En 1535 participó en la fundación dePuerto Viejo donde desempeñó los cargos deregidor,alcalde ordinario además deteniente gobernador y uno de los primeros vecinos. En 1537 refundó la ciudad deGuayaquil, que había sido destruida por los indígenas nativos en varias ocasiones y reubicada por diferentes colonizadores españoles. Al año siguiente recibió el título deteniente de gobernador de Guayaquil. Después de terminar la reconstrucción de la ciudad partió haciaQuito y, junto aGonzalo Pizarro, organizó una expedición que terminaría con el descubrimiento delrío Amazonas el 12 de febrero de 1542.
Tras sobrevivir a la travesía del viaje por la Amazonia, partió de regreso aEspaña donde fue acusado de traición por cargos presentados por Pizarro. Tras ser absuelto, organizó otra expedición, pero no contó con el capital ni con la aprobación necesarias. Por esta razón, se dedicó a lapiratería y se dirigió nuevamente al Amazonas, donde junto a la mayor parte de su tripulación fallecieron sin ubicación específica a lo largo del río.
Francisco de Orellana había nacido en Trujillo en 1511. Era pariente de la familia deFrancisco Pizarro, por parte de su abuela materna. Viajó al Nuevo Mundo muy joven (1527), sirviendo enNicaragua. Reforzó el ejército dePizarro en elPerú (1535) y le sirvió en múltiples campañas, en una de las cuales perdió un ojo.
Durante la guerra civil entre los conquistadores en el Perú, se alineó con los Pizarro y fue enviado por Francisco Pizarro al mando de una columna desdeLima en ayuda deHernando Pizarro. En 1538 fue nombrado gobernador de la provincia de la Culata, en la costa del actualEcuador, donde reconstruyó y repoblóSantiago de Guayaquil, que había sido recientemente destruida por los indios, anteriormente fundada por Pizarro y repoblada porSebastián de Belalcázar. La ciudad de Guayaquil tuvo que ser refundada en varias ocasiones puesto losChonos, ahora conocido como la cultura Milagro Quevedo y losHuancavilcas se alzaron en varias ocasiones destruyendo las ciudades fundadas por los españoles. Sin embargo, tradicionalmente se considera que la fundación de Orellana dio como origen la actual ciudad de Guayaquil. El proceso de fundación de este cabildo es el siguiente.[2]
Busto de Francisco de Orellana enGuayaquil, al fondo de la plaza se encuentra la Iglesia deSanto Domingo de Guzmán, la primera de la ciudad.
En 1537, la ciudad de Santiago volvió a ser destruida por el reinicio de los ataques por parte de los nativos. En el transcurso del año la ciudad empezó a despoblarse debido a las violentes olas de ataques de los chonos.
Debido a los ataques y el abandono de Zaera,[3] nuevamenteFrancisco Pizarro ordenó la reubicación y reconstrucción de Santiago, para ello la misión se le fue encomendada al capitán Francisco de Orellana, quien se encontraba en la ciudad dePuerto Viejo ejerciendo el cargo de gobernador. Orellana llegó de manera inmediata a la región de Santiago para tratar de pacificarla y, una vez más, reubicarla, esta ocasión en las inmediaciones de sector conocido como "La Culata".[4] Sin embargo, Orellana partió nuevamente hacia Puerto Viejo, y de ahí empezaría su viaje haciaLima, dejando el título de alcalde a Juan Porcel.
A mediados de 1538, Orellana volvió a la ciudad con el título de Teniente de Gobernador de Santiago de la Culata y a finales de aquel año terminó la reconstrucción y reasentamiento en dicho lugar. Poco tiempo después logró que Pizarro también lo otorgase el título Teniente de Gobernador de Puerto Viejo, donde expolió a los indígenas, hasta 1541 había reunido 40.000 pesos con que pagó aGonzalo Pizarro su participación en una exploración en la selva amazónica que terminaría en el descubrimiento delrío Amazonas por parte de los europeos.[5] De la ciudad parte rumbo norte hacia la villa deQuito, donde comenzó los preparativos de la expedición.
Escudo dePortoviejo otorgado en 1540 con ungrifo como simbología imperial y los españoles avecinados le hicieron conocer que la villa había sido fundada en nombre.
