedos comparables: alholocausto nuclear, alcambio climático (versiones contemporáneas delfin del mundo); alcomunismo (lacaza de brujas con la que se identificó almacarthismo), a lalibertad (Miedo a la Libertad es la base delfascismo en la interpretación deErich Fromm), comparación que ha sido puesta de manifiesto por los historiadores[40] e interpretada por los sociólogos (Sociedad del riesgo deUlrich Beck).
La Edad Media cree firmemente que todas las cosas en el universo tienen un significado sobrenatural, y que el mundo es como un libro escrito por la mano de Dios. Todos los animales tienen un significado moral o místico, al igual que todas las piedras y todas las hierbas (y esto es lo que explican los bestiarios, los lapidarios y los herbarios). Se llega así a atribuir significados positivos o negativos también a los colores... Para el simbolismo medieval una cosa puede tener incluso dos significados opuestos según el contexto en el que se contempla (de ahí que el león a veces simbolice a Jesucristo y a veces al demonio).
En lacoyuntura histórica del año mil, las estructuras políticas más fuertes del periodo anterior se estaban demostrando muy débiles: el islam se descompuso encalifatos (Bagdad, El Cairo y Córdoba), que para el año 1000 se estaban demostrando incapaces de contener a los reinos cristianos, especialmente al Reino de León, en lapenínsula ibérica (fracaso final deAlmanzor) y al Imperio bizantino en el Mediterráneo Oriental. También sufre la expansión bizantina elImperio búlgaro, que queda destruido. Los particularismos nacionales francés, polaco y húngaro dibujan fronteras protonacionales que, curiosamente, son muy similares a las del año 2000. En cambio, el Imperio carolingio se había disuelto en principados feudales ingobernables, que losOtónidas se proponían incluir en una segundaRestauratio Imperii (Otón I, en el 962), esta vez sobre bases germanas.[42]
La persistencia del miedo y la función de la risa
Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura chè la diritta via era smarrita.
En el medio del camino de nuestra vida me encontraba en un bosque oscuro porque el recto camino había extraviado.
Disciplinantes o flagelantes en un grabado del siglo XVPenitenciagite (haced penitencia)Hay que castigar el cuerpo para salvar el alma. Elascetismo ve en lamortificación un camino para superar lastentaciones de lacarne y obtener méritos en vida para la redención de laculpa por lospecados.
Los miedos y la inseguridad no acabaron con el año mil, ni tampoco hubo que esperar para volver a encontrarlos a la terriblepeste negra y a losflagelantes del siglo XIV Incluso en elóptimo medieval del expansivo siglo XIII lo más habitual era encontrar textos como el de Dante, o como los siguientes:
Un monstruoso demonio arranca la lengua con una tenaza a un condenado (posiblemente un castigo por haber pecadode palabra), mientras otro demonio le arrastra tirándole del pelo. Capitel románico de la iglesia de Bois-Sainte-Marie, Brionnais, Francia.
Pero también participa de la misma concepción pesimista del mundo este otro, proveniente de un ambiente totalmente opuesto, recogido en una colección de poemasgoliardos (monjes y estudiantes de vida desordenada):[43]
O Fortuna
velut luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
O Fortuna,
como la Luna
variable
creces sin cesar
o desapareces.
¡Vida detestable!
primero embota
y después estimula,
como juego, la agudeza de la mente.
la pobreza
y el poder
se derriten como el hielo.
Destino monstruoso
y vacío,
una rueda girando es lo que eres,
si está mal colocada
la salud es vana,
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada
Fortuna imperatrix mundi: Fortuna emperatriz del mundo (Carmina Burana)
Lo sobrenatural estaba presente en la vida cotidiana de todos como un constante recordatorio de la brevedad de la vida y la inminencia de la muerte, cuyo radical igualitarismo se aplicaba, en contrapunto con la desigualdad de las condiciones, como un cohesionador social, al igual que la promesa de la vida eterna. La imaginación se excitaba con las imágenes más morbosas de lo que ocurriría en eljuicio final, los tormentos del infierno y de los méritos que los santos habían obtenido con su vida ascética y sus martirios (que bien administrados por la Iglesia podían ahorrar las penas temporales delpurgatorio). Esto no solo operaba en los amedrentados iletrados que únicamente disponían delevangelio en piedra de las iglesias; la mayor parte de los lectores cultos daban todo crédito a las escenas truculentas que llenaban losmartirologios y a las inverosímiles historias de laLeyenda Áurea deJacopo da Vorágine.
El miedo era inherente a la violencia estructural permanente del feudalismo, que aunque se encauzara por mecanismos aceptables socialmente y estableciera un orden estamental teóricamente perfecto, era un permanente recuerdo de la posibilidad de subversión del orden, periódicamente renovado con guerras, invasiones y sublevaciones internas. En particular, lassátiras contra el rústico eran manifestaciones de la mezcla de desprecio y desconfianza con que clérigos y nobles veían al siervo, reducido a un monstruo deforme, ignorante y violento, capaz de las mayores atrocidades, sobre todo cuando se agrupaba.[44]
Pero al mismo tiempo, se sostenía, como parte esencial del edificio ideológico (era la justificación de laelección papal) que la voz del pueblo era la voz de Dios (Vox populi, vox Dei). El espíritu medieval debía asumir la contradicción de impulsar manifestaciones públicas de piedad y devoción y al tiempo permitir generosas concesiones alpecado. Loscarnavales y otras parodias grotescas (lafiesta del asno o elcharivari) permitían todo tipo de licencias, incluso lablasfemia y la burla a lo sagrado, invirtiendo las jerarquías (se elegíanreyes de los tontosobispillos uobispos de la fiesta) haciendo triunfar todo lo que el resto del año estaba prohibido, era considerado feo, desagradable o daba miedo, como reacción saludable al terror cotidiano al más allá y garantía de que, pasados los excesos de la fiesta, se volvería dócilmente al trabajo y la obediencia.Seriedad y tristeza eran prerrogativas de quien practicaba un sagrado optimismo (hay que sufrir pues luego nos aguarda la vida eterna), mientras que la risa era la medicina del que vivía con pesimismo una vida miserable y difícil.[46] Frente al mayor rigorismo del cristianismo primitivo, los teólogos medievales especulaban sobre si Cristo río o no (laEpístola de Léntulo, uno de losevangelios apócrifos sostenía que no; mientras que algunos padres de la iglesia defendían elderecho a una santa alegría), lo que justificaba textos cómicos eclesiásticos, como laCoena Cypriani y laJoca monachorum.[47]
Plena Edad Media (siglosXI alXIII)
Faenas agrícolas del mes de junio, ilustración deLas muy ricas horas del Duque de Berry (1411-1416). Fenómenos tradicionales y delarga duración, como la necesidad demurallas, lo rudimentario de las técnicas y la explotación de los campesinos se contraponen a fenómenos nuevos y dinámicos, como el crecimiento de la ciudad y su atrevida arquitectura, que no obstante se siguen basando en la extracción y distribución del excedente productivo del campo. Aún queda mucho para culminar latransición del feudalismo al capitalismo.
Se asigna el nombre dePlenitud de la Edad Media al periodo de laHistoria de Europa que ocupa los siglosXI alXIII. EsaPlena Edad Media oPlenitud del Medievo terminaría en lacrisis delXIV ocrisis de la Edad Media, en la que se pueden apreciar procesos «decadentes», y es habitual calificarla deocaso uotoño. No obstante, los últimos siglos medievales están llenos de hechos y procesos dinámicos, con enormes repercusiones y proyecciones en el futuro, aunque lógicamente son los hechos y procesos que pueden entenderse como "nuevos", que prefiguran los nuevos tiempos de la modernidad. Al mismo tiempo, los hechos, procesos, agentes sociales, instituciones y valores caracterizados como medievales han entrado claramente en decadencia; sobreviven, y sobrevivirán por siglos, en buena medida gracias a suinstitucionalización (por ejemplo, el cierre de losestamentos privilegiados o la adopción delmayorazgo), lo que no deja de ser un síntoma de que es entonces, y no antes, que se consideró necesario defenderlos tanto.
El simbólico año mil (cuyos terroresmilenaristas son un mito historiográfico frecuentemente exagerado) no significa nada por sí mismo, pero a partir de entonces se da por terminada la Edad Oscura de las invasiones de laAlta Edad Media:húngaros ynormandos están ya asentados e integrados en lacristiandad latina. La Europa de laPlena Edad Media es expansiva también en el terreno militar: lascruzadas en elPróximo Oriente, la dominaciónangevina deSicilia y el avance de los reinos cristianos en lapenínsula ibérica (desaparecido elCalifato de Córdoba) amenazan con reducir el espacio islámico a la ribera sur de lacuenca del Mediterráneo y el interior deAsia.
Elmodo de producción feudal se desarrolla sin encontrar de momento límites a su extensión (como ocurrirá con lacrisis del siglo XIV). Larenta feudal se distribuye por losseñores fuera del campo, donde se origina: lasciudades y laburguesía crecen con el aumento de la demanda de productos artesanales y del comercio a larga distancia, nacen y se desarrollan lasferias, lasrutas comerciales terrestres y marítimas e instituciones como laHansa. Europa Central y Septentrional entran en el corazón de la civilización Occidental. ElImperio bizantino se mantiene entre el islam y los cruzados, extendida su influencia cultural por los Balcanes y las estepas rusas donde se resiste el empujemongol.
Los conflictos crecen a la par que la sociedad:herejías, revueltas campesinas yurbanas, la salvajerepresión de todas ellas y las no menos salvajesguerras feudales son constantes.
La expansión del sistema feudal
Dinamismo interno: económico, social, tecnológico e intelectual
Un campesino ordeña una oveja, mientras en la cabaña un niño come ante una mesa (los muebles no eran muy habituales en las casas de los pobres). Ilustración del siglo XIV deTacuinum sanitatis, un tratado médico árabe deIbn Butlan que se tradujo al latín y tuvo una gran difusión por Europa Occidental en la Baja Edad Media, como otras obras de origen similar.
