| Guerra de la reina Ana | ||||
|---|---|---|---|---|
| Parte de laguerra de sucesión española | ||||
Posesiones europeas en Norteamérica (1702) | ||||
| Fecha | 1702-1713 | |||
| Lugar | América del Norte | |||
| Resultado | Victoria británica | |||
| Consecuencias |
| |||
| Cambios territoriales | Francia cede a Gran Bretaña el control deAcadia,Terranova, labahía de Hudson ySan Cristóbal | |||
| Beligerantes | ||||
| ||||
Laguerra de la reina Ana (1702-1713) fue la segunda de una serie de cuatro guerras entreFrancia yGran Bretaña enNorteamérica por el control del continente, y fue la contrapartida a laguerra de sucesión española que tuvo lugar enEuropa.
Al inicio de la guerra, en 1702, los ingleses quemaron la mayor parte deSan Agustín,Florida,[1] obligando a la población a refugiarse en el castillo español de San Marcos, que resistió el asedio, por lo cual los ingleses consideraron este sitio como una derrota. Los españoles mantuvieron San Agustín y Pensacola hasta principios del sigloXIX tras finalizar la guerra, pero su sistema de misiones al norte de Florida (actual Georgia) fue destruido. La ayuda militar inglesa a los colonos fue bastante ineficaz en las áreas deCharleston,Carolina del Sur y la frontera deNueva York yNueva Inglaterra conCanadá. Las fuerzas francesas y las tribus indígenas aliadas atacaron Nueva Inglaterra desde Canadá, destruyendo Deerfield,Massachusetts, en 1704. La presencia española al norte de San Agustín fue casi nula a partir de lo que se conoce como lamasacre de Apalache.
Tras la captura del bastión francés de Port Royal por Francis Nicholson en 1710,Acadia se convirtió en la provincia británica deNueva Escocia.[nota 1] En 1712 se declaró un armisticio. Según elTratado de Utrecht, los británicos obteníanTerranova, la región de labahía de Hudson y la isla caribeña deSan Cristóbal. La paz duró hasta la siguiente guerra, laguerra del rey Jorge de 1744.
La conquista británica de Acadia traería importantes consecuencias para sus habitantes franceses. Durante laguerra franco-india, muchos serían expulsados en 1755 de la colonia. Algunos emigraron aLuisiana. LaLiga Iroquesa permaneció neutral en esta guerra.

Laguerra se desató en 1701, tras la muerte deCarlos II de España, porque varios candidatos se disputaban el trono del difunto. La contienda se fue extendiendo y en mayo de 1702 entró en ella el Reino Unido, que declaró la guerra tanto a España como a Francia.[2] Para entonces, la tensión entre las colonias británicas y francesas en América del Norte era grande; las principales desavenencias eran el trazado de fronteras y la autoridad en ciertos territorios fronterizos: el norte y el suroeste de las colonias británicas, que por entonces se extendían desde laprovincia de Carolina en el sur a lade Massachusetts en el norte, además de porTerranova y labahía de Hudson.[3]
Se calcula que por entonces las colonias británicas norteamericanas tenían una población de unos doscientos cincuenta mil habitantes; las de mayor población era las deVirginia yNueva Inglaterra.[4] Las principales concentraciones de población de estas colonias se hallaban en la costa; en el interior los núcleos de población eran menores, pero en ocasiones alcanzaban hasta losmontes Apalaches.[5] La mayoría de los colonos ignoraba qué existía allende los Apalaches o al sur de losGrandes Lagos. Esta zona la dominaban tribus indias, aunque los comerciantes británicos y francesas ya la conocían por sus tratos con la población de la región. Los misioneros españoles de laFlorida habían fundadoestablecimientos para convertir al catolicismo a la población de la zona.[6] La población española era escasa (unas mil quinientas personas) y se calcula que la aborigen de las misiones rondaba las veinte mil personas.[7] Los exploradores franceses habían alcanzado la desembocadura delrío Misisipí y habían erigido un pequeño fuerte cerca de ella, elfuerte Maurepas cerca deBiloxi, en 1699.[8] Desde allí, comenzaron a crear rutas comerciales hacia el interior, estrechando relaciones con loschoctaw, una gran tribu entre cuyos enemigos se contaban loschickasaw, coligados a su vez con los británicos.[9] Todas estas tribus habían sufrido ya enfermedades infecciosas como laviruela, que habían llegado con los primeros exploradores y comerciantes.[10]
