Manuscrito: fragmento delPapiro Ebers.Producción de manuscritos entre los años 500 y 1500[1]
Unmanuscrito (dellatínmanu scriptum, que significa ‘escrito a mano’) es undocumento que contiene información escrita a mano sobre un soporte flexible y manejable (por ejemplo: elpapiro, elpergamino o elpapel), con materias como latinta de una pluma, de unbolígrafo o simplemente elgrafito de unlápiz. El manuscrito no tiene que ser necesariamente antiguo; unacarta es un ejemplo de manuscrito moderno. Generalmente, con ese nombre se hace referencia a escritos realizados por la mano de escritores importantes en cualquier campo del saber.
Se denominainscripción al texto que se graba en piedra, metal u otro material duro.
La historia de los manuscritos es muy antigua y constituye parte fundamental de las grandes culturas. Su misión era transmitir conocimientos, relatos o creencias a sus coetáneos, a las siguientes generaciones o a otras culturas. Losescribas delAntiguo Egipto están entre los más antiguos creadores de manuscritos. El fragmento más antiguo depapiro se descubrió en la tumba de Hemaka, alto oficial delfaraónDen (2914-2867 a. C.), en lanecrópolis deSaqqara, aunque no han perdurado los posibles signosjeroglíficos escritos en él.
Fragmenta canonica, f. 15 v. (siglosviii-ix). Códice 44 de laReal Academia de la Historia procedente delmonasterio de San Millán de la Cogolla. Letra visigótica. Pergamino 28 × 21 cm. En la línea 17, miniado en rojo, comienza uníncipit que reza:Incipiunt regule sibe definitiones exposite ab episcopis CL / qui in unum Constantinopolim uenerunt… En la 20 una N capitular, comienzo deNon spernendam esse fidem…
En el siglo III se aplica por vez primera el término en latín manuscriptum para designar el carácter "auténtico" o "autógrafo" de un documento. Los humanistas de los siglos siglo XV y siglo XVI destinaron la palabra libri para referirse a lo que nosotros entendemos por manuscritos en la actualidad.[2]
Los manuscritos más antiguos y auténticos de autores clásicos se hicieron sobre el papiro. Este material no era resistente para soportar el paso del tiempo y han desaparecido casi todas las obras escritas en esta materia.[3]
Por la inconsistencia y la escasez del papiro, se inventó el pergamino en Pérgamo durante los tiempos dePtolomeo II. Gracias a los materiales con los que se fabricaba este instrumento (piel de cordero, vaca o cabra), era más resistente y, en vez de enrollarlo en tiras, se podía plegar en códices, similar a los libros que tenemos hoy en día.[4]
Los copistas y amanuenses se encargaron de la corrección de los códices, ellos arreglaban los manuscritos según sus conocimientos e intuiciones, y se fueron apartando cada vez más del original cuando se multiplicaron las copias.[5]
En la época medieval, losmonjes fueron los mayores productores y copistas de manuscritos (hoy llamadoscódices) en Occidente, la mayoría de temas religiosos; ellos trabajaban en elscriptorium.
A mediados del siglo siglo XV el invento de laimprenta porJohannes Gutenberg hizo que los manuscritos no fueran la única forma dedocumento escrito, distinguiéndose desde entonces entre documentos y librosmanuscritos eimpresos. El término manuscrito acabó designando también los testimonios autógrafos de autores importantes o famosos.
Algunos estudios del siglo siglo XIX, entre los que se encuentran los escritos delAbate Flandrin y de su discípuloJean Hippolyte Michon, trataron de identificar la personalidad analizando el trazado de los caracteres manuscritos, naciendo de esta forma lagrafología.
Nuevos inventos, como lasmáquinas de escribir o laimpresión ófset, supusieron un gran avance en la reproducción de textos. Los teclados digitales, vinculados a la reproducción electrónica de los textos (en pantallas decomputadoras, telefonía móvil, celulares, etc.), han dejado el uso de la escritura manuscrita solamente para tareas escolares, personales (anotaciones) o algunas comunicaciones privadas (cartas, postales), siendo lafirma el último vestigio de dicha escritura manuscrita.
Los manuscritos pueden presentar diferentes formatos, de los cuales el más simple es una hoja o lámina. Puede componerse de varias hojas «cosidas», que se denominalibro ocódice. En la antigüedad se utilizó el rollo depapiro, formado por varias hojas llamadasplagulae, pegadas entre sí y enrolladas sobre uncilindro demadera o hueso. También se utilizaron rollos de pergamino, con las pieles cosidas entre sí, como los célebresrollos del mar Muerto.
Los más antiguos son los manuscritos sobre papiro y pergamino. Excepto los manuscritos egipcios, ninguno de ellos se remonta más allá del siglo siglo II de nuestra era. Los manuscritos sobre papel dealgodón oseda (charta bombycina) fueron muy usados desde el siglo siglo VIII al siglo XIV. Los que están sobre papel de hilo datan como mucho de principios del siglo siglo XIII. Durante laEdad Media, se escribieron muchos libros sobre pergaminos arrancados de antiguos manuscritos y rascados. Se les da el nombre depalimpsestos.[6]
El uso de esta forma antigua de transmisión de la información ha dado lugar en la actualidad a una rama de laarqueología denominadapaleografía, encargada de reconocer la procedencia y el contenido de ciertos manuscritos.