Lejos de ser un sistema social anquilosado (el cierre del acceso a losestamentos es un proceso que se produce como reacción conservadora de losprivilegiados, tras la crisis final de la Edad Media, ya en elAntiguo Régimen), el feudalismo medieval demostró suficiente flexibilidad como para permitir el desarrollo de dos procesos, que se retroalimentaron mutuamente favoreciendo una rápida expansión. Por una parte, el asignar un lugar a cada persona dentro del sistema, permitió la expulsión de todos aquellos para quienes no había lugar, enviándolos como colonos y aventureros militares a tierras no ganadas para la Cristiandad Occidental, expandiendo así brutalmente sus límites. Por la otra, el asegurar un cierto orden y estabilidad social para el mundo agrario tras el fin del periodo de las invasiones; aunque ni mucho menos se acabaron las guerras —consustanciales al sistema feudal— el nivel habitual de violencia en periodos bélicos tendía a controlarse por las propias instituciones —código de honor,tregua de Dios, acogimiento asagrado— y en periodosnormales tendía aritualizarse — desafíos,duelos,rieptos,justas,torneos,paso honroso—, aunque no desaparecía ni en las relaciones internacionales ni dentro de los reinos, con unas ciudades que basaban su seguridad ypax urbana en sus fuertes murallas, sus toques de queda y su expeditiva justicia, y unos inseguros campos en los queseñores de horca y cuchillo imponían sus prerrogativas e incluso abusaban de ellas (malhechores feudales), no sin encontrar la resistencia antiseñorial de los siervos,[48] a veces mitificada (Robin Hood). A diferencia delmodo de producción esclavista, elmodo de producción feudal ponía en el productor —campesino— la responsabilidad en el aumento de la producción: sea buena o mala la cosecha, debe pagar unas mismas rentas. Es por ello que el sistema por sí solo estimula el trabajo y la incorporación de lo que la experiencia demuestre como buenas prácticas agrícolas, incluso la incorporación de nuevas técnicas que mejoren elrendimiento de la tierra. Si el aumento de la producción es permanente y no coyuntural (una sola buena cosecha por causas climáticas), quien empezará a recibir estímulos será el señor feudal, que detectará ese aumento de los excedentes cuya extracción es la base de su renta feudal (mayor uso del molino, mayor circulación por los caminos y puentes, mayor consumo en tiendas y tabernas; de todos los cuales cobra impuestos o aspirará a hacerlo), incluso se verá impulsado a subir la renta. Cuando lo que ocurre es que los campesinos, empujados por el aumento de sus familias, presionan los límites de los mansosroturando tierras antes incultas (eriales, pastos,bosques,humedales desecables), el señor podrá imponer nuevas condiciones, e incluso impedirlo, porque forman parte de su reserva o de sus usos monopolísticos (caza, alimento de sus caballos).
Caballos de tiro equipados concolleras para permitir el aprovechamiento eficaz de su fuerza. La fotografía es actual, pero la tecnología empleada es similar a la mejorada en la Edad Media.
Esa dinámicalucha de clases entre siervos y señores dinamizaba la economía y hacía posible el inicio de una concentración de riquezas acumuladas a partir de las rentas agrícolas; pero nunca de manera comparable a laacumulación de capital propia del capitalismo, pues no se hacía con ellasinversión productiva (como hubiera ocurrido de disponer los campesinos del uso del excedente), sinoatesoramiento en manos de nobleza y clero. Tal cosa, en última instancia, a través de los programas de construcción (castillos, monasterios, iglesias, catedrales, palacios) y elgasto suntuario en productos de lujo —caballos,armas sofisticadas,joyas,obras de arte,telas de calidad,tintes,sedas,tapices,especias— no pudo dejar de estimular el rudimentariocomercio a larga distancia, la circulación monetaria y la vida urbana; en definitiva, el resurgimiento económico de Europa Occidental. Irónicamente, ambos procesos terminarían por minar las bases del feudalismo, y llevarlo hacia su destrucción.[Nota 11] No obstante, no hay que imaginar que se produjo nada parecido a larevolución agrícola previa a larevolución industrial: el hecho de que ni campesinos ni señores pudieran convertir en capital el excedente (unos porque se lo extraían y otros porque su posición social era incompatible con las actividades económicas) hacía lenta y costosa cualquier innovación, además del hecho de que cualquier innovación chocaba conprejuicios ideológicos y unamentalidad fuertementetradicionalista, ambas cosas propias de lasociedad preindustrial. Solo en el transcurso de siglos, y debido al ensayo y error del buen hacer artesanal de anónimosherreros ytalabarteros sin ningún tipo de conexión con la investigación científica, se produjo la incorporación de escasas pero decisivas mejoras técnicas como lacollera (que posibilita el aprovechamiento eficaz de la fuerza de loscaballos de tiro, que empiezan a sustituir a losbueyes) o elarado devertedera (que sustituye alarado romano en las tierras húmedas y pesadas del norte de Europa, no así en las secas y ligeras del sur). Elbarbecho deaño y vez siguió siendo el método de cultivo más utilizado; la rotación de cultivos era desconocida, el abonado era un recurso excepcional, dada la escasez de animales, cuyo estiércol era el único abono disponible; el regadío estaba limitado a algunas de las zonas mediterráneas de cultura islámica; se escatimaba la utilización de hierro en herramientas y aperos de labranza, dado su coste inasumible por los campesinos; el nivel técnico, en general, era precario. Elmolino de viento fue una transferencia tecnológica que, como tantas otras en otros campos (pólvora, papel, brújula, grabado), provenía de Asia. Aun con su alcance limitado, el conjunto de innovaciones y cambios se concentró especialmente en un periodo que algunos historiadores han venido en llamar el "Renacimiento" del siglo XII o laRevolución delXII, momento en el que el dinamismo económico y social, a partir del motor principal, que es el campo, produce el despertar de un mundo urbano hasta entonces marginal en Europa Occidental, y el surgimiento de fenómenos intelectuales como launiversidad medieval y laescolástica.
Siguiendo el precedente de la organización carolingia de las escuelas palatinas, catedralicias y monásticas (debida aAlcuino de York -787-), más que el de otras instituciones semejantes existentes en el mundo islámico,[Nota 12] las primeras universidades de la Europa cristiana fueron fundadas para el estudio delderecho, lamedicina y lateología. La parte central de la enseñanza envolvía el estudio de las artes preparatorias (denominadasartes liberales por cuanto eran mentales o espirituales yliberaban del trabajo manual propio de lasartesanías, consideradasoficios viles y mecánicos); estas artes liberales eran eltrivium (gramática,retórica ylógica) y elquadrivium (aritmética,geometría,música yastronomía). Después, el alumno entraba en contacto con estudios más específicos. Además de centros de enseñanza, eran también el lugar de investigación y producción del saber, y foco de vigorosos debates y polémicas, lo que a veces requirió incluso las intervenciones del poder civil y eclesiástico, a pesar de losfueros de los que estaban dotadas y que las convertían en instituciones independientes, bien dotadas económicamente con una base patrimonial de tierras y edificios. La transformación cultural generada por las universidades ha sido resumida de este modo:En 1100, la escuela seguía al maestro; en 1200, el maestro seguía a la escuela.[51] Las más prestigiosas recibían el nombre deStudium Generale, y su fama se extendía por toda Europa, requiriendo la presencia de sus maestros, o al menos la comunicación epistolar, lo que inició un fecundo intercambio intelectual facilitado por el uso común de la lengua culta, el latín.
Los intelectuales medievales buscaban entender los principios geométricos y armónicos con los que Dios habría creado el Universo. Elcompás en esta ilustración de un manuscrito del siglo XIII es un símbolo del acto decreación de Dios.[52]
Laescolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras lapatrística de la Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación defe yrazón, que en cualquier caso siempre suponía la clara sumisión de larazón a lafe (Philosophia ancilla theologiae -lafilosofía es esclava de lateología-). Pero también es unmétodo de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse alprincipio de autoridad (Magister dixit —lo dijo el Maestro—), y la enseñanza se podía limitar en principio a la repetición oglosa de los textos antiguos, y sobre todo de laBiblia, la principal fuente de conocimiento, pues representa laRevelación divina; a pesar de todo ello, la escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y preparar defensas. Desde el comienzo del siglo IX al fin delXII los debates se centraron en lacuestión de los universales, que opone a losrealistas encabezados porGuillermo de Champeaux, a losnominalistas representados porRoscelino y a losconceptualistas (Pedro Abelardo). En el siglo XII tiene lugar la recepción de textos deAristóteles antes desconocidos en Occidente, primero indirectamente a través de los filósofos judíos y musulmanes, especialmenteAvicena yAverroes, pero en seguida directamente traducido del griego al latín por sanAlberto Magno y porGuillermo de Moerbeke, secretario de santoTomás de Aquino, verdadera cumbre del pensamiento medieval y elevado al rango deDoctor de la Iglesia. El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII en que se fundan lasuniversidades y surgen lasórdenes mendicantes:dominicos (que siguieron una tendenciaaristotélica -los anteriormente citados-) yfranciscanos (caracterizados por elplatonismo y la tradiciónpatrística -Alejandro de Hales o sanBuenaventura-). Ambas órdenes coparán las cátedras y la vida de los colegios universitarios, y de ellas procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época.
El siglo XIV representará la crisis de la escolástica a través de dos franciscanos británicos: eldoctor subtilisJuan Duns Escoto yGuillermo de Occam. Precedente de ambos sería laEscuela de Oxford (Robert Grosseteste yRoger Bacon) centrada en el estudio de lanaturaleza, defendiendo la posibilidad de unaciencia experimental apoyada en lamatemática, contra eltomismo dominante. La polémica de los universales se terminó decantando por los nominalistas, lo que dejaba un espacio a la filosofía más allá de la teología.
