
La Mancha es unacomarca natural[1][2] situada en lacomunidad autónoma deCastilla-La Mancha (España), que ocupa parte de lasprovincias deAlbacete,Ciudad Real,Cuenca yToledo. Su superficie varía según los autores: desde 15.000km²[3][4] hasta 30 000 km²[5][6][7][8] constituyendo una de las llanuras naturales más extensas de lapenínsula ibérica. La Mancha representa el centro de laSubmeseta Sur, ubicada entre las comarcas deMesa de Ocaña,Montes de Toledo,Campo de Calatrava,Sierra Morena,Campo de Montiel,Campos de Hellín,Corredor de Almansa,La Manchuela,La Alcarria y laSerranía de Cuenca.

La Mancha es una comarca natural del centro deCastilla-La Mancha, situada al sur de laMeseta Central, que constituye una de las más extensasaltiplanicies de lapenínsula ibérica. Sus límites son poco precisos,[6] abarcando parte de las provincias deAlbacete,Ciudad Real,Cuenca yToledo.[9][10] Si bien, el términoLa Mancha ha tenido distintos significados a lo largo del tiempo.
Una de las definiciones de La Mancha la proporcionaPascual Madoz en su obraDiccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1848):

el terr. llamado Mancha, abraza indudablemente el país, generalmente llano, raso y árido, contenido desde losmontes de Toledo á los estribos occidentales de lasierra de Cuenca, y desdela Alcarria hastaSierra-morena; entrando en esta comprensión, lo que se llamamesa de Ocaña y del Quintanar, los part. deBelmonte ySan Clemente, los terr. de la orden deSantiago,San Juan yCalatrava, y toda la tierra deAlcaráz; sus confines al N. son elTajo, y la parte llamada propiamenteCastilla la Nueva; E. los reinos deValencia yMurcia; S. los deCórdoba yJaen; O. las provincias deEstremadura, estendiéndose 53leg. de E. á O. y 33 de N. á S.: hasta el siglo XVI, la parte oriental de este terr. se denominóMancha de Montearagon y Mancha de Aragon[...]; todo lo demás se denominó simplemente Mancha: después se dividió la Mancha enAlta yBaja, según su diferencia de nivel y curso de las aguas: la Alta comprende la parte NE: desdeVillarrubia de los Ojos á Belmonte, país de los ant. puebloslaminitanos; y la Baja la parte SO. incluyendo los campos deCalatrava y deMontiel, país de los ant.oretanos.[11]
Similares descripciones de La Mancha harían años más tarde José de Hosta (1865),[12] o laenciclopedia Espasa.

Madoz (1848) también acota La Mancha según la división territorial del momento:
Según la division civil actual, el terr. de la Mancha corresponde á 4 prov. La de Ciudad-Real casi entera se halla en esta demarcacion (V.) y por eso continúa siendo conocida vulgarmente con el nombre de prov. de la Mancha: la de Toledo tiene en el mismo su parte oriental, es decir, los part. deOcaña,Madridejos,Lillo yQuintanar: la de Cuenca, los de Belmonte y San Clemente; y la de Albacete, los de Alcaráz yLa Roda.[11]
Sin embargo, la descripción de Madoz es ambigua, pues en la práctica intentaba plasmar los límites de la antiguaprovincia de La Mancha, que no la comarca de La Mancha, dos elementos distintos que comparten topónimo. La primera era una entidad administrativa delreino de Toledo oCastilla la Nueva, mientras que la segunda una comarca natural desde el ámbito de lageografía física.
Según el estudioEn torno al concepto y límites de un topónimo olvidado: La Mancha de Montaragón del historiador Aurelio Pretel Marín (1984), algunas localidades de las actuales provincias de Cuenca, Albacete, Valencia, Alicante y Murcia formaban parte de la histórica Mancha de Montearagón.[13] Este término se empleaba para denominar un amplio espacio de frontera del este de laCorona de Castilla durante la Edad Media, asociado aparte de los reinos deToledo o Castilla la Nueva yMurcia. Aunque llamadoLa Mancha, no hay que confundirlo con la antigua provincia de La Mancha, ni con la comarca de La Mancha, pues no hay vinculación entre ellas más allá de compartir topónimo. En el mismo estudio de Pretel Marín (1984), también se incluyen en el borde oriental de la Mancha de Montearagón a las localidades históricamentecastellanas nuevas deRequena (en laprovincia de Valencia), ymurcianas deVillena ySax (en laprovincia de Alicante), junto aYecla.
En ocasiones, La Mancha Alta es ampliada para incluir localidades de la comarca toledana deLa Sagra, comoEsquivias, e inclusoMadrid,[14] que con frecuencia ha sido descrita como unpoblachón olugarón manchego. Si bien, esta denominación está vinculada al mal uso del términomanchego, pues tanto en el pasado como en la actualidad es erróneamente común por parte de la sociedad civil y medios de comunicación denominar al conjunto deCastilla-La Mancha y, en su día,Castilla la Nueva, comoLa Mancha omanchego, cuando ni la totalidad de la región es La Mancha, desde el punto de vista de la geografía física, ni desde el plano histórico (provincia de La Mancha).[15][16][17][18]
Existen también otras descripciones de La Mancha, como la que realizan Félix Pillet y Miguel Panadero en sus estudios para una comarcalización geográfica deCastilla-La Mancha desde el punto de vista de la geografía física (la cual dividen en comarcasde sierra,de transición yde llanura), y en la que limitan La Mancha a «una gran comarca o subregión de Castilla-La Mancha», convirtiéndola en una comarca de llanura que abarcaría 15 900 km² y más de 90 municipios.[19] Presentan en calidad de comarcas de transición, al Campo de Calatrava, al Campo de Montiel, a la Tierra deAlarcón, a La Manchuela y alCorredor de Almansa, y en calidad de comarcas de sierra, alValle de Alcudia, la deAlcaraz y la deSegura.[20] Este tipo de descripción es la más empleado por investigadores e instituciones de Castilla-La Mancha y España, pues prevalece el uso del términoLa Mancha como comarca natural delimitada por una serie de aspectos geográficos donde el denominador común es la llanura, frente al administrativo de la antigua provincia de La Mancha, ya en desuso y sin correlación alguna con la comarca de La Mancha, pese a compartir topónimo.
Cabe destacar también, la importancia de la altitud a la hora de determinar que es exactamente La Mancha, que abarca entre 600 y 700 metros sobre el nivel de mar. Uno de los significados más aceptados es que La Mancha es "lugar elevado", teniendo en cuenta la altitud de Campo de Criptana, en pleno corazón de La Mancha que son 707 metros y por ejemplo la de Puertollano (que es una de las últimas grandes localidades hacia el sur de La Mancha), vemos que su altitud apenas varía, 708 metros, las altitudes de Cuenca, Toledo, Talavera y demás comarcas no vinculadas a La Mancha no corresponden a esas altitudes, lo que nos demuestra la importancia de la altitud para determinar los límites de La Mancha Geográfica, que no histórica.
Varias son las teorías sobre el origen del topónimoMancha. Las hay que lo relacionan con el mismo origenlatino de la palabracastellana "mancha" (macŭla),[21] pero son más las que establecen un origenárabe de la palabra. Las hay que lo relacionan con la palabra árabe "manxa", traducida como "tierra seca", pero se da más probabilidad[cita requerida] a su procedencia de la palabra árabe "mányà", que se ha traducido como "alta planicie", "lugar elevado" y "meseta".
Otra teoría, mucho más antigua, también sugiere que La Mancha procede del árabe. La teoría surge a partir del historiadorJerónimo Zurita quien afirma que otro historiador,Pero López de Ayala, tuvo noticia cierta del nombre de Mancha como tierra de espartos, seca, que los godos la llamaban Espartaria y que los árabes mantuvieron el léxico Espartaria que en lengua árabe sería Manxa. Esta tierra Espartaria se vincula con el antiguo Campo Espartario o Espartaria, de laCarthagena Espartera, heredero a su vez de la provincia romana y visigodaCarthaginense, que englobaba a gran parte de la actual Castilla-La Mancha.[22]
En cualquier caso, las primeras menciones de que se tiene constancia con el topónimoMancha datan del año 1237, y se dan en acuerdos entre las órdenes deSan Juan ySantiago. En un caso, se trata del trazado de los límites de ambas Órdenes: «Entonces laRuidera tengan los frailes deUclés, y partieron por medio con la Moraleja por soga, y de este mojón a laMancha de Haver Garat, a tanto que llegue con el otro mojón que está entreCriptana ySanta María, y de este mojón que está entre la Moraleja y la Roidera sale el valle arriba a la carrera que va de la Ruidera aAlhambra y recude al Pozo del Allozo». En el otro, se trata de un pago en cabezas de ganado del comendador de la Orden de Santiago a la de San Juan, en compensación "«por ayuda del agua deGuadiana que saco por laMancha de Montearagón».
Según parece, laMancha de Haver Garat hace referencia a la posteriorMancha de Vejezate, comarca en la que hoy se encuentran localidades comoTomelloso ySocuéllamos, y que tenía por centro la hoy despobladaTorre de Vejezate. LaMancha de Montearagón, en origen «de Montaragón», por su parte, señalaría al territorio extendido desde laslagunas de Ruidera hacia el Este, por el que se “montaba” haciaAragón, hasta elreino de Valencia que en esos momentos se encontraba bajo plena conquista por parte del rey deAragón,Jaime I.
En 1282,don Manuel,señor de Villena, recibió del que sería el reySancho IV de Castilla los extensos términos deChinchilla,Jorquera yVes, en la Mancha de Montearagón. Con el tiempo, y la expansión de estos dominios aHellín y la Tierra de Alarcón, de acuerdo con las conclusiones de Pretel Marín (1984), el concepto geográfico de la Mancha de Montearagón y el político del Señorío (y despuésMarquesado) de Villena tenderían a confundirse e identificarse.

