Lahistoria de Bélgica se divide tradicionalmente en dos grandes episodios. El primero de ellos es aquel que comprende la historia del conjunto de territorios que formaron en el año 1830 el Estado deBélgica propiamente dicho (pues nunca fue independiente de un modo estable antes de este año). El segundo retoma la sucesión de acontecimientos a partir de esta fecha clave, que supone el nacimiento de Bélgica en tanto que nación independiente política y territorialmente.
La historia de Bélgica está ligada a la historia de los otros Estados delBenelux. Poco a poco, los diversos Estados situados entre las futurasFrancia yAlemania habrían de fusionarse en un solo Estado por losDuques de Borgoña. Esta unificación comenzó en 1384 y no finalizó sino hasta en 1443. Los territorios fueron llamadosPaíses Bajos (llamados "Bélgica" durante la dominaciónromana).
En el siglo XVI y como consecuencia de laReforma Protestante, las provincias del norte proclamaron su independencia. Desde entonces hay que distinguir entre:
Los Países Bajos del Norte: Estadoprotestante e independiente; lo que más tarde seríaPaíses Bajos.
LosPaíses Bajos del Sur: Estadocatólico gobernado por soberanos extranjeros hasta 1789 (por la casa de losHabsburgos: primero por losespañoles, después por losaustríacos). Entre 1789 y 1830, estos Países Bajos del Sur fueron ocupados por los franceses y por losneerlandeses, antes de terminar siendo independientes como Estado belga. Finalmente, en 1839, una parte de Bélgica formaría un nuevo Estado: elGran Ducado de Luxemburgo.
En el hoy territorio belga fueron descubiertosfósilesneandertales en 1829-1830 enEngis, y en otros lugares, algunos que datan de antes de la era actual.[1]
La temprana tecnología decultivoneolítica más antigua de Europa del Norte, la llamadacultura LBK, alcanzó el este de Bélgica en su punto más alejado hacia el noroeste desde sus orígenes en el sureste de Europa. Su expansión se detuvo en la región deHesbaye, en el este de Bélgica, alrededor de 5000 a. C.. La LBK belga es notable por el uso de muros defensivos alrededor de las aldeas, algo que puede o no puede haber sido necesario debido a la proximidad de cazadores-recolectores.[2][3][4]
Laagricultura en Bélgica sin embargo no logró afianzarse permanente en un primer momento. Las culturas LBK y Blicquy desaparecieron y hay un largo intervalo antes de que una nueva cultura agrícola, lacultura Michelsberg, apareciera y se generalizara. Cazadores-recolectores de la culturaSwifterbant aparentemente permanecieron en el norte arenoso de Bélgica, pero parece que se vieron cada vez más influidos por la agricultura y la tecnología cerámica.[3]
A finales del IV milenio a. C. y en el III milenio a. C., el conjunto de Flandes muestra relativamente pocas evidencias de presencia humana. Aunque se considera que hubo una presencia humana continua, los tipos de evidencias disponibles hacen muy difícil valorar los detalles.[6] Lacultura Sena-Oise-Marnese se extendió por las Ardenas, y se asocia con los sitios megalíticos encontrado allí (por ejemploWéris), pero no se difundió por toda Bélgica. Al norte y al este, en los Países Bajos, se ha propuesto la existencia de un grupo de agricultores semi-sedentarios, el llamado complejo de Vlaardingen-Wartburg-Stein, que posiblemente se desarrollase a partir de las culturas Swifterbant y Michelsburg antes mencionadas.[7] El mismo patrón continúa hasta finales del Neolítico y en laEdad del Bronce temprana. En la última parte del Neolítico, se encuentran evidencias de las culturas de lacerámica cordada y delvaso campaniforme en el sur de los Países Bajos, pero estas culturas tampoco parecen haber tenido un gran impacto en Bélgica.
La población permanente de Bélgica comenzó a aumentar al final de la Edad del Bronce, desde alrededor de 1750 a. C. Tres culturas europeas posiblemente relacionadas llegaron en secuencia: primero llegó lacultura de los campos de urnas (se encuentran túmulos enRavels yHamont-Achel en elCampine); luego, al entrar ya en laedad de hierro, lacultura de Hallstatt, y lacultura de La Tène. Las tres están asociadas con laslenguas indoeuropeas, asociándose específicamente laslenguas célticas con la cultura material de Tène, y posiblemente con la de Halstatt. A esto se debe que los registros históricos griegos y romanos de las áreas en las que se estableció esta cultura muestren topónimos y nombres personales celtas.
Sin embargo, es posible que en Bélgica, sobre todo en las zonas del norte, las culturas de Hallstatt y de La Tène fueran llevadas por las nuevas élites, y que el idioma principal de la población no fuera el celta. Desde 500 a. C. ya se asentaron en la región tribus celtas que negociaban con el mundo mediterráneo y desde ca. 150 a. C., entraron en uso las primeras monedas, bajo la influencia de ese comercio con el Mediterráneo.