Ergo Domine, qui das fidei intellectum, da mihi, ut, quantum scis expedire, intelligam, quia es sicut credimus, et hoc es quod credimus. Et quidem credimus te esse aliquid quo nihil maius cogitari possit. An ergo non est aliqua talis natura, quia "dixit insipiens in corde suo: non est Deus" ? [...]Si enim vel in solo intellectu est, potest cogitari esse et in re; quod maius est. Si ergo id quo maius cogitari non potest, est in solo intellectu: id ipsum quo maius cogitari non potest, est quo maius cogitari potest. Sed certe hoc esse non potest. Existit ergo procul dubio aliquid quo maius cogitari non valet, et in intellectu et in re.
Luego Señor, tú que das el entendimiento a la fe, dame de entender, tanto como consideres bueno, que tú eres como creemos y lo que creemos. Y bien, creemos que tú eres algo mayor que lo cual no puede pensarse cosa alguna. Ahora, ¿acaso no existe esta naturaleza, porque "dijo el necio en su corazón: no hay Dios" ? [...] Si existe sólo en la mente, no se cree que exista en la realidad; El más grande. Por lo tanto, si aquello de lo que no se puede concebir un mayor existe sólo en el entendimiento, eso mismo de lo que no se puede concebir un mayor es aquello que no se puede concebir nada mayor. Pero obviamente esto no es posible. Existe, por tanto, más allá de toda duda, algo que no se puede pensar más grande que existe tanto en el entendimiento como en la realidad.
Dicitur Exodi III, ex persona Dei, ego sum qui sum.
Respondeo dicendum quod Deum esse quinque viis probari potest. Prima autem et manifestior via est, quae sumitur ex parte motus. Certum est enim, et sensu constat, aliqua moveri in hoc mundo. [...] Impossibile est ergo quod, secundum idem et eodem modo, aliquid sit movens et motum, vel quod moveat seipsum. Omne ergo quod movetur, oportet ab alio moveri. Si ergo id a quo movetur, moveatur, oportet et ipsum ab alio moveri et illud ab alio. Hic autem non est procedere in infinitum, quia sic non esset aliquod primum movens; et per consequens nec aliquod aliud movens, quia moventia secunda non movent nisi per hoc quod sunt mota a primo movente. [...]
Quinta via sumitur ex gubernatione rerum. Videmus enim quod aliqua quae cognitione carent, scilicet corpora naturalia, operantur propter finem, quod apparet ex hoc quod semper aut frequentius eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. Ea autem quae non habent cognitionem, non tendunt in finem nisi directa ab aliquo cognoscente et intelligente, sicut sagitta a sagittante. Ergo est aliquid intelligens, a quo omnes res naturales ordinantur ad finem, et hoc dicimus Deum.
La existencia de Dios puede ser probada decinco maneras distintas. La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben los sentidos, que en este mundo hay movimiento. [...] Igualmente, es imposible que algo mueva y sea movido al mismo tiempo, o que se mueva a sí mismo. Todo lo que se mueve necesita ser movido por otro. Pero si lo que es movido por otro se mueve, necesita ser movido por otro, y éste por otro. Este proceder no se puede llevar indefinidamente, porque no se llegaría al primero que mueve, y así no habría motor alguno pues los motores intermedios no mueven más que por ser movidos por elprimer motor. Ejemplo: Un bastón no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En éste, todos reconocen a Dios. [...]
La quinta se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Pues vemos que hay cosas que no tienen conocimiento, como son los cuerpos naturales, y que obran por un fin. Esto se puede comprobar observando cómo siempre o a menudo obran igual para conseguir lo mejor. De donde se deduce que, para alcanzar su objetivo, no obran al azar, sino intencionadamente. Las cosas que no tienen conocimiento no tienden al fin sin ser dirigidas por alguien con conocimiento e inteligencia, como la flecha por el arquero. Por lo tanto, hay alguien inteligente por el que todas las cosas son dirigidas al fin. Le llamamos Dios.
Signoria de Florencia, una institución municipal que ejerce el poder soberano en esta ciudad estado italiana, dominada por una potente burguesía artesanal y comercial que se vaennobleciendo y convirtiendo enpatriciado urbano.
Laburguesía es el nuevo agente social formado por losartesanos ymercaderes que surgen en el entorno de las ciudades, bien en las antiguas ciudades romanas que habían decaído, bien en nuevos núcleos creados en torno a castillos o cruces de caminos -los propiamente llamadosburgos-. Muchas de estas ciudades incorporaron ese nombre -Hamburgo,Magdeburgo,Friburgo,Estrasburgo; en EspañaBurgo de Osma oBurgos-.
La burguesía estaba interesada en presionar al poder político (imperio, papado, las diferentes monarquías, la nobleza feudal local o instituciones eclesiásticas -diócesis o monasterios- de las que dependieran sus ciudades) para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de portazgo y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Aquellas ciudades que abrían las puertas al comercio y a una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue difundiendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas.
Los burgueses pueden considerarse comohombres libres en cuanto estaban parcialmente fuera del sistema feudal, que literalmente los asediaba -se ha comparado a las ciudades conislas en un océano feudal-,[55] porque no participaban directamente de las relaciones feudo-vasalláticas: ni eran señores feudales, ni campesinos sometidos a servidumbre, ni hombres de iglesia. La sujeción comosúbdito del poder político era semejante a un lazo de vasallaje, pero más bien comoseñorío colectivo que hacía que la ciudad respondiera como un todo a las demandas de apoyo militar y político del rey o del gobernante a la que estuviera vinculada, y que a su vez participara en la explotación feudal del campo circundante (alfoz en España).
La expresión alemanaStadtluft macht frei "Los aires de la ciudad dan libertad", o "te hacen libre"[Nota 13] (paráfrasis de la frase evangélica "la verdad os hará libres"),[57] indicaba que quienes podían radicarse en las ciudades, a veces huyendo literalmente de la sujeción de la servidumbre. El siervo huido se consideraba libre de retornar con su señor si conseguía domiciliarse en una corporación urbana por un año y un día.[58] tenían todo un nuevo mundo de oportunidades que explotar, aunque no en régimen delibertad, entendida esta en su forma contemporánea. La sujeción a las normas gremiales y a las leyes urbanas podía ser más dura incluso que las del campo: lapax urbana significaba la rigidez en la aplicación de la justicia, que mantenía los caminos y las puertas de entrada flanqueados con cadáveres de ajusticiados y un severo toque de queda, con cierre de puertas al anochecer y rondas de vigilancia. Eso sí: concedía a los burgueses la oportunidad de ejercer parcela de poder, incluyendo el uso de las armas en lamilicia urbana (como las hermandades castellanas que se unificaron en laSanta Hermandad ya en el siglo XV), que en no pocas ocasiones se utilizaron en contra de las huestes feudales, con el beneplácito de las emergentesmonarquías autoritarias. En el caso más precoz y espectacular fueron lascomunas italianas, que se independizaron de hecho delSacro Imperio Romano Germánico a partir de labatalla de Legnano (1176).
Eva hilando ante la cuna de uno de sus hijos. Ilustración del folio 8 delSalterio Hunter. La introducción de larueca para hilar fue una de las innovaciones introducidas desde Asia en la Plena Edad Media. La de la ilustración es una hilandera primitiva, sin rueda. Ambas eran utilizadas tanto en la artesanía urbana como en las labores domésticas de las mujeres en campo y ciudad. Como todos los trabajos, dio origen a tensiones sociales:When Adam delved, and Eve span / Who was then a gentleman? ("Cuando Adán cavaba y Eva hilaba, ¿quién era entonces caballero?") era una rima popular con la que el clérigoJohn Ball movilizó a los campesinos ingleses de la revuelta de 1381.
En los burgos surgieron muchas instituciones sociales nuevas. El desarrollo delcomercio llevó aparejado consigo el delsistema financiero y lacontabilidad. Los artesanos se unieron en asociaciones llamadasgremios, ligas, corporaciones, cofradías, o artes, según el lugar geográfico. El funcionamiento interno de los talleres gremiales implicaba un aprendizaje de varios años delaprendiz a cargo de unmaestro (el dueño del taller), que implicaba el paso de aquel a la condición deoficial cuando demostrara conocer el oficio, lo que implicaba su consideración como trabajadorasalariado, una condición de por sí ajena al mundo feudal que incluso se trasladó al campo (en principio de manera marginal) con losjornaleros que no disponían de tierras propias ni concedidas por el señor. La asociación de los talleres en los gremios, funcionaba de manera completamente contraria almercado libre capitalista: se procuraba evitar todo rasgo posible decompetencia fijando los precios, las calidades, los horarios y condiciones de trabajo, e incluso las calles donde podían radicarse. La apertura de nuevos talleres y el paso del rango de oficial al de maestro estaban muy restringidos, de modo que en la práctica se incentivaban las herencias y los enlaces matrimoniales endogámicos dentro del gremio. El objetivo era conseguir la supervivencia de todos, no el éxito del mejor.