El establecimiento de los colonos franceses en torno a la desembocadura del Misisipí amenazó las rutas comerciales de los colonos de Carolina y enturbió la relaciones entre las dos metrópolis y con España. Francia y España eran aliadas en este conflicto, si bien recientemente habían militado en bandos opuestos en laguerra de los Nueve Años.[11] La enemistad anglo-española se debía a la disputa por los territorios fronterizos entre Carolina y la Florida al sur delrío Savannah y por las diferencias religiosas entre los colonos de una y otra nación (católicos los españoles y protestantes los británicos).[12]
En el norte el componente económico del conflicto era más importante que en el sur. En Terranova los británicos tenían una colonia principal,San Juan, mientras que los franceses contaban con otraPlaisance; los dos países tenían además localidades de menor entidad en la isla. En esta se asentaban también temporalmente pescadores venidos de Europa.[13] Los colonos británicos de la isla eran unos dos mil; los franceses, unos mil, y los dos grupos, además de los pescadores venidos de Europa, se disputaban los bancos pesqueros delGran Banco, en los que también trabajaban pescadores venidos de Acadia (que por entonces abarcabaNueva Escocia yNuevo Brunswick) y de Massachusetts.[14][15]
Como sucedía en el sur, la frontera entreAcadia y Nueva Inglaterra era difusa, pese a los combates que se habían librado durante laguerra del rey Guillermo para decidir la suerte de los territorios en disputa. El Gobierno deNueva Francia afirmaba que la frontera seguía el curso delrío Kennebec, al sur deMaine.[16] Existían misiones católicas enNorridgewock y enPenobscot y un asentamiento francés en labahía de Penobscot cerca deCastine, desde los que se había atacado a colonos que, provenientes de Nueva Inglaterra, habían pretendido instalarse en Acadia durante la guerra anterior.[17] Las tierras fronterizas entre elrío San Lorenzo y las poblaciones costeras de Massachusetts yNueva York eran aún territorios indios, que señoreaban principalmente losabenaki y losiroqueses; la franja de tierra a lo largo delrío Hudson y ellago Champlain había servido de canal de las incursiones de las dos naciones enfrentadas durante los conflictos anteriores. Pese a la mengua de la población india debido a las enfermedades y a las pérdidas que las tribus habían sufrido en la última contienda, los indios seguían suponiendo una seria amenaza a los asentamientos europeos más aislados de la región fronteriza.[18]
En esta guerra no hubo casi combates por la posesión de laTierra de Rupert (las tierra en torno a la bahía de Hudson). El territorio se lo habían disputado intensamente compañías rivales francesas y británicas desde la década de 1680, pero elTratado de Ryswick de 1697 había otorgado la posesión de las tierras a Francia, salvo por un asentamiento en la bahía. El único hecho de armas relevante durante esta nueva contienda fue elataque francés alfuerte Albany en 1709.[19][20] LaCompañía de la Bahía de Hudson deseaba recobrar los territorios que había poseído y que no había recuperado en la paz de Ryswick y presionó para que le fuesen devueltos en la paz que puso fin a la nueva guerra.[21]
La tecnología militar norteamericana no era por entonces tan avanzada como la europea. Cuando estalló la contienda solo existían unos cuantos sitios que contasen con fortificaciones de piedra, comoSan Agustín,Boston,Quebec ySan Juan de Terranova; las dePort Royal se terminaron a principios del conflicto.[22] Algunos otros pueblos contaban con empalizadas, pero muchos otros solo contaban con casas de madera reforzadas controneras para armas de fuego y un piso algo saliente para poder disparar desde él a los que se aproximasen al edificio.[23] Las armas habituales eran de alma lisa y tenían un alcance máximo de unos cien metros, aunque ya a cincuenta eran poco precisos. Algunos portaban también picas; los indios, por su parte, portaban armas que les entregaban los colonos o su propio armamento primitivo, como eltomahawk o el arco. Algunos colonos sabían emplear artillería, pero esta solo era eficaz cuando se atacaban defensas de piedra o madera.[24]

Los colonos británicos se solían encuadrar en compañías de milicianos; las colonias carecían de tropas regulares permanentes[24] salvo las acantonadas en algunas poblaciones de Terranova.[25] Los franceses también contaban con sus propias milicias coloniales, pero sí que tenían tropas regulares, infantes de marina denominadostroupes de la marine. Estas contaban con algunos oficiales veteranos y las formaban entre quinientos y mil doscientos reclutas venidos de la metrópoli. Estaban acuarteladas por toda Nueva Francia, si bien los núcleos principales se hallaban en las poblaciones más relevantes.[26] LaFlorida española contaba con varios cientos de tropas regulares; la política que seguían las autoridades españolas era la de mantener a la población india en sus territorios, pero desarmada. Se calcula que la península tenía unos ocho mil indios apalaches antes de la guerra, que se redujeron a tan solo doscientos tras las incursiones británicas de comienzos del conflicto.[27]