Orellana fue Teniente de gobernador de Puerto Viejo, fundada originalmente porFrancisco Pacheco. Su mandato no sería bien recibido por los vecinos de la recién fundada ciudad, pues tuvo que tomar medidas para poder reunir plata con el fin de realizar sus exploraciones. Las decisiones que tomó desconocían a la clase dirigente encomendera comprendida por nobleza indígena y españoles conquistadores avecinados que estaba emergiéndose, éstos lo tomaron como traición a los pactos quePacheco yDe Olmos llegaron concretar en más de cinco años, una vez pacificada la región para poner las poblaciones indígenas al yugo de Castilla. Esto hizo que a partir de sus compromisos con amistades, se genere una oposición que busque la revocatoria de su mandato caracterizado por percibidas arbitrariedades. La oligarquía indígena y mestiza que se había creado desde la fundación tenía ya asegurado su futuro, y los sucesores de Orellana no se atrevieron a hacerles frente por lo que al conquistador le tocó lidiar con los primeros desacuerdos sobre la filosofía que interpelaba laracionalidad yespiritualidad de los indígenas, y la demostración de su rechazo, estaba mermado por los prejuicios que se hacían en la época al comparar losindios de Puerto Viejo, que se considerarondomésticos yde paz, en comparación a los que había debajo de la península de Santa Elena, denominadosbelicosos yguerreros.[6]
Estas desavenencias, así como su prisa para lograr captar riqueza como recompensa de sus servicios, le llevaron a abandonar el cargo. Consecuencia de esto, los Alcaldes Ordinarios le sustituyeron en las sesiones de cabildo. La experiencia de esta administración sirvió para que sus similares en otras ciudadessuavizaran sus intenciones y facultades políticas.
En diciembre de 1540,Gonzalo Pizarro como teniente gobernador de la ciudad americanaQuito, partió con una expedición desdeCusco con la orden de Francisco Pizarro de explorar el este de Quito e ir en busca delPaís de la Canela y la cuna del reino delEl Dorado más allá en el oriente selvático. Orellana supo de la expedición que organizaba Pizarro y se unió a ella. En Quito, Pizarro juntó una fuerza de 340 hidalgos españoles, 200 a caballo y 4000 indios, mientras que Orellana, segundo al mando, fue mandado aGuayaquil para alistar más tropas y conseguir caballos. Pizarro partió de Quito en febrero de 1541, justo antes de que Orellana, con 23 hombres y caballos, se uniera a él.
Orellana no abandonó y se apresuró para unirse a la expedición principal, contactándola finalmente en el valle de Zumaco, próximo a Quito en marzo de 1541. Fue el tercer Teniente de Gobernador dePuerto Viejo después de haber asistido a su pacificación y fundación donde perdió un ojo, en las inmediaciones de la actual costaecuatoriana, además de haber sido uno de los primeros célebres vecinos de Puerto Viejo. Por ello existen documentos que ameritan la estancia de Francisco de Orellana en los primeros cabildos coloniales de actuales ciudades ecuatorianas.
Primer viaje europeo por el río Amazonas (1541-1542).Monumento a Orellana en la plaza de laIglesia de Guápulo, punto de partida (desdeQuito) hacia la Amazonía.
Cruzaron losAndes. Al cabo de un año, ante la falta de resultados de la búsqueda, Gonzalo Pizarro y Orellana construyeron unbergantín, elSan Pedro, para transportar a los heridos y los suministros, y siguieron los cursos de los ríosCoca yNapo hasta la confluencia de este con el Aguarico y el Curaray, donde se encontraron faltos de provisiones. Habían perdido 140 de los 340 españoles y 3000 de los 4000 indios que componían la expedición.[7]
Acordaron entonces (2 de febrero de 1542) que Orellana prosiguiera en el barco en busca de alimentos río abajo. Le acompañaban unos cincuenta hombres. Incapaz de remontar el río, Orellana esperó a Pizarro. Finalmente, hizo un último intento de ponerse en contacto con él ofreciendo a sus hombres una recompensa para los seis voluntarios que aceptasen remontar el río e informar a Pizarro de su situación. Sin embargo solo tres hombres se ofrecieron para intentar volver río arriba y así la iniciativa de Orellana no se pudo llevar a cabo. Tras una votación, se decidió seguir río abajo con la esperanza de lograr llegar al final del río y salvar así sus vidas. Para intentar el viaje con más garantías de éxito, se comenzó la construcción de un nuevo bergantín, elVictoria. Mientras tanto, Pizarro había vuelto hacia Quito por una ruta más hacia el norte, con sólo 80 hombres, los que quedaban vivos.