Más apertura demostró el comercio. Losbuhoneros que iban de aldea en aldea, y los escasos aventureros que se atrevían a hacer viajes más largos eran los mercaderes más habituales de la Alta Edad Media, antes del año 1000. En tres siglos, para comienzos del siglo XIV lasferias de Champaña yde Medina habían creado rutas terrestres estables y más o menos seguras que (a lomos de mulas o con carretas en el mejor de los casos) recorrían Europa de norte a sur (en el caso castellano siguiendo lascañadas trashumantes de la Mesta, en el caso francés enlazando los emporios flamenco y norte-italiano a través de las prósperas regiones borgoñonas y renanas, todas ellas salpicadas de ciudades). LaHansa o liga hanseática estableció a su vez rutas marítimas de una estabilidad y seguridad similar (con mayor capacidad de carga, en barcos de tecnología innovadora) que unían elBáltico y elmar del Norte a través de los estrechos escandinavos, conectando territorios tan lejanos comoRusia yFlandes y rutas fluviales que conectaban todo el norte de Europa (ríos como elRin y elVístula), permitiendo el desarrollo de ciudades comoHamburgo,Lübeck yDanzing, y estableciendoconsulados comerciales denominadoskontor.[59] En el Mediterráneo se llamaronConsulado del Mar: el primero enTrani en 1063 y luegoPisa,Mesina,Chipre,Constantinopla,Venecia,Montpellier,Valencia (1283),Mallorca (1343) yBarcelona (1347).[60] Cuando elestrecho de Gibraltar fue seguro, se pudieron conectar marítimamente ambas Europas, con rutas entre las ciudades italianas (sobre todoGénova),Marsella,Barcelona,Valencia,Sevilla,Lisboa, los puertos delCantábrico (Santander,Laredo,Bilbao), los del Atlántico francés y los delcanal de la Mancha (ingleses y flamencos, sobre todoBrujas yAmberes). El contacto cada vez más fluido de gentes de distintasnaciones (como comenzaron a llamarse a las agrupaciones de comerciantes de cercano origen geográfico que se entendían en la misma lengua vulgar, al igual que ocurría en las secciones de lasórdenes militares) terminó produciendo que ambas instituciones funcionaran de hecho, como primitivasorganizaciones internacionales.
Todo ello desarrolló un incipientecapitalismo comercial (véase tambiénHistoria del capitalismo) con el incremento o surgimientoex novo de laeconomía monetaria, labanca (crédito, préstamos,seguros,letras de cambio), actividades que mantuvieron siempre recelos morales (pecado deusura para todas las que significaralucro indebido, y en que únicamente podían incurrir losjudíos cuando prestaban a otros que no fueran de su religión, oficio prohibido tanto a los cristianos como a los musulmanes). La aparición de burgueses ricos y de una plebe urbana pobre originó un nuevo tipo de tensiones sociales, que produjeron revueltas urbanas.[61] En cuanto a los aspectos ideológicos, la expresión del inconformismo burgués con su puesto marginal en la sociedad feudal está en el origen de lasherejías a lo largo de toda la Baja Edad Media (cátaros,valdenses,albigenses,dulcinianos,hussitas,wycliffianos). Los intentos de responder a esas demandas del mundo urbano por parte de la Iglesia, así como de controlarlas y en su caso reprimirlas, produjeron la aparición de lasórdenes mendicantes (franciscanos ydominicos) y de laInquisición. A veces, la imposibilidad de conseguir el control hizo optar por el exterminio, como ocurrió en Beziers en 1209, siguiendo la respuesta del legado pontificioArnaud Amaury:[62]
- ¿Cómo distinguiremos a los herejes de los católicos?- Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos
En la Edad Media, la oposición entre lo alto y lo bajo "se proyecta en el espacio": se construyen torres y murallas muy elevadas, muy visibles, para manifestar que se quiere escapar de lo "bajo"... lo alto y la altura designan lo que es grande y hermoso... se expresa en la construcción de los castillos y las catedrales... Esa oposición es el correlato de la que existe entre el cielo y la tierra.
(...)
Luego, se buscó la luz, e incluso se acabó por identificar a Dios con la luz. Los progresos técnicos, la búsqueda de espacios abiertos y el uso cada vez más sofisticado del hierro y los diversos metales dieron nacimiento, entre los siglosXI yXIII a las grandes catedrales.[63]
La rivalidad entre castillos señoriales tuvo su correlato urbano en la rivalidad entre casas fortificadas, con torres desafiantes, que han sobrevivido en los espectaculares conjuntos deSan Gimignano o deCáceres. Mucho más extendida estuvo la rivalidad de lascatedrales, cuya construcción se demoraba por siglos, desarrollándose de un modo orgánico, sin que los planes originarios se terminaran, haciendo que el resultado final fuera habitualmente la suma de estilos muy diferentes. Se llegaron a producir verdaderas carreras de prestigio, como la que se prolongó por cientos de años entre las deSiena yFlorencia. Las dimensiones extraordinarias de ambas hicieron imposible que se terminaran antes de la crisis bajomedieval, lo que determinó que los sieneses (izquierda:Catedral de SienaDuomo di Santa María) optaran por conformarse con lo construido hasta entonces (para que pudiera utilizarse desde sus inicios, siempre se comenzaban las obras por elábside, permitiendo consagrar el altar y dar culto mientras continuaban las obras). Lo que se pretendía era convertir el actual brazo mayor en el menor, y construir un brazo mayor verdaderamente descomunal (proyecto de 1339 que tuvo que abandonarse; el diseño inicial era de 1215-1263). Mientras tanto, los florentinos (derecha:Catedral de FlorenciaDuomo di Santa María dei Fiori), humillados por no ser capaces de cubrir el gigantesco espacio central del crucero (un desproporcionado tambor octogonal sobreelevado), tuvieron que esperar a queFilippo Brunelleschi consiguiera resolver el desafío técnico con una impresionantecúpula que abre la época delRenacimiento (concurso de 1419 y construcción entre 1420 y 1436).Véase tambiéncatedrales de España.
Nuevas entidades políticas
Poderes universales, monarquías feudales y ciudades-Estado
En la Plena Edad Media se observó una gran disparidad en la escala a que se ejercía el poder político: lospoderes universales (Pontificado e Imperio) seguían reivindicando su primacía frente a lasMonarquías feudales, que en la práctica funcionaban como estados independientes. Al mismo tiempo, entidades mucho más pequeñas en extensión demostraban ser muy dinámicas en las relaciones internacionales (lasciudades-estado italianas y lasciudades libres del Imperio Germánico), y el municipalismo demostró ser una fuerza muy a tener en cuenta en todos los territorios de Europa.[64]
La difícil convivencia de Pontificado e Imperio (regnum et sacerdocium) a lo largo de los siglos dio origen entre 1073 y 1122 a laquerella de las investiduras. Distintas formulacionesideológicas (teoría de las dos espadas,Plenitudo potestatis,Dictatus papae, condenas de lasimonía y elnicolaísmo) constituían un edificio levantado durante siglos por el que el papa pretendía marcar la supremacía de la autoridad religiosa sobre elpoder civil (lo que se ha venido denominandoagustinismo político), mientras que el Emperador pretendía hacer valer lalegitimidad de su cargo, que pretendía derivar del antiguo Imperio romano (Translatio imperii), así como el hecho material de su capacidad militar para imponer su poder territorial e incluso tutelar la vida religiosa (tanto en los aspectosinstitucionales como losdogmáticos), a semejanza de su equivalente en Oriente. El acceso de distintas dinastías a la dignidad imperial debilitó el poder de los emperadores, sujetos a un sistema de elección que les hacía dependientes de un delicado juego de alianzas entre los dignatarios que alcanzaron el título depríncipe elector, unos laicos (príncipes territoriales, independientes en la práctica) y otros eclesiásticos (obispos de ciudades libres). No obstante, periódicamente se asistía a intentos de recuperar el poder imperial (Otón III yEnrique II entre los últimosotónidas), que en ocasiones llegaban a enfrentamientos espectaculares (Enrique IV, de ladinastía salia, oFederico I Barbarroja yFederico II de ladinastía Hohenstaufen). La oposición entregüelfos ygibelinos, cada uno asociado a uno de los poderes en liza (papa y emperador), presidió la vida política de Alemania e Italia desde el siglo XII hasta bien entrada laBaja Edad Media.
Ambas pretensiones distaron mucho de hacerse efectivas, agotadas en su propio debate y superadas por la mayor eficacia política de las entidades urbanas y los reinos del resto de Europa.[66]
Apareció elparlamentarismo, una forma de representación política que con el tiempo se convirtió en el precedente de ladivisión de poderes consustancial a lademocracia de laEdad Contemporánea. La primacía en el tiempo la tiene elAlþingi islandés (930), que seguía el modelo de losthing o asambleas de guerreros germanos; pero desde finales del siglo XI se fue gestando un nuevo modelo institucional, derivado de la obligación feudal deconsilium, que implicaba a los tres órdenes feudales, y se generalizó por Europa occidental: lasCortes de León (1188), elParlamento inglés (1258) -previamente las relaciones de poder entre rey y nobleza habían sido reguladas en laCarta EMagna, 1215, o lasProvisiones de Oxford, 1258- y losEstados Generales franceses (1302).
Hildebrando de Toscana, ya desde su posición bajo los pontificados deLeón IX yNicolás II, y más tarde como papaGregorio VII (con lo que cubre toda la segunda mitad del siglo XI), emprendió un programa de centralización de la Iglesia, con la ayuda de los benedictinos deCluny, que se extendieron por toda Europa Occidental implicando a las monarquías feudales (||sdestacadamente en los reinos cristianos peninsulares, a través delCamino de Santiago).
Las siguientes reformas monásticas, como lacartuja (San Bruno) y sobre todo lacisterciense (San Bernardo de Claraval) significarán nuevos fortalecimientos de la jerarquía eclesiástica y su implantación dispersa en todo el territorio europeo como una impresionante fuerza social y económica ligada a las estructuras feudales, vinculada a las familias nobles y a las dinastías regias y con una base de riqueza territorial e inmobiliaria, a la que se añadía el cobro de los derechos propios de la Iglesia (diezmos,primicias,derechos de estola, y otras cargas locales, como elvoto de Santiago en el noroeste de España).
El fortalecimiento del poder papal intensificó las tensiones políticas e ideológicas con el Imperio Germánico y con laIglesia oriental, que en este caso terminarán llevando alCisma de Oriente.
El hallazgo del papel delpurgatorio como estadio intermedio de las almas entre cielo e infierno, que intensificará la función intermediadora de la Iglesia a través de las oraciones y misas y los méritos de laComunión de los Santos por ella administrados.