CuandoJulio César llegó a la región, según consta en suDe Bello Gallico, los habitantes de Bélgica, del noroeste de Francia, y de la Renania alemana eran conocidos como losbelgae (de donde deriva el nombre de la Bélgica moderna), y fueron considerados como la parte norte de laGalia. (La región deLuxemburgo, incluyendo laprovincia belga de Luxemburgo, estaba habitada por lostréveros, que probablemente no se consideraban estrictamentebelgae.) La distinción entrebelgae, al norte, y celtas, al sur, y los germanos a lo largo del Rin, es objeto de controversia.[8]
César dice que losbelgae estaban separados del resto de la Galia por idioma, derecho y costumbre, y también dice que tenían ascendencia germánica, pero no entró en detalles. Parece claro que la cultura y la lengua celtas fueron muy influyentes entre los belgae, especialmente los de la Francia moderna. Por otro lado, los lingüistas han propuesto que existen evidencias de que la parte norte de la población de Bélgica habría hablado previamente unalengua indoeuropea relacionada con, pero distinta de, la celta y germánica, y entre el nortebelgae, el celta nunca pudo haber sido la lengua de la mayoría. (Verlengua belga yNordwestblock.)[8]
Los líderes de la alianza belga a la que se enfrentó César estaban en la Francia moderna, lossuesiones,viromanduos yambianos y tal vez algunos de sus vecinos, en un área que él parece distinguir como la verdaderaBelgium de los tiempos clásicos.[9] En relación con el territorio de la moderna Bélgica, informó de que los aliados más al norte de los belgas, de oeste a este, losmenapios,nervios yGermani cisrhenani, estaban económicamente menos desarrollados y eran más belicosos, similares a los germanos al este del río Rin. Los menapios y germanos vivían entre los bosques bajos espinosos, islas y pantanos, y las tierras belgas centrales de los nervios fueron plantadas deliberadamente con setos, con el fin de que fueran impenetrables a la caballería. También hay menos evidencias arqueológicas de grandes asentamientos y de comercio en la zona. SegúnTácito, que escribió una generación más tarde, losGermani cisrhenani (que incluían a loseburones) eran, de hecho, la tribu original llamadaGermani, y todos los otros usos del término derivaban de ellos, aunque en su tiempo el mismo pueblo se denominan losTungri.[10]
Los lingüistas modernos usan la palabra «germánico» para referirse a las lenguas, pero no se sabe con certeza si losGermani belgas hablaban una lengua germánica, y sus nombres tribales y personales son claramente celtas. Esto de hecho, también es posiblemente cierto de las tribus que se relacionaban con ellos en ese momento al otro lado del Rin. Los arqueólogos también han tenido dificultades para encontrar evidencias de las migraciones exactas desde el este del Rin, de las que informa César, y ha habido un escepticismo general debido a los motivos políticos de sus comentarios. Sin embargo, el registro arqueológico da la impresión de que losGermani belgas clásicos fueron una población relativamente estable que se remontaba a los tiempos de lacultura de los campos de urnas, con una clase de élite, inmigrada más recientemente, que habría sido del mayor interés para César.[11]
Losbelgae occidentales y meridionales florecieron dentro de la provincia romana de Galia Bélgica, junto con lostréveros. La Gallia Belgica incluía originalmente seis capitales regionales, cuatro de ellas hoy en día en Francia —Nemetacum (Arrás),Divodurum (Metz), Bagacum (Bavay) y Durocorturum (Reims)— una en Alemania —Augusta Treverorum (Trier), cerca de Luxemburgo— y sólo una en la Bélgica moderna —Atuatuca Tongrorum (Tongeren)—.
La esquina noreste de esta provincia, incluyendo Tongeren y el área de la tempranaGermani, se unió con la militarizada frontera del Rin para formar una nueva provincia conocida comoGermania Inferior.[12] Sus principales ciudades eran Ulpia Noviomago (Nimega, en los modernos Países Bajos), Colonia Ulpia Trajana (Xanten, en la actual Alemania) y la capital Colonia Agrippina (Colonia, Alemania).[12] Más tarde, el emperadorDiocleciano reestructuró las provincias alrededor de 300, y dividió el resto de Bélgica en dos provincias:Belgica Prima yBelgica Secunda. Belgica Prima fue la parte oriental y tenía Trier como su principal ciudad, e incluía la actual provincia belga de Luxemburgo.
La Cristiandad también se introdujo por vez primera en Bélgica durante el período romano tardío, y el primer obispo conocido en la regiónServatius habría enseñado a mediados del siglo IV enTongeren.
San Servacio, obispo deTongeren y una de las primeras figuras cristianas en la región.Relicario del siglo XVIParte meridional de losPaíses Bajos con las sedes episcopales y abadías en el siglo VII. Lasabadías dieron lugar al nacimiento de grandes pueblos e incluso a algunas ciudades al reformar el territorio.
Cuando elImperio romano de Occidente colapsó durante los siglosV yVI, lastribus germánicas loinvadieron y se establecieron en él. Uno de estos pueblos, losfrancos, se establecieron enGermania inferior, y procedió a expandirse a un nuevo reino que comprendía todo la Bélgica actual y gran parte de Francia, bajo el gobierno de ladinastía merovingia, el corazón del primer reinofranco, cuya capital eraTournai.Clovis I fue el rey más conocido de esta dinastía. Gobernó desde su base en el norte de Francia. Se convirtió alcristianismo hacia el año 500, y abandonó Tournai para ir aParís. Eruditos cristianos, en su mayoría monjes irlandeses, predicaron el cristianismo a la población y comenzaron una ola de conversión (san Servacio,san Remacle,san Hadelin).
Los merovingios tuvieron una corta duración y fueron sucedidos por ladinastía carolingia, cuya base de poder familiar se encontraba en la parte oriental de la actual Bélgica. Después de queCarlos Martel se opusiera a la invasión musulmana desde España (732,batalla de Poitiers), el reyCarlomagno (nacido cerca de Lieja, enHerstal oJupille) ejerció su dominio sobre una gran parte de Europa y fue coronado «emperador del Sacro Imperio Romano» por el papaLeón III (800, en Roma). El valle delMosa devino el centro político y económico delImperio carolingio. Más tarde, dicho imperio sería dividido entre sus tres hijos mediante elTratado de Verdún (843).
