Letrado es un términopolisémico, que inicialmente designaba a los que podían acceder a lasletras, en un contexto histórico en que estaralfabetizado (lo contrario deiletrado, en referencia alanalfabetismo) era en la práctica ser tenido porsabio oinstruido. A partir de la diferenciación de las distintas carreras universitarias en launiversidad medieval, el término pasó a utilizarse de forma restringida para el ámbito delderecho, para designar al también llamadohombre de leyes.
En la actualidad, el término se aplica genéricamente a cualquierabogado; aunque, específicamente, se utiliza en España para la función de losjuristas que asumen la asistencia jurídica de entidades públicas, como los Letrados de la Administración de la Seguridad Social o de las comunidades autónomas, o aquellos que preparan los dictámenes de instituciones como elConsejo de Estado y elTribunal Constitucional[1] y en las tareas legislativas y de otra índole de lasCortes Generales.[2]
En el usohistoriográfico, el términoletrados identifica a unjurista y también unaclase o grupo social emergente desde laBaja Edad Media, caracterizada por su formación universitaria en derecho y su vinculación a laburocracia de lamonarquía autoritaria. Su posición se basa en mecanismos alternativos a las estructuras tradicionales de lasociedad estamental, que se fundaba en losestamentos privilegiados —nobleza yclero — sobre una base de poder militar, religioso y territorial rural.
Con el intento de reducir la diversidad foral particularista mediante la tendencia a la implantación de un nuevo derecho potencialmente a imagen delderecho romano en laCastilla bajomedieval y atributo del Estado. Para ello, son necesarios funcionarios especializados, jueces o letrados que aplican el contenido de las leyes y fueros mediante pruebas y sussentencias tienden a ser universales para los mismos casos. Esto permite que determinados cargos, anteriormente ocupados por la nobleza, los ocupen ahora profesionalmente los letrados, que son amparados por la realeza.[3]
Desde el reinado de losReyes Católicos, aparecen cada vez más al servicio del rey y forman una clase ascendente. Asesoran, redactan leyes, sentencian, velan por el procedimiento judicial, siguiendo el camino hacia una concepción universal de la ley.
Los letrados fueron particularmente importantes en la formación de losestados modernos deEuropa Occidental en elAncien régime.
«¿Eran auténticosburgueses estosfuncionarios y letrados que gozaron de unapromoción tan importante en el reinado de losReyes Católicos? Creemos que no. Gente de origen modesto normalmente, acudían a las universidades donde conseguían el título de licenciados o doctores en derecho y a continuación hacían carreras en las administraciones o en los tribunales de justicia donde muchas veces conseguían amasar pequeñas fortunas no siempre por medios honrados. El mundo de loshombres de leyes comenzó a constituir una larga carrera:alcaldes,oidores yescribanos formaban ya una cohorte importante a comienzos del siglo XVI.B. Bennassar nos ha dejado una perfecta descripción de su capital,Valladolid, sede de lachancillería que constituía un medio de vida para miles de personas. Los cargos reportaban cuantiosos beneficios a sus titulares que se las arreglaban además para transmitirlos a sus herederos o para obtener mayores beneficios mediante su venta de una manera más o menos abierta: bastaba con renunciar en favor de un hijo o de cualquier otra persona; esto no podía engañar a nadie, pero tampoco existía una seria oposición a esta práctica. Gracias a los puestos que ocupaban, los letrados no encontraban dificultad en sustraerse al pago de los impuestos. Así comenzaban su camino hacia lahidalguía y quizás incluso hacia la nobleza.»[4]