ElDecreto de Graciano (enlatínDecretum Gratiani oConcordia discordantium canonum, también conocido enespañol como «Concordancia de las discordancias de los cánones», «Armonía de los cánones discordantes»[1] o «Concordia de los cánones discordantes») es una obra del siglo XII perteneciente alDerecho canónico que, como indica su título, trata de conciliar la totalidad de las normas canónicas existentes desde siglos anteriores, muchas de ellas opuestas entre sí. Su autor fue el monjejuristaGraciano[2] que lo redactó entre 1140 y 1142[3] y constituye la primera parte de la colección de seis obras jurídicas canónicas conocida comoCorpus Iuris Canonici.
El Decreto de Graciano representa un paso importante para la consolidación del Derecho de laIglesia católica en laAlta yBaja Edad Media. La obra, monumental en su extensión, constituye una aportación a la unificación jurídica y se trata, por tanto, del fruto de la actividaddoctrinal de un canonista y no de una política legislativa pontificia, camino que venía siendo el más utilizado hasta entonces para tal fin.[3]
Pese a que el Decreto no fuepromulgado oficialmente (aunque, según la tradición medieval, habría sido aprobado por el papaEugenio III), alcanzó gran difusión en la práctica, no solo por su indudable utilidad sino por la autoridad propia de los textos que recogía: cánones pertenecientes aconcilios tanto ecuménicos como locales,europeos,africanos oasiáticos, así como textos de lasSagradas Escrituras, de laPatrística y de algunas fuentesromanas (en su segunda versión). Además, la obra fue comentada medianteglosas, destacando en este punto la labor del papaAlejandro III.
Graciano (también llamado Franciscus Gracianus, Jean Gratien, Johannes Gratianus, Gratiani, Giovanni Graziano en italiano o Gratian en inglés) fue un monjecamaldulense, jurista y profesor deteología deBolonia. Las fechas de su nacimiento y muerte son desconocidas y, aunque se sabe que su vida transcurrió a lo largo de los siglosXII yXIII, su biografía está sujeta a especulación.
Según laCrónica de Martin de Troppau, Graziano nació enChiusi,Toscana (Italia). De acuerdo con otras versiones pudo ser cerca deOrvieto, en la región italiana deUmbría. Graciano se hizo monje enCamaldoli y después se dedicó a la enseñanza delDerecho en elmonasterio de San Félix, en Bolonia,[4] consagrando su vida a estudiar los cánones eclesiásticos y elaborar su Decreto de Graciano. Al parecer se sirvió de la ayuda de sus discípulos en el monasterio de San Félix —especialmente de Paucapalea—, que continuaron su obra, añadiéndole incluso las llamadasPaleae.[5] Sus logros en el campo delDerecho canónico lo convirtieron en una eminencia en la época y junto al prestigio deIrnerio en el campo delDerecho Civil convirtieron a Bolonia en el centro del estudio del Derecho por excelencia. Gracias a ambos, tras la proliferación deuniversidades por todaEuropa elDerecho se convierte en unaciencia jurídica independiente de laRetórica y se difunde por todo el continente, siendo el epicentro de dicha revolución la mismaUniversidad de Bolonia.
La fecha, causa y lugar de su muerte también se desconocen. Probablemente le sobreviniera antes delIII Concilio de Letrán (1179), ya que según las crónicas, «se siente la ausencia del Maestro», como lo llamaban entonces. También se desconoce el lugar donde está enterrado aunque Bolonia reivindica dicho honor y ha edificado un monumento funerario a Graciano en la basílica deSan Petronio.