Mariología
La intensificación del papel de laVirgen María, que pasa a ser unacorredentora con atributos investigados por lamariología y aún no dogmatizados (Inmaculada Concepción,Asunción de la Virgen), con nuevas devociones y oraciones (Avemaría, yuxtaposición de textos evangélicos que se introduce en occidente en el;Salve, adoptada por Cluny en 1135; yRosario, introducido por Santo Domingo contra los albigenses), una fiebre de fundaciones de iglesias en su nombre, y con un amplísimo tratamiento artístico. En la época delamor cortésla devoción a la Virgen apenas podía distinguirse, al menos en las formas, de la que el caballero sentía por su dama.[Nota 14]
La mariología había nacido en la Antigüedad tardía con lapatrística, y el culto popular de la virgen fue uno de los factores clave de la suave transición delpaganismo al cristianismo, que suele interpretarse como una adaptación del patriarcal monoteísmo deljudaísmo al matriarcal panteón de las diosas-vírgenes-madre del Mediterráneo clásico:la cananeaAstarté, la babiloniaIstar, las griegasRea yGaia, la frigiaCibeles, laArtemisa de Éfeso, laDeméter de Eleusis, la egipciaIsis, etc., si bien "hay dos diferencias fundamentales entre el culto cristiano a María y los cultos paganos: la clara conciencia de la absoluta trascendencia de Dios, que opera como factor que elimina cualquier tendencia idolátrica y la oposición por parte del cristianismo a una divinización de la vida que ponga en peligro el carácter absolutamente libre de la decisión creadora de Dios".[Nota 15] La controversiaCristotokos-Theotokos (María como "Madre de Cristo" o "Madre de Dios"), y el amplio tratamiento de esta en elarte bizantino habían caracterizado a la iglesia oriental. El protagonismo de la Virgen quedaba ampliamente compensado con la misoginia del tratamiento de otras figuras femeninas, destacadamenteEva, laMagdalena ySanta María Egipcíaca. La renuncia al cuerpo (lacarne enemiga del alma) y a las riquezas, que da oportunidad al arrepentimiento y la redención (y confía su gestión a laMadre Iglesia) solía ser el aspecto más destacable también en las vidas de otras santas y mártires.[68]
Sacramentos y cohesión social. Minorías religiosas
El pecado original, porBertram von Minden, 1375. El tema deAdán y Eva daba la ocasión más habitual de representación de desnudos durante la Edad Media.
Por último, la institucionalización de lossacramentos, especialmente lapenitencia y lacomunión pascual que se plantean como trámites anuales que el fiel ha de cumplir ante su párroco y confesor. La vivencia comunitaria de los sacramentos, sobre todo los que significan cambios vitales (bautismo,matrimonio,extrema unción), y los rituales funerarios, cohesionaban fuertemente a las sociedades locales tanto aldeanas como urbanas, sobre todo cuando se enfrentaban a la convivencia con otras comunidades religiosas —judíos en toda Europa y musulmanes en España—.
La celebración de las festividades en días distintos (viernes los musulmanes, sábados los judíos, domingos los cristianos), los distintos tabúes alimentarios (cerdo, alcohol, rituales de matanza que obligan a separar lascarnicerías) y la separación física de las comunidades -guetos,aljamas ojuderías ymorerías- planteaban una situación que, incluso contolerancia religiosa, distaba mucho de ser un trato igualitario. Los judíos cumplieron una función social dechivo expiatorio que dio salida a las tensiones sociales en determinados momentos, con el estallido depogromos (revueltas antijudías, que tras la conversiones masivas dieron paso arevueltas anticonversas) o con las políticas deexpulsión (Inglaterra -1290-, Francia -1394- y España -1492- y Portugal en 1496). La existencia de minorías religiosas dentro del cristianismo, en cambio, no podía ser aceptada, puesto que la comunidad política se identificaba con la unidad en la fe. Los definidos comoherejes, por tanto, eran perseguidos por todos los medios.
Delito, pecado y sexo
En cuanto a las desviaciones del comportamiento que no supusieran desafíos de opinión sinodelitos opecados (conceptos identificables y de imposible deslindamiento), su tratamiento era objeto de las jurisdicciones civil (que aplicaba elfuero correspondiente, la legislación del reino o elderecho común) y religiosa (que aplicaba elDerecho Canónico en cuestiones ordinarias, o elprocedimiento inquisitorial en caso necesario), cuya coordinación era a veces compleja, como ocurría con las desviaciones de laconducta sexual considerada correcta (masturbación,homosexualidad,incesto,estupro,amancebamiento,adulterio y otros asuntosmatrimoniales).[69] En cualquier caso, la vivencia de la sexualidad y la desnudez del cuerpo tuvo tratamientos muy distintos en cada época y lugar; y diferentes expectativas para cada nivel social (se consideraba que era propio de los campesinos un comportamientoanimal, es decir, natural, y se pretendía que los nobles y clérigos tuvieran más voluntad para controlar sus instintos).
También costumbres como los baños (conocidos desde lastermas romanas y reintroducidos por los árabes) y prácticas como laprostitución fueron objeto de críticas morales y reglamentaciones más o menos permisivas, llegando en el caso de los baños progresivamente hasta la prohibición (se les acusaba de inmorales y de producir elafeminamiento de los guerreros), y en el de la prostitución al confinamiento en determinados barrios, la obligación de llevar determinadas prendas y la detención de sus actividades en determinadas fechas (Semana Santa). La erradicación de la prostitución no se concebía posible, dado lo inevitable del pecado, y su papel demal menor que evitaba que el deseo irrefrenable de los varones fuera en contra del honor de las doncellas y las mujeresrespetables. Por lo general, los historiadores suelen coincidir que el periodo de la Plena Edad Media fue una etapa de mayor libertad de costumbres que no tuvo que esperar aEl Decamerón (1348), y que en algunas cuestiones, como la condición femenina, significó una verdadera promoción, tanto frente a la Alta Edad Media como frente a la Edad Moderna;[70] aunque el extendido mito de que se llegara a dudar si la mujer tenía alma es un error filológico.[71]
La expansión geográfica se llevó a cabo, o se intentó llevar a cabo, al menos, en varias direcciones, siguiendo no tanto un propósito determinado por concepciones nacionalistas inexistentes en la época, sino la dinámica propia de las casas feudales. Losnormandos,vikingos asentados enNormandía, dieron origen a una de las casas feudales más expansivas de Europa, que se extendió por Francia, Inglaterra e Italia, enlazada con las deAnjou-Plantagenet yAquitania. Las casas deNavarra yCastilla (dinastía Jimena),Francia,Borgoña yFlandes (Capetos,Casa de Borgoña —extendida por la península ibérica—,Valois) yAustria (casa de Habsburgo) son otros buenos ejemplos, y todas ellas se vieron vinculadas por alianzas, enlaces matrimoniales y enfrentamientos sucesorios o territoriales, consustanciales a las relaciones feudo-vasalláticas y expresión de la violencia inherente al feudalismo.[72] En el contexto espacial de la Europa nórdica y centro-oriental tuvieron un desarrollo similar laCasa de Sweyn Estridsson danesa, laBjälbo noruega ylos Sverker y Erik suecos; y más tarde laDinastía Jogalia o Jagellón (Hungría,Bohemia,Polonia yLituania).
Reconstrucción de undrakkar, embarcación usada habitualmente por losvikingos.
En Europa del Norte, acabadas las invasiones de losvikingos, las riquezas saqueadas por estos sirvieron para adquirir productos y servicios occidentales, creando en elmar Báltico una próspera red comercial que atrajo a los escandinavos a la civilizaciónoccidental, mientras su expansión hacia el oeste por el Atlántico (Islandia yGroenlandia) no pasó de la míticaVinlandia (asentamiento fracasado en América del Norte, en torno al año 1000). Los vikingos orientales, (varegos), fundaron numerosos reinos en la Rusia europea y llegaron hasta Constantinopla. Los vikingos occidentales (normandos) se instalaron enNormandía, Inglaterra,Sicilia y el sur de la actualItalia, creando reinos centralizados y eficientes (Rolón,Guillermo el Conquistador yRoger I de Sicilia). En el este, en el año 955,Otón el Grande batió a loshúngaros en labatalla del Río Lech y reincorporóHungría a Occidente, al tiempo que comenzaba la germanización dePolonia, hasta entonces pagana. Posteriormente, desde tiempos deEnrique el León (siglo XII), los alemanes se fueron abriendo paso a través de las tierras de losvendos, hasta el mar Báltico, en un proceso de colonización conocido comoOstsiedlung (que será mitificado posteriormente con el romántico nombre deDrang nach Osten, oAfán de ir hacia el Este, lo que sirvió para justificar la teoría nazi del espacio vital alemánLebensraum). Pero sin lugar a dudas, el movimiento de expansión más espectacular, aunque finalmente fallido, fueron lasCruzadas, en donde selectos miembros de la nobleza guerrera occidental cruzaron elmar Mediterráneo e invadieron elMedio Oriente, creando reinos de efímera duración.
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas, en cumplimiento de un solemne voto, para liberarTierra Santa de la dominación musulmana. El origen de la palabra remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas, a partir de la petición del papaUrbano II y las predicaciones dePedro el Ermitaño. Las sucesivas cruzadas tuvieron lugar entre los siglosXI yXIII. Fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las iglesias de Oriente.
Balance de la expansión geográfica
Espada, cetro, orbe y corona (con su característica cruz inclinada) deSan Esteban de Hungría, reyhúngaro convertido al cristianismo y coronado en diciembre del año 1000 por el papaSilvestre II, en un acto similar al que protagonizóCarlomagno exactamente doscientos años antes, significando en este caso la expansión del cristianismo occidental y las instituciones feudales por la Europa centro-oriental.