Por otro lado, en 1353, el Maestre de la Orden de Santiago,don Fadrique, atendiendo a la petición de diversos pueblos de la zona bajo jurisdicción de su Orden, creó el Común de La Mancha,[23][24] incluyendo territorios de la Mancha de Vejezate, con posesiones entre los ríosGuadiana yGigüela y cabeza enQuintanar de la Orden. Entre 1478 y 1603 son descritos como pertenecientes al Común de La Mancha los siguientes pueblos:[25]
No obstante, el concepto de La Mancha en aquel tiempo y en los siglos posteriores no se limitaba al Común de La Mancha y al Marquesado de Villena, sino que es más extenso, aunque no tanto como lo sería posteriormente. En la década de los 70 del siglo XVI, en lasRelaciones topográficas de Felipe II, amén de las localidades del antiguo común santiaguista, entonces yapartido, también las localidades delCampo de San Juan dicen estar en La Mancha.[26] En cambio, no hacen lo mismo las localidades delCampo de Montiel, de entre las que soloMembrilla dice estar en La Mancha, ni tampoco las delCampo de Calatrava, del que solo cuatro pueblos dicen situarse en La Mancha. López-Salazar (2005) supone que en el caso del Campo de Calatrava, la vinculación al maestrazgo de Calatrava o al partido deAlmagro tuvo mayor peso que la simple referencia geográfica, pero también quela Mancha no era entonces "un topónimo de fortuna". De hecho, hubo localidades que dijeron estar en La Mancha (Ballesteros yTirteafuera) con menos razones geográficas que lo justificasen que otras que no lo hicieron (comoDaimiel oManzanares). Similares circunstancias ocurren en la Mancha de Montearagón, llamada por deformación en esta épocaMancha de Aragón, en la cual, en las mismasRelaciones deFelipe II, son pocos los lugares que dicen situarse en la misma, prefiriendo en su lugar la denominación delMarquesado (de Villena) incluso después de la desaparición del mismo, según Petrel Marín (1984), por su mayor importancia como realidad política y por el rechazo a llamarse "de Aragón" de unos pueblos que nunca fueronaragoneses sinocastellanos.
En 1605, tres décadas después de lasRelaciones de Felipe II,Miguel de Cervantes publicóEl ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y en 1615, su segunda parte:Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Se trata de unaburla: los protagonistas de sus queridoslibros de caballerías en que se inspira son oriundos de países o comarcas dignos: Grecia, Francia, Bretaña, etc. (véase). Decir que Don Quijote es de la Mancha no es un ataque a esta comarca, sino una manera de hacer que el lector se ría de este personaje, presumido al principio de la novela. Pero el enorme éxito de la novela supuso también, de acuerdo con López-Salazar (2005), el "éxito del topónimo" de la tierra en que transcurre y que es la patria del protagonista, Don Quijote. Dicho éxito del topónimo habría también supuesto la ampliación de sus límites.

En 1691 se creó laprovincia de La Mancha, incorporando los partidos deCiudad Real (que fue su capital),Almagro (con todo el Campo de Calatrava),Infantes (con todo el Campo de Montiel) yAlcaraz. En un primer momento, sin embargo, no incluyó territorios del antiguo Común de La Mancha, ni del Campo de San Juan, ni de la llamada Mancha de Aragón, pero sí territorios que trascendían los límites geográficos de la llanura manchega, como lasierra de Alcaraz o la zona deAlmadén. En 1785 se incorporarían a dicha provincia diversos pueblos de la Mesa del Quintanar (el antiguo Común de La Mancha), y en 1799 lo haría el partido del gran Priorato de San Juan (esto es, todo el Campo de San Juan). Esta división provincial alcanzó un profundo arraigo (López-Salazar, 2005), lo que no evitó intentos de reforma durante laGuerra de la Independencia, elTrienio Liberal y, finalmente, elreinado de Isabel II. En 1833 los territorios de la antigua provincia de La Mancha fueron distribuidos entre las provincias deJaén (en una pequeña porción),Cuenca,Toledo,Albacete y, sobre todo,Ciudad Real, lo que motivaría que esta provincia fuese conocida popularmente durante un tiempo como "provincia de La Mancha".

