LaInternacional Comunista, también conocida como laIII Internacional, así como por su abreviatura enrusoKomintern (Коминтерн, abreviatura de Коммунистический интернационал,transliterado comoKommunistícheskiy internatsional) oComintern (abreviatura delinglés: Communist International), fue una organizacióncomunista internacional, fundada enMoscú en marzo de 1919, por iniciativa deLenin y elPartido Comunista de Rusia (bolchevique), que agrupaba a lospartidos comunistas de distintos países, y cuyo objetivo era luchar porla supresión del sistema capitalista, el establecimiento de ladictadura del proletariado y de la República Internacional de losSoviets, la completa abolición de las clases sociales y la realización delsocialismo, como primer paso a la sociedad comunista, como fijaba en sus primeros estatutos.
En su Segundo Congreso, la Internacional resolvió "luchar por todos los medios disponibles, incluida la fuerza armada, para el derrocamiento de la burguesía internacional y la creación de una república soviética internacional como un estado de transición hacia la abolición completa del Estado".[1] El Comintern fue precedido por laSegunda Internacional, disuelta en 1916.
Como ya recordaba el preámbulo de los primeros estatutos de la Internacional Comunista, los antecedentes de esta se remontan a laAsociación Internacional de los Trabajadores, fundada entre otros porKarl Marx yFriedrich Engels enLondres, en 1864, y que, por primera vez en la historia, agrupaba a los trabajadores de distintos países.
Con el comienzo de laPrimera Guerra Mundial en 1914 se produce la fractura de laSegunda Internacional entre los socialistas reformistas y los revolucionarios, pues los primeros apoyaron el esfuerzo bélico de sus respectivos gobiernos al entrar estos en guerra (dado el caso), mientras que los segundos se opusieron por completo al conflicto por considerarlo "útil sólo para laburguesía" y contrario a los intereses delproletariado. En este caso, los grupos revolucionarios acusaron a los reformistas de haberse dejado llevar por elchauvinismo de guerra y haber descartado elinternacionalismo que debía distinguir a los partidos socialistas.
Los grupos socialistas revolucionarios celebraron laConferencia de Zimmerwald en septiembre de 1915 y la luego laConferencia de Kienthal en abril de 1916, ambas en la neutralSuiza. En estas conferencias las organizaciones revolucionarias manifestaron su ruptura con laInternacional Socialista y se convirtieron en la base de laIII Internacional, construida por los partidos socialistas que se habían opuesto a laPrimera Guerra Mundial.
La"Tercera Internacional" fue fundada comoInternacional Comunista en marzo de 1919, en la ciudad rusa deMoscú, con el proyecto de romper definitivamente con los elementos reformistas que, a juicio de los socialistas revolucionarios, habían "traicionado a la clase trabajadora" y provocado la "bancarrota moral" de laSegunda Internacional. La debilidad de los partidos socialistas tras el fin de la guerra en 1918, y el hecho de que losbolcheviques rusos ya hubieran empezadosu propia revolución de modo exitoso causó que los "socialistas revolucionarios" eligieran Petrogrado como su primera sede.
La Internacional Comunista celebró siete "congresos mundiales"; aunque en un principio estos congresos fueron proyectados para ser anuales, posteriormente se fueron espaciando más en el tiempo.
Inauguración del II Congreso de la Internacional Comunista, 1920.Lenin hace anotaciones en los escalones de la tribuna en una sesión del III Congreso de la Internacional Comunista, en 1921. Fotografía de los líderes que participaron en el II Congreso de laTercera Internacional, conLenin delante, en el que se aprobaron las21 condiciones para el acceso a la misma.
ElI Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar enPetrogrado, entre el 2 y el 6 de marzo de 1919. En este congreso se abordó la "democracia burguesa y la dictadura del proletariado" y la necesidad de difundir el sistema desoviets. También se nombró al líderbolchevique rusoGrigori Zinóviev como presidente del "Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista" (CEIC), que era la máxima autoridad de la III Internacional durante el periodo entre congresos.
