
Instituciones científicas ode investigación son lasinstituciones dedicadas a laciencia y lainvestigación científica. Están muy vinculadas a lasinstituciones educativas y a los ámbitos político y económico. Aunque es habitual identificarlas con lasciencias físico-naturales, desde su origen también están ligadas a lasciencias sociales ohumanas. Para algunas de ellas, o en ciertos contextos, se utilizan expresiones tales comoinfraestructuras científicas oinstalaciones científicas.


La historiografía debate la condición científica de instituciones "pre-científicas" o "pre-tecnológicas"[2] como lostemplos delAntiguo Oriente Próximo (Sumeria,Babilonia,Persia,Antiguo Egipto, etc.), delExtremo Oriente (civilizazcionesindia,china,japonesa, etc.), de laAmérica precolombina o incluso de sociedades prehistóricas o protohistóricas (Stonehenge,Zorats Karer[3]). Lacivilización greco-romana se caracterizó por una notable secularización de su pensamiento científico; y en el campo institucional vio surgir centros de conocimiento como laAcademia y elLiceo de Atenas o elMuseo y laBiblioteca de Alejandría.



La llamadaEdad Oscura con la que se abre laEdad Media significó un retroceso radical en laciencia institucional (simbolizado en el cierre de la Academia), inaugurando el secular monopolio del clero sobra la práctica totalidad de las producciones culturales, incluso en periodos puntuales de florecimiento como elrenacimiento carolingio o larevolución del siglo XII. A lasescuelas monásticas ypalatinas sucedieron lasepiscopales, especialmente las del tipo denominadostudium generale que se convirtieron en lasprimeras universidades (Sorbona, Sapienza, Bolonia, Oxford, Cambridge, Salamanca, Coímbra). Instituciones hasta cierto punto similares fueron algunasmadrazas de lasmezquitas musulmanas (El Cairo, Córdoba, Bagdad -en esta ciudad fue notable laBayt al-Hikmah o "Casa de la Sabiduría"-, en Samarcanda destacó el observatorio deUlugh Beg, mientras que en Irán destacó el observatorio deNasir al-Din al-Tusi enMaraghe[5]-). Se ha señalado el destacado papel de lacultura árabe en la llamadaEdad de Oro del Islam, y se ha debatido su condición original o su mera función transmisora de las culturas grecorromana u oriental, destacando el papel de los lugares de encuentro: losreinos hispano-cristianos (escuela de traductores de Toledo) y la corte normanda de Sicilia (cultura árabe-normanda).



En laEdad ayer, elhumanismo de la época delRenacimiento (academia platónica florentina, 1459) significó una nueva era para las instituciones culturales (Uraniborg -1580-,Academia Real Mathematica de Madrid -1582-), que culminó en la época delBarroco (Accademia dei Lincei -1603-,Academia Naturae Curiosorum oLeopoldina -1652-,Royal Society -1660-,Académie Royale des Sciences -1666-) y con las simultáneasrevolución científica ycrisis de la conciencia europea de finales del XVII, que abrieron la época de laIlustración del siglo XVIII (Encyclopédie, 1751). En cambio, las universidades permanecieron anquilosadas en la escolástica, particularmente las españolas, cuyos precoces intentos de renovación (reforma cisneriana,escuela de Salamanca) se frustraron con la represión delerasmismo; reduciéndose su función intelectual a un grado de irrelevancia cada vez mayor, mientras se conservaba su importancia como mecanismo de reproducción de élites sociales (golillas y manteístas). Loscolegios jesuitas[6] tuvieron un destacado papel desde laContrarreforma hastasu expulsión de la mayor parte de las monarquías católicas.


