Es considerado como uno de los reyes suecos más prominentes de todos los tiempos. En el ámbito civil, realizó grandes reformas administrativas y económicas. Un rey militar, participó en cuatro guerras internacionales, de las cuales la que le daría mayor renombre fue laguerra de los Treinta Años enAlemania, participación que le valió los apelativos deEl León del Norte yGustavo Adolfo el Grande. A pesar de dejar a Suecia en una situación de flaqueza económica por la guerra, se ensancharon las fronteras de la nación, se fortaleció su presencia en elMar Báltico, y el país se alzó como potencia en Europa.
La educación militar la recibió durante las campañas de su padre en el mar Báltico oriental, y contó con la instrucción de oficialesholandeses. En el terreno intelectual, recibió educación clásica grecorromana, gracias a lo cual aprendería elgriego y ellatín.
Después de un corto periodo de tutoría, y después de que su primo, el duqueJuan de Östergötland (hijo deJuan III) renunciara a su derecho a la corona, Gustavo II Adolfo ascendió al trono en diciembre de 1611, a los 17 años de edad. Fue coronado enUpsala el 12 de octubre de 1617.
El país que heredó el nuevo rey era presa de la confusión y de la crisis económica, resultado de los conflictos internos y de la guerra en el extranjero que habían caracterizado los últimos cincuenta años. Heredó además tres guerras en el extranjero.Jacob De la Gardie comandaba a los suecos enRusia, en el conflicto entre Suecia y elPrincipado de Moscú (guerra de Ingria). ContraDinamarca se libraba laguerra de Kalmar, en la que el ejército danés había invadido territorio sueco, y contraPolonia un conflicto por el trono sueco, que era reclamado por el reySegismundo Vasa (véaseguerra sueco-polaca); este, tras su derrocamiento en Suecia, se consideraba a sí mismo como el rey legítimo, y aCarlos IX y Gustavo II Adolfo como usurpadores.
En la guerra de Kalmar, Gustavo II Adolfo debió enfrentar la invasión danesa sin el apoyo de sus grandes capitanes, pues tanto Jacobo De la Gardie comoEvert Horn se hallaban en territorio ruso. El reyCristián IV deDinamarca contaba conmercenarios alemanes y con una poderosa flota que cortaba toda posibilidad de ayuda a Suecia. Además, Dinamarca se había apoderado de las plazas fuertes deKalmar en elmar Báltico yÄlvsborg en la costa oeste.
Frente a la superioridad danesa, Gustavo II Adolfo emprendió unaguerra de guerrillas, en la que contó con el apoyo popular. El intento de Cristián IV de conquistarJönköping fracasó, y su ejército hubo de batirse en retirada. En este escenario se firmó lapaz de Knäred, el 28 de enero de 1613.
Poco después de finalizar la guerra contra Dinamarca, el conflicto en Rusia también alcanzó su capítulo final, con la firma de lapaz de Stolbova el 27 de febrero de 1617. El resultado fue la adquisición de las provincias deIngermanland yKexholm, cedidas por Rusia. Además, el reino de los zares fue excluido de toda salida al mar Báltico, y la zona del lagoLádoga fue anexada al territorio deFinlandia. Gustavo II Adolfo pretendía también la anexión deNóvgorod, que, sin embargo, no se concretó.
En realidad, la guerra contra Polonia fue comenzada porCarlos IX. Gustavo II Adolfo pretendía aislar a Polonia del mar Báltico, para que este se convirtiera enteramente en un mar interior sueco. El control de las desembocaduras fluviales repercutiría, de acuerdo a las pretensiones del rey sueco, en el dominio del comercio del mar Báltico, y de esta manera Suecia obtendría las mercancías de las que carecía en su territorio.
La guerra, sin embargo, no tenía solo por motivo la posesión del litoral báltico o la confrontación con el reySegismundo III de Polonia por el trono sueco, sino también la cuestión religiosa, y Gustavo II Adolfo retomó esta causa que había abordado su padre, Carlos IX, como una guerra de losprotestantes contra laContrarreforma enEuropa.
Gustavo II Adolfo vestido a la usanza polaca. Óleo deMatthäus Merian, alrededor de 1632.
Después de que en 1617 se había reanudado la conquista deLivonia, Gustavo II Adolfo partió a esa región báltica con el grueso de su ejército en 1621 y decidió ocupar la ciudad más importante, la alemanaRiga. Esta ciudad funcionaba como una república independiente y, pese a ser protestante, se hallaba alineada en el bando polaco, pues Polonia le permitía libertad comercial.