LaLotaringia, la parte que le correspondió aLotario II en calidad de emperador era un ente artificial que incluía los Países Bajos, zonas de Francia como Alsacia y Lorena, la Alemania al oeste del Rin e Italia. Sobre el futuro territorio de Bélgica se desarrollan espacios casi independientes como los condados fruto de la debilidad de este estado, que desapareció en 870 al morir sin herederos Lotario. Bélgica quedó dividida entre Francia y Alemania en virtud delTratado de Meersen (870), con elrío Escalda por frontera, reparto que cambió poco después por elTratado de Ribemont (880).
Losvikingos hicieron grandes incursiones a lo largo de este período, pero un importante asentamiento que había causado problemas en la zona de Bélgica fue derrotado en 891 porArnulfo de Carintia, en labatalla de Lovaina.
Las tierras de los francos, divididas y reunificadas varias veces bajo las dinastías merovingias y carolingias, al final quedaron firmemente divididas entre Francia y elSacro Imperio Romano Germánico. Las partes delcondado de Flandes localizadas al oeste delrío Escalda quedaron integradas en Francia durante la Edad Media, pero el resto del condado y losPaíses Bajos pasaron a ser parte del Sacro Imperio, específicamente estaban en elducado raíz de laBaja Lotaringia.
A lo largo de la Edad Media, la parte norte de la actual Bélgica (que ahora se conoce comúnmente comoFlandes) fue una zona de lenguagermánica, mientras que en la meridional la gente había seguido estando romanizada y hablaba derivados dellatín vulgar.
Europa entre 919 y 1125.
A partir del siglo X, las ciudades comenzaron a desarrollarse, principalmente en elcondado de Flandes. La industria de la lana conoció un éxito crucial, y el comercio marítimo alcanzó su punto más próspero con laLiga Hanseática. La región se convirtió en uno de los motores de la economía europea, junto conItalia. La lana era importada deInglaterra, con la cual se tejen relaciones que tendrán gran importancia una vez llegados los conflictos entre losCapetos y laCasa de Plantagenet.
A medida que los emperadores romanos y los reyes franceses fueron perdiendo el control efectivo de sus dominios en los siglosXI yXII, el territorio más o menos correspondiente a la actual Bélgica, quedó dividido en varios estados feudales relativamente independientes:
elcondado de Henao (1071-1794), surgido de la refeudalización de tres condados anteriores (condado de Mons, la parte sur delLandgraviato de Brabante y el marquesado otoniano de Valenciennes);
Las principales ciudades eran entonces, en el oeste,Brujas,Gante,Ypres yTournai, y en el país mosano,Huy,Namur,Dinant yLieja. Sin embargo la tendencia a la urbanización es muy débil: solamente la ciudad deNivelles se puede considerar urbana. Situadas en el interior del país, las otras ciudades delBrabante comoBruselas,Lovaina yMalinas, habrán de esperar al siglo X para desarrollarse. En esa época, los afluentes delEscalda eran navegables y el tráfico comercial entre elMosa y elRin aumentó considerablemente.
Hasta en el año 1300, la pujanza económica de las ciudades fue alimentada por una coyuntura favorable. No obstante, esta expansión cesó en el siglo XIV a causa de numerosas crisis y epidemias depeste. La población se estancó y en ciertos casos, disminuyó. La mayoría de ciudades no lograron alcanzar de nuevo esos niveles de población hasta la llegada del siglo XIX.
A partir del final del siglo XIII, varias batallas tienen lugar entre el rey de Francia y las comunas de Flandes, estando los condes en uno u otro lado según les convenía. El 18 de mayo de 1302, la guarnición francesa deBrujas fue masacrada durante la revuelta de losMaitines de Brujas y la hueste real fue aniquilada el 11 de julio del mismo año por las milicias comunales en labatalla de Courtrai, conocida también comoLa Batalla de las Espuelas de Oro. Esta batalla es hoy considerada como el nacimiento de la nación flamenca, aunque laRegión flamenca actual y elcondado de Flandes de la época no se correspondan más que parcialmente.Felipe IV de Francia obtendrá su revancha en labatalla de Mons-en-Pévèle el 18 de agosto de 1304.
En el siglo XV, luego del enarenamiento delZwin, pero también por razones económicas y políticas,Amberes sustituye aBrujas como principal puerto de tránsito de la Europa occidental.Amberes se convierte entonces en una capital económica y financiera del noroesteeuropeo.
Bajo el mandato deFelipe II, losPaíses Bajos del Norte, convertidos alcalvinismo, se rebelan y obtienen finalmente su independencia con el nombre deProvincias Unidas. Los territorios que formarán más tarde Bélgica y algunas provincias del Sur de los Países Bajos siguen siendo posesiones españolas tras numerosos disturbios y el exterminio de losanabaptistas. (verDavid Joris)
A lo largo del siglo XVII las guerras entre Francia de un lado y España y las Provincias Unidas de otro, dibujan la frontera actual entre Francia y Bélgica. Tras una serie de operaciones militares como latercera batalla de Cassel enNoordpeene en el año 1677, eltratado de Nimega otorga a los franceses la posesión deCassel, deBailleul eYpres. Esta última será devuelta al igual queVeurne yTournai a través deltratado de Utrecht en 1713
Por este mismo tratado, la corona de España pasa a losBorbones conFelipe V de España, nieto deLuis XIV. LosPaíses Bajos del Sur, en este momento bajo el control de la armadaneerlandesa, vuelven al poder de los Habsburgo de Austria y se convierten en losPaíses Bajos austriacos.
Lode Wils en suHistoire des nations belges [Historia de las naciones belgas] presenta los Países Bajos españoles/austriacos como un estado federalcatólico gobernado por monarcas extranjeros. Este sentimiento de pertenencia a un estado-nación conducirá a la emergencia de una "Historiografía nacional de los Países Bajos meridionales" y por lo tanto a la Historia de losBelgas (Des Roches en 1782, después Dewez en 1805 y De Smet en 1822).