Orellana siguió río abajo. Al cabo de siete meses y un viaje de 4800 kilómetros, en los que navegó río abajo por el río Napo, el Trinidad (¿río Jurua?), elrío Negro (bautizado por Orellana) y elAmazonas, llegó a su desembocadura (26 de agosto de 1542), y desde allí se dirigió costeando aNueva Cádiz en la isla deCubagua (actualVenezuela). LaVictoria, llevando a Orellana y Carvajal, bordeó la isla deTrinidad por el sur y quedó varada en elgolfo de Paria durante siete días, llegando finalmente a Cubagua el 11 de septiembre de 1542.
Fue en este viaje en el que elAmazonas adquirió su nombre. Se cuenta que la expedición fue atacada por feroces mujeres guerreras, similares a lasamazonas de la mitologíagriega, pero es posible que simplemente luchara contra guerreros indígenas de pelo largo. Sin embargo, las crónicas del PadreGaspar de Carvajal, cronista de Orellana deja muy claro que los indígenas que les combatieron estaban liderados por mujeres.
Mapa de la expedición de Francisco de Orellana, 1539 a 1542. Mapa atribuido a António Pereira, un marinero portugués.
Puesto que se desvanecía toda esperanza de reunirse con Gonzalo Pizarro, jefe de la expedición, Orellana fue elegido de forma unánime capitán del grupo. Se decidió construir un nuevo bergantín, al que se puso por nombre Victoria, y continuar por el río hasta mar abierto. Durante el trayecto, los heroicos exploradores arrostraron mil peligros, fueron atacados varias veces por los indígenas y dieron muestras de un valor extraordinario.[8]
El viaje les preparó continuas sorpresas: árboles inmensos, selvas de lujuriosa vegetación y un río que más bien parecía un mar de agua dulce y cuyos afluentes eran mayores que los más caudalosos de España. Cuando dejaron de divisar las orillas de aquel grandioso río, Orellana ordenó que se navegara en zigzag para observar ambas riberas.
En la mañana del 24 de junio, día de San Juan, fueron atacados por un grupo de amerindios encabezado por las míticas amazonas. Los españoles, ante aquellas mujeres altas y vigorosas que disparaban sus arcos con destreza, creyeron estar soñando. En la refriega consiguieron hacer prisionero a uno de los hombres que acompañaban a las aguerridas damas, quien les relató que las amazonas tenían una reina que se llamaba Conori y poseían grandes riquezas. Maravillados por el encuentro, los navegantes bautizaron el río en honor de tan fabulosas mujeres.
El 24 de agosto, Orellana y los suyos llegaron a la desembocadura de aquella impresionante masa de agua. Durante dos días lucharon contra las olas que se formaban al chocar la corriente del río con el océano y, al fin, consiguieron salir a mar abierto. El 11 de septiembre llegaban a la isla deCubagua, en el mar Caribevenezolano, culminando uno de los más apasionantes periplos de la historia de los descubrimientos.
Desde Cubagua, Orellana embarcó hacia España. Sin embargo, tras una travesía difícil, llegó primero aPortugal, donde el rey le ofreció hospitalidad e incluso recibió ofertas para volver al Amazonas con una expedición abundantemente provista bajo bandera portuguesa. De esta manera se comprobaba el patente interés de la corona en los descubrimientos de estas leyendas.[9]
ElTratado de Tordesillas había puesto toda la longitud del Amazonas bajo soberanía castellana, mientras que los portugueses consideraban la costa brasileña como de su entera propiedad. Sin embargo, Orellana continuó aValladolid (mayo de 1543) con la esperanza de conseguir las reclamaciones castellanas sobre toda la cuenca del Amazonas.
Una vez en la corte, y tras nueve meses de negociaciones, el príncipeFelipe II le nombra adelantado y gobernador de las tierras que había descubierto, bautizadas como Nueva Andalucía (13 de febrero de 1544).[10] Las capitulaciones le permitían explorar y colonizar Nueva Andalucía con no menos de 200 soldados de infantería, 100 de caballería y el material para construir dos barcos fluviales. A su llegada al Amazonas, debía construir dos ciudades, una de ellas justo en la boca del río. Sin embargo, los preparativos se alargaron debido a la falta de fondos. Finalmente gracias a la financiación de Cosmo de Chaves, padrastro de Orellana, la expedición pudo partir. Poco antes Orellana se casaría con Ana de Ayala, una joven de origen humilde que le acompañará en su nueva travesía.