Después de un mes de asedio, Gustavo II Adolfo entró en la ciudad como vencedor, mostrando sus cualidades guerreras. A continuación la guerra entró en un período de altibajos y se acordó una serie de treguas, que resultaron en el regreso del rey a Suecia. Pero en 1625, Gustavo II Adolfo cruzó nuevamente el mar Báltico y con la conquista deDorpat se adueñó de toda Livonia, poniendo fin al dominio polaco sobre esa provincia.
La superioridad sueca fue confirmada tras labatalla de Wallhof, con la cual Suecia tuvo en sus manos los ríosDvina yNevá. El siguiente paso fue el comienzo de la conquista de la región delVístula, donde se hallabaPrusia —entonces posesión de Polonia— y su puerto deDanzig, la más importante ciudad comercial de todo el Báltico en ese entonces.
En la campaña prusiana, Gustavo II Adolfo apartó a Polonia de la influencia que ésta tenía en la región oriental de Alemania. La primera campaña, en 1626, se caracterizó por sonados triunfos: se conquistaron 17 ciudades en total, entre las que destacabanPillau enPrusia Oriental, yElbing yMarienburg en laPrusia Occidental polaca.
En los triunfos se contó con el apoyo de la población protestante que se hallaba sometida a Polonia. No obstante los éxitos, las tropas suecas no pudieron ocupar Danzig ni tampoco conquistar el curso del Vístula. Al auxilio de Polonia acudieron tropas delSacro Imperio Romano Germánico en 1627 y 1629. En este último año, una parte del ejército deAlbrecht von Wallenstein, al mando deJohann Georg von Arnim, sitió la ciudad protestante deStralsund, aliada de Suecia. En respuesta, Gustavo II Adolfo envió tropas de apoyo a esa plaza. Así comenzarían las hostilidades entre Suecia y el Sacro Imperio Romano Germánico de losHabsburgo, y la guerra de Polonia sería la antesala para la participación de Suecia en laguerra de los Treinta Años. La paz se firmaría en 1629 (Tratado de Altmark).
El 12 de enero de 1628, elparlamento sueco le otorgó a Gustavo II Adolfo plenos poderes para intervenir en laguerra de los Treinta Años. En 1629 se ratificó esta decisión, cuando la guerra en Alemania llevaba ya diez años, y el desarrollo del conflicto se había extendido hacia el mar Báltico y amenazaba el comercio y la influencia de Suecia en esa zona.
La contrarreforma católica amenazaba la independencia de las ciudades protestantes alemanas e incluso la libertad religiosa. La intervención del reyCristián IV de Dinamarca había fracasado y las islas danesas fueron atacadas por el ejército imperial al mando de Albrecht von Wallenstein.Mecklemburgo, un Estado protestante, cayó en manos de Wallenstein, y este fue nombradoAlmirante del Mar Báltico, al tiempo que una flotahispano-imperial apareció en el mar Báltico.
Con las victorias de Wallenstein, laIglesia católica había recuperado gran parte de lo perdido tras lareforma protestante: no menos de 14 sedes arzobispales y episcopales en el norte de Alemania.
En estas circunstancias, Gustavo II Adolfo comenzó su intervención. Sin contar con una alianza formal, buscó establecer vínculos con los enemigos de los Habsburgo en Alemania. Al mismo tiempo, recibió en 1629 emisarios deFrancia, que le prometieron el apoyo económico delcardenal Richelieu, enemigo declarado de la expansión de los Habsburgo.
Gustavo II Adolfo en la guerra de los Treinta Años
El 25 de junio de 1630, el rey sueco desembarcó en Alemania, en las cercanías de la ciudad deRügen. Dos días después la flota había desembarcado el resto del ejército enPeenemünde, en la islaUsedom.
La estrategia seguida por Gustavo II Adolfo sería apoderarse del curso de los ríos alemanes. El control de los ríos representaba el dominio de la más importante vía de comunicación entre las ciudades alemanas y el mar Báltico.
En el verano de 1632 había ya conquistado el curso alemán delDanubio, y su dominio se extendía desde el Báltico hasta las faldas de losAlpes. La primera campaña fue dirigida hacia elÓder, en cuya desembocadura se hallaba la ciudad deStettin, entonces capital dePomerania. La ciudad cayó ante el rey sueco el 10 de julio de 1630, sin necesidad de librarse batalla. En abril de 1631, tras el sangriento asalto aFráncfort del Óder, Gustavo II Adolfo logró el dominio completo del río.
