Laslenguas sino-tibetanas forman unafamilia de lenguas que incluye más de 250 idiomas que se hablan desde el norte de laIndia, al occidente, hastaTaiwán, por el sureste, y desdeChina, al norte, hasta lapenínsula de Malaca, por el sur. En número de hablantes, solamente la aventaja lafamilia indoeuropea. La procedencia de estas lenguas se ha tratado de situar en diversas culturas neolíticas deChina central. Las lenguas modernas del grupo se caracterizan por su tendencia a latonalidad, aunque se discute si este rasgo se remonta alproto-sino-tibetano, antecesor común a todas ellas, o se debe a innovaciones posteriores.[2]
Existen correlatos arqueológicos entre la culturaneolítica de Yangshao y la prehistoria reconstruible de los pueblos sino-tibetanos. Lacultura de Yangshao (c. 5000-3000 a. C.) se originó en la cuenca delrío Amarillo y las llanuras centrales del norte de China. Posteriormente estos grupos humanos se habrían dividido en un grupo meridional (tibetobirmanos) y un grupo septentrional (sínitos o proto-chinos).[3][4] Naturalmente, no existen testimonios escritos de esta época, por lo que toda la información debe extraerse de los datos conjuntos de lareconstrucción lingüística, laarqueología y laarqueogenética.
Respecto al origen y la propagación de las lenguas sino-tibetanas se han propuesto varias teorías. Entre las más citadas figura la que remonta su origen 7200 años atrás con la última cultura Cishan y la temprana Yangshao (óvalo rojo en el mapa precedente, las flechas negras serían vías de expansión no sinítica) y relaciona su expansión al impulso de la agricultura delmijo. Un grupo de investigadores concluyeron este estudio después de aplicar el método lingüístico comparativo a la base de datos de datos lingüísticos comparativos desarrollada por Laurent Sagart en 2019 para identificar correspondencias de sonidos y establecer cognados, se utilizan métodos filogenéticos para inferir relaciones entre estos idiomas y estimar la edad de su origen y tierra natal.[5][6]
Hipótesis del origen en la cultura neolítica de Yangshao.
La existencia de la subfamilia tibetano-birmana fue propuesta a principios de la década de 1850, cuando se encontró que muchas palabras del «tibetano escrito» (tibetano clásico), documentado desde el siglo VII, parecían sercognados de palabras del «birmano escrito» (birmano clásico), atestado a partir del siglo XII. A partir de entonces varios estudiosos británicos y administradores coloniales de India y Birmania empezaron a estudiar alguna de las docenas de lenguas «tribales» poco conocidas de la región que mostraron tener cierta relación con las dos grandes lenguas literarias, el tibetano y el birmano clásicos. Este temprano trabajo fue recopilado en la monumental recopilaciónLinguistic Survey of India [Grierson y Konow 1903-28], en tres volúmenes, de los cuales «Vol. III, Parts 1,2,3» están dedicadas a listas de palabras y textos en tomados de diversas lenguas tibetano-birmanas.
En reconocimiento de la familia sino-tibetana en su extensión actual solo se dio a principios del siglo XX. Benedict (1942) creó el término sino-tibetano para un grupo similar al que previamente se había llamado indo-chino (el propio Benedict excluyó laslenguas tai y laslenguas austroasiáticas, que previamente algunos incluían en el grupo indo-chino). Shafer (1946, 1955, 1974), aunque adoptó el término sino-tibetano, siguió considerando dentro de la familia lenguas que actualmente no se consideran sinotibetanas, aunque algunos de los grupos de primer nivel usados por Shafersinítico,daico (kadai),bódico, birmano, bárico ykarénico fueron correctamente identificados por Shafer.
Generalmente se reconoce como grupofilogenéticamente válido al formado por las lenguas tibetano-birmanas (TB) y las lenguas karénicas (Kr), a la que la mayoría de autores añaden las lenguas chinas (Ch). Muchas lenguas tibetano-birmanas son insuficientemente conocidas, y su número exacto en ciertas regiones se desconoce. Por ejemplo para algunas regiones no existen listas completas de todas las lenguas, pero en muchos casos se desconoce si dos formas lingüísticas son lenguas separadas o deben considerarse dialectos de la misma lengua, por la escasa documentación existente de las lenguas de ciertas regiones, particularmente en el NE. de la India.