Se invitó a los siguientes partidos y movimientos al Congreso Fundacional:
En este primer Congreso se determinó la tajante separación entre comunistas y socialistas, y se definió el programa de "expansión revolucionaria" por el cual los delegados comunistas trabajarían para obtener el poder en sus respectivos países siguiendo el modelo de laRevolución Rusa: trabajo de agitación entre las masas delproletariado y soldados rasos (dejando alcampesinado en segundo lugar), alzamiento armado, y alianza circunstancial con otras fuerzas deizquierda, pero conservando la identidad de los militantes propios. Para la fecha del Primer Congreso lasublevación comunista alemana había sido ya aplastada, pero aún ocurrían en Alemania amplias revueltas comunistas (como laRepública Soviética de Baviera) mientras que enHungría el comunistaBéla Kun había logradoimponer un régimen de tipo bolchevique, por lo cual el plan de "revolución mundial" parecía todavía realizable.
ElII Congreso Mundial de la Internacional Comunista se reunió enMoscú entre el 19 de julio y el 7 de agosto de 1920, cuando estaba por terminar laGuerra Civil Rusa con el triunfo definitivo del bandobolchevique, pero cuando la agitación revolucionaria comunista en el resto deEuropa se extinguía sin remedio: las revueltas comunistas deAlemania habían sido vencidas y el régimen de Béla Kun enHungría había sido suprimido por una contrarrevolución, mientras que lainstauración del comunismo en Polonia dependía aún de un enfrentamiento bélico.
Asimismo, en los demás países industrializados (comoFrancia oGran Bretaña) había desaparecido la indignación contra elintervencionismo en Rusia pues dichas potencias habían ya retirado la mayoría de sus tropas enviadas a territorio ruso al ser cada vez menos probable derrotar al régimen bolchevique en laGuerra Civil Rusa. Ante ello, lasdemocracias occidentales se esforzaban en evitar revueltas izquierdistas mediante concesiones económicas a suproletariado, y faltaban las condiciones para la agitación proletaria a gran escala entre los obreros franceses o británicos, por lo cual era muy remota la opción de organizar una revuelta comunista enEuropa Occidental con posibilidades de éxito.
Viendo la nueva realidad, en este congreso se insistió en la necesidad de propagar el sistema desoviets entre elproletariado y así formar grupos de militantes comunistas realmente aptos para tomar el poder y ejercer funciones administrativas, evitando que solamente dediquen esfuerzos a la política partidaria. Debido a las numerosas organizacionessocialdemócratas extranjeras que solicitaban el ingreso a la Internacional, se acordaron las21 condiciones previas que debía cumplir todo partido político para la adhesión a la Internacional, y se aprobaron los primeros estatutos.
ElIII Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921, enMoscú. En él, se combatieron las posturas ultraizquierdistas de algunos partidos comunistas, como elPartido Comunista de Alemania alemán (tras el fracaso delLevantamiento Espartaquista de 1919). Los delegados asumieron que la situación mundial había cambiado profundamente en tanto la revolución bolchevique solo había triunfado en Rusia (ya había sido derrotada suexpansión en Polonia), por ello los concurrentes resolvieron trabajar con las bases reformistas en los llamados "frentes unidos" que aglutinaran a los militantes izquierdistas afines alcomunismo para ganar adeptos, aun aceptando que los líderes comunistas no siempre podrían dirigir tales "frentes" y que los militantes comunistas (pese a su implacable disciplina) eran un grupo minoritario entre los movimientos de izquierdas de la mayoría de países. También se trató acerca de la importancia de incorporar a las mujeres trabajadoras al movimiento comunista.
ElIV Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar enMoscú, entre el 30 de noviembre y el 5 de diciembre de 1922. En él, se profundizó en las tácticas del llamado "frente único", y se abordó por vez primera la situación del comunismo en losimperios coloniales, así como el trabajo de los comunistas en lossindicatos ya constituidos deEuropa Occidental. También se analizó la situación de los comunistas enAsia y en los países de la cuenca delPacífico, incluyendo aEstados Unidos yAmérica Latina de acuerdo con la especial situación económica y social de cada país.