Colonos franceses y británicos entendieron a principios del sigloXVIII la importancia política y comercial que tendría en un futuro el dominio de la cuenca delrío Misisipí y decidieron apoderarse de ella e impedir que lo hiciese el rival. El explorador franco-canadiensePierre Le Moyne d'Iberville diseñó suProject sur la Caroline cuando concluyó la guerra anterior con el Reino Unido; este incluía el establecimiento de relaciones estrechas con las tribus indias de la cuenca del gran río, que los franceses debían utilizar para tratar de limitar las colonias inglesas a las zonas costeras y, si era posible, para eliminar incluso estas. Para ponerlo en práctica, viajó a la desembocadura del río, a la que ya había llegado anteriormenteLa Salle en 1670, y fundó el fuerte Maurepas en 1699. Partiendo de esta nueva base y delfuerte Louis de la Mobile (fundado en 1702),[28] abordó la creación de vínculos con las tribus de la región, como los choctaw, chickasaw, natchez, entre otras.[29]
Por su parte, los comerciantes británicos de las colonias norteamericanas habían establecido un extensa red mercantil por el sureste de lo que luego fueron los Estados Unidos, que llegaba hasta el Misisipí.[30] Aunque no les preocupaba la colonia española de la Florida, sí que percibían como una amenaza el nuevo establecimiento francés en la costa delgolfo de México. El gobernador de CarolinaJoseph Blake y su sucesor en el cargo,James Moore, diseñaron planes de expansión de su colonia hacia el sur y el oeste, a costa de los territorios franceses y españoles.[31]
Iberville se había puesto en contacto con los españoles en enero de 1702, antes de que estallase la guerra en Europa, recomendándoles que armasen a los guerrerosapalaches y se los utilizase contra las colonias británicas y sus aliados indios. Como consecuencia, los españoles organizaron una expedición, al frente de la cual pusieron a Francisco Romo de Uriza, que partió dePensacola en agosto de ese año contra los puestos comerciales del interior de Carolina. Los colonos británicos sabían de la expedición enemiga y se aprestaron a rechazarla en el curso alto delrío Flint; allí se libró labatalla homónima, que acabó con la derrota de los atacantes y la captura o muerte de quinientos indios aliados de los españoles.[32]
Cuando el gobernador Moore recibió la noticia de la ruptura de hostilidades, organizó a su vez una expedición contra la Florida.[33] Quinientos soldados y milicianos británicos y trescientos aliados indios se apoderaron deSan Agustín, queincendieron en 1702.[34] Sin embargo, los atacantes no consiguieron expugnar elcastillo de San Marcos, la principal fortaleza de la ciudad, y tuvieron que replegarse cuando llegó en socorro de la plaza una escuadra despachada desdeLa Habana.[33] En 1706, Carolina repelió laexpedición franco-española contraCharles Town que había partido también desde La Habana.[35]
En la expedición de Moore de 1704, los apalaches y lostimucua de la Florida fueron casi aniquilados en la llamadamatanza de los apalaches.[36] Gran parte de los supervivientes de la incursión de Moore fueron asentados por los británicos junto alrío Savannah, en reservas.[37] Durante los años siguientes los británicos continuaron con sus correrías contra los españoles y sus aliados; las campañas normalmente las realizaban contingente indios a las que en ocasiones se sumaban algunos británicos.[38] Las principales de estas incursiones fueron la que se llevó a cabo contraPensacola en 1707 y el ataque aMobile en 1709.[39][40] Para ello, loscreek,yamasee ychickasaw fueron armados por los británicos, que los dirigían en sus ataques contra los españoles y sus aliadoschoctaw, timucua y apalaches, a los que vencieron.[37]

Durante toda la guerra, las fuerzas de la Nueva Francia y de laConfederación Wabanaki impidieron que Nueva Inglaterra conquistase Acadia, cuya frontera estaba en elrío Kennebec, al sur deMaine según las autoridades francesas.[16] En 1703,Michel Leneuf de la Vallière de Beaubassin tomó el mando de algunos colonos franceses y de quinientos wabanaki y atacó varios pueblos de Nueva Inglaterra entreWells yFalmouth en lo que se llamó laCampaña de la Costa Noreste.[41] La expedición acabó con trescientos colonos, entre muertos y cautivos.