Del siglo XIX datan descripciones de La Mancha como la de Madoz. Al respecto, debe recordarse que la provincia de Albacete estaba adscrita desde su creación en 1833 a laregión de Murcia, y buena parte de su territorio lo estuvo antes alReino de Murcia. Por el contrario, las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo estaban integradas en la región delReino de Toledo/Castilla la Nueva junto con las provincias deGuadalajara yMadrid. En ese mismo siglo y en el siguiente, nace un movimientoregionalista manchego que reivindica la creación de una Región Manchega que integrase a las que consideraban como las cuatroprovincias manchegas (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo), que no obtendría frutos. La mayoría de estas cuatro provincias no eran ni sonLa Mancha, ni desde el plano histórico (provincia de La Mancha), ni geográfico (comarca natural). El regionalismo manchego de principios del siglo XX amplió el uso del términoLa Mancha ymanchego al conjunto de estas provincias.

Durante laTransición española, con la división deEspaña encomunidades autónomas, y tras profundos debates sobre su extensión y nombre, se creó la comunidad autónoma deCastilla-La Mancha, que integró a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, y separó de su región histórica, cultural y natural a la de Madrid. Aunque esta comunidad autónoma incluye diversas comarcas, entre ellas La Mancha es frecuente, pese a tratarse de un error, encontrar en los medios de comunicación y en el habla cotidiana referencias a la comunidad de Castilla-La Mancha como "La Mancha" y abreviar el gentilicio de la comunidad, "castellano-manchego", a "manchego". Esta acción ha favorecido que otras comarcas serranas o de piedemonte de Castilla-La Mancha queden diluidas frente a lo manchego.[27][28][29][30]
ActualmenteLa Mancha, desde el plano de la geografía física, queda representada como comarca natural dentro de la división comarcal y de mancomunidades de Castilla-La Mancha, pese a no contar con una entidad administrativa propia. Está conformada por La Mancha de Ciudad Real, de Toledo y de Cuenca, losLlanos de Albacete y laMancha Júcar-Centro. Igualmente, La Mancha también queda representada en variasdenominaciones de origen eindicaciones geográficas protegidas que utilizan el nombre de La Mancha (DO La Mancha (devino),azafrán de La Mancha ymelón de La Mancha) o su gentilicio (queso manchego ycordero manchego), cuyas áreas de producción, en todo caso, no son coincidentes.


Los restos prehistóricos en La Mancha no son escasos, sin embargo escasean los estudios en profundidad de los yacimientos de la zona. Existen abundantes yacimientos delPaleolítico en superficie, fundamentalmente en torno a los ríos, que en origen pudieron ser campamentos estacionales.[31] ElGuadiana y sus afluentes conforman una zona especialmente pródiga en yacimientos de este tipo. Como ejemplo, en la zona delAlto Guadiana dominada por los cursos de los ríosCórcoles ySotuélamos y laCañada de Valdelobos hay una gran concentración de yacimientos delPaleolítico Medio.[32] Concentraciones similares se pueden encontrar en elcurso medio del Guadiana. En cuanto aArte Paleolítico se pueden encontrar algunas pinturas rupestres como las figuras esquemáticas deFuencaliente, vagamente similares a las del levante peninsular.
Durante elNeolítico y laEdad del Bronce se desarrolló en la zona sur y central (este de Ciudad Real y oeste de Albacete) la llamadaCultura de las Motillas. Esta civilización sedentaria se caracterizaba por la construcción de asentamientos formados por viviendas apretadas en cinturones de murallas concéntricas, las cuales formaban varios niveles escalonados, dando una apariencia de cerro artificial al asentamiento y facilitando su defensa frente a las invasiones. Posteriormente la zona sufrió la invasión sucesiva de pueblosindoeuropeos y más tarde recibió influencias de la culturaíbera, sobre todo en Albacete y Ciudad Real, donde cabe mencionar los múltiples e importantes yacimientos y poblados existentes en toda laprovincia de Albacete como elcerro de los Santos, elLlano de la Consolación,Pozo Moro,El Amarejo o los poblados íberos deAlarcos y delcerro de las Cabezas, enValdepeñas. Dentro de esta cultura hispana clasifican los autores antiguos a los dos pueblos que habitaban la región manchega (a pesar de su también fuerte influencia indoeuropea), losoretanos (con núcleo enOretum, actualGranátula de Calatrava, enCiudad Real) y loscarpetanos del curso delTajo, cuya principal ciudad eraToletum (actual Toledo), consagrada al dios de las aguas Tolt. Eran pueblos de ganaderos, agricultores y fieros guerreros. Las primeras referencias históricas que se tienen de la región son las de las guerras entre loscartagineses y los pueblos indígenas, poco antes de lasegunda guerra púnica. El motivo principal de estas guerras estaba en la posesión de las minas deSisapo (hoyLa Bienvenida), el mayor depósito demercurio del mundo, que ha sido uno de los ejes motores de La Mancha hasta los años 70 del pasado siglo.

Los romanos, que conquistaron Toletum en el 193 a. C., denominaron a esta gran extensión, según algunas teorías, "Campo Espartario" (seguramente por el cultivo deesparto), si bien otras relacionan a dicho topónimo exclusivamente con la zona deCartagena (en aquel tiempo,Carthago Nova, y posteriormenteCarthago Spartaria).Estrabón habla ampliamente de esta región y cuenta en su Geografía que en tiempos deAugusto se realizaron unas obras muy importantes en la antiguavía romana que iba desdeRoma a Gades (actualCádiz). Hicieron un desvío cercano a la costa para evitar el paso por el Campo Estepario que consideraban largo y árido, y probablemente también para evitar las acciones de guerrilla de los lugareños, que se prolongaron hasta bastante tiempo después de finalizada la conquista romana. Durante este periodo las ciudades fueron de poca importancia, destacandoLaminium,Libisosa,Toletum,Segóbriga,Sisapo yOretum. Con la llegada delcristianismo, Toledo y Oretum se convirtieron en obispados.
A la caída del dominio delImperio romano en la zona, en el siglo V de nuestra era, se produjo el paso de los pueblosvándalos yalanos, tras los cuales impusieron su dominio losvisigodos, quienes establecieron la capital de sureino enToledo en el año 569.[33] En estos tiempos, sin embargo, amplias extensiones de La Mancha permanecían deshabitadas.
En el año 711, losárabes cruzaron elEstrecho de Gibraltar y dieron comienzo a la conquista de lapenínsula ibérica, a la que llamaríanAl-Ándalus. Precisamente, según varias teorías, es de lalengua árabe de la que procede el topónimo "Mancha": así,Manxa oAl-Mansha se traduce como "tierra sin agua", yManya como "alta planicie" o "lugar elevado", siendo estas teorías las más comunes sobre el origen del topónimo.[34]Bajo el dominio musulmán, La Mancha se mantuvo en buena medida escasamente poblada, si bien aparecieron y se desarrollaron algunas ciudades, comoToledo, Calatrava, de fundación Omeya (sgl.VIII-IX),Cuenca oAlcaraz, que se convirtieron en centros de importancia de laindustria textil. Los árabes, además, contribuyeron enormemente a laagricultura de la región gracias a sus avanzadas técnicas deregadío, así como a laganadería, con la introducción de laoveja merina.


