Jan Cossiers (Amberes, 1600-1671) fue unpintor y dibujante barroco flamenco. Iniciado en elcaravaggismo comenzó pintandoobras de género con escenas de la vida cotidiana, para especializarse más adelante enpintura de historia y motivos religiosos, así como retratos.[1] Cossiers fue uno de los principales pintores de Amberes tras la muerte de Rubens en 1640 y uno de los coloristas más originales del Flandes del siglo XVII.[2] Fue también un consumado dibujante que creó delicados retratos ejecutados de forma muy variada y fluida.[1]
Jan Cossiers era hijo de Antoon Cossiers, pintor acuarelista, y de Maria van Cleef. Fue bautizado en laCatedral de Amberes el 15 de julio de 1600.[3] Su primera formación debió de tener lugar con su padre y conCornelis de Vos, un destacado retratista y pintor de historia en Amberes. Prosiguió sus estudios conAbraham de Vries enAix-en-Provence, a donde viajó en 1623. Visitó Roma, donde está registrado en octubre de 1624.[2][4] En Roma probablemente vio obra deCaravaggio, que tuvo una importante influencia en su obra.[1]
Estuvo de vuelta en Aix-en-Provence en 1626. Aquí conoció aNicolas-Claude Fabri de Peiresc, el famoso humanista y amigo íntimo dePeter Paul Rubens. Peiresc recomendó a Cossiers a Rubens.[4] También se reunió con otros artistas flamencos y holandeses comoSimon de Vos y Johan Geerlof, pintor de paisajes natural de Zelanda y fallecido en Aviñón en 1628, tal como muestra un retrato de grupo de Simon de Vos conservado en el Museo del Louvre, donde recibe el título deReunión de tres artistas fumando y bebiendo, en el que aparecen tres amigos disfrutando juntos de una pipa y una copa con una inscripción al pie que los identifica: «Fecit Simon - Cossiers. gerelof. Anno, 1626».[5] También podría encontrarse a Cossiers representado en un retrato de grupo semejante, pintado porAdriaen Brouwer, otro artista con el que Cossiers tuvo relación, conocido por sustronies, es decir, estudios de cabezas o rostros, que investigan variedades de expresión, si, como se ha propuesto,[6] es la segunda figura de la derecha en la escena de taberna delMetropolitan Museum of Art de Nueva York conocida comoLos fumadores, en la que el propio Brouwer se retrató al centro y en primer plano al modo de un tronie, acompañado, quizá, por los también pintoresJan Davidsz. de Heem,Jan Lievens yJoos van Craesbeeck.[7]
En 1628 se encontraba de vuelta en Amberes donde ingresó como hijo de un maestro en elgremio o «guilda» de San Lucas. Influido por el caravaggismo, tanto en su gusto por el claroscuro como en la elección de los temas —Jugadores de cartas,La buenaventura— la pintura de Cossiers deja ver al mismo tiempo su atracción por el color sensual deRubens, con quien aparecerá en adelante estrechamente relacionado. Al parecer, Rubens habría elegido a Cossiers para que lo acompañase a Madrid en 1628, pero los padres de Cossiers se habrían opuesto a la idea.[8]
El 20 de mayo de 1630 se casó en la catedral de Amberes con Joanna Darragon (o Dragon), con quien tuvo dos hijos, Maria Anna y Jan Anthoni. Fallecida en 1639, apenas un año más tarde contrajo segundas nupcias con Maria van Willigen, con quien tendría otros once hijos.[9]
En 1635 colaboró con Rubens en laEntrada delcardenal-infante Fernando de Austria en Amberes y en 1638 se ocupó de pintar sobre bocetos de Rubens tres de los cuadros de asunto mitológico encargados porFelipe IV para laTorre de la Parada, el pabellón de caza situado a la afueras de Madrid:Narciso, Júpiter y Licaón yPrometeo llevando el fuego, que fue una de las pinturas enviadas al gabinete reservado de la Academia de San Fernando, las tres conservadas ahora en elMuseo del Prado.[10]
Miembro de la cámara de retóricade Violieren (la Violeta)[11] y del gremio de San Lucas, fue elegido su decano para el año registral de septiembre de 1640 a septiembre de 1641.[9]
A la etapa final de su producción pertenecen obras de asunto religioso, como la serie de laPasión pintada para lasbeguinas deMalinas,[12] de pincelada más libre, fuerte carga emotiva y brillante color.[13]
Hombre piadoso, varios de sus hijos tomaron el estado religioso y fue miembro activo desde 1638 de una cofradía de hombres casados vinculada a laCompañía de Jesús para la que pintó unosEsponsales de la Virgen, de forma que a su muerte, en julio de 1671, sus funerales se celebraron con gran solemnidad en la catedral de Amberes el día 7 del mismo mes.[11]
Su retrato, grabado porPieter de Jode II a partir del pintado por el propio Cossiers, se encuentra en elHet Gulden Cabinet deCornelis de Bie, con su biografía.