Debido a la grave enfermedad deLenin (casi incapacitado por laparálisis tras un serio ataque en mayo de 1922)León Trotski fue el líder más destacado del Congreso y quien mantuvo la consigna de seguir "trabajando por la revolución mundial" en un contexto deinternacionalismo, pese a admitir la derrota de las revueltas comunistas fuera de Rusia. El Congreso promulgó la incompatibilidad entre la pertenencia a lamasonería o a laLiga de losderechos humanos y la afiliación a un Partido Comunista.[2]
El V Congreso Mundial de la Internacional Comunista se celebró enMoscú entre junio y julio de 1924, después de la muerte deLenin y cuando los líderes del comunismo ruso ya habían fundado y consolidado laUnión Soviética, destacando el "triunvirato" informal entreStalin,Trotski yGrigori Zinóviev. En este Congreso se descartó el empleo delalemán como idioma de las conferencias, y se admitió en forma tácita el hecho evidente de la supremacía delPartido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) sobre los demás partidos comunistas. Se adoptan así unos nuevos estatutos con los que se comienza la "bolchevización" de la Internacional Comunista y de los partidos miembros, insistiendo los líderes soviéticos en que todos adopten el modelo de organización delPCUS y ejerzan el "centralismo democrático", pues este es el único de los partidos miembros en dirigir una revolución triunfante, lo cual aumenta su influencia y prestigio.
Los partidos comunistas extranjeros, en situación de inferioridad en sus propios países, se ven obligados a aceptar sin mayor crítica la "guía" soviética. Además tras alejarse las opciones de una "revolución mundial" en el futuro cercano, la función básica de la Comintern sería la de "defender y fortalecer a laUnión Soviética" y ya no de promover el comunismo a escala internacional, cuestión queStalin postuló con insistencia como parte de su política desocialismo en un solo país que sería implantada en la Unión Soviética. En el verano de 1926 se abolió la presidencia del CEIC, yGrigori Zinóviev perdió la dirección de la Komintern. Fue elegidoNikolái Bujarin para sucederlo como secretario general del CEIC.
El VI Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo lugar entre julio y septiembre de 1928 enMoscú. En el nuevo contexto del comienzo de la grave crisis económica soviética, se aprobó la consigna de «clase contra clase», lo que se tradujo en la restricción aún mayor de la propuesta del «frente único por la base» que quedó limitada a los individuos, excluyendo a las organizaciones disidentes de los socialdemócratas.[3] Asimismo se aprobó la tesis del «tercer periodo», revolucionario, como una fórmula de consenso entre la posición de Stalin que consideraba que estaba a punto de producirse una grave crisis capitalista que traería consigo una inevitable nueva ola revolucionaria (lo que, por otro lado, justificaba el cambio de política en la URSS que estaba comenzando a aplicar Stalin) y la posición más moderada deNikolái Bujarin y del comunista italianoPalmiro Togliatti que sostenía que no se estaba viviendo todavía un momento revolucionario que propiciara la lucha por el poder, sino de «resistencia a la ofensiva política y económica de la burguesía».[3] Sin embargo, la posición de Stalin sobre la inmediatez de la revolución comunista se acabaría imponiendo a partir del año siguiente, sobre todo tras la salida de Bujarin de la dirección soviética.[4]
En el Congreso también se discutió la tesis del «socialfascismo» defendida por loscomunistas alemanes y cada vez más asumida por Stalin que consideraba a los socialdemócratas, calificados comosocialfascistas, como los principales enemigos de la revolución por su aceptación de la «democracia burguesa». Bujarin y Togliatti se opusieron a esta interpretación. Togliatti criticó la «presentación demasiado mecánica que se está dando del fascismo y de la socialdemocracia como dos métodos de los que sirve la burguesía», de manera alternativa, según las circunstancias. Finalmente, el término «socialfascismo» no se incorporó a la resolución final del Congreso, pero se mantuvo la tesis sostenida por alemanes y rusos de los «dos métodos» (fascismo y socialdemocracia) de la burguesía, por lo que se aceptó que la socialdemocracia podía desarrollar «tendencias fascistas». El término «socialfascismo» se acabaría imponiendo finalmente especialmente tras la represión de la manifestación comunista del 1º de mayo en Berlín del año siguiente llevada a cabo por el gobierno alemán del que formaba parte elSPD. Así lo decidió el X Pleno Ampliado del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (CEIC) en su reunión de julio de 1929. A partir de entonces el movimiento comunista comenzó a considerar a la socialdemocracia como el principal instrumento de la «contrarrevolución burguesa».[5]
Se aprobó también el "Programa de la Internacional Comunista", y se determinó que los "frentes unidos" buscaran adeptos entre individuos sin partido que compartieran algunos postulados del Comintern, integrando a periodistas, escritores o personajes de fama comocompañero de ruta del comunismo y eventualmente lograr que sirvan a los fines del partido comunista en cuestión (destacando en estas tareas el periodista alemánWilli Münzenberg), siempre resaltando en lapropaganda que acudir a larevolución armada solo sería recurso último para la toma del poder. Con esta recomendación, se evidencia que la "guía" soviética resulta en el total predominiode facto delPartido Comunista de la Unión Soviética sobre sus partidos homólogos.