Tras la ruptura delCalifato de Córdoba, la mayor parte de La Mancha quedó bajo el control de laTaifa de Toledo, el cual tuvo que enfrentarse a lastaifas deSevilla yMurcia por el control del territorio manchego. La intervencióncastellana en ayuda de los toledanos culminó en la entrega de la ciudad de Toledo en 1085, con lo que se dio comienzo a laReconquista cristiana de La Mancha, al apoderarse el Reino de Castilla de su zona norteña. No obstante, Castilla tuvo que enfrentarse a losalmorávides, quienes fueron llamados en auxilio por las otras taifas, unificando Al-Ándalus. Se convirtió entonces La Mancha en un continuocampo de batalla, con frecuentes incursiones de ambos bandos, y escaso poblamiento humano. El máximo dominio almorávide llegó tras labatalla de Uclés, en 1108, que obligó a los castellanos a replegarse hasta elTajo. En 1144 comenzó la descomposición del Imperio Almorávide, que culminó en lossegundos reinos de taifas, si bien pronto se produjo la llegada de losalmohades. Esta situación propició el avance cristiano por el territorio manchego, siendo tomadaCalatrava en 1147 y encargada su defensa en 1158 aRaimundo de Fitero, fundador de laOrden de Calatrava. Sin embargo, la derrota castellana ante los almohades en laBatalla de Alarcos, en 1195, provocó la retirada de la Orden y la paralización de la reconquista cristiana, que se reanudó en 1212 con laBatalla de las Navas de Tolosa. Al año siguiente el reyAlfonso VIII, crea el Alfoz deAlcaraz, de este modo casi toda La Mancha quedaría definitivamente bajo control castellano, así como el valle delGuadalquivir, a cuya repoblación se le otorgó prioridad frente a la de La Mancha, buena parte de la cual quedó bajo el dominio de lasórdenes militares. Así, elCampo de Calatrava quedó bajo control de la Orden de Calatrava (en mitad de cuyos dominios fundóAlfonso X el Sabio en 1255Villa Real, actualCiudad Real, para contrarrestar el poder de la orden); laOrden de San Juan se adueñó delCampo de San Juan; y, mermando considerablemente el territorio deAlcaraz, laOrden de Santiago, con cabeza enUclés, se apoderó de buena parte de laMancha Alta y delCampo de Montiel. Unas décadas más tardaría en ser reconquistada la zona oriental de La Mancha, laMancha de Montaragón, cuya primera mención es de 1237,[35] al tiempo que se produce la primera mención dela Mancha de Haver Garat, los cuales constituyen los primeros registros del topónimoMancha. La mayor parte de la Mancha de Montearagón quedaría durante los siglosXIII yXIV bajo control delSeñorío de Villena (tras pasar la Tierra deAlarcón a su poder), sin embargo la zona oriental del Campo de Montiel, así como lasierra de Alcaraz, quedarían en los límites del Alfoz deAlcaraz, siendo la tierra alcaraceña parte de la denominada Mancha Oriental por la indisoluble unión entre llanura y montaña tanto por la orografía como por las vías.[36] Por otro lado, la Orden de Santiago dividió sus territorios en tres comunes: el Común de Uclés, el Común de La Mancha y el Común de Montiel. Los comunes eran asociaciones de pueblos de una misma jurisdicción con fines fiscales y ganaderos.

Como parte de los reinos deToledo y deMurcia (en su parte suroriental), integrados ambos en laCorona de Castilla, La Mancha fue escenario y sufrió las consecuencias de lasguerras civiles castellanas que tuvieron lugar en los siguientes siglos, y como zona fronteriza de Castilla con laCorona de Aragón, también fue escenario de las luchas entre ambas. Laprimera guerra civil castellana tuvo lugar entre 1351 y 1369, entre los partidarios del reyPedro Iel Cruel (el Justiciero, según sus partidarios) y los de su medio hermano, elbastardoEnrique de Trastámara. Dicha guerra se mezcló también con laguerra de los Cien Años entreFrancia eInglaterra, y con laGuerra de los dos Pedros (1356-1369), entre Pedro I de Castilla yPedro IV de Aragón. La guerra acabó en plena Mancha, con laBatalla de Montiel, en 1369, en la que Enrique mató a su hermano Pedro y se convirtió en el nuevo rey de Castilla,Enrique II. Como consecuencia de la guerra, el nuevo rey convirtió alSeñorío de Villena enMarquesado (el primero en la historia de Castilla), el cual otorgó aAlfonso de Aragón el Viejo en 1366, confirmándolo en las cortes de Burgos en febrero de 1367, cargo que no pudo desempeñar debido a su caída preso en mano inglesas durante la batalla de Nájera el 3 de abril de 1367.[37] A los efectos sobre la población de las guerras, hay que añadir los de laspestes, que afectaron a casi todaEuropa en el siglo XIV.
También en el siglo XV fue Castilla, y con ella La Mancha, lugar en el que se produjeron enfrentamientos entre las distintas facciones del reino, que culminaron en laguerra de sucesión castellana, que enfrentó a los partidarios deJuanala Beltraneja, hija deEnrique IVel impotente (o, según los rumores, delvalidoBeltrán de la Cueva), con los partidarios de la hermana de Enrique,Isabel. En concreto, en territorio manchego, el marqués de Villena (Diego López Pacheco), el gran maestre de la Orden de Santiago (Juan Pacheco, padre del marqués de Villena) y el maestre de la Orden de Calatrava (Rodrigo Téllez Girón, sobrino de Juan Pacheco) apoyaron a Juanala Beltraneja. Frente a estos, conAlcaraz a la cabeza (marzo de 1475), se alzaron varias villas del Marquesado y se produjeron enfrentamientos en el seno de las propias Órdenes. La guerra se convirtió en internacional al estar casada Juana conAlfonso V de Portugal e Isabel con el heredero del trono aragonés,Fernando. La guerra concluyó en 1479 con elTratado de Alcáçovas, que supuso la victoria de Isabel y Fernando, que años más tarde serían llamados losReyes Católicos. Tras la guerra, el Marquesado de Villena perdió buena parte de su territorio, pasando a ser derealengo, en tanto que Fernando el Católico fue elegido maestre de la Orden de Calatrava y asumió la administración de la Orden de Santiago. Precisamente, fueron los Reyes Católicos quienes crearon instituciones como laSanta Hermandad y laInquisición, y conquistaron en 1492 elReino nazarí de Granada, poniendo fin al dominiomusulmán en lapenínsula ibérica, y con él a los peligros de los ataques de losmoros en el sur de La Mancha.
Ya en el siglo XVI tiene lugar la última de las guerrascastellanas. Tras el acceso al trono deCarlos I de España, hijo deJuana I de Castilla,la Loca, y nieto de losReyes Católicos, este se rodeó en su gobierno deflamencos, lo que le granjeó enemigos. En 1520, estalló la revuelta en varias ciudades castellanas, lo que supuso el comienzo de laGuerra de las Comunidades de Castilla.Toledo se convirtió en uno de los centros principales de la revuelta, que exigía la devolución del trono a Juana entre otras medidas. La guerra concluyó con la derrota de loscomuneros en 1522. En 1523, el papaAdriano VI unió para siempre a laCorona de España los maestrazgos de lasórdenes militares deSantiago yCalatrava.