Este sentimiento "belga" se confirma en 1757 enViena, cuando fue suprimido el Consejo supremo de los Países Bajos (aunque por motivos no nacionales), siendo sustituido por una "Oficina Belga" dentro de la cancillería austriaca.
A menudo se recuerda que el término "belga" hace referencia a los Países Bajos del sur, excluyendo el Principado deLieja. Por lo tanto, en 1792, los patriotas de ese principado y los belgas refugiados enParís se reúnen en un "Comité de los Belgas y Liejenses Unidos" (bajo la dirección de Walckiers). Pero pronto los ciudadanos de Lieja terminarán considerándose como belgas durante las sucesivas revoluciones.
Larevolución de Lieja es el periodo comprendido entre los años 1789 y 1795, y que conllevará la desaparición delprincipado de Lieja tras ocho siglos de existencia.
Según algunos historiadores, la revolución se desarrolló cuando el príncipe-obispo estaba ausente, desde su partida durante la noche del 26 al 27 de agosto del 1789 hasta su vuelta el 12 de febrero de 1791. De acuerdo con esta interpretación, la revolución liejense era la contrapartida de laRevolución Brabanzona en losPaíses Bajos austriacos, que fracasó.
Según otros, la Revolución de Lieja era el reflejo de laRevolución Francesa o incluso una parte de ella. La Revolución enFrancia comenzó simultáneamente en 1789 y bajo este punto de vista la revolución enLieja continuó después del regreso temporal del príncipe; experimentó una segunda fase con la llegada de las tropas revolucionarias en 1792, y una tercera en 1794 con el segundo retorno de los franceses. La revolución llegó a su fin en 1795 como consecuencia directa de la desaparición del principado y de su incorporación a laRepública Francesa.
Durante esta fase, la revolución mostró episodios extremos, como por ejemplo el de la demolición de lacatedral de Nuestra Señora y San Lamberto; pero también prometedores: los diputados de la Convención liejense, que decidirán más tarde la integración del Principado dentro de Francia, fueron elegidos en 1792 porsufragio universal.[13]
En 1789, las reformas políticas y religiosas que quiso imponer elemperadorJosé II provocaron unainsurrección. LosEstados generales no reconocieron su autoridad. Este levantamiento fue acompañado por la desintegración delejército imperial tras la derrota enTurnhout el 24 de octubre de 1789. EstaRevolución brabanzona provocó el nacimiento de ideas independentistas en diferentes «Estados», y la creación de laConfederación de losEstados Belgas Unidos el 11 de enero de 1790. La discordia entre los partidos católico y liberal creó un clima inestable que favoreció el retorno de las autoridades austriacas. Estas restablecieron su autoridad en octubre del año siguiente.
En esta época,Louis de Potter, un periodista belga delCorreo de los Países Bajos, estaba encarcelado enLille como consecuencia de sus escritos considerados anticlericales y republicanos. Durante varios años escribió desde su celda numerosos escritos divulgados secretamente en las provincias belgas. El profesor Harsin, partícipe de la Revolución brabanzona y profesor en laUniversidad de Lieja, tuvo conciencia del advenimiento de la revolución flamenca e hizo posible la puesta en libertad de Louis de Potter, delante de las narices de los austriacos.
Presionado por las poblaciones de Courtrai, Roubaix y de sus alrededores, Louis de Potter fue llevado entonces en carruaje a Bruselas. Allí, cuenta Harsin que la población misma desató a los caballos y tiró desde Gante el carruaje. Mientras era llevado a hombros por los revolucionarios y ovacionado como elverdadero jefe de la revolución belga, Louis de Potter pronunció aquella fase que se convertiría en el emblema de los belgas: "La Unión hace la fuerza".
Louis de Potter no dejó de criticar el poder impuesto por terceros en las provincias belgas unidas. Fue en cierto modo el inventor del "Movimiento liberal social" y fue nombrado a la cabeza de un gobierno provisional en calidad de "primer ministro/presidente" belga. Cuando las naciones decidieron nombrar, con el apoyo de las "grandes familias", una familia real reinante, Louis de Potter cayó en desgracia y partió al exilio en Italia, desprovisto de todo su poder popular. Allí permaneció el resto de su vida.[14]
Después de esta primera revolución belga, un primer estado independiente sale a la luz. Subandera consistía en tres franjas horizontales roja, negra y amarilla. Esta bandera volverá a ser utilizada durante la revolución 1830.
En 1792, elprincipado de Lieja pide, a través de sus patriotas refugiados enParís y en losPaíses Bajos del Sur, la liberación de sus tropas luego de laBatalla de Jemmapes. Los franceses organizan Bélgica bajo la dirección deLouis-Ghislain de Bouteville du Metz, que comienza un pillaje sistemático del país, sobre todo para conseguir financiación para la joven república. Las provincias belgas son reconquistadas temporalmente por Austria en 1793 con la aprobación del pueblo belga, exaltado por los excesos franceses.[15]
En 1794, los Estados belgas vuelven a formar parte de laRepública francesa el 1 de octubre de 1795 y el Principado de Lieja se convierte definitivamente en «belga» a través de su incorporación en tres departamentos: (Ourthe,Meuse-Inférieure ySambre-et-Meuse). Esta desaparición será confirmada en 1801 por el Concordato entreBonaparte y el papaPío VII.
Así pues, las reorganizaciones sistemáticas y organizadas por elDirectorio se reanudan. CuandoNapoleón se convierte en cónsul, los «departamentos reunidos» de la futura Bélgica como también una pequeña parte de laRepública Bátava son integradas en elimperio francés. Estos departamentos se correspondían aproximadamente a los antiguos "estados" de los Países Bajos austriacos, si bien algunos de ellos fueron creadosex nihilo (al igual que los de Limburgo y Ourthe, consecuencias del desmembramiento del ya inexistente Principado de Lieja).