En febrero de 1704,Jean-Baptiste Hertel de Rouville encabezó a un grupo de doscientos cincuentaabenakis yCaughnawagas y cincuenta francocanadienses y atacó Deerfield, en laprovincia de la bahía de Massachusetts, que destruyó, haciendo gran matanza de colonos y capturando a otros. Más de cien cautivos fueron llevados al norte en un largo viaje de cientos de kilómetros hasta lamisión de Caughnawaga, cerca deMontreal, en la que los mohawk adoptaron a la mayoría de los niños que sobrevivieron a la marcha. Algunos de los adultos fueron liberados a cambio de rescate y otros fueron intercambiados por prisioneros que tenían los británicos, entre estos un sacerdote que intentó rescatar infructuosamente a su hija. Esta, asimilada en la tribu, desposó a un mohawk.[42] Durante aquellos años hubo un intenso comercio de los colonos cautivos y sus pueblos a menudo reunían dinero para liberarlos mediante el pago de rescate.
Los colonos británicos de Nueva Inglaterra no podían impedir las correrías del enemigo, pero emprendieron su propia expedición de castigo contraAcadia, que mandóBenjamin Church, famoso por su lucha contra los indios. La columna británica atacó Grand Pré,Chignecto y otros pueblos.[42] Según las fuentes francesas, Church atacó también la capital de AcadiaPort Royal, pero según Church el mando de la expedición decidió en una reunión renunciar al asalto de la población.[43]

Como se sospechaba que el sacerdoteSébastien Rale animaba a la tribuNorridgewock a hostigar a los colonos de Nueva Inglaterra, el gobernador de MassachusettsJoseph Dudley dio una recompensa por su cabeza. En el invierno de 1705, Massachusetts envió doscientos setenta y cinco milicianos al mando del coronel Winthrop Hilton a apresar a Rale y a saquear el pueblo indio. El sacerdote fue avisado de la llegada del contingente enemigo y se refugió en los bosques con sus documentos; los milicianos prendieron fuego al pueblo, incluida la iglesia.[44]
Los franceses y la Confederación Wabanaki prosiguieron con sus incursiones en el norte de Massachusetts en 1705, sin que los colonos que las sufrían pudiesen ponerles fin. Las correrías se llevaban a cabo demasiado velozmente para que los colonos pudiesen reunirse para repelerlas; para cuando las bandas de colonos llegaban a los campamentos y poblados enemigos, estos habían sido evacuados. Las incursiones cesaron temporalmente mientras las dos partes negociaron un intercambio de prisioneros en el que finalmente solo fueron liberados algunos de los cautivos.[45] Los ataques indios a las colonias británicas continuaron hasta el final de la guerra y en algunos participaron también colonos franceses.[46]
El gobernador Dudley organizó en mayo de 1707 una expedición para conquistar Port Royal, cuyo mando concedió aJohn March. Los mil seiscientos hombres de este no consiguieron expugnar elfuerte que defendía la plaza; un segundo intento realizado en agosto también fracasó.[47] Como represalia, los franceses se aprestaron para atacar los pueblos de laProvincia de Nuevo Hampshire situados junto alrío Piscataqua. Como los indios finalmente decidieron no participar en la empresa, los franceses cambiaron el plan y atacaronHaverhill, en Massachusetts, en vez de las poblaciones de Nuevo Hampshire.[48] En 1709, el gobernador deNueva FranciaPhilippe de Rigaud Vaudreuil afirmaba que dos tercios de los campos al norte deBoston se hallaban abandonados a causa de las incursiones franco-indias. Las partidas de estos regresaban ya de sus correrías sin cautivos porque los colonos de Nueva Inglaterra se habían refugiado en los fuertes y evitaban hacerles frente.[49]

En octubre de 1710, tres mil seiscientos británicos al mando deFrancis Nicholson seapoderaron por fin de Port Royal tras una semana asediando la plaza. Este acontecimiento puso fin al dominio francés en la zona peninsular de Acadia (correspondiente a la modernaNueva Escocia),[50] aunque no a la resistencia a los británicos en la región, que continuó hasta el final de la guerra.[51] La Confederanción Wabanaki siguió también combatiendo a los británicos, tanto enbatalla campal como mediante incursiones por la frontera de Maine.[52] El resto de Acadia (que corresponde al este del moderno Maine yNuevo Brunswick) se lo siguieron disputando Nueva Inglaterra y Nueva Francia.[53]