El arte de escribir se denominacaligrafía y está íntimamente relacionado con los manuscritos; es muy posible que la invención de laimprenta hiciera que algunas de estas grafías fueran desapareciendo debido a su desuso (es el caso delSütterlin enAlemania). En otros idiomas la caligrafía se ha convertido en un elemento esencial de su cultura; estos idiomas son: laCaligrafía árabe, que enidioma árabe, فن الخطfann al-jatt, significa «arte de la línea»; laCaligrafía china, o 書法 shūfǎ, en la que los ideogramas pueden ser trazados según cinco estilos históricos. Normalmente todos son realizados con pincel y tinta. Estos estilos están ligados intrínsecamente a la historia de laescritura china,Caligrafía japonesa yShodou que se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar, y se enseña como una materia más a los niños japoneses durante su educación elemental.
Los recintos acondicionados donde se conservan los manuscritos antiguos suelen ser lasbibliotecas. Las bibliotecas donde más manuscritos se encuentran son:
Biblioteca de Alejandría. Fue en su momento la más grande del mundo. Se estima que fue fundada a comienzo del siglo iii a. C. porPtolomeo I y que llegó a albergar hasta 900 000 volúmenes, todos ellos manuscritos.
Lacolección deCódices de las obras deAlfonso X el Sabio, repletas de escenas narrativas sobre temas variados constituyen un valiosotestimonio de su época.
Manuscritos del Mar Muerto, también denominadosRollos de Qumrán (llamado así por hallarse los primeros rollos en una gruta situada enQumrán, a orillas delMar Muerto) es una colección de casi 800 textos de origenjudío, escritos enhebreo yarameo.
Codex Gigas, también denominadoLa Biblia del Diablo, corresponde a un manuscrito elaborado en el siglo xii y considerado en esa época como la «octava maravilla del mundo», debido a su impresionante tamaño (92 × 50,5 × 22 cm), con 624 páginas, y 75 kg de peso.
Codex Aureus de Lorsch, también conocido como elLorsch Gospels, escrito entre 778 y 820 durante el reinado deCarlomagno. Estuvo localizado por primera vez en laAbadía de Lorsch enAlemania; denominado en el catálogo de la abadíaEvangelium scriptum cum auro pictum habens tabulas eburneas. Fue compilado en 830 bajo el abad Adelung. Fue llamado elCodex Aureus Laurensius, por las letras de oro del manuscrito y su localización en Lorsch.
Manuscrito Voynich, un libromanuscrito ilustrado de contenido desconocido, escrito hace alrededor de 500 años por un autor anónimo en unalfabeto no identificado y un idioma incomprensible.
Beato de Liébana: Un manuscrito miniado elaborado por unmonje que vivió en elmonasterio de Liebana. Allí fue donde escribió los Comentarios al Apocalipsis de San Juan, en el año 776. Diez años después, en 786, redacta la versión definitiva.
Las muy ricas horas del Duque de Berry, un manuscrito con amplias ilustraciones, que contiene plegarias para ser recitadas por los fieles laicos en cada una de las horas canónicas del día.
↑Herrero Llorente, Víctor José (1965). «CAPÍTULO III LA EDICIÓN CRÍTICA Y SU PROBLEMÁTICA». En Sánchez Pacheco, ed.Introducción al Estudio de la Filología Latina. Madrid, España: Editoral Gredos. p. p. 41.ISBN84-249-2833-4.
↑Herrero Llorente, Víctor José (1965). «CAPITULO II LOS MANUSCRITOS. CÓMO HAN LLEGADO HASTA NOSOTROS». En Sánchez Pacheco, ed.Introducción al Estudio de la Filología Latina. Madrid, España: Editoral Gredos. p. p. 29.ISBN84-249-2833-4.
↑Herrero Llorente, Víctor José (1965). «CAPITULO II LOS MANUSCRITOS. CÓMO HAN LLEGADO HASTA NOSOTROS». En Sánchez Pacheco, ed.Introducción al Estudio de la Filología Latina. Madrid, España: Editoral Gredos. p. p. 31.ISBN84-249-2833-4.
↑Herrero Llorente, Víctor José (1965). «CAPITULO II LOS MANUSCRITOS. CÓMO HAN LLEGADO HASTA NOSOTROS». En Sánchez Pacheco, ed.Introducción al Estudio de la Filología Latina. Madrid, España: Editoral Gredos. p. p. 32.ISBN84-249-2833-4.
↑«Palimpsesto».Diccionario enciclopédico popular ilustrado. Salvat. 1906-1914.
Herrero Llorente, Víctor José (1965). Sánchez Pacheco, ed.Introducción al Estudio de la Filología Latina. Madrid, España: Editorial Gredos.ISBN84-249-2833-4.