El balance de esta expansión fue espectacular, por comparación a la vulnerabilidad de la oscura época anterior: Tras medio siglo de instituciones carolingias, hacia 843 (Tratado de Verdún), los territorios que podían identificarse más o menos próximamente con ellas (lo que podría denominarse una formación social cristiano occidental) se extendían por Francia, el oeste y sur de Alemania, el sur de Gran Bretaña, las montañas septentrionales de España y el norte de Italia. Un siglo después, en la época de labatalla del Río Lech (955), no había región de Europa Occidental a salvo de las nuevas oleadas de invasores bárbaros, que parecían conducir a una nueva crisis de civilización.[Nota 16]
Sin embargo, en los dos siglos siguientes al fatídicoaño mil el panorama había cambiado completamente: para la época de labatalla de Navas de Tolosa (1212), habían sido incorporadas a la civilización europea toda Italia hastaSicilia, la Gran Bretaña no inglesa (Escocia yGales),Escandinavia (que se expandía por el Atlántico Norte hastaGroenlandia), buena parte de Europa Oriental (Polonia,Bohemia,Moravia yHungría, quedando lospueblos eslavos de los Balcanes y Rusia en la órbita del cristianismo oriental e institucionalizando sus propios reinos) y media península ibérica (en el transcurso del siglo XIII lo sería toda excepto el tributarioreino nazarí de Granada, quedando marcado definitivamente el predominio cristiano sobre elestrecho de Gibraltar con labatalla del Salado -1340-). Otros territorios periféricos (comoLituania oIrlanda) estaban sometidos a una presión militar cada vez mayor por parte de los reinos centrales de la cristiandad latina. Más allá de los límites de Europa Occidental, las incursiones militares de huesteslatinas de muy variada composición habían puesto en sus manos lugares tan lejanos comoConstantinopla y los ducadosAtenas y deNeopatria oJerusalén y losEstados Cruzados.
Muerte deWat Tyler, líder de la revuelta campesina de 1381 en Inglaterra.
LaBaja Edad Media es un término que a veces produce confusión, pues procede de un equívoco etimológico entre alemán y castellano:baja no significadecadente, sinoreciente; por oposición alalta de laAlta Edad Media, que significaantigua (enalemánalt: viejo, antiguo).[73] No obstante, es cierto que desde alguna perspectiva historiográfica puede verse al conjunto del periodo medieval como el ciclo de nacimiento, desarrollo, auge e inevitable caída de una civilización, modelo interpretativo que inicióGibbon para el Imperio romano (donde es más obvia la oposición entreAlto Imperio yBajo Imperio) y que se ha aplicado con mayor o menor fortuna a otros contextos históricos y artísticos.[Nota 17]
El símil astronómico deocaso, queJohan Huizinga convierte enotoño, es utilizado con mucha frecuencia en la historiografía, con un valor analógico que más que una decadencia en lo económico o lo intelectual refleja un claro agotamiento de los rasgos específicamentemedievales frente a sus sustitutosmodernos.[74]
El final de la Edad Media llega con el comienzo de latransición del feudalismo al capitalismo, otro periodo secular de transición entre modos de producción que no finalizará hasta el final delAntiguo Régimen y el comienzo de laEdad Contemporánea, con lo que tanto este último periodo medieval como laEdad Moderna entera cumplen un papel similar y cubren una similar extensión temporal (500 años) a lo que significó la Antigüedad Tardía para el comienzo de la Edad Media.
Laley de rendimientos decrecientes empezó a mostrar sus efectos a medida que el dinamismo de los campesinos forzó laroturación de tierras marginales y las lentas mejoras técnicas no podían sucederse a un ritmo semejante. La coyuntura climática cambió, acabando con el denominadoóptimo medieval que permitió la colonización de Groenlandia y el cultivo de vides en Inglaterra. Las malas cosechas condujeron ahambrunas que debilitaron físicamente a las poblaciones, preparando el terreno para que laPeste negra de 1348 fuera unacatástrofe demográfica en Europa. La repetición sucesiva de epidemias caracterizó un ciclo secular.
Consecuencias de la crisis
El matrimonio Arnolfini, porJan van Eyck (1430), representa el interior de una acomodada casa burguesa, que ambientan bien algunos de los nuevosvalores de esa emergente clase social: lapropiedad privada ganada con eltrabajo, lafamilia nuclear, la moderación, la discreción y la privacidad. La escena transcurre enFlandes, un emporio comercial y artesanal, que suscitó el florecimiento de una nueva forma de pintura, la de losprimitivos flamencos que entre otras innovaciones, iniciaron lapintura al óleo, lo que permitía detalles sutilísimos para hacer cada vez más fieles losretratos, un género que siglos antes no tenía ninguna demanda social.
Las consecuencias no fueron negativas para todos. Los supervivientesacumularon inesperadamente capital en forma de herencias, que pudo en algunos casos invertirse en empresas comerciales, o acumularon inesperadamentepatrimonios nobiliarios. Las alteraciones de los precios de mercado de los productos, sometidos a tensiones nunca vistas deoferta y demanda cambió la forma de percibir las relaciones económicas: lossalarios (un concepto, como el decirculación monetaria ya de por sí disolvente de la economía tradicional) crecían al tiempo que las rentas feudales pasaron a ser inseguras, obligando a los señores a decisiones difíciles. Alternativamente primero tendieron a ser más comprensivos con sus siervos, que a veces estuvieron en situación de imponer una nueva relación, liberados de la servidumbre; mientras que en un segundo momento, sobre todo tras algunasrebeliones campesinas fracasadas y duramente reprimidas, impusieron en algunas zonas una nuevarefeudalización, o cambios de estrategia productiva como el paso de la agricultura a la ganadería (expansión de laMesta).[5]
El negocio lanero produjo curiosas alianzas internacionales e interestamentales (señores ganaderos, mercaderes de la lana, artesanos de paños) que suscitaron verdaderasguerras comerciales (en ese sentido se ha podido interpretar las cambiantes alianzas y divisiones internas Inglaterra-Francia-Flandes durante laguerra de los Cien Años, en la que Castilla se implicó ensu propia guerra civil).[75] Únicamente los nobles con más capacidad (demostrada la mayor parte de las veces por el despojo de nobles con menos capacidad) pudieron convertirse en unagran nobleza o aristocracia de grandes casas nobiliarias, mientras que lapequeña nobleza se empobrecía, reducida a la mera supervivencia o a la búsqueda de nuevos tipos de ingresos en la creciente administración de las monarquías, o a los tradicionales de la Iglesia.
En las ciudades, laalta burguesía y labaja burguesía viven un similar proceso de separación de fortunas, que hace imposible mantener que un aprendiz o incluso un oficial o un maestro de taller pobre tenga algo que ver con un mercader enriquecido por el comercio a larga distancia de laHansa o lasferias de Champaña yde Medina, o un médico o unletrado salidos de launiversidad para entrar en la alta sociedad. Se va abriendo paso la posibilidad (antes inaudita) de que la condición social dependa más de la capacidad económica (no necesariamente ligada siempre a la tierra) que del origen familiar.
Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo deciudades basado en una economía comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevosburgos. Estos reequilibrios se vieron reflejados en loscampos de batalla, ya que loscaballeros feudales empezaron a ser superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo,[76] arma que los ingleses usaron para barrer a los franceses en labatalla de Agincourt, en 1415, o lapica, usada por la infantería demercenarios suizos. Es en esta época cuando aparecen los primeros ejércitos profesionales, compuestos por soldados a los que no les une un pacto de vasallaje con su señor sino la paga. A partir del siglo XIII se registran en Occidente los primeros usos de la depólvora, invención china extendida desde la India por los árabes, pero de forma muy discontinua.Roger Bacon la describe en 1216) y hay relatos del uso dearmas de fuego en la defensa musulmana deSevilla (1248) yNiebla (1262,véaseEl cañón en la Edad Media). Con el tiempo, el oficio militar seenvilece, devaluando las funciones de la nobleza con las de lacaballería y loscastillos, que quedan obsoletos. El aumento de los costes y lastácticas debatallas yasedios traerá como consecuencia el aumento del poder del rey frente a la aristocracia. La guerra pasa a depender no de lashuestes feudales, sino de los crecientesimpuestos, pagados por los no privilegiados.
Díptico deMelun, deJean Fouquet (1450). Panel izquierdo:Étienne Chevalier, el donante, conSan Esteban, su santo patronímico. En otra época, la perspectiva jerárquica hubiera distanciado a un simple mortal, por muy poderoso que fuera, de personajes celestiales.Mismo díptico, Panel derecho: La Virgen con el Niño. La modelo fueAgnès Sorel, amante del reyCarlos VII de Francia, lo que aumenta el atrevimiento de la representación, que aun así resultaba asumible por la sensibilidad de la época.
Nuevas ideas
Las nuevas ideas religiosas -que se adaptan mejor a la forma de vida de la burguesía que a la de los privilegiados- ya estuvieron en el fermento de lasherejías que se habían producido previamente, a partir del siglo XII (cátaros,valdenses), y que habían encontrado eficaz respuesta en las nuevasórdenes religiosas mendicantes, insertas en el entorno urbano; pero en los últimos siglos medievales elhusismo o elwycliffismo tienen una mayor proyección hacia lo que será laReforma protestante del siglo XVI Elmilenarismo de losflagelantes convivía con elmisticismo deTomás de Kempis y con los desórdenes y corrupción de costumbres en la Iglesia que culminaron en elCisma de Occidente. Fue devastador el impacto que tuvo en la cristiandad occidental el espectáculo de dos (y hasta tres) papas excomulgándose mutuamente (y a emperadores, reyes y obispos, y con ellos a todos sus sacerdotes y fieles), uno en la llamadacautividad de Aviñón a la que le sometía el rey de Francia (fille ainée de l'Eglise, hija mayor de la Iglesia), otro en Roma y un tercero elegido por elConcilio de Pisa (1409). La situación no se recondujo totalmente ni siquiera con elConcilio de Constanza (1413), que si hubieran prosperado las tesisconciliaristas se habría convertido en una especie de parlamento europeo supranacional, cuasi-soberano y competente en toda clase de temas. Hasta la humildePeñíscola se llegó a convertir por algún tiempo en el centro del mundo cristiano -para los escasos seguidores delpapa Luna-.