Los franceses deCanadá, centro de la Nueva Francia, eran contrarios a atacarNueva York, por temor a provocar a los iroqueses, a los que temían más que a los colonos británicos y con los que habían firmado laGran Paz de Montreal en 1701. Lo mismo sucedía con los comerciantes neoyorquinos, que no deseaban acometer a los franceses de la Nueva Francia porque las hostilidades desbaratarían el lucrativotráfico de pieles, muchas de cuyas rutas atravesaban la colonia francesa.[54] Por su parte, los iroqueses se mantuvieron neutrales en el conflicto, pese a los intentos dePeter Schuyler de que se uniesen a los británicos (Schuyler era el representante deAlbany ante los indios de la región).[55]

Francis Nicholson ySamuel Vetch prepararon un ambicioso ataque a Nueva Francia en 1709, con ayuda financiera y logística de la Corona. El plan incluía un asalto aMontreal por tierra desde la zona dellago Champlain combinado con otro fluvial aQuebec. Aunque el contingente terrestre llegó a las orillas meridionales del lago Champlain, se le ordenó regresar puesto que no se pudo reunir la escuadra que debía asaltar Quebec al mismo tiempo.[56] Los navíos que debían haber atacado Quebec se habían utilizado en socorro dePortugal. Aunque los iroqueses se habían comprometido vagamente a colaborar con la expedición, se las arreglaron para no hacerlo hasta que quedó claro que esta se anularía y sus servicios ya no fueron necesarios. Al fracasar la intentona contra la Nueva Francia, Nicholson y Schuyler marcharon aLondres conHendrick Tejonihokarawa (llamado el «rey» Hendrick) y otrossachem para atraer la atención de los mandatarios británicos por la situación en Norteamérica. La delegación india despertó gran interés en la capital británica y la reina Ana le concedió audiencia. Nicholson y Schuyler lograron su propósito: la soberana apoyó la expedición de Nicholson contra Port Royal de 1710, que acabó con la conquista de la plaza.[57] Tras esta victoria, Nicholson regresó a Europa y obtuvo el respaldo real para una nueva campaña contra Quebec, en 1711.[50]
El plan de 1711 contra Quebec era nuevamente una acción anfibia, que acabó en descalabro. La flota de quincenavíos de línea y transporte con cinco mil soldados del almiranteHovenden Walker llegó aBoston en junio;[50] la llegada de la escuadra dobló la población de la ciudad y complicó el abastecimiento.[58] Laflota partió hacia su objetivo a finales de julio, pero algunos de los barcos se hundieron al chocar con los bajíos rocosos de la desembocadura delSan Lorenzo en un día neblinoso. En los naufragios perecieron más de setecientos soldados, lo que hizo que Walker pusiese fin a la expedición.[59] Mientras, Nicholson había partido hacia Montreal por tierra; había llegado allago George cuando supo de la desgracia acaecida a la flota de Walker e inmediatamente decidió regresar.[60] Aunque los iroqueses habían enviado varios cientos de guerreros para unirse a la columna británica, también habían avisado de ella a los franceses, manteniendo así una posición ambigua en la contienda.[61]

La isla de Terranova estaba cubierta de pequeños pueblos costeros británicos y franceses, a los que había que sumar los de los pescadores europeos que acudían a la isla en la temporada de pesca.[62] Los dos bandos habían fortificado sus principales poblaciones: los franceses,Plaisance, en la costa oeste de lapenínsula de Avalon; los británicosSan Juan, en labahía de la Concepción.[63] D'Iberville habíadestruido casi todos los pueblos británicos durante la anteriorguerra del rey Guillermo, en 1696-97.[64] En 1702 se habían disputado también combates en la isla: en agosto una flota británica al mano del comodoroJohn Leakehabía atacado los pueblos franceses, si bien había evitado Plaisance.[65] El gobernador de esta,Daniel d'Auger de Subercase contraatacó en el invierno de 1705, al frente de una expedición conjunta de franceses ymicmac que destruyó varios pueblos enemigos ycercó infructuosamente fuerte William en San Juan. Los franco-indios siguieron corriendo las tierras del enemigo durante el verano y causaron 188 000 libras de pérdidas.[66] Por su parte, los británicos enviaron una flota en 1706 que arrasaron los pueblos de pescadores franceses en la costa norte.[67] Un contingente de franceses, canadienses y micmac conquistaron San Juan en diciembre de 1708, y destruyeron sus fortificaciones. No contaban con fuerzas suficientes para conservar la plaza, por lo que la abandonaron; en consecuencia los británicos volvieron a ocuparla y a fortificarla en 1709. La misma expedición francesa trató en vano de tomarFerryland, que repelió el asalto.[68]