Tras la sublevación de losmoriscos en laRebelión de las Alpujarras (1568-1571), en la que son derrotados,Felipe II ordenó su dispersión por Castilla, incluida La Mancha, si bien estos serían finalmente expulsados en 1609. Es también en el siglo XVI en el que se extienden por gran parte de La Mancha losmolinos de viento,[38] encargados de moler el grano delcereal. Es en estos años en los queMiguel de Cervantes inmortalizó en su obraDon Quijote de la Mancha a la sociedad de la época y a la región de La Mancha, dándole fama universal. La primera parte del libro sería editada en 1605, y la segunda en 1615. Durante los siglosXVI yXVII, La Mancha, como el resto deEspaña, sufriría los efectos de las guerras continuas en el extranjero bajo el reinado de laCasa de Austria.
Entre 1701 y 1714, tuvo lugar laguerra de sucesión española, en la que los territorios de la Corona de Castilla apoyaron aFelipe de Anjou y los de laCorona de Aragón alArchiduque Carlos de Austria. La Mancha, como territorio fronterizo con Aragón, vivió batallas decisivas, como labatalla de Almansa. Finalmente, la guerra se saldó con la victoria deFelipe V. Bajo el reinado de losBorbones, durante el siglo XVIII, estos fueron fieles a la política delDespotismo ilustrado.
Ya en 1691 se decidió segregar del resto del Reino de Toledo a laprovincia de La Mancha, incorporando a ésta los partidos deAlcaraz,Almagro,Ciudad Real eInfantes, para facilitar su administración. Se situó la capital en Ciudad Real, aunque durante un breve periodo ésta pasó a Almagro (1750-1761). Con la ordenación territorial deFloridablanca, de 1785, se agregaron a la provincia de La Mancha los pueblos de la Orden de Santiago en la Mesa de Quintanar, y en 1799 los pueblos del Gran Priorato de San Juan, desgajados de laprovincia de Toledo. Con la ordenación territorial de Floridablanca quedaron también configuradas las provincias de Toledo yCuenca, mientras laprovincia de Murcia era ampliada hacia el noroeste, ocupando buena parte de la actualprovincia de Albacete. Las provincias de La Mancha, Cuenca y Toledo, junto a las deGuadalajara yMadrid, formaban la región deCastilla la Nueva.
En 1802,Carlos IV se proclamó Gran Maestre de laOrden de San Juan enEspaña e incorporó sus territorios a los de la Corona.[39]

Entre 1808 y 1813, tuvo lugar laguerra de la Independencia española. La Mancha sufrió los efectos de la guerra, en la que combatían las fuerzasfrancesas defendiendo al reyJosé I, impuesto porNapoleón, contra lasguerrillaspatriotas, que luchaban por el restablecimiento en eltrono deFernando VII. Destacaron como acontecimientos bélicos en esta guerra laContienda de Valdepeñas y laBatalla de Ciudad Real.
En La Mancha, como en otros puntos deEspaña, surgió unaJunta, la Junta Superior de la Mancha, frente a la administraciónafrancesada. Esta Junta editó entre 1811 y 1812 unaGazeta de la Junta Superior de la Mancha, desdeElche de la Sierra,Alcaraz yCiudad Real sucesivamente.
Durante la guerra, hubo intentos de reformar laordenación provincial de España. La administraciónafrancesada estableció una división basada enprefecturas sin bases históricas en 1810; además de hacer capital de La Mancha a la villa deManzanares, subdividiendo el territorio en dos subprefesturas, la deCiudad Real y la deAlcaraz. Frente a la misma, lasCortes de Cádiz crearon una nueva división provincial en 1813. Ninguna de las dos divisiones fue llevada a la práctica tras el retorno de Fernando VII en 1814, y con el que también volvió elabsolutismo.
Tras elpronunciamiento deRafael de Riego en 1820, losliberales asumieron el poder. En 1822 se aprobó una nueva ordenación provincial,[40] en la que desaparecía laprovincia de La Mancha, sustituida en su mayor parte por la deCiudad Real, y en la que aparecía la nueva provincia de Chinchilla, formada por territorios de las antiguas provincias de La Mancha,Cuenca yMurcia. Sin embargo, elTrienio Liberal cayó en 1823 (y con él su ordenación provincial), tras la intervención militar de losCien mil hijos de San Luis, a petición de Fernando VII, y a la que sucedió una intensa persecución de los liberales.
A la muerte de Fernando VII en 1833, le sucedió su hijaIsabel II. Sin embargo, su madre, laregenteMaría Cristina de Borbón-Dos Sicilias tuvo que apoyarse en los liberales, frente a los partidarios deCarlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, para el que reclamaban el trono. Ya en ese año se llevó a cabo ladivisión provincial que establecía las actuales provincias deAlbacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, y que suponía la desaparición definitiva de la provincia de La Mancha. Ciudad Real, Cuenca, Toledo, Madrid y Guadalajara formaron la región de Castilla la Nueva, y Albacete y Murcia la Región de Murcia. Las únicas modificaciones posteriores de estas provincias fueron el paso deVillena de Albacete aAlicante en 1836, el paso deVillarrobledo de Ciudad Real a Albacete en 1846, y el paso deRequena yUtiel de Cuenca aValencia en 1851.
A lo largo de estos años se produjo también la definitivaabolición de los señoríos en España.
En lasguerras carlistas (1833-1840, 1846-1849, 1872-1876), La Mancha permaneció mayoritariamente fiel al Gobierno deMadrid, esto es, a la causa liberal. No obstante, esto no evitó las acciones de algunas fuerzas carlistas, que llegaron a tomar algunos pueblos, como en el caso deEl Bonillo por el general carlistaCabrera. Elcarlismo tuvo especial fuerza al norte de la provincia de Cuenca. Al mismo tiempo, se produjo un auge delbandolerismo.
Durante el siglo XIX, La Mancha fue una de las regiones de España más afectadas por lasdesamortizaciones, entre las que sobresalieron las de Mendizábal y Madoz.
Con la caída de Isabel II tras laRevolución de 1868, se produjo una reunión de representantes delPartido Republicano Federal enAlcázar de San Juan en la que se firmó el Pacto Regional Manchego.[41] Sin embargo, en elproyecto de Constitución Federal de 1873, no se contempló la creación de unEstado de La Mancha, sino de un estado de Castilla la Nueva y otro de Murcia.[42] No obstante, en 1873, durante laRevolución Cantonal, enCiudad Real se produjo un levantamiento que proclamó elCantón Manchego,[43] que fracasó, como el resto de la revuelta cantonal en España. Las esperanzas federales se vieron truncadas con la caída de laRepública Federal en 1874. Elregionalismo manchego se manifestó posteriormente en la creación en 1906 en Madrid del Centro Regional Manchego, que llegó incluso a crear unabandera y un himno de La Mancha,[44] y defendía la creación de unaRegión de La Mancha, formada por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Con elDecreto de Mancomunidades Provinciales de 1913, se dio la posibilidad legal de establecer unaMancomunidad Manchega formada por dichas provincias, algo que reclamó en 1919 la Asamblea Magna de la Juventud Central Manchega en Madrid, y que llegó a proponer laDiputación Provincial de Albacete en 1924, sin resultados finales. Tras la proclamación de laSegunda República Española en 1931, se produjeron reuniones de diputados, y en 1933, de presidentes de las cuatro Diputaciones provinciales, para estudiar las posibilidades de la creación de una región manchega dotada de unEstatuto de Autonomía.[45] Todas estas posibilidades se vieron truncadas por laguerra civil española (1936-1939), durante la cual casi todo el territorio manchego permaneció bajo control de la República hasta el final de la guerra. Durante elFranquismo, en 1962, se constituyó el Consejo Económico Sindical Interprovincial de La Mancha, con el propósito de coordinar los consejos provinciales de las cuatro provincias.