En laEdad Contemporánea se revitalizaron las universidades como instituciones científicas de vanguardia, al tiempo que se creaban numerosas "sociedades ilustradas", "eruditas", "de emulación" osociedades científicas de carácter local; que en la era delnacionalismo y elimperialismo se fundaron con un marcado carácter nacional (especialmente lassociedades geográficas, como laRoyal Geographical Society o laNational Geographic Society). También las hubo de carácter sectorial para la coordinación internacional (Comité yOficina Internacional de Pesas y Medidas -BIPM-,Convención del Metro -1875-,Conferencia Internacional del Meridiano -1884-,IUPAC -1919, precedida por un comité internacional creado en 1860 a iniciativa deKekulé-,IUPAP -1922-,Sistema Internacional de Unidades -SI, 1960-); pero el proceso socioeconómico decisivo fue laRevolución industrial, que impulsó las instituciones científicas necesarias para la producción de la "gran ciencia". Tras el desarrollo de una verdadera "ciencia industrializada" (laboratorio de Edison),[7] quedó evidenciada la íntima relación entre investigación científica y desarrollo industrial (I+D), en cuyo contexto el papel de laciencia básica y el control político y económico de las investigaciones científicas ha sido objeto de particulares reflexiones éticas (sociología de la ciencia,política científica[8] yética científica[9]). Losprogramas de investigación impulsados por grandes corporaciones de la denominada "alta tecnología" han ido teniendo un destacado papel desde el siglo XIX y hasta la actualidad (Merck,BASF,Bayer,Philips,General Electric -resultado de la "guerra" entre los grupos de Edison yJ. P. Morgan, que contaba conNikola Tesla-,Bell-AT&T -Laboratorios Bell-,IBM,Microsoft,Apple, etc.)[10]



A partir del siglo XX algunosproyectos científicos eran de tan gran escala que sólo podían llevarse a cabo con todo el apoyo financiero y administrativo de Estados del tamaño y recursos de las grandes potencias y en condiciones deeconomía de guerra, especialmente al vincularse a las carrerasarmamentística yespacial (Heeresversuchsanstalt Peenemünde,[11]Bletchley Park,Proyecto Manhattan -Segunda Guerra Mundial-,NASA,Programa espacial de la Unión Soviética,Academia de Ciencias de la Unión Soviética -Guerra Fría-) para los que laplanificación científica fue esencial, llegando a establecerse complejas estructuras de intereses denominadascomplejo militar-industrial.

Una institución de lasNaciones Unidas se dedica a la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO), y otra a la medicina (OMS); pero ha sido la cooperación internacional entre Estados la que ha dado lugar a instituciones punteras en investigación científica, como laEstación Espacial Internacional o losobservatorios astronómicos internacionales que, por razones técnicas, se ubican en lugares como Canarias o Chile. Destacan particularmente las instituciones científicas creadas entre los países de la Unión Europea, como laOrganización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), elLaboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), elEuropean Synchrotron Radiation Facility (ESRF) o elConsejo Europeo de Investigación (ERC).
El selecto grupo derevistas científicas que han adquirido un prestigio mundial (Science,Nature,Proceedings of the National Academy of Sciences,The Lancet,New England Journal of Medicine) se ha convertido en una especie de árbitro internacional de los criterios depublicación científica (artículo científico,revisión por pares). En oposición a la "ciencia secreta", ladivulgación y exposición a losmedios de comunicación de masas (que, en teoría, garanticen el control social de la ciencia a través de laopinión pública y las instituciones democráticas de una sociedad -postindustrial ode la información- compuesta de ciudadanos formados e informados, o al menos aspire a serlo), ha pasado a ser necesaria para toda institución científica; así como el denominado "comunismo científico".[12] Tal concepto no debe confundirse con el concepto marxista desocialismo científico, sino que se refiere a la "propiedad compartida" de la información científica y su comunicabilidad, comparable hasta cierto punto a la de losbienes comunes; pero que, no obstante, da lugar al establecimiento de una feroz rivalidad ycompetencia científica ("publica o muere",índice de citación), que precisa del establecimiento de laprioridad[13] y la atribución de laautoría[14] de los resultados deltrabajo científico (más allá de su consideración como producto social) a determinadoscientíficos,investigadores,equipos de investigación[15] empresas, instituciones académicas, estatales o de cualquier otro tipo, y de su reconocimiento público y recompensa mediante lospremios científicos,[16] lajerarquía académica[17] y la política depatentes (clave del sistema productivocapitalista).[18]
Además existen numerosas instituciones científicas pertenecientes a las Universidades Públicas y a las Fuerzas Armadas.
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