Su biografía está sujeta a discusión ya que se ha podido demostrar que la biografía tradicional que nos ha llegado es falsa en su mayor parte, llegando incluso a dudarse de que fuera monje[6] (en las crónicas de Richard Howlett sobre Roberto de Torigni se revela que este afirmaba que Graciano era el obispo de Chiusi)[7] y otros cronistas lo sitúan como consejero del papaInocencio II (1130-1143) o deEugenio II (1145-1163), aunque su estado de monje está apoyado por la mayoría de la doctrina.[8][9][10][11][12] Por el contrario sí se sabe con total certeza que fue el autor delConcordia discordantium canonum.[2]
La obra, que es una colección de unos tres mil ochocientos textos que recogen y sistematizan el Derecho canónico anterior (verFuentes), está estructurada en tres partes.[13]
La primera,Distinciones, se divide en 101 apartados:
La segunda parte,Causae, se divide en 36 apartados y aborda los grandes temas del Derecho canónico de la época: lasimonía, el nombramiento y derogación de obispos, la duración de los cargos de los miembros del clero y su derogación, laherejía y laexcomunión, etc. Para ello formula lasQuaestiones en forma de subapartados. Lascáusae revelan supuestos de Derecho que se desarrollan mediante el métodosic et non elaborando preguntas y respuestas. Esto otorga un gran carácter didáctico a la obra asemejando cadacáusae a un ejemplo que dicta un profesor a sus alumnos:[13]
Quidam, cum non haberet uxorem, quandam meretricem sibiconiugio copulauit, que erat sterilis, neptis ingenui, filia originarii; quam cum pater uellet aliitradere, auus huic eam copulauit, causa solius incontinentiae. Deinde hic, penitencia ductus, exancilla propria filios sibi querere cepit. Postea de adulterio conuictus et punitus quendam rogauit, ut ui uxorem suam opprimeret, ut sic eam dimittere posset, quo facto quandam infidelem sibi copulauit, ea tamen condicione, ut ad Christianam religionem transiret. Hic primum queritur, anlicite meretrix ducatur in uxorem? Secundo, an ea, que causa incontinenciae ducitur, sit coniux appellanda? Tercio, cuius arbitrium aliqua sequatur, an liberi aui, an originarii patris? Quarto, siuiuente uxore liceat alicui ex ancilla filios querere? Quinto, si ea, que uim patitur, pudicitiam amittere conprobetur? Sexto, si adulter adulteram possit dimittere? Septimo, si uiuente dimissaaliam possit accipere? Octauo, si infidelem sub premissa condicione licet alicui fidelium in coniugem dúcere.Un hombre que no tenía esposa, copuló con una meretriz, que era estéril, nieta de un ciudadano libre, e hija de un siervo; a la cual su padre a otro hubiera querido darla, el abuelo la hizo copular con este hombre con el único objetivo de que éste saciara su incontinencia. A partir de entonces, el hombre, conducido por el pesar, comenzó a intentar concebir niños con su propia criada. Después, cuando él había sido condenado por adulterio y castigado, solicitó a un hombre que tomara a su esposa por la violencia, de modo que fuera capaz de divorciarse de ella. Cuando esto se hizo, él se casó con una infiel, pero con la condición de que ella se convirtiera a la religión cristiana. Primero: ¿es lícito tomar a una prostituta como esposa? Segundo: ¿la que es tomada como esposa por la razón o el fin de la continencia debe ser llamada «esposa»? Tercero: ¿a cuál arbitrio seguiría ella? ¿al del abuelo libre o al del padre servil? Cuarto: ¿se le permite concebir niños con una criada mientras su esposa está viva? Quinto: ¿si ella sufre la violencia, es prueba de haber perdido su virtud? Sexto: ¿un hombre adúltero se puede divorciar de su esposa adúltera? Séptimo: ¿un hombre puede casarse con otra mientras su esposa divorciada está viva? Octavo: ¿un hombre cristiano puede tomar en matrimonio a una infiel en la condición ya mencionada?Graciano(Concordia discordantium cánonum)
Destaca el apartado 2 C.33 en el que se aborda, utilizando elmétodo de interpolación, el tema de lapenitencia, que es dividido en seis distinciones, tomando una estructura parecida a la parte tercera.
La tercera parte que se titulaDe consecratione, se divide en cincoDistinciones, y utiliza elmétodo de interpolación. Trata sobre la consagración de las iglesias, la celebración de lamisa, de los ritos delbautismo y laconfirmación, y delayuno. Es la más corta de las tres partes y su fin es estandarizar los eventos eclesiásticos más importantes.
Graciano recurre a la técnica dialéctica delsic et non elaborada porPedro Abelardo. Estemétodo escolástico se basa en la formulación de preguntas concretas con su posterior resolución en la cual se concluye con sí o un no. El título,Concordantia discordantium canonum, puede haber sido elegido por el propio Graciano, refiriéndose al método adoptado: agrupar loscánones por temas y autores adjuntando un comentario (dictum) en visas de conciliar las posibles diferencias existentes. En la sección deCausas, procede de la misma manera para cada una de las 36 «causas»: crea unas certeras preguntas sobre un mismo problema, respondiéndolas con fragmentos extraídos de los textos utilizando en algunas ocasiones (aunque será el método más común enDe consecratione) elmétodo de interpolación. Ya sea porque se precise una interpretación o porque exista una contradicción, Graciano recurre de nuevo a losdictum.
Finalmente el método de exposición resulta sobradamente didáctico e inmediatamente utilizable en lasuniversidades de derecho de nueva creación tras su afirmación comociencia independiente de laRetórica. Graciano reconoce el valor relativo de las diferencias de la fuentes e introduce la idea dejurisprudencia en el derecho canónico, además de dotarlo de un valor notablemente práctico y útil para su aplicación. Por todo ello aunque su obra no se consideró oficial, su uso se extendió por toda Europa y a través de la historia, considerándose hoy día a Graciano como la mayor influencia del derecho canónico moderno.
Según el historiadorAnders Winroth, perito en el tema, se publicaron dos versiones distintas delDecretum Gratiani:[14]
Anders Winroth establece también una doctrina según la cual la segunda versión del texto corresponde a otro autor, que él denomina «Gratiani II» (Graciano II),[18] sin embargo su teoría no es compartida de manera extensa entre los historiadores especialistas e investigadores.