En abril de 1929Nikolái Bujarin se vio obligado a dimitir de su cargo, acusado dederechista y tras caer en desgracia con la dirección del PCUS, donde empezó a destacarse Stalin, siendo que la influencia deTrotski dentro del régimen soviético comenzaba a reducirse rápidamente. Para sustituir a Bujarin al frente del CEIC, fue elegido en 1934 el comunista búlgaroGueorgui Dimitrov, residente en la Unión Soviética, quien dirigiría la Internacional Comunista hasta su disolución.
El primer signo de que la posición de la Internacional Comunista sobre el «socialfascismo» estaba cambiando se produjo en febrero de 1933, al mes siguiente del acceso de los nazis al poder, cuando su Comisión Ejecutiva (CEIC) respondió a la invitación que le hizo el Buró de laInternacional Obrera y Socialista con una propuesta de llegar a acuerdos a escala nacional, lo que significaba la primera rectificación de la tesis del «frente único por la base» (una posición política que rechazaba establecer pactos con los socialdemócratas y que defendía que la unión de las dos organizaciones se produciría mediante el abandono de sus militantes de los partidos socialdemócratas y su ingreso en el los partidos comunistas). Unos meses después, en junio, se reunía en laSala Pleyel de París un congreso «contra el fascismo y la guerra», promovido porHenri Barbusse yRomain Rolland, que era la continuación del congreso «contra la guerra imperialista» celebrado en Ámsterdam el año anterior. De los dos congresos surgió elmovimiento Ámsterdam-Pleyel, con la constitución en Francia de diversos comités locales, lo que suponía la primera movilizaciónantifascista promovida por elPartido Comunista Francés (PCF).[6]
El cambio de posición definitivo se produjo a raíz de lo sucedido en febrero de 1934 enParís y enViena (en el primer caso fue elintento de asalto de la extrema derecha al poder; en el segundo la consolidación de la dictadura deDollfuss trasaplastar la revuelta obrera de la capital austríaca),[7] pero sobre todo a partir de marzo de 1935 cuando Hitler anunció su decisión de proceder alrearme alemán, lo que convertía a laAlemania nazi en una amenaza directa hacia la Unión Soviética (rearme que fue admitido tácitamente por Gran Bretaña, el supuesto principal garante delTratado de Versalles, cuando en junio firmó elAcuerdo naval anglo-germano).[8] En Francia se alcanzó un pacto de unidad de acción antifascista a propuesta del líder comunistaThorez entre el partido socialista (SFIO) y el partido comunista (PCF) cuyo primer fruto fue el acuerdo de que en las elecciones municipales de mayo de 1935 apoyarían en la segunda vuelta al partido más votado en la primera, incluidos losradicales (PR).[9] El 14 de julio, el día de lafiesta nacional de Francia, se celebró en París una gran manifestación antifascista (rassemblement populaire)[10] en defensa de las libertades democráticas convocada por elmovimiento Ámsterdam-Pleyel en la que participaron alrededor de cincuenta organizaciones políticas (SFIO, PCF y PR), sindicales (CGT,CGTU) y cívicas (diversos comités antifascistas, laLiga de Defensa de los Derechos del Hombre). Esta manifestación se considera como el acto fundacional delFrente Popular en Francia.[9]
La cristalización del Frente Popular en Francia constituyó el prólogo[11] de la celebración en Moscú del VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista entre el 25 de julio y el 20 de agosto de 1935.[12] En el Congreso se consumó el giro definitivo de la política comunista respecto del fascismo y de la socialdemocracia tras constatar el fracaso de la respuesta ultraizquierdista acordada en el VI Congreso.