Durante el periodo francés, laValonia experimenta su propiarevolución industrial y emerge como una de las regiones más industrializadas de Europa. El resto de Bélgica, particularmente Flandes, está retrasada en este aspecto.
Bélgica adopta en este momento el conjunto de instituciones de la Revolución francesa: administración,Código Napoleón, presión fiscal en beneficio del Estado, yjusticia reformada entre otras. Sin embargo, el pueblo sufre, sobre todo en el ámbito religioso y por culpa de laconscripción. Por lo tanto, en la actual provincia de Lieja, el 6 % de la población muere en los campos de batalla (6500 hombres). El uso de las lenguas locales como el flamenco es reprimido y las publicaciones en dicha lengua son prohibidas por la instauración deldecreto del 2 thermidor del año II.
El periodo francés llega a su fin en 1815 con la derrota deNapoleón enWaterloo.
En elcongreso de Viena de 1815, los tres grandes vencedores se reparten Europa sin tener en cuenta las ambiciones políticas locales. De este modo los territorios de la futura Bélgica son unidos a los de losPaíses Bajos para formar un país en el norte de Francia. Al frente de esteReino Unido de los Países Bajos estabaGuillermo I
El 18 de julio de 1815, el rey promulgó una constitución en aras de la fusión de los dos Países Bajos. En el norte, los Estados Generales aceptaron por unanimidad. En el sur, dicha votación dependía de 1.603 notables belgas: 527 votaron "a favor" y 796 "en contra" (de los cuales 126 votos lo fueron por motivos religiosos). El resultado fue, por lo tanto, negativo con un 60% de los votos. Sin embargo, en el escrutinio 280 abstenciones fueron consideradas "a favor", así como los 126 votos "en contra" debidos a cuestiones religiosas. El nuevo resultado fue entonces de 933 "a favor" y 670 "en contra", de tal suerte que, el 24 de agosto, el gobierno proclamó la aceptación de la constitución con un 58 % de votos.
Por lo tanto, la oposición a los "holandeses" ya era patente, de tal modo que, el 6 de marzo de 1814, más de un año antes del nacimiento del Reino Unido, un agente británico ya anunciaba que en Bélgica "la casi totalidad de las clases de la sociedad (...) rechaza de forma muy contundente Países Bajos y laCasa de Orange.[16]
En los hechos, la población asistió al restablecimiento de los Países Bajos anteriores a 1581, con la sola diferencia de que ahora se trata de un Estado protestante.[17]
El primer antagonismo fue, lógicamente, religioso, y la situación fue inversa a la de 1581. Los 3,5 millones de belgas de las provincias del sur erancatólicos y se hallaban inmersos en un Estado dirigido por los 2 millones deprotestantes de las provincias del norte y por su rey. Además, se decretó la igualdad de religiones: el clérigo católico se sentía entonces amenazado y sostenía la oposición en el campo. Dicha oposición estaba sobre todo acentuada en Flandes, y dirigida por el obispo de Gante. De este modo, al igual que en 1581, la religión sería una causa directa de la escisión de los Países Bajos.
El segundo antagonismo era económico: los liberales ya no tenían acceso al mercado francés, mientras que habían de subyugarse al libre comercio con Inglaterra y su muy avanzada industria. Por otra parte, el gobierno favorecía las inversiones en el norte y el rey llegaría incluso a frenar el desarrollo del puerto de Amberes para favorecer a los del norte.[18] Por estas razones, en 1816 los embajadores deAustria, deRusia y dePrusia habían perdido ya todo vestigio de confianza en la unión de los dos Países Bajos.[19]
Paralelamente a estos dos problemas, el gobierno era cada vez más autoritario, sobre todo presionando a la libertad de prensa (con acusaciones de alteración del orden público) y del clero católico. Éste, a su vez, conspiraba en contra del dominio protestante. Esto provocó la radicalización de posiciones, que llevó a reclamar al Parlamento responsabilidad ministerial y libertad de enseñanza.
Esta oposición católico-liberal sería predominantemente belga: los católicos del norte no tenían mayor influencia (desde 1581) y pocos liberales del norte se unían, prefiriendo seguir fieles al rey. Esto puede explicarse por el favoritismo pro neerlandés del reino (en las funciones pública y militar),[20] pero también por el hecho de que los belgas eran mayoritarios. Hacerles demasiadas concesiones significaría darles las riendas del país, algo que ni el rey ni la población del norte aceptarían. La fidelidad al rey siguió muy presente en los Países Bajos: no hubocuestión real a la belga ni siquiera bajo el reinado deGuillermo III.
La sublevación de los belgas se exacerbó y el elemento que lo propiciaría fue la segunda ola de revoluciones en Europa (en 1830). La burguesía obtendría el poder en agosto de 1830 y sería sostenida, frente al soberano absolutista extranjero, por todas las capas de la sociedad (desde la nobleza hasta los campesinos).[21]
Para concluir este periodo, convendría mencionar que así como hoy en día la división lingüística constituye un serio problema para la integridad de Bélgica, por aquel entonces también lo era. Aunque el decreto real del 15 de septiembre de 1819 establecía el neerlandés como lengua oficial (en las provincias neerlandófonas) en lo referente a la justicia y la administración, las lenguas vernáculas no estaban protegidas (como el alemán en Luxemburgo). Además, los valones no se sentían amenazadas, ya queGuillermo I, a pesar de ser rey de los Países Bajos, era francófono (como la mayoría de la burguesía europea de la época).
La puesta en marcha de una política lingüística pro neerlandesa fue tan gradual, que en verdad continuaron los lazos culturales entre Flandes y los Países Bajos.[21] La crisis propiamente dicha no aparecería hasta en 1829, cuando se acusó al rey de imponer el uso delneerlandés por parte de las élites y la administración (justicia, policía...). Para comprender mejor esta "rebeldía", menester sería decir que en estas fechas ni siquiera se podía redactar el testamento en francés.