Las fuentes de laConcordia discordantium canonum fueron laBiblia, lasbulas papales, lapatrística y los cánones pertenecientes aconcilios ysínodos tantoecuménicos como nacionales y provinciales, ya fuera europeos, africanos o asiáticos.[3] En la mayoría de los casos, Graciano no obtuvo este material de una lectura directa de las fuentes, sino a través de colecciones intermedias (según eruditos como Charles Munier,[19] Titus Lenherr[20] o Peter Landau).[21][22][23]
SegúnAnders Winroth:[13]
Graciano tituló su trabajoConcordia Discordantium Canonum. El título deja entrever el fin que se buscaba: armonizar los cánones que se habían redactado durante el fin de laAlta y el comienzo de laBaja Edad Media, que conservaban en muchos casos contradicciones entre ellos. Así, en su obra se discuten las diversas interpretaciones y se decide una solución única. Este acercamiento dialéctico permitió que otros profesores de la ley trabajaran con elDecretum y desarrollaran sus propias soluciones y comentarios (lustres osummae). Las colecciones de lustres fueron llamadas sistema de archivos de lustre oLectura en Decretum, mereciendo, por tanto, la atención preferente de los canonistas en susglosas, quienes por este motivo pasaron a ser denominadosdecretistas (no confundir con losdecretalistas, en referencia a las Decretales deGregorio IX).
Los más importantes que podemos destacar sonRufino de Bolonia yHuguccio de Pisa.[3] De esta forma el espíritu fue«Vides non id in animo habuisse correctores romanos, ut restitueretur decretum, quale a Gratiano compositum esset, sed quale a Gratiano componi debuisset» (no hacerlo con la intención abusiva de los correctores romanos, no restaurar el Decreto tal como Graciano lo compuso, pero sí como él lo hubiera compuesto).[24]
El fin último de este trabajo fue lograr la unificación jurídica que la Iglesia se había propuesto a partir del final de la Alta Edad Media, con el objetivo de unificar y dejar atrás el particularismo de las Iglesias nacionales creando un poder único y centralizado dentro delDerecho canónico. Este movimiento, denominadoreforma gregoriana, se solía llevar a cabo mediante la política legislativa pontificia, por lo que fue novedad el paso importante de consolidacíón motivado por la actividad doctrinal de un canonista.[3]
Aunque no fue promulgado oficialmente alcanzó una gran difusión en la práctica por su utilidad en la sistematización y aclaración de lajurisprudencia pontificia y por la autoridad de los textos que contenía, lo que ayudó en la proliferación del Derecho canónico. Su exhaustividad en el análisis la convierte en la obra de Derecho canónico más importante del siglo XII cobrando vigencia hasta 1917, cuando se promulga elCódigo de Derecho canónico durante el movimiento conocido comoCodificación, que recorrió todaEuropa. Además de poseer una estructura notablemente didáctica, por lo que es adoptado rápidamente por las escuelas de Derecho de la época, comenzando por la deBolonia, capital europea en aquel momento del estudio del Derecho, inmediatamente es glosada y comentada ayudando a la enseñanza del Derecho canónico de la época. Por todo elloGraciano es conocido hoy como una de las figuras más relevantes del Derecho canónico.
Destaca su influencia enPedro Lombardo (la biografía medieval lo atribuía como hermano de Graciano, incluso como gemelo)[18] y por tanto de manera extensiva enTomás de Aquino.A partir del Decreto Graciano, el derecho general de la Iglesia —de acuerdo con los postulados deGregorio VII— se desarrolló por legislación pontificia. Por ello aunque elDecretum cumplió un papel importante en la reunificación, pronto se necesitó recoger las disposiciones (sobre todo decretales) que no se recogían en aquel.
En 1230,Gregorio IX encomendó aRaimundo de Peñafort,dominico aragonés, reunir todas las disposiciones vigentes entre 1154 y 1234 que no estuvieran contenidas en elDecreto. La obra, dividida en cinco libros, fue promulgada en 1234 comoLiber Extr,Decretales de Gregorio IX oLiber Extravagantium. Con posterioridadBonifacio VIII ordenó recopilar las decretales entre 1239 y 1298. Esta obra, dividida también en cinco libros, recibió el nombre deLiber Sextus indicando que era una continuación de la recopilación anterior. Más tardeClemente V ordena otra recopilación de decretales posteriores a 1298 en una obra denominadaClementinas oLiber Septimus. Tras estas recopilaciones de carácter oficial se publicaron otras de carácter privado, como las veinte decretales deJuan XXII, posteriores a 1317, obra conocida comoExtravagantes de Juan XXII. El conjunto de dichas recopilaciones junto con el Decreto fue designado comoCorpus Iuris Canonici (a imitación delCorpus Iuris Civilisromano).
En 1996, por la mediación de Anders Winroth, se hallaron cuatro manuscritos de Graciano (junto con un quinto manuscrito de la misma época) en la biblioteca del convento deSan Galo, enSuiza.[25] En espera de un mejor análisis aún se encuentran archivados en esta biblioteca. Su incidencia en los conocimientos actuales sobre Graciano aún crea controversia.
Loshistoriadores y estudiosos deGraciano más reconocidos son:[26]