[13] Así se aprobaron dos líneas unitarias que se presentaron no como antagónicas, sino como complementarias: la unidad de clase y la unidad interclasista. Por la primera se abandonaba la confrontación con los socialdemócratas volviendo a la formulación original del «frente único» al proponer la unificación de los partidos socialistas y de los partidos comunistas en un «partido único del proletariado» —eso sí, bajo la guía de la propia Internacional Comunista, lo que suponía aceptar elcentralismo democrático y ladictadura del proletariado en forma desoviets—[14]. En el informe que presentóGeorgi Dimitrov sobre cómo atraerse a los militantes de los partidos y organizaciones socialdemócratas dijo: «Las acciones conjuntas con los partidos y las organizaciones socialdemócratas no sólo no excluyen, sino que, por el contrario, hacen aún más necesaria la crítica seria y razonada delreformismo, del socialdemocratismo, como ideología y como práctica de la colaboración de clase con la burguesía y la explicación paciente a los obreros socialdemócratas de los principios y del programa del comunismo».[15] Esta intervención se tradujo en la siguiente resolución del Congreso adoptada el 20 de agosto de 1935:[15]
Poniendo al desnudo ante las masas el sentido de los argumentos demagógicos de los jefes socialdemócratas derechistas contra el frente único; redoblando la lucha contra la parte reaccionaria de la socialdemocracia, los comunistas deben establecer la colaboración más estrecha con los obreros, militantes responsables y organizaciones socialdemócratas de izquierda que luchen contra la política reformista y aboguen por el frente único con el Partido Comunista. Cuanto más recia sea nuestra lucha contra el campo reaccionario de la socialdemocracia, que mantiene su bloque contra la burguesía, más efectiva será la ayuda que prestemos a la parte misma que se está revolucionando.
Por la segunda línea, la unidad interclasista, se proponía la alianza de las clases populares y las clases medias democráticas mediante la coalición de sus respectivas organizaciones políticas en un gran frente antifascista (el «Frente Popular»). Según el historiador españolJosé Luis Martín Ramos, con esta propuesta interclasista se trataba de «llevar a las clases medias a un terreno de defensa de la democracia en la que las clases trabajadoras, sus organizaciones, tenían la iniciativa, y la mantendrían en la medida en el que el frente único fuese la garantía de una política común de la izquierda obrera», con lo que las dos líneas unitarias (unidad de clase y unidad interclasista) «formaban parte de la misma táctica. Una táctica defensiva, que había nacido de la necesidad de hacer frente al fascismo, y del fracaso de las respuestas dadas antes de 1933». «Tras haber comprobado amargamente que no era lo mismo el fascismo que la "democracia burguesa", la Internacional Comunista se aprestó a defenderse en esa última posición que representaba un sistema de libertades políticas».[16]
En el informe que presentóGeorgi Dimitrov dejó claro que la resistencia al fascismo exigía la defensa de la democracia. Para justificar este viraje de los comunistas respecto a lo que hasta entonces habían llamado «ilusiones democráticas» Dimitrov argumentó que lasituación de 1917 era muy diferente de la de 1935:[17]
Losbolcheviques luchaban contra estos partidos, porque la bandera de la democracia burguesa se convirtió en aquel entonces en el banderín de enganche de todas las fuerzas contrarrevolucionarias para luchar contra el triunfo del proletariado. Otra es hoy la situación en los países capitalistas. Hoy la contrarrevolución fascista ataca a la democracia burguesa, esforzándose en someter a los trabajadores al régimen más bárbaro de explotación y de aplastamiento. Hoy, las masas trabajadoras de una serie de países capitalistas se ven obligadas a escoger, concretamente para el día de hoy, no entre ladictadura del proletariado y lademocracia burguesa, sino entre la democracia burguesa y elfascismo.
