Indiano fue la denominación coloquial delemigrante español enAmérica que retornaba enriquecido, una tipología social que desde elsiglo de Oro se había fijado como untópico literario.[2] La denominación se extendía a sus descendientes, con connotaciones admirativas o peyorativas según el caso.[3]
Los indianos se convirtieron en líderes locales en la época delcaciquismo (finales del XIX y comienzos del siglo XX), periodo en el que grandes contingentes de jóvenes, especialmente de regiones con fácil salida al mar, comoGalicia,Asturias,Cantabria, elPaís Vasco,Cataluña yCanarias, se vieron obligados en esa época a lo que se denominabahacer las Américas:[4][5] emigrar en busca de una mejor fortuna en países iberoamericanos comoArgentina,Brasil,Chile,Cuba,México,Uruguay oVenezuela. En algunos casos acudían reclamados por sus familiares ya establecidos en esos lugares, formándose negocios familiares de notable éxito. La mayor parte no tuvieron tanta fortuna, y no encontraron mejor destino en América que la pobreza de la que huían.[cita requerida]
Los que lograron amasar verdaderas fortunas y decidieron volver años más tarde a sus lugares de origen, procuraban prestigiarse adquiriendo algúntítulo de nobleza, comprando y restaurando antiguascasonas opazos, o construyendopalacios de nueva planta, en unestilo colonial oecléctico muy vistoso, que pasaron a llamarse «casonas»,casas de indianos o «casas indianas» (en algunas zonas, como la localidad asturiana deSomado, son particularmente abundantes).[6] A menudo incorporaban en sus jardinespalmeras como símbolo de su aventura en tierras tropicales.[7] También establecían sumecenazgo en instituciones de beneficencia o culturales, subvencionando la construcción de escuelas, iglesias y casa consistoriales, construyendo y arreglando carreteras, hospitales, asilos, traídas de agua y de luz eléctrica, etc. La literatura y arte hizo referencia muchas veces a la historia de la emigración a América y al retorno de los indianos.[8]
La limpieza del origen de algunas de estas fortunas siempre estuvo en cuestión, especialmente las de los que se enriquecieron con latrata de esclavos (comoAntonio López y López, ennoblecido con el título demarqués de Comillas), y que, en connivencia con los hacendados establecidos en ultramar, establecieron el grupo de presiónnegrero para obstaculizar cualquier tipo de legislaciónabolicionista que pudiera desarrollarse en la metrópoli, como las reformas que impulsabaJulio Vizcarrondo (él mismo descendiente de hacendados esclavistas). En el grupo pro-esclavista destacaronAntonio Cánovas del Castillo (hermano deJosé Cánovas del Castillo, enriquecido en Cuba) yFrancisco Romero Robledo.[9] La esclavitud no se suprimió definitivamente en las colonias españolas hasta el 7 de octubre de 1886.
Tan abundante fue la emigración gallega hacia países como Argentina, Uruguay o Cuba, que el epíteto de «gallegos» se sigue dando allí a cualquier español, sea cual sea su procedencia regional.[10]Alfonso Daniel Rodríguez Castelao acuñó la frase: «el gallego no pide, emigra». Entre los más afortunados estuvieronPancho de Reádegos,Basilio Álvarez,Benjamín Cudeiro,Juan y Jesús García-Naveira,Modesto Estévez, etc.[11]
Asturias ha sido, junto con Galicia, la región de la que más emigrantes partieron hacia América. Al volver, muchos de ellos construyeron casonas que forman parte de una rica seríamarqués de Argüelles,Manuel Ibáñez Posada (que adquirió el título deconde de Ribadedeva), su hermanoLuis Ibáñez Posada (fundó elBanco Hispano Americano con la repatriación de capitales tras eldesastre de 1898),Íñigo Noriega Mendoza,Ulpiano Cuervo,Íñigo Noriega Laso,Manuel Suárez y Suárez y otros.[12]
Entre los indianos deLa Montaña (denominación tradicional de la actual comunidad autónoma deCantabria) destacaron las figuras delmarqués de Comillas (1817-1883), elmarqués de Valdecilla (1850-1932), elmarqués de Manzanedo (1803-1882), elconde de la Mortera (1812-1885),Santiago Galas Arce (1886-1970),Mateo Haya Obregón oLaureano Falla-Gutiérrez (1859–1929) entre muchos otros. En honor de todos ellos se levantó en 1978, en lo alto dePeña Cabarga elMonumento al Indiano, un mirador privilegiado desde el que se domina labahía de Santander yel puerto del que partieron miles de emigrantes hacia el nuevo continente.
La emigración de vascos del entorno rural hacia América fue históricamente muy importante, y se mantuvo e incrementó incluso, protagonizada por las zonas rurales, en el periodo de industrialización de finales del XIX y comienzos del XX, a pesar de que simultáneamente se producía una inmigración interior del campo a la ciudad y de otras regiones españolas hacia las zonas urbanas e industriales vascas. Ejemplos de indianos retornados fueronRomualdo Chávarri de la Herrera (1819-1899),Eugenio Bermejillo Ibarra (1815-1858),Pío Bermejillo Ibarra (1820-1883),José Altuna Sagastibelza,Ramón Errazu,Miguel Sainz Indo (1823-1876), el matrimonio formado porJosé Javier Uribarren y Marcue-Erquiaga (1791-1861) yMaría Jesús Aguirrebengoa (1811-1857),Martín Mendía Conde (1841-1924),[13]Pascual Abaroa Uribarren (1825-1890),Paulino de la Sota y Ortiz (1831-1927),Romualdo Chávarri,Gregorio del Castillo Garna,[14]José Arechabala,[15][16]Juan de Zabala,Antonio y Rafael Amabizkar (1873-1952),[17]Leandro Urrutia (1848-1908),Antonio Llaguno (1874-1958),[17]Hermanos Vivanco (1885-1950),Pedro Juan de Zulueta,[17] etc.
Entre los indianos retornados a Cataluña, es destacable la figura deMiguel Biada Buñol, que tras dedicarse a la marina mercante durante toda su vida entre Maracaibo y La Habana, fue el impulsor hasta 1848 delFerrocarril Barcelona-Mataró, primera línea férrea de la península ibérica y segunda de España tras elFerrocarril La Habana-Güines. Fue miembro de lasCortes Generales. Invirtió toda o la mayor parte de su fortuna en este proceso muriendo antes de su inauguración.
También son destacablesJosé Xifré y Casas,Facundo Bacardí,Agustí Vilaret,Josep Maria Huertas, etc.[18]
El marqués de Comillas, montañés de origen, se estableció en Barcelona a su vuelta a España.
La emigración canaria fue muy intensa desde el siglo XVII hasta los principios de la segunda mitad del XX, y se intensificó especialmente en esta última etapa. Los principales destinos fueronPuerto Rico (siglo XIX), Cuba (principios del siglo XX), Argentina (años 20 y 30 del siglo XX) y Venezuela (mediados del siglo XX). Otras emigraciones anteriores fueron en menor medida a Uruguay (la ciudad deMontevideo, capital de dicho país, fue fundada por canarios),República Dominicana yTexas (donde emigrantes canarios fundaron la ciudad deSan Antonio). Tal es la influencia que ha marcado el fenómeno de la emigración en la sociedad y cultura canaria, que existen incluso varias fiestas en honor a los indianos retornados (Carnaval de Santa Cruz de La Palma).[19]
El 20 de febrero de 2023, tras la pandemia, se volvió a celebrar la fiesta de los indianos, que reunió a más de 70.000 personas.