Abū ʿAbd Allāh Muḥammad ibn ʿAlī ibn Muḥammad ibnʿArabī al-Ḥātimī aṭ-Ṭāʾī (enárabe: أبو عبد الله محمد بن علي بن محمد بن عربي الحاتمي الطائي;Murcia, 28 de julio de 1165 –Damasco, 16 de noviembre de 1240[1]), más conocido comoIbn Arabi,Abenarabi yBen Arabi, fue unmísticosufí,filósofo,poeta, viajero y sabiomusulmánandalusí. Sus importantes aportaciones en muchos de los campos de las diferentes ciencias religiosas islámicas le han valido el sobrenombre deVivificador de la religión (en árabe: محيي الدين,Muhyi al-Din) yEl más grande de los maestros (en árabe: الشيخ الأكبر,as-Sheij al-Akbar).[2]
Nació enMurcia en 1165, de padre murciano y madrebereber, en la calle Cubos, muy próximo a la mezquita mayor oaljama de Murcia.[3]
Cuando muere el llamadoRey Lobo en 1172, la ciudad de Murcia cae en manos de losalmohades, de modo que Ibn Arabi, con sus padres y sus dos hermanas se traslada aSevilla.[4] Sus estudios literarios juveniles transcurrieron entreLora del Río yCarmona. Tuvo a dos grandes maestras, dos místicas sufíes,Fátima de Córdoba yShams de Marchena, por las que mostró un gran reconocimiento.[5]
El ansia de saber condujo a Ibn Arabi a una vida viajera, recorriendo primero sual-Ándalus natal y luego elnorte de África visitando a los diferentes grupossufíes. Más tarde visitóEl Cairo yJerusalén. Después de pasar dos años de emociones espirituales enLa Meca, decidió continuar su viaje porBagdad,Mosul,Konya (antigua capital delSultanato de Rum y ciudad de la actualTurquía) yDamasco, donde finalmente se estableció durante 17 años hasta su muerte.[4] Su tumba, en la que después fueron enterrados dos de sus hijos, aún se conserva y es lugar de peregrinación para elIslam. Sobre su tumba, elImperio Otomano edificó unamadrasa en la que se guarda su sepulcro.
La ascendencia materna de Ibn ʿArabī erabereberes norteafricanos.[6] En suFutūḥāt al-Makkīyah, escribe sobre un tío materno fallecido, Yahya ibn Yughan al-Sanhaji, un príncipe deTlemcen que abandonó la riqueza por una vida ascética tras encontrarse con un místico sufí.[7] Mientras que su ascendencia paterna procedía de Yemen y pertenece a una de las estirpes árabes más antiguas deAndalucía. Sus antepasados paternos emigraron muy pronto a Andalucía, probablemente durante la segunda oleada de la conquista musulmana de la península ibérica.[8]
Su padre, 'Ali ibn Muḥammad, sirvió en el ejército deIbn Mardanīsh, gobernante de Murcia.[9] Cuando Murcia cayó en manos delCalifato Almohade en 1172, Ibn Mardanīsh no sobrevivió a la derrota y murió en la batalla, lo que llevó a su padre a jurar lealtad al califa almohade Abū Ya'qūb Yūsuf I.[8] Por aquel entonces Ibn ʿArabī sólo tenía 7 años, y su familia se trasladó de Murcia a Sevilla para servir al nuevo gobernante.[8]
Ibn ʿArabī tuvo tres esposas. Se casó con Maryam, una mujer de familia influyente,[9] cuando aún era un joven adulto y vivía en Andalucía. Maryam también compartía su aspiración de seguir el camino sufí, según cita Austin enSufíes de Andalucía:
"Mi santa esposa, Maryam bint Muhammad binti Abdun, dijo: 'He visto en sueños a alguien a quien nunca he visto en carne y hueso, pero que se me aparece en mis momentos de éxtasis (espiritual). Me preguntó si aspiraba a la Vía, a lo que respondí que sí, pero que no sabía por qué medio llegar a ella. Entonces me dijo que llegaría a ella a través de cinco cosas: confianza, certeza, paciencia, resolución y veracidad". Así me ofreció su visión (para mi consideración) y le dije que ése era, en efecto, el método de los Folk (sufíes). Yo mismo nunca he visto a nadie con ese grado de experiencia mística."[10]
Cuando Ibn ʿArabī permaneció en Anatolia durante varios años, según diversas fuentes árabes y persas, se casó con la viuda de Majduuddin y se hizo cargo de la educación de su joven hijo,Sadruddin al-Qunawi.[8] Ibn ʿArabī también mencionó en sus escritos a su tercera esposa, la madre de su hijo Imāduddin, a quien legó el primer ejemplar deFutūḥāt al-Makkīyah.[8]