Escena de las Jornadas de septiembre de 1830, en la Plaza del Ayuntamiento de Bruselas (1835)
El 25 de agosto de 1830, poco después de laRevolución de Julio en Francia,Bruselas se sublevó. Los disturbios se propagaron por todo el país y el 27 de septiembre las tropas gubernamentales de los Países Bajos evacuaron la mayor parte de las provincias del sur (sólo las ciudadelas deAmberes,Maastricht y deLuxemburgo permanecieron en manos de losejércitos lealistas.
Desde el 25 de septiembre se formó un gobierno provisional, que elaboró laConstitución de Bélgica, optando por unamonarquía. La corona belga fue ofrecida en primer lugar aLuis de Orleans, duque de Nemours, hijo del reyLuis Felipe I de Francia, que la rechazó por prudencia y para evitar conflictos diplomáticos. Durante un tiempo incluso se barajó la posibilidad de situar a Bélgica como estado independiente dentro de una unión personal en torno al rey de los Países Bajos, pero finalmente fue rechazada por el gobierno belga, sobre todo ante el recrudecimiento de los conflictos (el 27 de octubre el ejército neerlandés bombardeaba la ciudad de Amberes).
El 4 de octubre de 1830, un gobierno provisional proclamó la independencia de Bélgica y el 3 de noviembre fue elegido el Congreso nacional belga entre unos 30 000 electores. El 7 de febrero de 1831 se aprobó la constitución del nuevo estado. La mayoría de los electores procedían de la burguesía y elfrancés fue elegido como único idioma oficial. La opinión general era que los francófonos eran mayoría en Bélgica, pues el francés era, durante esta época, la lengua de la élite y de la clase dominante que se había apoderado del poder político. EnFlandes, así como en Valonia y Bruselas, el pueblo usaba sus lenguas regionales.
El 4 de noviembre de 1830 se inició una conferencia enLondres sobre el futuro deBélgica: finalmente las grandes potencias decidieron reconocer la independencia de Bélgica el 20 de enero de 1831. Se estableció una monarquía y el trono fue entregado por defecto al príncipe alemán Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha (tío de la reinaVictoria de Gran Bretaña), que se convirtió enLeopoldo I de Bélgica el 21 de julio de 1831. Bélgica declaró su neutralidad en la política internacional.
Las fronteras de Bélgica no fueron definitivamente fijadas hasta 1839 con la escisión deLimburgo (provincia creada en 1795 sobre el territorio del Principado de Lieja) y la independencia deLuxemburgo como Gran Ducado (hasta el momento todo Luxemburgo formaba parte de Bélgica, salvo la propia ciudad deLuxemburgo).
En el siglo XIX, disponiendo decarbón y dehierro, Bélgica inició su Revolución industrial y durante un tiempo fue la segunda potencia industrial del mundo, trasInglaterra. El centro de poder industrial del país se encontraba enValonia, donde ya existía una antigua tradición de extracción y metalurgia del hierro y del carbón. El país también se convirtió en el segundo productor mundial deacero y carbón. Experimentó un rápido desarrollo similar al inglés, gracias a la iniciativa del Estado y al disponer de un sistema bancario favorable a las inversiones industriales, que dotaron al país de uno de los mejores sistemas ferroviarios de Europa. Los centros principales se encontraban en Gante y Lieja.Bélgica contaba ya en 1830 con una industria textil muy desarrollada y una siderurgia en expansión.Este crecimiento económico fue posible por la confluencia de varios factores. Primero el notable incremento demográfico. Luego, la disponibilidad de unos medios de transporte baratos (ríos y canales) y la abundancia de materias primas (carbón y hierro), posibilitaron el desarrollo de la siderurgia. Además, el apoyo de las sociedades crediticias y la banca completaban este juego de elementos favorables para el desarrollo de las nuevas formas industriales.
El reyLeopoldo II, hijo de Leopoldo I y rey desde 1865 dirigió a título privado la colonización delEstado Libre del Congo con el objetivo de obtener una colonia prestigiosa para Bélgica. El territorio de la actualRepública Democrática del Congo (Congo-Kinshasa, antiguo Zaire), se convirtió en su dominio personal y no la cedió al gobierno de Bélgica hasta 1908 ante la presión de la opinión pública internacional por los crueles abusos cometidos sobre la población indígena conocidos como elGenocidio congoleño (1885-1908).
La explotación de las riquezas del Congo fue confiada a los agentes y burócratas belgas instalados en el territorio y a varias empresas concesionarias, cuyas exacciones y crímenes contra la población congoleña se volvieron tristemente célebres. Para obtener caucho, rubíes, diamantes, oro y marfil en grandes cantidades, los indígenas fueron sometidos a trabajos forzados y a un régimen de terror en el que se masacraron aldeas enteras. Aunque se desconoce un número objetivo de víctimas se han hecho varias estimaciones (como en el libroLos Fantasmas del rey Leopoldo, de Jean Stengers, yCongo: mitos, realidades, historia de Duculot y Gembloux). Las estimaciones abarcan tanto las víctimas directas de las masacres como las que fueron producidas por la desestabilización de la agricultura, la huida de la población. Las estimaciones varían entre 6 y 10 millones de personas.