El proletariado de todos los países vertió mucha sangre por conquistar las libertades democraticoburguesas y se comprende que luche con todas sus fuerzas por conservarlas.
Sin embargo, en el apartado 9 de la resolución del Congreso se decía:[18]
Bajo las condiciones de una crisis política, cuando las clases gobernantes no esté ya en condiciones de gobernar el potente despliegue del movimiento de masas, los comunistas deberán destacar consignas revolucionarias cardinales (como, por ejemplo, el control de la producción y de los bancos, la disolución de la policía, su sustitución por una milicia obrera armada, etc.) encaminadas a conmover todavía más el poder económico y político de la burguesía, a aumentar las fuerzas de la clase obrera, a aislar a los partidos conciliadores y que acerquen directamente a las masas obreras a la toma revolucionaria del poder.
Los movimientostrotskistas rechazaron la política de frentes populares, mientras que los partidos comunistas pertenecientes a la Internacional Comunista la aceptaron sin crítica. Para entonces, la sujeción ideológica de estos partidos a la línea política de laUnión Soviética era ya casi absoluta. Además, la Comintern también sirvió como instrumento de laspurgas estalinistas estimulando a los partidos comunistas de todo el mundo a ejecutar sus propias "purgas" internas de posibles "trotskistas", llegándose incluso a ordenar la disolución de partidos completos sospechosos de "deslealtad" (como sucedió con el Partido Comunista dePolonia en 1938). Al mismo tiempo, numerosos militantes comunistas que buscaron refugio en laUnión Soviética huyendo delfascismo fueron denunciados como "espías" o "trotskistas", detenidos por laNKVD y asesinados. Idéntica suerte corrieron comunistas extranjeros establecidos en la Unión Soviética hacía años como el suizoFritz Platten, exayudante de Lenin, el húngaroBéla Kun, el búlgaroChristian Rakovski y otros. A estas víctimas se sumaronAndrés Nin, exsecretario de laInternacional Sindical Roja, yLeón Trotski, fundador delEjército Rojo, asesinados en el extranjero por agentes delNKVD en 1937 y 1940, respectivamente.
En el VII Congreso se incorporaron los partidos comunistas de Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica y Puerto Rico a la Internacional Comunista, en la sesión del 20 de agosto de 1935, hecho que quedó plasmado en el Protocolo n.º 43, de la sesión final del VII Congreso.
LaSegunda Guerra Mundial implicaba que el gobierno de laUnión Soviética perdiese contacto con numerosos partidos comunistas del resto del mundo cuyos países de origen habían sido invadidos y dominados por elTercer Reich, considerando además que los países capitalistas recelaban del gobierno soviético después delPacto Ribbentrop-Mólotov, celebrado con los nazis en agosto de 1939. Cuando la Unión Soviética fue invadida por elTercer Reich en junio de 1941, el régimen soviético, en su lucha contra el fascismo, se vio como aliada deGran Bretaña, y desde diciembre de 1941 tuvo también como aliado a losEstados Unidos.
Ante la nueva situación (alianza antifascista de la Unión Soviética con dos potenciascapitalistas), el 15 de mayo de 1943, antes de celebrar laConferencia de Teherán, el Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, "teniendo en cuenta la madurez de los partidos comunistas" nacionales, y también para evitar los recelos de los países capitalistas aliados, decidió disolver la Internacional Comunista. Para entonces, no obstante, la "Internacional Comunista" ya había perdido gran parte de la importancia política de sus primeros años y desde inicios de la década de 1930 había devenido en la práctica en una simple "oficina de asuntos exteriores" delPartido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
En 1947, a instancias deStalin, se creó laKominform (Oficina de Información Comunista) como sustituta de la Internacional Comunista, que reunía a lospartidos comunistas deBulgaria,Checoslovaquia,Francia,Hungría,Italia,Polonia, laUnión Soviética yYugoslavia, pero la finalidad de la Kominform fue apenas la de "coordinar estrategias" entre el PCUS y los partidos comunistas extranjeros, siendo que casi todos estos preferían tratar directamente tales cuestiones con el PCUS sin la inútil intermediación de la Kominform.