Aunque los estudios orientalistas españoles lo han relacionado con la escuela de Ibn al-Arif (Abenalarif), y lo consideraron inicialmente más un filósofo que unsufí, los maestros sufíes de muchas órdenes desde hace siglos lo han considerado como un gran maestro conocedor por 'experiencia (espiritual) directa', al que incluso han dado el calificativo deSheij al Akbar, "el más grande de los maestros". En la literatura académica occidental contemporánea, en esa línea, los estudios de su obra llevados a cabo por autores comoMichel Chodkiewicz,William Chittick,Denis Gril y enEspaña porPablo Beneito, muestran claramente que su contacto con las escuelasaristotélicas deAlfarabi yAverroes o la filosofíaneoplatónica de la escuela deIbn Hazm fue muy superficial.
Su obra es, ante todo, de carácter gnóstico-religiosa; sus críticas al entendimiento meramente externo y árido de la religión e incluso a la filosofía misma son abundantes en su obra. Pero es evidente que no es un simple "místico": el contenido metafísico de su obra abarca desde la interpretación gnóstico-sapiencial de laSharia (Ley Islámica) - siempre con una cierta visiónzahirí como la de Ibn Hazm, pero a la que supera ampliamente - hasta unacosmología basada en la revelación divina y de su unicidad (que fue bautizada por sus sucesores como la "Unicidad de la Existencia" oWahdat al-wuyud enárabe).
La doctrina de Ibn Arabi abunda en el carácter absoluto deAlá como unidad suprema. Esta niega cualquier tipo de analogía entre Él y lo creado - por lo tanto escapando del panteísmo que le han adscrito algunos - pero también desarrollando una compleja relación de lo creado con el Creador, del que es una expresión de sus diferentes Nombres y Atributos (Allahu al-asma al-husna), que inicióSahl al-Tustari. Esta radical separación deAlá y su creación impide su conocimiento racional como Esencia, pero no impide su conocimiento a través del develamiento, es decir, de la certificación o Realización de la Realidad (Haqq) de las cosas, que no es otro queAlá. Con Ibn Arabi el sufismo alcanza el desarrollo más refinado de la expresión de su elaboración teórica.
Al igual que losneoplatónicos, Ibn Arabi aplica una escala jerárquica de géneros y especies entre la no existencia al ser creador, que se relaciona a su vez con su idea del amor también compuesto de una serie de grados que van desde lasimpatía o inclinación hasta el puro amor.[11]
Sevilla, donde Ibn Arabi pasó la mayor parte de su vida y educación
Ibn ʿArabī creció en la corte reinante y recibió formación militar.[9] Según confesó enal-Futuhat al-Makkiyya, prefería jugar en el campamento militar con sus amigos antes que leer un libro. Sin embargo, fue en su adolescencia cuando experimentó su primera visión (fanā); y más tarde escribió sobre esta experiencia como "la diferenciación de la realidad universal comprendida por esa mirada".[12]
Su padre, al notar un cambio en él, se lo había comentado al filósofo y juez Ibn Rushd (Averroes),[12] quien pidió conocer a Ibn Arabi. Ibn Arabi dijo que a partir de este primer encuentro, había aprendido a percibir una distinción entre el conocimiento formal del pensamiento racional y las percepciones reveladoras de la naturaleza de las cosas. Entonces adoptó el sufismo y dedicó su vida al camino espiritual.[12] Cuando más tarde se trasladó aFez, en Marruecos,Mohammed ibn Qasim al-Tamimi se convirtió en su mentor espiritual.[13] En 1200 se despidió de uno de sus maestros más importantes, Shaykh Abu Ya'qub Yusuf ibn Yakhlaf al-Kumi, que entonces vivía en la ciudad deSalé.[14]
Sus obras se cifran en más de 200.Osman Yahya las ha catalogado, ha editado algunas de ellas y ha desmentido algunas atribuciones de obras comola epístola de la Unidad oel Núcleo del núcleo.