En 1908, ante la presión internacional, el gobierno de Bélgica asumió la administración del Congo. La constitución belga prohibía al gobierno invertir dinero estatal en sus colonias. Todas las inversiones debían ser financiadas por fondos privados o por la propia colonia. En setenta y cinco años Bélgica convirtió a la colonia del Congo en un gigante agrícola y minero fuente de materias primas y divisas. Sin embargo, la inmensa mayoría de la población congoleña quedó excluida del crecimiento económico. Los salarios de la población eran ínfimos, el sistema de formación tradicional fue sustituido por escuelas primarias. La forma de organizar la coexistencia de negros y blancos de hecho confirmó la segregación racial, aunque de forma menos rigurosa que el "apartheid" deSudáfrica, y sin ser sostenida por una ideología claramente vinculada al racismo. Se alzaron vivas críticas, sobre todo desde el ámbito cristiano, contra el sistema colonial, notablemente enLa Revue nouvelle. Varias figuras blancas y negras son las que fomentan los gestos a favor de la independencia del Congo, entre los que convendría destacar elManifeste de Conscience africaine (Manifiesto de la Conciencia africana), dirigido por el cardenal Joseph-Albert Malula.
Por lo que se refiere a Bélgica, durante mucho tiempo se llevó a cabo una política y propaganda paternalista sobre la colonia del Congo, reflejada en obras comoTintín en el Congo (1931), que glorificaba la "misión civilizadora" de Bélgica. Esta visión paternalista estaba muy extendida por toda Europa, sobre todo en la década de 1930.
Mapa del cinturón fortificado deLieja.Árbol genealógico de los reyes de los belgas.
En 1914, en aplicación delplan Schlieffen, Alemania, que se encontraba en guerra contra Francia, invadió Bélgica para atacar a los ejércitos franceses desde el norte. Contrariamente a lo que se esperaban los militares alemanes, la resistencia del ejército belga resultó fuerte. De hecho, en algunos momentos de los primeros días de la invasión, el ejército alemán se vio obligado a retroceder, reduciendo la rapidez establecida previamente en el plan Schlieffen. Se necesitaron quince días y un ejército de 100 000 hombres para reducir las fortificaciones deLieja. El ejército belga, liderado por el reyAlberto I, finalmente se vio obligado a retirarse, aunque contraatacó enAmberes en septiembre.
La imprevista resistencia de los belgas entorpeció los planes de los alemanes, cuyo objetivo era atravesar en apenas unos días el territorio belga para atacar Francia, que de esta forma ganó un tiempo valioso para movilizar sus tropas. En su avance entre agosto y septiembre, los alemanes causaron numerosos destrozos y atrocidades en territorio belga. La violación de la neutralidad belga provocó la entrada en guerra delReino Unido.
Sin embargo, a pesar de la resistencia, Bélgica terminó completamenteocupada durante toda la guerra. El gobierno belga se exilió y refugió en Sainte-Adresse, enEl Havre. A instancias del gobierno belga, el ejército colonial del Congo declaró la guerra a Alemania y atacó las colonias alemanas deCamerún yÁfrica Oriental con la ayuda de los colonos franceses, británicos y portugueses. Después de la guerra, Bélgica obtuvo de laSociedad de Naciones la tutela sobreRuanda yBurundi.
Durante el período de entreguerras (1918-1939), Bélgica, como el resto de Europa, sufrió los efectos de la Gran Depresión económica.
En 1940, Bélgica fue nuevamente ocupada por Alemania. Después de librar un combate, a menudo considerado como una resistencia desesperada contra un enemigo muy superior, durante dieciocho días, en labatalla de Lys, donde pereció aproximadamente la mitad del ejército belga, el reyLeopoldo III decidió capitular, contra el parecer del gobierno belga exiliado enLondres. Muchos consideraron esta decisión del monarca belga como una traición, mientras que otros lo vieron como un gesto de solidaridad con los soldados capturados por los invasores. El rey permaneció en Bélgica como prisionero de guerra, negándose a ejercer funciones oficiales, incluso habiéndosele ofrecida porAdolf Hitler una posición en el nuevo régimen a finales de 1940.
El rey Leopoldo III estuvo en contacto con los secretarios generales y burócratas del gobierno de ocupación, que mantuvo en marcha la maquinaria administrativa del país en el ámbito del orden legal, el abastecimiento, economía, asuntos internos. En 1941 se desposó en secreto conLilian Baels, un matrimonio sin validez jurídica por la ley belga, y una decisión que fue mal recibida por los belgas.
También provocó malestar en el país el hecho de que la mayoría de los prisioneros belgas valones permanecieron encarcelados hasta el fin de la guerra, mientras que casi todos los prisioneros belgas flamencos fueron liberados tras la capitulación del monarca. La monarquía perdió popularidad en Valonia y en Bruselas, mientras que el VNV (nacionalistas flamencos próximos al fascismo), aumentaron su fuerza en Flandes. La colaboración belga con los nazis estuvo marcada por la división entre valones y flamencos. La SS formó una división en Valonia, pero la mayor parte de la colaboración política e intelectual se concentró en Flandes, mientras que en Valonia la resistencia belga concentraba sus fuerzas, realizando varias acciones de sabotaje industrial contra objetivos estratégicos.
En Flandes varios elementos del nacionalismo flamenco vieron en la colaboración una herramienta para avanzar en sus objetivos políticos. Por otra parte la configuración del nacionalismo conservador flamenco se encontraba más próximo ideológicamente al nacionalsocialismo alemán. Fue por esta razón que los alemanes se atrajeron a los nacionalistas flamencos con medidas como la liberación de los prisioneros de Flandes.
Por lo que se refiere a las colonias belgas, durante la Segunda Guerra Mundial el Congo se desligó por completo del gobierno de ocupación y proporcionó materias primas y recursos materiales a los Aliados, y en concreto eluranio con el que se construyeron las bombas atómicas que pondrían fin a la Segunda Guerra Mundial.