Tras laTransición a la democracia, España se dividió encomunidades autónomas. En 1982 se formalizó la creación de la comunidad autónoma deCastilla-La Mancha, formada por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. En la actualidad, no existen partidos regionalistas manchegos de relevancia electoral. No obstante, alguna institución de la comunidad autónoma incluye únicamente a las cuatro "provincias manchegas": así, eldistrito universitario de Castilla-La Mancha no incluye a Guadalajara, integrada esta en el de Madrid;[46] y laCaja Castilla-La Mancha fue formada por la fusión de las cajas de ahorros de las provincias de Castilla-La Mancha, excluida laCaja de Guadalajara.
El 17 de diciembre de 2022 tuvo lugar elI Congreso de La Mancha,[47] organizado por elInstituto de Estudios Humanísticos de Castilla-La Mancha y la plataforma La Mancha Importa, con el objetivo de promover el conocimiento académico y su divulgación sobre la identidad manchega, así como diferentes aspectos de estudio como la economía, patrimonio, desarrollo medioambiental y geografía.

La Mancha constituye una extensa llanura, con una altitud media situada entre los 600 y los 700m s. n. m., formada porsedimentosmiocenos, principalmentecalizos ymargosos, pero tambiénarcillosos, yconglomeráticos de losglacis plio-cuaternarios, que forman algunos cerros testigos y recubren el zócalopaleozoico de cuarcitas y filitas. El denominador común de La Mancha es la llanura, no teniendo vinculación con espacios de piedemonte ni serranías.

La Mancha se encuentra dividida entre lascuencas delTajo,Guadiana yGuadalquivir por la vertienteatlántica; y las cuencas delJúcar por la vertientemediterránea.
Los principales ríos que bañan La Mancha, además de Tajo, Guadiana y Júcar, son los afluentes de estos. Destacan elGigüela o Cigüela, afluente del Guadiana por la margen derecha, sus afluentes, elRiansares y elZáncara, y el afluente de este último, elrío Córcoles. Por la margen izquierda del Guadiana, destacan los ríosAzuer yJabalón. Y debe destacarse también alCabriel, afluente del Júcar por la margen izquierda.
Hay en La Mancha también importantes humedales, de entre los que sobresalen lasTablas de Daimiel (declaradoparque nacional) y lasLagunas de Ruidera (declaradoparque natural), ambos en el Guadiana, y muy importantes para una amplia avifauna. Son también muy importantes para la fauna el complejo palustrePedro Muñoz-Mota del Cuervo, la laguna de Pedro Muñoz, las lagunas deAlcázar de San Juan, la laguna de Alcahozo y lalaguna de Manjavacas. Todos estos parques y lagunas forman parte de laMancha Húmeda, declaradasreserva de la biosfera por laUnesco.
La Mancha presenta un climamediterráneo continentalizado. Los factores más significativos en este aspecto son:inviernos rigurosos,veranos cálidos,sequía estival, irregularidad en lasprecipitaciones, fuertes oscilacionestérmicas y notablearidez. Estos rasgos son resultado de las interrelaciones entre unos factores geográficos y otros dinámicos como son la latitud, la situación de la región dentro de la península, la disposición del relieve y la altitud.
Las temperaturas son muy extremas debido al efecto de lacontinentalidad, la amplitud térmica anual (diferencia entre la temperatura media del mes más frío y la del mes más caluroso) es muy elevada, normalmente entre 18 y 20 °C. En julio la temperatura media mensual se sitúa por encima de los 22 °C en la mayor parte de la región.
Los inviernos, sin embargo, son fríos, con una temperatura media del mes de enero que se sitúa incluso por debajo de 4 °C en ciertas zonas (Belmonte 3,4 °C), y las heladas son frecuentes en invierno e incluso a principios de primavera y finales de otoño.
Las precipitaciones se sitúan entre los 300 y 400 mm anuales la mayor parte del año, siendo estas más frecuentes en primavera y otoño, y muy escasas en verano. Por todo ello, la mayor parte de La Mancha puede incluirse en la llamada "España seca".

En comparación con otras áreas deEspaña (con unadensidad de población media de 93,39 hab/km² en 2013), La Mancha presenta un poblamiento escaso, con una bajadensidad de población, y una altaconcentración de la misma en torno a pueblos grandes y ciudades pequeñas separados entre sí por relativamente elevadas distancias (en ocasiones de 10 o 20 km). Esta concentración de la población en torno a pequeñas ciudades y grandes pueblos es especialmente intensa en La Mancha central, concretamente en el centro y noreste de laprovincia de Ciudad Real, sureste de laprovincia de Toledo y noroeste de laprovincia de Albacete, y en menor medida el suroeste de laprovincia de Cuenca; con ciudades comoTomelloso (con 38 900 habitantes en 2013),Alcázar de San Juan (31 973 hab) yValdepeñas (30 869 hab), entre otras, por Ciudad Real;Villarrobledo (26 513 hab) yLa Roda (16 398 hab) por Albacete; yQuintanar de la Orden (11 704 hab),Madridejos (11 113 hab) yConsuegra (10 668 hab), entre otras, por Toledo. El mayor pueblo de La Mancha central en laprovincia de Cuenca esSan Clemente (7 463 hab). SoloAlbacete (172 693 hab),Ciudad Real (74 872 hab) yPuertollano (51 550 hab) superan los 50 000 habitantes (las ciudades deTalavera de la Reina,Guadalajara,Toledo yCuenca, las otras ciudades castellano-manchegas que superan dicha cifra de habitantes, no forman parte de la comarca de La Mancha). Estas son las áreas de mayor densidad de población de La Mancha, que pasan del entorno de los 50 hab/km² enLa Mancha ciudadrealeña nororiental al entorno de los 30 hab/km² al avanzar hacia elEste.

La población en La Mancha creció durante la primera mitad del siglo XX debido alcrecimiento natural de la población, pero en las décadas de los años 1950, 1960 y 1970 del citado siglo se produjo un intenso proceso deéxodo rural, que llevó a unaconcentración de la población aún mayor en los pueblos grandes y las capitales de provincia y a laemigración de buena parte de la población, en especial de los más jóvenes, hacia otras regiones más industrializadas, comoMadrid,Cataluña yComunidad Valenciana, e incluso hacia el extranjero. Como resultado, la población de La Mancha disminuyó en estas décadas, al tiempo que se intensificaba elenvejecimiento de la población de las áreas rurales. En las décadas de los años 1980 y 1990, el proceso de éxodo rural se ralentizó, permitiendo un ligero crecimiento de la población, que se intensificó en el último lustro del siglo XX y en la primera década del siglo XXI debido al aumento de lainmigración extranjera.
La Mancha ha sido tradicionalmente una región agraria, con una industria y una economía por lo general menos desarrollada que la mediaespañola.