Los intentos de imprimir mayor racionalidad al catolicismo ya venían estando presentes desde la cumbre de laescolástica de los siglosXII yXIII conPedro Abelardo,Tomás de Aquino oRoger Bacon; pero ahora esa escolástica se enfrenta a su propia crisis y cuestionamiento interno, conGuillermo de Ockham oJuan Duns Escoto. La mentalidadteocéntrica iba lentamente dando paso a una nuevaantropocéntrica, en un proceso que culminará con elhumanismo del siglo XV en lo que ya puede denominarseEdad Moderna. Ese cambio no se limitó únicamente a las élites intelectuales: personalidades extravagantes, comoJuana de Arco, se convierten en héroes populares (con el contrapunto de otras terribles, comoGilles de Rais -Barba Azul-);[77] la mentalidad social va alejándose del conformismo temeroso para acoger otras concepciones que implican una nueva forma de afrontar el futuro y las novedades:
Hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos.
Elanonimato conscientemente buscado en el que vivieron silenciosamente generaciones durante siglos
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam
¡No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria!
Salmos 115:1, musicalizado y utilizado muy frecuentemente para uso litúrgico.Se adoptó como lema de los templarios y aparece en la obraEnrique V deShakespeare.[78]
y que seguirá siendo la situación de los humildes durante los siglos siguientes, da paso a la búsqueda de la fama y de la gloria personal, no solo entre los nobles, sino en todos los ámbitos sociales: los artesanos comienzan a firmar sus productos (desde las obras de arte a las marcas artesanas), y cada vez es menos excepcional que cualquier acto de la vida deje su huella documental (libros parroquiales, registros mercantiles, escribanos,protocolos notariales, actos jurídicos).
El desafío al monopolio económico, social, político e intelectual de los privilegiados, creaba lentamente nuevos espacios de poder en beneficio de losreyes, así como un lugar cada vez más amplio para la burguesía. Aunque la mayor parte de la población siguió siendo campesina, lo cierto es que el impulso y las novedades ya no provenían delcastillo o elmonasterio, sino de laCorte y laciudad. Entretanto, elamor cortés (procedente de laProvenza del siglo XI) y elideal caballeresco se revitalizaron y pasaron a convertirse en una ideología justificativa del modo de vida nobiliario justo cuando este empezaba a estar en cuestión,[79] viviendo una época dorada, obviamente decadente, localizada en el período de esplendor delducado de Borgoña, que reflejóJohan Huizinga en su magistralEl otoño de la Edad Media.
Mientras que para el Mediterráneo Oriental el fin de la Edad Media supuso el avance imparable del islámicoImperio otomano, en el extremo occidental, los expansivos reinos cristianos de la península ibérica, tras un periodo de crisis y ralentización del avance secular hacia el sur, simplificaron el mapa político con la unión matrimonial de losReyes Católicos (Fernando II de Aragón eIsabel I de Castilla), los acuerdos de estos con el de Portugal (Tratado de Alcáçovas, que suponían el reparto de influencias sobre el Atlántico) y laconquista de Granada. Navarra, dividida en una guerra civil entre bandos orientados e intervenidos por franceses y aragoneses, sería anexionada en su mayor parte a la crecienteMonarquía Católica en 1512.
Portada manuelina de la iglesia deGolega. El retorcimiento de las columnas imita el de las gruesas maromas de los barcos, en una nación marinera volcada en laEra de los descubrimientos.
Decreto de la Alhambra por el que se expulsa a los judíos de España, el mismo año que se conquista Granada, se descubre América y Nebrija pública suGramática Castellana: 1492. Es el final de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, con una unidad religiosa que acompañó a la unión de los reinos de laMonarquía Católica.
La ciudad medieval francesa deCarcasona. Ciudades amuralladas, puentes bien guarnecidos y castillos son parte de la imagen bélica de la Edad Media. El aspecto actual es fruto de una recreación historicista del siglo XIX, cuando las murallas ya no eran funcionales, y la mayor parte de las ciudades europeas las derribaba. El deseo de recuperarlas es una muestra demedievalismo.
Medievalismo es tanto lacualidad o carácter de medieval,[80] como el interés por la época y los temas medievales y su estudio; y medievalista el especialista en estas materias.[Nota 18] El descrédito de la Edad Media fue una constante durante laEdad Moderna, en la queHumanismo,Renacimiento,Racionalismo,Clasicismo eIlustración se afirman como reacciones contra ella, o más bien contra lo que entienden que significaba, o contra los rasgos de su propio presente que intentan descalificar como pervivencias medievales. No obstante desde fines del siglo XVI se producen interesantes recopilaciones defuentes documentales medievales que buscan un método crítico para laciencia histórica. ElRomanticismo y elNacionalismo del siglo XIX revalorizaron la Edad Media como parte de su programa estético y como reacción antiacadémica (poesía ydrama románticos,novela histórica,nacionalismo musical,ópera), además de como única posibilidad de encontrar base histórica a las emergentes naciones (pintura de historia,arquitectura historicista, sobre todo elneogótico —labor restauradora y recreadora deEugène Viollet-le-Duc— y elneomudéjar). Los abusos románticos de la ambientación medieval (exotismo), produjeron ya a mediados del siglo XIX la reacción delrealismo.[82] Otro tipo de abusos son los que dan lugar a una abundante literatura pseudohistórica que llega hasta el presente, y que ha encontrado la fórmula del éxito mediático entremezclando temas esotéricos sacados de partes más o menos oscuras de la Edad Media (Archivo Secreto Vaticano,templarios,rosacruces,masones y el mismísimoSanto Grial).[Nota 19] Algunos de ellos se vincularon alnazismo, como el alemánOtto Rahn. Por otro lado, hay abundancia de otros tipos de producciones artísticas de ficción de diversa calidad y orientación inspiradas en la Edad Media (literatura, cine, cómic). También se han desarrollado en el siglo XX otros movimientos medievalistas: un medievalismo historiográfico serio, centrado en la renovación metodológica (fundamentalmente por la incorporación de la perspectiva económica y social aportada por elmaterialismo histórico y laEscuela de los Annales) y un medievalismo popular (espectáculos medievales, más o menos genuinos, como actualización del pasado en el que la comunidad se identifica, lo que se ha venido en llamarmemoria histórica).
↑Aunque el primero que señaló la existencia de unidad en el periodo comprendido entre el siglo V y elXV fue el humanistaFlavio Biondo, la gloria de haber utilizado antes que nadie el término Edad Media le corresponde alobispo de Alesia,Giovanni Andrea dei Bussi. En una carta suya del año 1469 se dice expresamente lo siguiente:
«sed mediae tempestatis tum veteris, tum recentiores usque ad nostra tempora».
Esamedia tempestas era el esbozo de unos «tiempos medios», que servían de puente entre la gloriosaantigüedad clásica, a la que se mitificaba, y los nuevos tiempos, que habían vuelto sus ojos hacia aquel período de esplendor. Expresiones comomedium aevum,media tempestas,media aetas, etc., aparecen en historiadores o filólogos desde comienzos del siglo XVI Así, por ejemplo, las utilizaronJoaquin de Wat, en 1501, oJuan de Heerwagen, en 1532. Más avanzado el siglo, en 1575, las encontramos enMarco Welser yAdriano Junius. El uso de dichas expresiones puede, asimismo, rastrearse en el transcurso del siglo XVII:Conisius, en 1601;Goldats, en 1604;Vossius, en 1662; etc.Du Cange, en su célebreGlosario, aparecido en 1678, habló de la «mediae et infimae latinitatis». Puede decirse que el término Edad Media había sido plenamente admitido, por más que su origen no fuera propiamente obra de los historiadores, sino de los filólogos. No obstante, en el mismo siglo XVII se produjeron algunas precisiones de gran transcendencia acerca de los «tiempos medios». En 1665,Jorge Horn, en una obra tituladaArca Noé, llamaba «medium aevum» al período comprendido entre los años 300 y 1500. Poco tiempo después, en 1688, apareció un libro que iba a desempeñar un papel destacado en la fijación del concepto de Edad Media. Se trata de laHistoria medii aevi a temporibus Constantini Magni ad Constantinopolim a Turcis captam, del que era autorCristóbal Keller, profesor de launiversidad alemana de Halle. Fue Keller, cuyas precisiones cronológicas sobre el Medievo son bien significativas, el punto de partida de la difusión y generalización de la expresión Edad Media. Valdeón,op. cit., vol 11 pg. 11.
↑Incluso en la actualidad se juzga a la Edad Media como una época mala o "fea", a la vez violenta, oscura e ignorante. Ahora sabemos que esta imagen es falsa, aunque hubo una Edad Media de la violencia, y no únicamente la de los conflictos y las guerras entre grupos y entre países, sino también las violencias contra los judíos, con el comienzo del antisemitismo, y la represión de los rebeldes a la doctrina de la Iglesia... Evidentemente, las Cruzadas también forman parte del balance negativo.Pero la Edad Media fue igualmente, y pienso que incluso ante todo, un gran periodo creador. Se puede apreciar en el terreno el arte, de las instituciones, por supuesto primordialmente en las ciudades (por ejemplo con las universidades), o incluso del pensamiento, en el que la filosofía que se ha llamado "escolástica" alcanzó altas cumbres del saber... la Edad Media creó "lugares de encuentro" comerciales y festivos (las ferias, los mercados y las fiestas), en los que seguimos inspirándonos. Le Goff,op. cit., pgs. 115-116.
En esta época, la noche se vive en ambientes poco luminosos: en cabañas alumbradas a lo sumo por el fuego del hogar, en las estancias amplísimas de castillos iluminados por antorchas o en la celda de un monje a la débil luz de un candil, y oscuras (además de inseguras) eran las calles de los pueblos y de las ciudades. No obstante, ésta es una característica propia también del Renacimiento, del Barroco y -más tarde aún- del período que se prolonga al menos hasta el descubrimiento de la electricidad. En cambio, al hombre medieval se le ve -o, al menos, se le representa en poesía y en pintura- en un ambiente muy luminoso. Lo que llama la atención en las miniaturas medievales es que, habiendo sido realizadas tal vez en ambientes oscuros apenas iluminados por una única ventana, están llenas de luz, incluso de una luminosidad especial, producida por la proximidad de colores puros: rojo, azul, oro, plata, blanco y verde, sin matices ni claroscuros.