Johann Tserclaes, conde de Tilly y comandante del ejército imperial que había sustituido a Albrecht von Wallenstein en 1630, intentó en vano rechazar a Gustavo II Adolfo y hacerlo retroceder hacia el mar Báltico. Tilly se dirigió hacia elElba con el fin de sitiar la ciudad deMagdeburgo, la plaza protestante más fuerte de todo el norte alemán. Con la conquista de Magdeburgo, Tilly pretendía impedir que el rey sueco se hiciese con el control del río Elba.
En ese tiempo, Gustavo II Adolfo consolidó su posición intervencionista en Alemania a través de un tratado con la Francia de Richelieu en enero de 1631. Francia se comprometía a pagar a Suecia un subsidio de 400.000riksdaler por año durante cinco años, con la condición de que Suecia mantuviese un ejército de al menos 36.000 hombres en suelo alemán. Este tratado le dio a Gustavo II Adolfo los recursos para continuar con la guerra.
Magdeburgo había jugado el principal papel entre las ciudades protestantes libres del norte de Alemania, y durante el otoño de 1630 se había afiliado voluntariamente a la causa del rey sueco. Sin embargo, los intentos de Gustavo II Adolfo de atraer a los príncipes protestantes habían sido en vano hasta entonces. Bajo el liderazgo deSajonia yBrandeburgo, los protestantes pretendían crear una nueva Unión Evangélica, llamada laAlianza de Leipzig, que se mantuviera neutral en la guerra y políticamente tuviese una posición independiente del emperador y del soberano sueco, a quien consideraban un extranjero invasor. Finalmente, una parte de los protestantes miembros de la alianza entablaron relaciones con Suecia: ellandgraveGuillermo V de Hesse-Kassel y los duques deSajonia-Weimar.
En la primavera de 1631 comenzaron los conflictos bélicos en Magdeburgo. Tilly buscaba apoderarse de este punto estratégico en el dominio del Elba, e impedir la avanzada del enemigo. Por su parte, Gustavo II Adolfo no podía permitirse la posibilidad de defraudar la confianza que las ciudades protestantes, ahora caídas ante los católicos, habían depositado en él. Pero los líderes de la Alianza de Leipzig, Sajonia y Brandeburgo, se negaron a prestar apoyo al monarca sueco. Brandeburgo se vio obligado a integrarse a la alianza de Gustavo II Adolfo cuando el ejército imperial avanzó haciaBerlín. La defensa de Magdeburgo fue otorgada al comandante suecoDietrich von Falkenberg, pero la ciudad cayó el 10 de mayo de 1631 ante el enemigo católico. La ciudad fue incendiada y saqueada y 30.000 de sus 36.000 habitantes fallecieron.
Después de la caída de Magdeburgo, Gustavo Adolfo se fortaleció enWerben, en la confluencia de los ríos Elba yHavel, de donde Tilly no fue capaz de desplazarlo. El príncipe de Sajonia, ante el peligro católico, finalmente decidió integrar una alianza con Gustavo II Adolfo; este último se erigió así en dirigente de todos los protestantes alemanes.
De importancia decisiva sería labatalla de Breitenfeld, el 7 de septiembre de 1631, donde el ejército católico sería aplastado por los protestantes, en lo que sería la mayor victoria de Suecia en toda su historia. Después de Breitenfeld, el dominio sueco se extendería en Alemania, y el sur de este país quedaría abierto para el avance de Gustavo II Adolfo.
Gustavo II Adolfo decidió entonces extenderse haciaTuringia y de ahí dominar elMeno y elRin, el mayor río alemán. Llevó a cabo una victoriosa campaña por toda la región bañada por el Meno.
En diciembre de 1631 alcanzó la ciudad deMaguncia y desde allí el ejército sueco se extendió río arriba y río abajo por la zona del Rin. Mientras tanto, el rey había dejado el control del Elba al príncipe de Sajonia, con el objetivo de que este invadieseBohemia y así apoyar a los protestantes de esa provincia.
Desde el Rin, Gustavo II Adolfo inició la conquista delLech, donde se libró una cruenta batalla contra laLiga Católica, con la victoria del lado de los suecos, y el resultado de la muerte del mismo Tilly. Enseguida, Gustavo II Adolfo partió a la conquista del Danubio, invadió la católicaBaviera y ocupó su capital,Múnich. Con la conquista de Múnich, se controlaba el paso de losAlpes.