Esta fue disuelta en abril de 1956 como parte de ladesestalinización llevada a cabo después deXX Congreso del PCUS porNikita Jruschov, y el acercamiento soviético aYugoslavia. La condena hecha por los comunistas franceses e italianos (los grupos comunistas más influyentes fuera delPacto de Varsovia) contra la intervención militar soviética en lasublevación húngara de 1956 debilitaba todo plan de mantener una organización concreta de partidos comunistas a nivel mundial.
La ruptura soviética conYugoslavia y la pugna ideológica conChina desde 1960 tornaron innecesario formar una organización de coordinación internacional entre partidos comunistas, considerando además que la inevitable primacía efectiva de la Unión Soviética en tal entidad hacía inútil crear un "órgano coordinador". Aunque carecieran de una organización internacional, los distintos Partidos Comunistas existentes fuera de la Unión Soviética, pero leales alKremlin siguieron casi en su totalidad las directrices principales delPartido Comunista de la Unión Soviética, con el que mantuvieron reuniones periódicas, aunque sin estructurar nuevamente una entidad a nivel oficial.
Los órganos de la Internacional Comunista, según sus primeros estatutos, eran:
ElCongreso Mundial de la Internacional Comunista: el órgano que ejercía la autoridad máxima de la Internacional Comunista era el Congreso Mundial, que debía reunirse una vez al año y tenía en exclusividad la modificación del programa y los estatutos. Se celebraron siete congresos mundiales.
ElComité Ejecutivo de la Internacional Comunista: el órgano que tenía la autoridad máxima en los periodos entre congresos era el Comité Ejecutivo, y era elegido por el Congreso Mundial. Su sede se decidía en cada congreso.
↑Martín Ramos, 2015, p. 31-32. "La dirección comunista, en una operación al margen formal de sus partidos, situó por primera vez al fascismo como enemigo principal, lo asoció a la guerra e impulsó una incipiente movilización unitariaantifascista (hasta entonces soloantiimperialista), limitada al mundo intelectual y profesional"
↑Martín Ramos, 2015, p. 44-45. "Además, el abandono de la democracia por buena parte de la burguesía que había abjurado de ella —en realidad no había creído en ella, no había tenido otro remedio que empezarla a aceptar como consecuencia de laGran Guerra— dejó abierta la posibilidad de que la identificación con la democracia pasara a las clases trabajadoras y a sus aliados y la desarrollara más allá de su configuración política y parlamentaria. Quien estaba poniendo en peligro la democracia era la burguesía que optaba por el fascismo o por aliarse con él; era ella la que traicionaba o se disponía a traicionar a la democracia"
Agosti, Aldo (1974).La Terza Internazionale. Storia documentaria, vol. 1 (parte prima), Editori Reuniti, Roma. TambiénLos cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista. Primera parte. Cuadernos Pasado y Presente, Córdoba (Argentina), 1973, que incluye el estudio de Ernesto Raggioneri, "Lenin y la internacional Comunista".
La Internacional Comunista. Tesis,manifiestos y resoluciones de los cuatro primeros congresos (1919-1922), edición de la Fundación Federico Engels, Madrid., 2010.
Broué, Pierre (1997).La Internationale Communiste, 1919-1943, París, Fayard.
Hajek, Milos (1984).Historia de la Tercera Internacional. La política del frente único (1921-1935), Crítica, Barcelona.
Poulantzas, Nikos (1973),Fascismo y dictadura. La Tercera Internacional frente al fascismo, Siglo XXI de España Editores, S.A.; Edición: Librairie François Maspero.
Sassoon, Doland (2001).Cien años de socialismo, Edhasa, Madrid.
Geoff, Eley (2003).Un mundo que ganar. Historia de la izquierda en Europa, 1850-2000, Crítica, Barcelona.