Debido al papel impopular del rey Leopoldo III durante la Segunda Guerra Mundial y varias manifestaciones en su contra, en 1950 se celebró un referéndum sobre la monarquía, y por un estrecho margen, el rey Leopoldo fue aceptado como monarca. No obstante, la mayoría de los valones se pronunciaron en contra y su regreso fue mal aceptado provocando varios disturbios en Valonia. Finalmente Leopoldo III decidió abdicar en favor de su hijoBalduino I, lo que permitió la continuación de la monarquía belga y un regreso a la calma, pero la cuestión monárquica marcó definitivamente una ruptura entre las fuerzas políticas belgas.
Después de varios años de efervescencia nacionalista tras la Segunda Guerra Mundial el 4 de enero de 1959 el gobierno belga anunció reconocer la independencia del Congo y decidió fijar la fecha del 30 de junio de 1960 para la independencia tras una mesa de negociaciones en Bruselas. Los partidos más anticoloniales ganaron las elecciones legislativas y presidenciales.Joseph Kasa-Vubu fue elegido presidente yPatrice Lumumba primer ministro. El 30 de junio de 1960, la colonia belga accedió a la independencia tras seis meses de preparativos.
El nuevo país sufrió varios disturbios internos, y Bélgica intervino para asegurarse de que no se produjera una nacionalización de los recursos naturales, apoyando la secesión de las dos provincias mineras deKatanga yKasai del Sur.Joseph-Désiré Mobutu se apoderó del poder en el Congo, y ordenó el encarcelamiento de Lumumba, que fue asesinado en la cárcel con la complicidad de los servicios secretos belgas. A partir de 1980 la corrupción y mala gestión del régimen de Mobutu arrojaron al Congo en la miseria y la guerra civil. Después de 2005, Bélgica se esforzó por ayudar a la nuevaRepública Democrática del Congo en su marcha hacia una verdadera democracia.
En Bélgica las décadas de 1960 y 1970 destacaron por un cambio en el flujo económico. Flandes se desarrolló poco a poco, convirtiéndose en la región más productiva y próspera del país, en detrimento de Valonia, afectada por sucesivas crisis industriales.
La crisis de Valonia, entre sus diversas causas, se debió al desinterés del sector privado por invertir en la región, el radicalismo sindical y la debilidad de los poderes públicos para salir de la crisis.
En 1964 se llevó a cabo una huelga de médicos para presionar al gobierno, que pretendía la instauración de un sistema desanidad público (LeyLeburton). Dicha huelga duró del 1 al 18 de abril. El líder de los huelguistas fueAndré Wynen. La protesta tuvo repercusión internacional, pues durante la huelga se produjeron varias muertes achacables a la falta deasistencia médica.[22][23][24]
Debido a la presión conjunta de los nacionalistas flamencos y de los regionalistas valones, Bélgica evolucionó progresivamente hacia un estado cada vez más federalista. Las reformas institucionales convirtieron el antiguo estado unitario en una estructura cada vez más centralizada de carácter federal, e incluso confederal. Las leyes lingüísticas de 1963 definieron el ámbito y el uso de las tres lenguas oficiales del país (francés, flamenco, alemán), estableciendo un sistema lingüístico muy complejo y estricto. La constitución de 1994 introdujo algunas reformas en el estado federal y en 2004 los nacionalistas flamencos expresaron su deseo de modificar la constitución para crear un estado confederal que permitiera la secesión de Flandes llegado el momento.
El 31 de julio de 1993 se produjo la muerte del reyBalduino I enMotril (Granada), en el sur deEspaña. Todo el país sufrió ante la muerte del popular monarca y miles de personas desfilaron por el palacio de Bruselas para despedir al monarca. A susfunerales acudieron numerosos jefes de Estado y de gobierno, así como miembros de la familia Sajonia-Coburgo-Gotha. Por primera vez la reinaIsabel II de Inglaterra y elemperadorAkihito deJapón acudieron a unosfunerales en el extranjero.
Tras la muerte del rey Balduino I, su hermano se convirtió en rey de los Belgas con el nombre deAlberto II. Su esposa se convirtió en la reina Paola. Actualmente, tienen tres hijos: el príncipe Felipe, la princesa Astrid y el príncipe Lorenzo. Aunque el rey Alberto II ha conservado los mismos valores que su predecesor, ha modernizado considerablemente la imagen de la monarquía belga, considerada muy austera durante el reinado de Balduino y Fabiola. Asimismo, con sus hijos y nietos le ha proporcionado un toque más familiar.
Abdicación de Alberto II de Bélgica y ascensión de Felipe I
El 3 de julio de 2013, el reyAlberto II anunció en un discurso televisado que decidía abdicar en favor de su hijo el príncipeFelipe, duque de Brabante, hecho que se realizó el 21 de julio, día nacional de Bélgica.
↑Constantin; Ilett; Burnez-Lanotte (2011), «"La Hoguette, Limburg, and the Mesolithic"», en Vanmontfort; Kooijmans; Amkreutz, eds.,Pots, Farmers and Foragers: How Pottery Traditions Shed a Light on Social Interaction in the Earliest Neolithic of the Lower Rhine Area, Amsterdam University Press.
↑En "Historia de Bélgica de 1830 a nuestros días", Prof. Harsin
↑Lode Wils,Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), capítulo VI.
↑N. Van Sas,Onze natuurlijkste bondgenoot. Nederland, Engeland en Europa, 1813-1831, p. 35-55, Groningen, 1985
↑Lode Wils,Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), p. 134, Labor, 2005
↑J.L. Van Zanden, A. Van Riel,Nederland, 1780-1914. Staat, instituties en economische ontwikkeling, Amsterdam, 2000.
↑Lode Wils,Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), p. 141, Labor, 2005
↑Aún después de la formación de Bélgica como Estado independiente, el 70% de los funcionarios neerlandeses eran originarios de las 2 Holandas. Van IJsselmuiden,Binnenlandse zaken en het ontstann van de moderne bureaucratie in Nederland 1813-1840, Kampen, 1988.