LaDinastía IV oCuarta Dinastía forma parte delImperio Antiguo de Egipto. Se inicia cerca de 2613 a. C. con elreinado deSeneferu y termina ca. 2494 a. C. con el deShepseskaf (o tal vez conDyedefptah, citado porManetón). Estos faraones mantuvieron su capital enMenfis, al igual que los de ladinastía III. No se conoce bien cómo finalizó esta dinastía; el único indicio es que varios dirigentes y altos funcionarios de la cuarta dinastía están documentados permaneciendo con el mismo cargo durante la siguientedinastía V bajo el reinado deUserkaf.
El primerfaraón de esta dinastía,Seneferu, es considerado a veces como el gobernante más poderoso delReino Antiguo. Como tal, fue venerado en épocas posteriores. Lapirámide de Meidum, probablemente iniciada porHuny en latercera dinastía, fue completada por él. Además, construyó dos pirámides enDahshur. Su hijo fueJufu, el dueño de laGran Pirámide en Guiza. El constructor yarquitecto fueHemiunu (una gran estatua de él fue encontrada en una tumba cerca de lapirámide. Ahora está en el Museo Pelizaeus enHildesheim). Jufu permitió que sus cortesanos construyeran sus propias mastabas alrededor de su pirámide. Su madre,Hetepheres I, también está enterrada en una tumba cercana, donde se encontraron gran cantidad de muebles y joyas de oro y plata. Después de su muerte, varios de sus hijos compitieron entre sí por el trono.Jafra es el gobernante más conocido y de más largo reinado de ellos. Su hijoMenkaura solo se convirtió en rey después de vencer a un rey rival. Con el tiempo, nuevas luchas por el trono anunciaron el fin de la dinastía. El surgimiento del culto del dios solRa tuvo un importante desarrollo religioso en esta dinastía.Dyedefra, otro hijo de Jufu, fue el primer rey en llamarse "hijo de Ra".[1]
ElCanon Real de Turín, que registra algunos nombres de los reyes de esta dinastía, cita dos nombres perdidos, que el escriba indicó con la palabra egipciausf, "perdidos".
Sexto Julio Africano informa queManetón dio los nombresBijeris yTamftis en esas posiciones, mientras queEusebio de Cesarea no los menciona. Algunas autoridades (tal como K. S. B. Ryholt) sugieren que Africano da una posible versión egipcia de estos nombres en su lista; otros lo descartan totalmente.
Los primeros documentos conocidos del contacto de Egipto con sus vecinos son escritos durante esta dinastía. LaPiedra de Palermo registra la llegada de cuarenta barcos cargados con madera procedentes de una tierra extranjera innominada durante el reinado deSeneferu.
Los nombres deJufu yDyedefra se grabaron en las canteras degneis el desierto occidental, 65 km al noroeste deAbu Simbel; objetos fechados en los reinados de Jufu, Jafra, y Menkaura se ha descubierto enBiblos y del reinado de Jafra aún más lejos, enEbla, como evidencia de obsequios diplomáticos o tratos comerciales.
Se le atribuye la tercera pirámide de Guiza, se inspiró en la construcción de su tío Dyedefra. Susarcófago reposa frente a las costas deCartagena (España)
ParaManetón, segúnJulio Africano en la versión del monje Sincelo, la dinastía IV comprendió ocho reyes de Menfis, pero en este orden: Soris (29), Sufis (63), Sufis (66), Menkeres (63), Ratoises (25), Bikeris (22), Seberkeres (7) y Tamftis (9) (años de reinado entre paréntesis)
Esta dinastía incluye algunos de los faraones más populares del antiguo Egipto, célebres por habérsele adjudicado construir las mayores pirámides, quizás lo más distintivo de Egipto. Casi todos los reyes de esta dinastía ordenaron erigir por lo menos una pirámide para servirles comocenotafio o tumba.
Seneferu, el fundador de la dinastía, es conocido por haber encargado construir tres pirámides, y algunos creen que era responsable de una cuarta. Aunque Jufu, su sucesor y el hijo de Hetepheres I, erigiera la pirámide más grande en Egipto, Seneferu ordenó mover más piedras y ladrillos que cualquier otro faraón.
Jufu (Keops en griego), su hijoJafra (Kefrén en griego), y su nietoMenkaura (Micerino en griego) lograron larga fama con la construcción de sus pirámides. Para organizar y alimentar a los trabajadores necesarios para erigir estas pirámides se requería un gobierno centralizado con amplios poderes, y los egiptólogos creen que elImperio Antiguo mostró en este momento este nivel de sofisticación. Aunque se creyó alguna vez que fueron esclavos los que construyeron estos monumentos, el estudio de las pirámides y sus alrededores ha revelado que fueron construidas por grupos de campesinos de todo Egipto, que supuestamente trabajaron mientras la inundación anual deNilo cubría sus campos.
Mientras las pirámides sugieren que en Egipto se gozó de incomparable prosperidad durante la cuarta dinastía, estas permanecieron como un recordatorio para los egipcios de los trabajos forzados a que los sometieron, y estos reyes, Jufu en particular, fueron recordados como tiranos: primero en elPapiro Westcar, y milenios después en las leyendas recogidas porHeródoto.