En cuanto a la clasificación de las lenguas sino-tibetanas tampoco existe acuerdo sobre los detalles de las relaciones internas de la familia, por ejemplo aunque las lenguas chinas constituyen una unidad filogenética válida es más difícil asegurar si laslenguas tibetano-birmanas constituyen una unidad filogenética válida. Tampoco está claro si la familia sino-tibetana forma parte de una familia más amplia, así algunos autores amplían la macrofamilia hasta incluir laslenguas miao-yao o incluso laslenguas tai-kadai, frente a otros que la reducen considerablemente, sugiriendo incluso que laslenguas chinas no están relacionadas con el resto delenguas tibetano-birmanas arguyendo la ausencia de correspondencias fonéticas regulares y la escasez de morfología común claramente reconstruible.[7]
Aún considerando sólo los tres grupos habituales (TB, Kr, Ch), hasta la fecha no existe un modelo de árbol no-disputado que muestre las interrelaciones internas.[8] Benedict propuso nueve grupos coordinados:[9]
No existe acuerdo general sobre la relación filogenética dentro de las lenguas sino-tibetanas, por lo que diferentes autores proponen diferentes agrupaciones, sólo en las agrupaciones de nivel inferior marcadas con una (F) existe acuerdo amplio de que constituyen unidades filogenéticas:
Algunoslingüistas consideran laslenguas tai-kadai y laslenguas miao-yao como parte de laslenguas sino-tibetanas, e incluso se ha propuesto que algunaslenguas paleosiberianas como elket están relacionadas con la macrofamilia sino-tibetana.Otros lingüistas han reunido cierta evidencia comparativa que relaciona el sino-tibetano con laslenguas austroasiáticas y laslenguas austronesias, sugiriendo el nombre desino-áustrico para la hipotética macrofamilia de la que formarían parte tanto las lenguas sino-tibetanas, como las austronesias y las austroasiáticas. Otro intento es el de relacionar las lenguas sino-tibetanas con otras lenguas de Eurasia en lamacrofamilia dené-caucásica.
Sin embargo, hasta que el trabajo de reconstrucción del proto-sino-tibetano y otras proto-lenguas no esté más avanzado, es difícil juzgar la verosimilitud de éstas y otras propuestas del mismo tipo.
Aunque actualmente existe una cierta cantidad de vocabulario comparativo, existen muy pocos morfemas gramaticales reconstruidos y la reconstrucción del hipotético proto-sino-tibetano está sorpredentemente poco avanzada. Ni siquiera se han trabajado en detalle las correspondencias fonéticas regulares, que constituyen uno de los primeros pasos delmétodo comparativo, previos a la reconstrucción rigurosa.[10] Lo que puede afirmarse con certeza del proto-sino-tibetano es tan poco que ni siquiera está claro que fuera unalengua tonal. Lo cual explicaría la existencia de lenguas sino-tibetanas no tonales, y el origen claramente derivado de varios de los tonos del chino y otras lenguas.
Tampoco en gramática se puede afirmar mucho debido a que las lenguas tibetano-birmanas tienen características tipológicas casi opuestas a las lenguas chinas. Las lenguas tibetano-birmanas son de ordenSOV, generalmente rígido, conpostposiciones y tienden a serlenguas aglutinantes con unaflexiónnominal yverbal bastante desarrollada. Por otro lado, las lenguas chinas suelen tener preposiciones, admiten ordenSVO y son fuertemente aislantes. El proto-tibetano-birmano sugiere que el estadio más antiguo es el de las lenguas tibetano-birmanas, y que las lenguas chinas innovaron adquiriendo rasgos tipológicos presentes en otras lenguas del sudeste asiático.
La reconstrucción del proto-sino-tibetano se ve dificultada, por la falta de una clasificación adecuada de las lenguas de la familia. Si se dispusiera de una clasificación mejor, podría empezarse reconstruyendo lasprotolenguas asociadas a cada división primaria (proto-sinítico, proto-birmánico, proto-himaláyico, proto-karénico, ...) y a las agrupaciones de orden superior, para encontrar qué rasgos son arcaicos y cuales innovaciones. Un buen ejemplo, dearcaísmo morfológico lo constiutuyen ciertos prefijos fósiles en losnumerales.[11] Frecuentemente esos prefijos aparecen en unas lenguas y no en otras de manera aparentemente azarosa. Ese tipo de prefijos semánticamente poco motivados y fosilizados, por tanto, no pueden ser resultado de innovaciones o desarrollos paralelos y, por tanto, deben interpretarse como restos de la antigua morfología del proto-sino-tibetano.
Existen muchas dificultades en la reconstrucción delproto-sino-tibetano y existen discrepancias en los especialistas sobre el propia inventario fonológico. Algunas de las dificultades se deben al sistema de escritura chino, como la morfología escasa de estas lenguas y otros problemas. Sin embargo, se han identificado listas razonables decognados, de los que se presenta una muestra a continuación:
↑Cf. Beckwith, Christopher I. 1996. "The Morphological Argument for the Existence of Sino-Tibetan."Pan-Asiatic Linguistics: Proceedings of the Fourth International Symposium on Languages and Linguistics, January 8-10, 1996. Vol. III, pp. 812-826. Bangkok: Mahidol University at Salaya.