Laagricultura y laganadería han sido históricamente las principales actividadeseconómicas de La Mancha. En la agricultura de La Mancha destaca el cultivo desecano, en especial de la llamada "trilogíamediterránea":cereal,vid yolivo. Entre los cereales, los más cultivados son eltrigo y lacebada.

En cuanto a la vid, los viñedos manchegos son los mayores del mundo por superficie.[51] Sobre estos terrenos se extiende laDenominación de Origen La Mancha, que se extiende por parte de las provincias deAlbacete yCuenca. Ocupa 190 980 ha y 182 municipios, siendo ladenominación de origen devinos más extensa del planeta.[52] No obstante, la Denominación de Origen La Mancha no es la única denominación de origen de vinos de la región: a ésta se añaden otras, tales como las D. O. "Ribera del Júcar" y "Uclés".

También sobresale en La Mancha el cultivo delazafrán, que cuenta con Denominación de Origen Protegida propia, la cual se extiende por 315 municipios, incluyendo la totalidad de la provincia de Albacete y partes de las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
Otro cultivo que cuenta conIndicación Geográfica Protegida es elmelón. La IGP "Melón de La Mancha" se extiende por 13 municipios de la provincia de Ciudad Real: Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Daimiel, Herencia, Llanos, Manzanares, Membrilla, Socuéllamos, Tomelloso, Valdepeñas y Villarta de San Juan.
Otros productos con denominación de origen son losaceites de oliva delCampo de Montiel,[53] laberenjena de Almagro,[54] y elajo morado deLas Pedroñeras.[55]

En cuanto a la ganadería, destaca laovina, que junto con lacaprina ha constituido rebañostrashumantes de los que se ha obtenido durante sigloslana,leche ycarne.
Precisamente, con la leche de oveja deraza manchega se produce el famosoqueso manchego, que tiene su propia denominación de origen, así como la carne de cordero manchego tiene una Indicación Geográfica Protegida. Ambas se extienden por parte de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
Tienen cierta importancia también, aunque en mucha menor medida que la ganadería ovina, la ganaderíaporcina y labovina.
La Mancha no tiene una gran tradiciónindustrial. En la actualidad, los mayores centros industriales de La Mancha se encuentran en torno aAlbacete,Ciudad Real yPuertollano, además deindustrias alimentarias repartidas por toda su geografía.
Laminería ha tenido especial importancia en Puertollano, con minas decarbón de gran importancia, y enAlmadén, cuyas minas decinabrio (mena delmercurio) han sido explotadas desde tiempos de ladominación romana.
Elsector servicios, durante el siglo XX, se convirtió, como en el resto deEspaña, en el sector clave de laeconomía manchega. Dentro del sector servicios, puede destacarse el crecimiento delturismo, en especial delturismo rural.

Los pueblos manchegos, que suelen ser grandes y distanciados entre sí, son extendidos, con casas generalmente consistentes en planta y piso.[56] Suelen organizarse en torno a unaplaza mayor, donde se ubican normalmente laiglesia y elayuntamiento. La iglesia suele ser el edificio más sobresaliente en los pueblos manchegos, y normalmente está realizada de piedra, pudiendo presentar mezclas de estilos arquitectónicos. Las casas suelen estar siempre enjalbegadas, esto es,encaladas, y su cubierta suele ser a dos aguas, contejas curvas. También son típicos de la arquitectura popular manchega losmolinos de viento, loschozos y cucos de piedra, y lasventas yposadas.
El estilo arquitectónico popular manchego se conserva en plazas mayores monumentales de diversos pueblos de la geografía manchega, pero en muchos pueblos se está perdiendo en las últimas décadas.
La únicalengua hablada en La Mancha desde la culminación de laconquista castellana es elcastellano. No obstante, el habla de La Mancha presenta característicasdialectales propias, que la distinguen de otras variedades del idioma. Es considerada un habla de transición entre eldialecto castellano septentrional y los dialectos meridionales de lapenínsula ibérica (dialectos andaluces,extremeño ymurciano).
El dialecto manchego, si bien no representa un habla plenamente uniforme, ni engloba toda Castilla-La Mancha, sí presenta aspectos que lo unen, y al tiempo separan de otros dialectos del castellano. Uno de sus rasgos más característicos es la aspiración de la s postvocálica, sonando como /h/ sonora o incluso /x/ (el sonido de la letra J en español). Esto, y la ausencia total deleísmos ylaísmos, lo distingue especialmente del castellano septentrional. De las variantes más meridionales se distingue, entre otros aspectos, en la profusión mucho menor de aspiraciones o elisiones de s y z, y en la plena distinción de s y z.
El habla manchega presenta, además, un rico léxico y giros propios, formados por variaciones fonéticas de palabras del castellano estándar, arcaísmos, palabras procedentes del sustratomozárabe,árabe ylatino, influencias de otras lenguas y dialectos cercanos (dándose frecuentescatalanismos yvalencianismos,aragonesismos yandalucismos), diferentes acepciones para palabras ya existentes en el castellano estándar, o palabras plenamente propias, en algunos casos incluso propias de solo unos pocos pueblos. Existe un wiki sobre esta manera de hablar y su vocabulario centrado en la localidad de Tomelloso,La Tomepedia y una edición de la novelaEl principito, deAntoine de Saint-Exupéry, en manchego, titulado "El Principete".[57]

La Mancha debe buena parte de su fama universal a la novela deMiguel de Cervantes,Don Quijote de la Mancha, escrita en dos partes, la primera publicada en 1605 y la segunda en 1615, cuya acción transcurre principalmente en La Mancha, patria del protagonista,Alonso Quijano, unhidalgo pobre que enloquece con la lectura delibros de caballerías y se creecaballero andante, haciéndose llamar Don Quijote. La novela en sí, y los personajes, en especial Don Quijote,Sancho Panza yDulcinea del Toboso, así como otros elementos que aparecen en la novela, como losmolinos de viento, se han convertido en auténticos símbolos de La Mancha, disputándose muchos pueblos de la región ser ellugar de la Mancha del que Cervantes no quiso acordarse.
Don Quijote no es, sin embargo, el único aspecto de laliteratura delSiglo de Oroespañol que queda en La Mancha, donde también vivió sus últimos años uno de sus principales exponentes,Francisco de Quevedo, quien murió enVillanueva de los Infantes. EnAlmagro se conserva uncorral de comedias del siglo XVII, símbolo de la importancia delteatro en la época, y donde todos los años se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico.
Benito Pérez Galdós, enBailén (1873), dejó escrita esta impresión esencial del país manchego:
"Así atravesamosla Mancha..., solitario país donde el sol está en su reino, y el hombre parece obra exclusiva del sol y del polvo; país entre todos famoso desde que el mundo entero se ha acostumbrado a suponer la inmensidad de sus llanuras recorrida por el caballo de D. Quijote. (...) Esto es lo cierto: la Mancha, si alguna belleza tiene, es la belleza de su conjunto, es su propia desnudez y monotonía, que si no distraen ni suspenden la imaginación, la dejan libre, dándole espacio y luz donde se precipite sin tropiezo alguno. La grandeza del pensamiento de don Quijote, no se comprende sino en la grandeza de la Mancha. En un país montuoso, fresco, verde, poblado de agradables sombras, con lindas casas, huertos floridos, luz templada y ambiente espeso, D. Quijote no hubiera podido existir, y habría muerto en flor, tras la primera salida, sin asombrar al mundo con las grandes hazañas de la segunda. D. Quijote necesitaba aquel horizonte, aquel suelo sin caminos, y que, sin embargo, todo él es camino; aquella tierra sin direcciones, pues por ella se va a todas partes, sin ir determinadamente a ninguna; tierra surcada por las veredas del acaso, de la aventura, y donde todo cuanto pase ha de parecer obra de la casualidad o de los genios de la fábula; necesitaba de aquel sol que derrite los sesos y hace locos a los cuerdos, aquel campo sin fin, donde se levanta el polvo de imaginarias batallas, produciendo al transparentar de la luz, visiones de ejércitos de gigantes, de torres, de castillos; necesitaba aquella escasez de ciudades, que hace más rara y extraordinaria la presencia de un hombre, o de un animal; necesitaba aquel silencio cuando hay calma, y aquel desaforado rugir de los vientos cuando hay tempestad; calma y ruido que son igualmente tristes y extienden su tristeza a todo lo que pasa, de modo que si se encuentra un ser humano en aquellas soledades, al punto se le tiene por un desgraciado, un afligido, un menesteroso, un agraviado que anda buscando quien lo ampare contra los opresores y tiranos; necesitaba, repito, aquella total ausencia de obras humanas que representen el positivismo, el sentido práctico, cortapisas de la imaginación, que la detendrían en su insensato vuelo; necesitaba, en fin, que el hombre no pusiera en aquellos campos más muestras de su industria y de su ciencia que los patriarcales molinos de viento, los cuales no necesitaban sino hablar, para asemejarse a colosos inquietos y furibundos, que desde lejos llaman y espantan al viajero con sus gestos amenazadores."[58]