Los jefes de las escuadras británicas sopesaron la posibilidad de atacar Plaisance en 1703 y 1711, pero finalmente la desecharon; en el último año fue el almirante Walker el que, tras el descalabro en la desembocadura del San Lorenzo, decidió evitar el choque con los franceses en su principal población de Terranova.[69]

El Reino Unido y Francia proclamaron el armisticio en 1712, que precedió a la firma de la paz definitiva del año siguiente. Según lo estipulado en elTratado de Utrecht de 1713, el primero obtenía Acadia (que pasó a llamarseNueva Escocia),Terranova, la región de labahía de Hudson y la isla caribeña deSan Cristóbal. Francia reconoció además la autoridad británica sobre los iroqueses[70] y admitió que todas las naciones pudiesen comerciar con las tribus indias del interior.[71] Sin embargo, conservó las islas delgolfo de San Lorenzo , entre ellasla del Cabo Bretón, y los derechos pesqueros en la zona, incluido el de secar pescado en la costa norte de Terranova.[72]
Pese a la insistencia francesa para que continuasen con sus correrías por territorio británico, en los últimos años los abenaki mostraron claramente su hartazgo por el conflicto. Los intereses indios habían quedado soslayados en la paz de Utrecht, por lo que algunos abenaki pretendieron pactar por separado con los colonos de Nueva Inglaterra.[73] En consecuencia, el gobernador Dudley organizó una conferencia de paz enPortsmouth, Nuevo Hampshire, cuyo gobierno también ostentaba. En estas negociaciones y las que se dieron también en lacala de Casco, los abenakis rechazaron la pretensión británica de haber recibido de los franceses el Maine oriental yNuevo Brunswick, pero aceptaron la frontera delrío Kennebec y el establecimiento de factorías comerciales gubernamentales en su territorio.[74] ElTratado de Portsmouth lo ratificaron ocho representantes de algunas tribus de la Confederación Wabanaki el 13 de julio de 1713; el tratado incluyó la soberanía británica sobre el territorio de los firmantes.[75] A lo largo del año siguiente, otros jefes abenaki también suscribieron el acuerdo, pero no los de losmicmac, que no firmaron ninguno hasta 1726.[76]

La pérdida de Teranova y Acadia limitó los territorios franceses de la costa atlántica norteamericana a laisla del Cabo Bretón. La población francesa de Terranova se trasladó a la isla y formó la colonia de Île-Royale; Francia construyó lafortaleza de Luisburgo en la posguerra.[70] La permanencia de la población francesa y los derechos que esta conservó para poder usar la costa de Terranova hizo que continuasen las tensiones debidas a los intereses pesqueros de Francia y el Reino Unido, que no cesaron hasta finales de siglo.[77] Los estragos que la guerra causó a la economía de Terranova fueron graves; las flotas pesqueras quedaron muy menguadas.[78] La británica empezó a recuperarse nada más concluir los combates,[79] y trató de impedir que los pesqueros españoles, que frecuentaban estas aguas, siguiesen pescando en ellas. Sin embargo, muchos de los barcos españoles siguieron haciéndolo mediante un simple subterfugio: cambiar de bandera y presentarse como naves británicas, con un armador que era una mera fachada que servía para evitar los controles británicos.[80]
