Carlos IV de España, llamado «el Cazador» (Portici, 11 de noviembre de 1748-Nápoles, 19 de enero de 1819), fuerey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta suabdicación el 19 de marzo de 1808.
Accedió al trono poco antes del estallido de laRevolución francesa, y su falta de carácter solía hacer que delegase el gobierno en manos de suvalido,Manuel Godoy, de quien se decía que era amante de su esposaMaría Luisa de Parma. Aunque aceptado como cierto por algunos autores comoBalansó oZavala,[1] dicha hipótesis no cuenta, en la actualidad, con el apoyo mayoritario de la academia, ya que no ha podido ser demostrado.[2] La Revolución Francesa de 1789 marcó su reinado, pero eso no le impidió seguir con la línea de reformas ilustradas, impulsadas tanto por el monarca como por Godoy, truncado por la injerencia napoleónica y la inestabilidad interna que esta provocó.
Su reinado acabó abruptamente el 19 de marzo de 1808 cuando, como consecuencia delmotín de Aranjuez, abdicó en favor de su hijo, el príncipe Fernando. El 6 de mayo del mismo año el ya reyFernando VII devolvió el Trono a su padre aunque este, a su vez, había cedido sus derechos a la Corona aNapoleón Bonaparte el día anterior en lo que se conocería como lasabdicaciones de Bayona. El 1 de octubre de 1814 Carlos cedería por segunda vez sus derechos al Trono a su hijo Fernando por medio de un convenio firmado en Roma, ciudad donde vivía exiliado, aunque este los había recuperado ya de manos de Napoleón por elTratado de Valençay.
Carlos IV en su juventud (c. 1765), en un retrato deMengs (Museo del Prado, Madrid).
Carlos IV fue el séptimo hijo deCarlos III con su esposaMaría Amalia de Sajonia. Nació el 11 de noviembre de 1748 en elPalacio Real de Portici,Portici, durante el reinado de su padre en lasDos Sicilias. Fue bautizado comoCarlos Antonio Pascual Francisco Javier Juan Nepomuceno José Januario Serafín Diego.
En 1759, tras la muerte sin descendencia de su tío, el reyFernando VI de España, su padre pasó a ocupar el trono español.
El primogénito varón de Carlos III eraFelipe Antonio de Borbón, que fue apartado por su grave incapacidad, tanto de la sucesión a la Corona de España como a la de las Dos Sicilias. Así, Carlos, segundo hijo varón, pasó a ser heredero de la monarquía hispánica y fue jurado comopríncipe de Asturias el 19 de julio de 1760.[3]
Sucedió a su padre, Carlos III, al morir este el 14 de diciembre de 1788.
Las primeras decisiones de Carlos IV mostraron unos propósitos reformistas. Confirmó en el puesto como primersecretario de Estado y del Despacho alconde de Floridablanca, un ilustrado que inició su gestión con medidas como la condonación del retraso de las contribuciones, limitación del precio del pan, restricción de la acumulación de bienes de manos muertas, supresión de vínculos ymayorazgos y el impulso del desarrollo económico. El propio monarca tomó la iniciativa de derogar laley sálica impuesta por su antecesorFelipe V, medida ratificada por las Cortes de 1789, que no se llegó a promulgar.
El estallido de laRevolución francesa en 1789 cambió radicalmente la política española. Conforme llegan las noticias de Francia, el nerviosismo de la corona crece y acaba por cerrar las Cortes que, controladas porFloridablanca (mantenido en el poder por consejo de su padre), se habían reunido para reconocer al príncipe de Asturias. El aislamiento parece ser la receta para evitar la propagación de las ideas revolucionarias a España. Floridablanca, ante la gravedad de los hechos dejó en suspenso losPactos de Familia, estableció controles en la frontera para impedir la expansión revolucionaria y efectuó una fuerte presión diplomática en apoyo aLuis XVI. También puso fin a los proyectos reformistas del reinado anterior y los sustituyó por el conservadurismo y la represión (fundamentalmente a manos de laInquisición, que detiene aCabarrús, destierra aJovellanos y despoja de sus cargos aCampomanes).
Sin embargo, la radicalización revolucionaria a partir de 1792 y el destronamiento deLuis XVI —el rey francés fue encarcelado y quedó proclamada laRepública— precipitó la caída delconde de Aranda y la llegada al poder deManuel Godoy el 15 de noviembre de 1792.