Su obra más importante es elal-Futuhat al-Makkiyya, traducido habitualmente comoLas Iluminaciones de la Meca oLas Revelaciones de la Meca, que es un compendio de metafísica islámica, aunque abarca la mayoría de las ciencias tradicionales islámicas en sus más de 3000 páginas.
Su otra obra de importancia es elFusus al-Hikam (Los Engarces de la Sabiduría), síntesis de su pensamiento metafísico, de la unidad de las creencias y de profetología en elIslam.
Otras obras destacadas:
Libro del Tesoro de los amantes,Kitāb Dajā'ir al-a'lāq
Libro de la Política Divina,Kitāb al-tadbīrāl al-Ilāhiyya
Libro del descenso de los astros,Kitāb mawāqi' al-nuyūm
Libro del Viaje místico,Kitāb tuhfat al-safara
Epístola del precepto obligatorio,Risālat al-Amr al-muhkam
↑Hirtenstein, Stephen (1999).El mercificador ilimitado: The Spiritual Life and Thought of Ibn 'Arabi. Oxford: Anqa Publishing. p. 32.ISBN978-1883991296. «Como muchos andaluces, era de ascendencia mixta: el nombre de su padre indica una familia árabe, que probablemente había emigrado a Andalucía en los primeros años de la conquista árabe, mientras que su madre parece proceder de una familia bereber. ..»
↑abcdeAddas, Claude (2019).Ibn Arabi: The Voyage of No Return (2nd edición). Cambridge: Islamic Texts Society.ISBN9781911141402.
↑abcChittick, William (Summer 2018).«Ibn Arabi». EnZalta, Edward N., ed.Stanford Encyclopedia of Philosophy. Stanford: Metaphysics Research Lab, Stanford University. Consultado el 19 de julio de 2018. «Ibn ‘Arabî referred to himself with fuller versions of his name, such as Abû ‘Abdallâh Muhammad ibn ‘Alî ibn al-‘Arabî al-Tâ’î al-Hâtimî (the last three names indicating his noble Arab lineage)».
↑Austin, R.J.W. (1988).Sufis de Andalucía: The Ruh Al-Quds & Al-Durrat Al-Fakhirah. New Leaf Distributing Company.ISBN9780904975130.
El esplendor de los frutos del viaje. Edición y traducción Carlos Varona Narvión. El Árbol del Paraíso 60. Madrid: Ediciones Siruela. 2008.ISBN 978-84-9841-213-0.
El libro de la extinción de la contemplación. Málaga: Editorial Sírio. 2007.ISBN 978-84-7808-542-2.
Textos sobre el ayuno de Ibn Arabi. Madrid: Mandala ediciones. 2005.ISBN 978-84-88769-86-2.
La taberna de las luces: poesía sufí de Al-Ándalus y el Magreb (del siglo XII al siglo XX). Murcia: Editora regional de Murcia. 2004.ISBN 978-84-7564-279-6.
El divino gobierno del reino humano. Lo que necesita el buscador. Tratado sobre el Uno y Único. Córdoba: Almuzara. 2004.ISBN 978-84-933901-0-5.
Tratado de la unidad y otros textos sufíes. Palma de Mallorca: José J. de Olañeta. 2004.ISBN 978-84-9716-338-5.
Las contemplaciones de los misterios. Murcia: Editora regional de Murcia. 2003.ISBN 978-84-7564-265-9.
El intérprete de los deseos: Taryuman Al-Aswaq. Murcia: Editoria regional de Murcia. 2002.ISBN 978-84-7564-241-3.