Junto con las obras arriba mencionadas, se relaciona con Jan Cossiers unEcce Homo conservado en elMuseo del Louvre, obra de juventud que podría haber sido pintado hacia 1620 y en todo caso antes del viaje del pintor a Italia.[14]La buenaventura de la que existen versiones con algunas variantes en el museo de Bellas Artes deValenciennes, elMuseo del Hermitage y laPinacoteca Antigua de Múnich,[15] junto conEl concierto del Hermitage oEl fumador delMuseo Real de Bellas Artes de Amberes son, al contrario, obras de género influidas por el caravaggismo aprendido en Italia e interpretado a la manera de otros pintores flamencos y holandeses con los que pudo coincidir durante su estancia romana como los más cercanos aSimon de Vos yTheodoor Rombouts.[1]
De su dedicación a la pintura religiosa, de la que se ocupó principalmente tras la muerte de Rubens, pueden servir de ejemplo algunos grandes cuadros de altar comoLa adoración de los pastores del Museo de Bellas Artes de Amberes, con motivos iconográficos tomados de losautos sacramentales medievales, y laFlagelación de Cristo del mismo museo,[16] o en formato algo menor elMartirio de santa Catalina (1647) delHunterian Museum and Art Gallery de la Universidad de Glasgow y laAdoración de los pastores del Staatliche Kunstsammlungen deKassel, entre otros. En la misma línea que todos los seguidores de Rubens yJordaens en Amberes, los grandes lienzos de altar de Cossiers no están faltos de fuerza de color y composición, pero adolecen de originalidad y de cualquier rasgo de cualidad especial que los distinga, por lo que pronto cayeron en el olvido.[11]
Más éxito tuvo con sus retratos y escenas de interiores. Jan Cossiers se había formado con grandes retratistas como Cornelis de Vos y Abraham de Vries. De este modo adquirió los conocimientos necesarios para satisfacer la demanda de retratos individuales y de grupo de la burguesía acomodada.[4] Sus retratos se caracterizan por la sensibilidad en el tratamiento del personaje retratado, su perspicacia psicológica y la elegancia desenfadada de algunos de sus modelos. En elRetrato de un caballero (subastado en Christie's el 19 de abril de 2007, Nueva York, lote 226) Jan Cossiers supo retratar el carácter seguro y digno del modelo a través de detalles como la mano izquierda, que descansa firmemente en su cintura.[18] Más severo, elRetrato de un cirujano del Museo de Bellas Artes de Amberes, figura de tres cuartos en pie, junto a una mesa sobre la que reposan una calavera con dos agujeros en la frente y un taladro, muestra al efigiado en actitud de impartir una lección de anatomía.[19]
Autor también, especialmente en sus primeros años, de pinturas de género, algunas de ellas pueden interpretarse al mismo tiempo comotronies, al modo de los retratos de Brouwier, y como alegorías de los cinco sentidos,[20] así algunas de las obras que han comparecido después de 2000 en casas de subastas a nombre de Cossiers, comoUn hombre mirando su jarra vacía, vendido en Hampel (Múnich) en marzo de 2011, o elRetrato de un caballero, se dice que es Adriaen Brouwer, a la venta en Bonhams de Londres el 5 de julio de 2006.[21]
Cossiers fue también un consumado dibujante, como muestran varios retratos infantiles, entre ellos los de sus propios hijos, numerados en la parte superior izquierda, identificados con el nombre del retratado y fechados en 1658. La serie se caracteriza por el tratamiento íntimo y los efectos particularmente realistas. Los retratos conservados sólo representan a los hijos del artista y no a sus cinco hijas. La ejecución de estos retratos es muy variada y fluida.[1] Otros retratos, dibujados con la misma técnica y fluidez, representan a personajes no identificados, caracterizados por el ademán aristocrático, como elRetrato de un joven magistrado del Rijksmuseum de Ámsterdam.[22]