Son habituales en las ciudades y pueblos manchegos las festividades asociadas a los principales eventos delcalendario cristiano, tales como:
También tienen gran importancia lasfiestas patronales en honor alsanto patrón de la localidad. De estas, hay que destacar laFeria de Albacete (en honor a la Virgen de los Llanos), de interés turístico internacional. Son de interés turístico nacional las fiestas patronales de San Bartolomé enTarazona de la Mancha, la Traída y la Llevada de la Virgen de Manjavacas enMota del Cuervo yLa Endiablada deAlmonacid del Marquesado. De interés turístico regional son la Fiesta de las Paces deVillarta de San Juan, la festividad del Vitor deHorcajo de Santiago (considerada la procesión más larga de la cristiandad), las Fiestas de Rus deSan Clemente, y los Danzantes y el Santísimo Cristo de la Viga deVillacañas. En ocasiones, estas fiestas van acompañadas de unaromería en la que se desplaza al santo, cristo o virgen desde la iglesia principal de la localidad a un santuario o simplemente se acude a la ermita como en el caso de laromería Virgen del Monte deBolaños de Calatrava donde los romeros acampan en torno alsantuario degustando las viandas típicas de La Mancha. También suelen instalarse atracciones de feria y realizarse bailes y cantosfolclóricos.
Otras festividades tienen origen en el aprovechamiento de los recursos del campo y la ganadería, tales como las cosechas y recogidas (como lavendimia), o lamatanza del cerdo (omataero). Es de interés turístico nacional laFiesta del Olivo deMora, y de interés turístico regional las Fiestas de la Rosa del Azafrán deConsuegra. También es habitual en muchas localidades manchegas cantar losmayos en la noche del 30 de abril, siendo los más conocidos los dePedro Muñoz, de interés turístico nacional. También son de interés turístico regional las Cruces de mayo de Villanueva de los Infantes.

La gastronomía manchega es rica y variada, aunque austera y humilde, normalmente adaptada a los escasos recursos de la tierra y a los rigores climáticos propios de la región. Muchos de los platos llevanverduras yhortalizas, algunos casi exclusivamente (aparte del imprescindibleaceite de oliva), como elpisto manchego, elmoje, laalboronía o elasadillo de la Mancha. Algunas de las hortalizas más reconocidas son lasberenjenas de Almagro y losajos, en especial los deLas Pedroñeras.
Cuando los platos manchegos incorporancarnes, estas suelen ser decordero (criado en abundancia en la zona), decerdo, o decaza menor (de especies comoconejos,liebres yperdices). Ejemplos de estos platos son lacaldereta manchega o eltojunto. De entre los productos elaborados concarne de caza, debe destacarse laperdiz escabechada. Productos de lamatanza del cerdo son loschorizos,morcillas (en laprovincia de Ciudad Real, por influenciaextremeña, se da también lapatatera), las costillas, ellomo de orza o elsalchichón imperial. Con algunos de estos productos se elaboran losduelos y quebrantos, y es propia del día de la matanza del cerdo la elaboración delajo mataero. Un plato de similares ingredientes es elmorteruelo.
Varios son también los platos con base en loscereales, como lasgachas manchegas, lasmigas ruleras o elajoharina. Con laharina de trigo se elabora también el reconocidopan de Cruz, así como latorta cenceña. Con esta última, en combinación con carne de caza, se elaboran losgazpachos manchegos.
Es habitual el uso de lapatata en la cocina, con la cual se hacen platos como elsomallao, eltiznao o elatascaburras. Los dos últimos se elaboran con uno de los pocospescados presentes en la cocina tradicional manchega, por su fácil conservación, dada la lejanía delmar: elbacalao en salazón. Otros pescados habituales son los derío, como latrucha. Ingredientes también de la gastronomía manchega son laslegumbres, presentes enpotajes, o lassetas, como los guíscanos (así se conoce localmente a losníscalos).Condimentos habituales son elazafrán, yhierbas aromáticas, como elromero o eltomillo.

Conleche deoveja de raza manchega se elabora elqueso manchego, apreciado en todo el mundo.
Todos estos platos pueden acompañarse de losvinos de la región. El vino es también la base de otras bebidas tradicionales, como lacuerva y lazurra.
Larepostería manchega es rica enfrutas de sartén, tales como laflor frita, las hojuelas, lospestiños, laleche frita, lastorrijas, latortilla de rodilla o fritilla, o losrollos. Son también preparadosbizcochos, como elbizcocho borracho o las tortas de Alcázar, y en zonas de Ciudad Real son típicos losbarquillos. En laprovincia de Albacete, elaborados enLa Roda, son muy típicos losmiguelitos.
El canto y baile típico de La Mancha son lasseguidillas manchegas; aunque debido a que La Mancha siempre ha sido región de encuentros, también se consideran aquellas otras como variedades: lajota manchega, lastorrás, lasmalagueñas, losfandangos, lasrondeñas, lascanciones de ronda, las canciones de quintos, las canciones de laboreo, losmayos, o los aguilanderos ovillancicos, entre otras. Estamúsica se acompaña de distintosinstrumentos musicales, como laguitarra española, labandurria, ellaúd, ladulzaina y eltambor, lascastañuelas opostizas, lazambomba o lapandereta (estos últimos en especial para los villancicos), e incluso instrumentos simples que no nacieron para su uso musical, como labotella de anís, elalmirez o lacaña y los palos empleados en ladanza del paloteo.

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