La palabracolaboracionismo deriva del francéscollaborationniste, término atribuido a todo aquello que tiende a auxiliar o cooperar con elinvasor. Entendida como forma detraición, se refiere a lacooperación del gobierno y de los ciudadanos de un país con las fuerzas de ocupación enemiga. La actitud opuesta al colaboracionismo –la lucha contra el invasor– es representada históricamente por losmovimientos de resistencia.
Los "colaboracionistas" suelen serlo por diferentes motivos: por afinidad ideológica, por simpatía por el enemigo, o por coincidencia en los objetivos, aunque también pueden serlo porcoacción o incluso pormiedo. En otros casos, los colaboracionistas esperan obtener ganancias, enriquecimiento o favores del enemigo. El historiador españolMiguel Artola, en su estudio sobre losafrancesados a los que identifica con los «colaboracionistas», ha definido a estos últimos como «las gentes que por diversos motivos consideran un deber unirse al invasor para ver de salvar lo que se pueda de la nación, e incluso en algunos casos para medrar personalmente».[2]
El término fue introducido durante laFrancia de Vichy (1940-1944) en laFrancia ocupada, por el propio mariscalPétain que, en un discurso radiofónico pronunciado el 30 de octubre de 1940, exhortó a los franceses a colaborar con el invasornazi. Posteriormente la palabra pasó a designar la actitud de gobiernos de paíseseuropeos que apoyaron la ocupación nazi durante laSegunda Guerra Mundial.