Manuel Godoy, un guardia de corps, ascendió rápidamente en la corte gracias a la amistad y confianza que le otorgaron los reyes. En pocos años pasó de ser unhidalgo a convertirse enduque de Alcudia yde Sueca, capitán general y, desde finales de 1792, en «ministro universal» de Carlos IV con un enorme poder. De pensamiento ilustrado impulsó medidas reformistas como las disposiciones para favorecer las enseñanzas de las ciencias aplicadas, la protección a lasSociedades Económicas de Amigos del País y la llamadadesamortización de Godoy de bienes pertenecientes a hospitales, casas de misericordia y hospicios regentados por comunidades religiosas.
La Revolución francesa condicionó su actuación en la política española. Sus primeras medidas se encaminaron en salvar la vida deLuis XVI, procesado y condenado a muerte. Pese a los esfuerzos de todas las cortes europeas, el monarca francés fue guillotinado en enero de 1793, lo que generalizó una guerra de las potencias europeas contra laFrancia revolucionaria conocida como laguerra de la Convención, en la que España participó y fue derrotada por la Francia republicana, fruto del desastroso abastecimiento, la pésima preparación del ejército y la escasa moral de la tropa frente a los enardecidossans culottes franceses. Un ejército de 25 000 hombres[cita requerida] dirigido por elgeneral Ricardos entró en elRosellón y logró algunos éxitos. A partir de 1794 las tropas españolas se vieron forzadas a la retirada. Los franceses ocuparonFigueras,Irún,San Sebastián,Bilbao,Vitoria yMiranda de Ebro.
Godoy suscribió con Francia laPaz de Basilea en 1795. La República francesa devolvió a España las plazas ocupadas, a cambio del territorio hispano de la isla deLa Española —colonia deSanto Domingo—. En agradecimiento el rey Carlos IV le concedió el título depríncipe de la Paz.
En 1796, concluida la fase más radical de la Revolución, Godoy firmó elTratado de San Ildefonso y España se convirtió en aliada de Francia. Este cambio de postura buscaba el enfrentamiento con Gran Bretaña, principal adversario de la Francia revolucionaria y tradicional enemiga de España con la que disputaba la hegemonía marítima y, concretamente, el comercio con América. La escuadra española sufrió la derrota frente alcabo de San Vicente en 1797, peroCádiz ySanta Cruz de Tenerife resistieron a los ataques del almiranteNelson. En América los británicos ocuparon la isla deTrinidad, y sufrieron una derrota enPuerto Rico. Ello provocó la caída de Godoy en mayo de 1798.
La llegada al poder deNapoleón en 1799 y su proclamación como emperador en 1804 alteró las relaciones internacionales y se renovó la alianza con Francia. Napoleón necesitaba, en su lucha contra los británicos, contar con la colaboración de España, sobre todo de su escuadra naval. Por ello, presionó a Carlos IV para que restituyera su confianza enGodoy. Este asumió de nuevo el poder en 1800 y firmó elConvenio de Aranjuez de 1801 por el que ponía a disposición de Napoleón la escuadra española, lo que implicaba de nuevo la guerra contra Gran Bretaña.
Godoy declaró en 1801 la guerra aPortugal,principal aliado británico en el continente, antes de que lo hiciera Francia. Este conflicto, conocido como laguerra de las Naranjas, significó la ocupación deOlivenza por España, que además obtuvo el compromiso de Portugal de impedir el atraque de buques británicos en sus puertos.
En 1805, la derrota de la escuadra franco-española en labatalla de Trafalgar por la Armada británica modificó la situación radicalmente. Frente a la hegemonía de Gran Bretaña en los mares, Napoleón recurrió al bloqueo continental, medida a la que se sumó España. En 1807 se firmó elTratado de Fontainebleau que estableció el reparto de Portugal entre Francia, España y el propio Godoy, y el derecho de paso por España de las tropas francesas encargadas de su ocupación.