↑El debate entre las distintas concepciones del feudalismo es uno de las clásicas discrepancias entre las escuelas institucionalista o restrictiva (François-Louis GanshofQu'est-ce que la féodalité? -Qué es el feudalismo-, 1947); y la materialista (Georges DubySeñores y Campesinos). Para el caso español es muy ilustrativo este texto de Salustiano Moreta (1978)Señores contra labradores: el malhechor feudal en la literatura:
Respecto al feudalismo castellano, dado que la historiografía oficial y academicista partió de los presupuestos teórico-metodológicos positivistas y de una idea jurídico-política del feudalismo, no se dudó en asegurar «sin riesgo de error, que el sistema feudal no alcanzó en los Estados de la Reconquista su completo desarrollo y que la estructura social y política de la mayor parte de la España cristiana nunca llegó a constituirse según las formas políticas de los Estados feudales» (Luis García de Valdeavellano,Las instituciones feudales en España, pág. 231). En esta misma línea, a partir de la consideración del feudalismo como un fenómeno esencialmente político y superestructural, se formularía una distinción mixtificante entre régimen feudal y régimen señorial como categorías excluyentes y contrapuestas (Luis García de Valdeavellano, op. cit;Grassotti,Las instituciones feudo-vasalláticas en León y Castilla. Partiendo desde presupuestos positivistas,Salvador de Moxó ha puesto de manifiesto algunas de las limitaciones de las causas y razones aducidas por los dos autores anteriores para mantener la no feudalización castellana.Sociedad, estado y feudalismo, págs. 193-202.). Por fortuna la visión académico-oficial del feudalismo en general y del feudalismo castellano en particular resulta cada vez menos inapelable y su cuestionamiento crítico se halla en marcha, precisamente desde las perspectivas teórico-metodológicas derivadas -en unos casos simplemente invocadas y en otros asumidas directa y conscientemente, aunque con desigual acierto y rigor de la otra concepción del feudalismo: el feudalismo entendido como modo de producción (Pese a no contar todavía con una sola monografía rigurosa sobre el feudalismo en Castilla analizado desde las categorías y métodos derivados de su consideración como «modo de producción» se han publicado ya algunos trabajos y se van ensayando, poco a poco, ciertas observaciones y problemas que apuntan hacia esa dirección:Bartolomé Clavero,Mayorazgo: propiedad feudal en Castilla (1369-1836), págs. 60 y ss.;Señorio y hacienda a finales del antiguo régimen en Castilla;Julio Valdeón Baruque,Prólogo enEl modo de producción feudal, Akal, págs. 7-14;Sebastiá Domingo,Crisis de los factores mediatizantes del regimen feudal;Reyna Pastor de Togneri,Del islam al cristianismo, págs. 12 y ss.)
↑No así la deAlejandría, que sobrevivió incluso al asesinato deHipatia (415). Elmuseo de Alejandría y labiblioteca de Alejandría habían sufrido muchas vicisitudes, como incendios y terremotos, y elSerapeum fue mandado derribar por el patriarcaTeófilo en 391, aunque sus fondos, saqueados y desperdigados, sobrevivieron hasta la invasión musulmana (634), en que elcalifa Omar protagonizó otra célebre ofensa: «Los libros de la biblioteca o bien contradicen al Corán, y entonces son peligrosos, o bien coinciden con el Corán, y entonces son redundantes», citado enCuriosidades de la ciencia de Leonardo Moledo[24]
↑Obello sudario, obuen sudario.Procopio, en suHistoria secreta reproduce así las palabras de Teodora:
Quien ha recibido el poder soberano no debe vivir si se lo deja quitar. Tú César, si quieres huir, nada es más fácil... en cuanto a mí, Dios no permita que abandone la púrpura y aparezca en público sin ser saludada como emperatriz. Aprecio mucho esta antigua sentencia: «La púrpura es un glorioso sudario».
↑Es la tesis principal de Perry Andersonop. cit.. Es comentada y criticada por Gregory Elliott (2004)Perry Anderson: El laboratorio implacable de la historia Universitat de València,ISBN 8437059356pg. 144. La expresiónsíntesis feudal es utilizada habitualmente en ese sentido: Bisso y otrosOccidente y su legado. Una historia. Volumen I. Desde las primeras civilizaciones a la crisis del mundo medievalISBN 9879164806reseña
↑Platón, siguiendo un esquematriádico de tradiciónindoeuropea, plantea en susdiálogos (por ejemplo enFedro y enRepública) una sociedad en la que los trabajadores (representantes de lavirtud cardinal de latemplanza) sostienen a los guerreros que les defienden(fortaleza) y a los filósofos que les gobiernan (prudencia), y su conjunto enarmonía produce la obtención final de lajusticia.
↑La identificación entre clero y nobleza como privilegiados, y el papel clave de los votos, era evidente en el momento de su supresión durante la Revolución francesa, y se explicitó en los debates de la Asamblea (decreto del 13 de febrero de 1790), comentados enDe la convocación a la revolución. La Constitución francesa de 1791 de Chantal López y Omar Cortés. Lo mismo ocurrió en el caso español:Secularización: Estado e iglesia en tiempos de Gómez Farias, de Anne Staples, Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, Álvaro Matute (editor), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, v. 10, 1986, p. 109-123
↑Etimológicamentehumilior significalos más humildes, los más pobres.Humilis, -e Adjetivo. Humilde; pobre.Breve vocabulario latín-castellano: H. Elhumilior es el que se encuentra rebajado en tierra (ad humun). Humillarse es rebajarse porque se supone que la tierra es lo más bajo (infima) que hay en el mundo. El mismo origen tienehumor (humildad),[37]
↑La novela deKen FollettLos pilares de la tierra refleja ese ambiente.
↑Si las ciudades y la burguesía son una contradicción inherente al sistema feudal en su dinamismo, o algo extraño y externo al modo de producción feudal, es un debate clásico de la historiografía materialista, expuesto en Rodney Hilton,op. cit.. Una visión irónica de esta dinámica se encuentra en la parodia de estudio de economía históricaEl papel de las especias (y de la pimienta en particular) en el desarrollo económico de la Edad Media[49]
En tiempos deMamun, las escuelas de medicina fueron extremadamente activas enBagdad. El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el califato deHarun Al-Rashid. Al desarrollarse este sistema, médicos ycirujanos fueron requeridos para impartir lecciones en la escuela de médicos, y entregaban diplomas a aquellos a los que consideraban cualificados para practicar la medicina. El primer hospital en Egipto fue abierto en 872, y a partir de entonces saltaron a todo lo largo y ancho del Imperio, desde Al-Andalus hasta Persia.
LaUniversidad de Al Karaouine (Fez, Marruecos, 859) es considerada la más antigua del mundo.[50] La primera universidad completa sería laUniversidad Al-Azhar (El Cairo, Egipto, siglo X), que ofrecía una amplia variedad de graduaciones académicas, incluyendo estudios de post-grado.
↑Un ejemplo de esta utilización nos lo ofrecen quienes citan (descontextualizando sus circunstancias históricas) el conocido refrán alemán, «El aire de la ciudad os hará libres», como corroboración de la tesis ideológica que atribuye a la ciudad, en general, la capacidad de conseguir que un sujeto de la especie humana pueda alcanzar la libertad, es decir, sin tener en cuenta que el refrán citado se formula en el proceso de transformación del sistema feudal en el sistema constituido por las ciudades burguesas de la baja edad media.[56]
↑Para toda la sección Le Goff,op. cit., pgs. 80-87; la cita en cursiva, deAgustín Rico MansillaEn torno a Gonzalo de Berceo: Los "milagros de Nuestra Señora" y el culto a la Virgen, de donde también es esta cita:
Casi todos los historiadores que han estudiado el tema están de acuerdo en un punto: En Europa, los siglosXII yXIII marcaron el auge de uno de los fenómenos más interesantes del cristianismo, el culto a la Virgen María (Gerli,1988). Hasta ese momento, la devoción a la Virgen, aun existiendo, había sido algo de importancia menor en la Iglesia. Hilda Graef (1967), desde la más estricta ortodoxia católica, considera al siglo XII como la edad de oro de la mariología. Y Atienza (1991) estima que el culto a María en el occidente cristiano estalló masivamente a finales del siglo XI se expandió a lo largo de los siglosXII yXIII y se estabilizó, pero con una implantación popular cada vez más amplia, a partir del siglo XIV
↑Juan Martín VelascoDiccionario de Mariología Págs. 580-582:Paganismo y devoción a María; también Agustín Rico Mansillaop. cit.
parece casi seguro que la consideración y aceptación por la Iglesia del protagonismo mariano en el misterio de la Encarnación fue evolucionando progresivamente desde el siglo II hasta el V (Concilio de Efeso), pero no puede afirmarse con seguridad que se difundiera entre la gran masa de fieles y, menos aún, que fuese objeto de un culto generalizado. Por otra parte, conviene recordar que la liturgia católica fue sustituyendo muy lentamente a los primitivos cultos precristianos, los cuales tardaron varios siglos en olvidarse; aún se pueden rastrear en muchas fiestas actuales de base pagana.Hemos visto que el estudio de las festividades dedicadas a María aporta algunos datos: En la Iglesia oriental solo se tiene noticia de una fiesta anterior al siglo V: la "Conmemoración de Santa María": y, a principios del siglo VI la del "Tránsito de la Virgen". Sorprendentemente, en la Iglesia romana no se conocen fiestas marianas hasta el siglo VII lo qué induce a pensar que la evolución fue bastante más lenta.
↑Es la tesis que defiende el historiadorKenneth Clark enCivilization, un prestigioso documental televisivo de laBBC, de la que se publicó también un libro.
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