Tras la muerte de Tilly, Albrecht von Wallenstein regresó al escenario bélico. El retorno del experimentado estratega representó un peligro para Gustavo II Adolfo, pues en poco tiempo Wallenstein había reorganizado al ejército imperial y echado dePraga al príncipe de Sajonia. El Príncipe de Baviera, fugitivo tras la invasión de Gustavo II Adolfo, se unió también a Wallenstein. El rey sueco pronto advirtió que no había más remedio que enfrentarse al mariscal.
El primer encuentro entre ambos estrategas sucedió enNúremberg, en 1632, donde se habían levantado campamentos fortificados. Gustavo II Adolfo decidió asaltar el campamento imperial, pero fue rechazado. Entonces intentó atraer al enemigo hacia el sur y presentarle batalla, pero Wallenstein, por el contrario, determinó avanzar hacia el norte e invadir Sajonia, para forzar al príncipe sajón a romper la alianza con el monarca sueco y así cortarle a este una posible retirada hacia el mar Báltico.
Ante el empuje de las tropas enemigas, Gustavo II Adolfo fue obligado a regresar aTuringia, y en los llanos sajones se encontrarían el ejército sueco con el católico en la sangrientabatalla de Lützen el 16 de noviembre de 1632. En ese escenario cayó en combate el rey Gustavo II Adolfo y, aunque su muerte causó un gran impacto, el ejército sueco no resultó derrotado en la batalla.
Los restos de Gustavo II Adolfo fueron trasladados a su patria y sepultados el 22 de junio de 1634 en laiglesia de Riddarholmen enEstocolmo, lugar que él mismo había designado para tal fin, el año anterior a su partida a Alemania.
La administración del gobierno en tiempos de Gustavo II Adolfo
La figura de Gustavo II Adolfo está invariablemente ligada con sus actividades guerreras. Aunque el éxito de sus campañas militares es el rasgo principal de su reinado y lo ha elevado a ser uno de los principales héroes nacionales suecos, es importante también resaltar su legado administrativo. Tanto la administración central como las locales experimentaron un gran desarrollo, y su estructura burocrática sería una de las más eficientes de su tiempo, tanto que en ella se basarían otros gobernantes, comoFederico III de Dinamarca oPedro I de Rusia.
Se simplificó el sistema fiscal, se dividió el país en provincias y distritos fiscales. Los impuestos fueron de vital importancia para el mantenimiento de la administración, para las campañas militares y para pagar los préstamos al extranjero, pero la fuerte carga fiscal representó una lápida para las clases populares.
En el tema de la justicia, hubo reformas en losjuicios y se establecierontribunales de apelación en todo el país.
En cuanto a la defensa nacional, se llevó a cabo la creación de un ejército permanente y organizado, así como la constante rotación en el servicio militar que se imponía al pueblo. Este sistema serviría de base para la gran organización militar que llevaría a cabo el reyCarlos XI.
La obra de Gustavo II Adolfo también fue visible en el campo de lacultura. La enseñanza superior recibió un importante impulso. LaUniversidad de Upsala recibió importantes donativos de la familia real. En lo que es hoyEstonia, fue fundada laUniversidad de Dorpat, así como varias instituciones de educación media superior.
Losrecursos naturales fueron explotados intensamente, en especial laindustria. La que mejor floreció fue laminería, cuyo desarrollo se vio favorecido por la contribución de expertos extranjeros en esa área, en especialvalones.
Durante su gobierno se crearon 15 nuevas ciudades en Suecia, entre ellasGotemburgo, que fueron la palanca para el desarrollo delcomercio. En particular, se hizo un esfuerzo para poblar las regiones más remotas del norte sueco, incluyendo la refundación de la ciudad deUmeå y la expansión del puerto deLuleå. Las pretensiones de Gustavo II Adolfo para que Suecia tuviese un papel dentro del comercio mundial fueron una causa fundamental para su involucramiento en los conflictos europeos. Es en su tiempo que se analiza la posibilidad de un establecimiento sueco enNorteamérica, que luego se convertiría en la efímera colonia deNueva Suecia (Nya Sverige).
Lanobleza experimentó un considerable ascenso durante la época de Gustavo II Adolfo. Aliados del rey, los nobles recibieron a cambio fuerza y autoridad en los asuntos del gobierno. Va hacer el Vasa