Zarpa deCádiz, pero es detenido enSanlúcar de Barrameda, debido a que gran parte de su expedición estaba compuesta por no castellanos. Finalmente (11 de mayo de 1545), y escondido en uno de sus barcos, zarpa subrepticiamente de Sanlúcar con cuatro barcos. Uno se pierde antes de llegar a las islas deCabo Verde, otro en el curso de la travesía y un tercero es abandonado al llegar a la desembocadura del Amazonas.
El desembarco se produce poco antes de las Navidades de 1545 y Orellana se interna unos quinientos kilómetros en el delta del Amazonas tras construir un barco fluvial. 57 hombres mueren de hambre y el resto acampan en una isla del delta entre indios amistosos. Orellana parte en un bote para encontrar comida y la rama principal del Amazonas. A su regreso, encuentra el campamento desierto, pues los hombres habían construido un segundo bote y partido en busca de Orellana. Finalmente abandonaron y partieron costeando hacia laisla Margarita en elmar Caribe.[11]
Orellana y su grupo siguieron tratando de localizar el canal principal, pero fueron atacados por los nativoscaribes. Diecisiete murieron a causa de las flechas venenosas y el mismo Orellana murió poco después, en noviembre de 1546.
Cuando los supervivientes del segundo bote llegaron a la isla Margarita, se encontraron con 25 compañeros, incluyendo aDiego García de Paredes yAna de Ayala, que habían llegado en el cuarto barco de la flota original. Un total de 44 supervivientes (de 300 que habían partido) fueron finalmente rescatados por un barco español. Muchos de ellos se asentaron en Centroamérica, Perú y Chile, mientras que Ana de Ayala se casó con otro superviviente, Juan de Peñalosa, con el que vivió hasta su muerte enPanamá.
Para empezar, Orellana no fue buscando la mítica ciudad de El Dorado, como se afirma en la película. Además,Indiana Jones afirma que Orellana no regresó jamás aEspaña, sin embargo, fue acusado porFrancisco Pizarro de alta traición y juzgado en España, siendo exonerado.
El escritorDemetrio Aguilera Malta, le dedicó un libro dentro de su trilogía llamadaEpisodios americanos, bajo el título de El Quijote de El Dorado: Orellana y el río de las Amazonas, publicado en Madrid en 1964.[13][14]
La fuente fundamental de la primera expedición fue escrita por frayGaspar de Carvajal, el capellán que acompañó a Orellana en su primera exploración del Amazonas. Se trata de laRelación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande que descubrió por muy gran ventura el capitán Francisco de Orellana. LaRelación no fue publicada completa hasta 1894 por el erudito chilenoJosé Toribio Medina, como parte de su obraDescubrimiento del Río de Las Amazonas. Más tarde, en 1934, fue extensamente revisada porH. C. Heaton.[15]
LaRelación entera de Carvajal fue compilada y comentada por Oviedo en la tercera parte de suHistoria general y natural de las Indias la Tercera Parte, libro L, capítulo XXIV que fue publicada por primera vez en el año 1855.[18]
Elcronista de Indias,Antonio de Herrera (1549-1626) relata en suHistoria general de los hechos de los castellanos en las Islas i Tierra firme del Mar Océano (década VII, libro IX, caps. VIII-IX) la segunda expedición de Orellana al Amazonas y su muerte.[19]
↑José Toribio Medina.XI. Capitulación que se tomó con Francisco de Orellana para el descubrimiento y población de la Nueva Andalucía. Valladolid, 13 de Febrero de 1544. (1894) (pág. 197).
↑Cro, Stelio (1982) «La correspondencia epistolar entre el Cardenal Bembo y Fernández de Oviedo; implicaciones históricas». En Francisco Solano y Fermín del Pino (eds.):América y la España del Siglo XVI, 1: 53-64, Madrid.
Cro, Stelio (1982) «La correspondencia epistolar entre el Cardenal Bembo y Fernández de Oviedo; implicaciones históricas». En Francisco Solano y Fermín del Pino (eds.):América y la España del Siglo XVI, 1: 53-64, Madrid.