La conquista británica de Acadia tuvo consecuencias duraderas tanto para losmicmac como para los colonos franceses de la región. Al principio, el dominio fue débil, circunstancia que aprovecharon los franceses y micmac contrarios que se oponían a la autoridad británica.[81] Las relaciones entre micmac y británicos quedaron encuadradas en el movimiento de colonización británica en la zona[82] que afectó también a la costa de Maine, en la que estos estaban ocupando ya tierras abenakis, a menudo conculcando lo dispuesto en los tratados. Ni los abenakis ni los micmac habían sido incluidos en el Tratado de Utrecht, y el de Portsmouth lo interpretaban de manera diferente las dos partes firmantes, lo que hizo que los dos grupos indios se opusiesen al proceso de colonización. Algunos franceses comoSébastien Rale atizaron el conflicto, que finalmente desató laguerra del Padre Rale (1722-1727).[83]

Las relaciones entre los británicos y los colonos franceses de Acadia también eran malas. Estos rehusaron jurar fidelidad a la Corona británica y finalmente emigraron a Île-Royale eÎle-Saint-Jean.[84] En la década de 1740, algunos franceses como el sacerdoteJean-Louis Le Loutre organizaronguerrillas que, coligadas con los micmac, hostigaron a los británicos y trataron de impedir la extensión de los asentamientos protestantes por la península de Nueva Escocia.[85]
La falta de una frontera clara para el territorio de Acadia, que no quedó bien definida en el tratado de paz, también contribuyó a mantener la tensión entre Francia y el Reino Unido. Francia afirmaba que únicamente había cedido la península (la moderna Nueva Escocia a excepción de la isla de Cabo Bretón) y que había conservado el territorio correspondiente al modernoNuevo Brunswick.[53] La disputa por Acadia condujo a laguerra del Rey Jorge en la década de 1740, pero solo se resolvió definitivamente con la conquista total británica de los territorios franceses en Norteamérica en laguerra de los Siete Años.
La Florida española nunca se recuperó de los estragos que la guerra causó a la economía y la población del territorio,[86] y se cedió al Reino Unido mediante elTratado de París de 1763, tras laguerra de los Siete Años.[87] Los indios que los británicos habían asentado en la costa atlántica y sus propios aliados acabaron disgustados con la autoridad británica. Su descontento originó laGuerra yamasee de 1715, que amenazó seriamente la existencia de la colonia de Carolina del Sur.[88] Por otro lado, la pérdida de población de los territorios españoles permitió a los británicos fundar en 1732 laprovincia de Georgia, en territorio anteriormente reclamado por la Corona española, como lo había sido también el de Carolina.[89] James Moore atacó a losTuscaroras de Carolina del Norte y libró laguerra homónima a partir de 1711; muchos de los miembros de esta tribu huyeron a refugiarse con los iroqueses del norte, a cuya familia lingüística también pertenecían.[90]
Los costes económicos de la guerra fueron onerosos para las colonias británicas del sur, incluso aquellas que apenas habían combatido.Virginia,Maryland y algo menosPennsylvania fueron muy perjudicadas por el alza de los fletes de sus exportaciones (principalmentetabaco) al mercado europeo, a lo que se sumó una racha de malas cosechas.[91]Carolina del Sur, por su parte, aumentó notablemente su deuda para sufragar las operaciones militares.[92]
Massachusetts yNuevo Hampshire habían estado en la zona de combates a causa de su situación fronteriza, pero no fueron las que sufrieron los mayores estragos. Los gastos bélicos se habían visto compensados por la pujanza deBoston, nuevo centro naviero y comercial; los gastos bélicos de la Corona para la expedición de 1711 también habían beneficiado a las colonias de Nueva Inglaterra.[92]
Los franceses no cumplieron escrupulosamente con lo dispuesto respecto al comercio en el Tratado de Utrecht. Trataron de impedir que los británicos comerciasen con las tribus del interior y construyeron elfuerte Niágara en territorio iroqués. Los asentamientos franceses delgolfo de México siguieron creciendo: en 1718 se fundóNueva Orleans y se intentó infructuosamente crear nuevas colonias enTexas yFlorida. Se crearon puestos comerciales franceses en los ríos que desembocan en el golfo,[93] que suscitaron nuevas tensiones con británicos y españoles.[94] Estos puestos en el Misisipí y en elrío Ohio hicieron que los mercaderes franceses entrasen en contacto con las redes comerciales británicas rivales en la zona de losmontes Apalaches. Las pretensiones territoriales de las dos naciones desencadenó una nueva guerra en 1754, lafranco-india.[95]