Moneda de 2escudos deoro, acuñada enMadrid en 1798 con la leyenda enlatín:·CAROL[US]·IIII·D[EI]·G[RATIA]·HISP[PANIARUM] ·ET·IND[IARUM]·R[EX]·
Con tal sucesión de guerras se agravó hasta el extremo la crisis de laHacienda; y los ministros de Carlos IV se mostraron incapaces de solucionarla, pues el temor a la revolución les impedía introducir las necesarias reformas, que hubieran lesionado los intereses de los estamentos privilegiados, alterando el orden tradicional.[4]
La presencia de soldados franceses en territorio español aumentó la oposición haciaGodoy, enfrentado con los sectores más tradicionales por su política reformista y entreguista haciaNapoleón. A finales de 1807 se produjo laConjura de El Escorial, que se presentó como una conspiración encabezada porFernando, príncipe de Asturias, que pretendía la sustitución de Godoy y el destronamiento de su propio padre.[5] En realidad, Fernando solo pretendía tratar su casamiento con una princesa francesa y, en caso de muerte de su padre, deshacerse de Godoy.[5] Tanto Godoy como la reina, que desconfiaban de Fernando, trataron de emplear sus tratos con el embajador francés para desprestigiarlo, sin éxito.[5] Pese a todo, el propio Fernando delató a sus colaboradores y pidió el perdón de sus padres.[6] El escándalo marcó el comienzo del fin del reinado de Carlos.[5] En marzo de 1808, ante la evidencia de la ocupación francesa, Godoy aconsejó a los reyes que abandonaran la península y se refugiaran en América.[7] Pero se produjo elmotín de Aranjuez, levantamiento popular atizado por el príncipe Fernando y los nobles opuestos a Godoy, contra los reyes aprovechando su presencia en elpalacio de Aranjuez.[8] Godoy fue hecho preso por los amotinados.[9] Carlos IV, enfermo, desanimado e incapaz de afrontar la crisis, abdicó en su hijoFernando VII ante el cariz de los acontecimientos:[10]
Como los achaques de que adolezco no me permiten soportar por más tiempo el grave peso del gobierno de mis reinos, y me sea preciso para reparar mi salud gozar en clima más templado de la tranquilidad de la vida privada; he determinado, después de la más seria deliberación, abdicar mi corona en mi heredero y mi muy caro hijo el Príncipe de Asturias. Por tanto es mi real voluntad que sea reconocido y obedecido como Rei y Señor natural de todos mis reinos y dominios.
Napoleón, receloso ante el cambio de monarca, convocó a la familia real española a un encuentro en la localidad francesa deBayona.[11] Carlos y María Luisa partieron hacia Francia, precedidos por Godoy al que habían solicitado a los franceses que liberasen, el 22 de abril.[11] Napoleón animó a Carlos a que exigiese a Fernando la devolución de la corona y fue el árbitro en la disputa que durante varios días sostuvieron padre e hijo.[12]Fernando VII, bajo la presión del emperador y de sus padres, devolvió la Corona a Carlos IV el día 6 de mayo, sin saber que el día antes Carlos IV había pactado la cesión de sus derechos a la corona en favor de Napoleón, quien finalmente designó como nuevo rey de España a su hermanoJosé.[13][14]
La evolución del regalismo español durante elreinado de Carlos IV vino marcada por dos acontecimientos europeos: el llamadoSínodo de Pistoya de 1786 y laConstitución Civil del Clero aprobada por laAsamblea Nacional Constituyente nacida de laRevolución Francesa de 1789. El primero supuso el triunfo de las corrientesepiscopalistas, siguiendo la líneajansenista trazada a principios de siglo porZeger Bernhard van Espen —un autor conocido y seguido por buena parte de los primeros regalistas e ilustrados españoles como Mayans— y desarrollada por el teólogoPietro Tamburini. Sus actas tuvieron una amplia difusión e influencia en España como dejó escrito el ilustradoGaspar Melchor de Jovellanos en susDiario: «toda la juventud salmantina [en referencia a los estudiantes de la principal universidad española] esport-royalista, de la secta pistoyense... Más de tres mil ejemplares había cuando vino su prohibición. Uno sólo se entregó».[15]
Mariano Luis de Urquijo, había sustituido aManuel Godoy como primersecretario de Estado y del Despacho tras la destitución de este en marzo de 1798.[17] Uno de los proyectos de Urquijo fue llevar a buen término la políticaregalista de creación de una Iglesia española independiente de Roma aprovechando las dificultades por las que atravesaba el papado, cuyosEstados Pontificios habían sido ocupados por las tropas francesas al mando deNapoleón Bonaparte y el papaPío VI había sido obligado a abandonar Roma tras la proclamación de la República en la "ciudad santa". El proyecto de una Iglesia "nacional", siguiendo el modelo de laIglesia galicana que había sido iniciado en el último año de gobierno de Godoy, también tenía una importante repercusión económica pues dejarían de salir hacia Roma las tasas que cobraba la Iglesia en España por las gracias y dispensas matrimoniales, por ejemplo, que en 1797 habían supuesto cerca de 380 000 escudos romanos. Así un mes después del fallecimiento de Pío VI en Francia, se promulgó eldecreto de Urquijo.[18]
En el decreto se establecía que hasta la elección del nuevo papa «los arzobispos y obispos españoles usen de toda la plenitud de sus facultades, conforme a la antigua disciplina de la Iglesia, para dispensas matrimoniales y demás que les competen» y que el rey asumía la confirmación canónica de los obispos que antes correspondía al papa.[19] La decisión de promulgar el decreto se debió al temor de que tras la muerte del papa hubiera un largo periodo desede vacante con el riesgo de cisma que eso implicaba. Así pues, resulta paradójico que un decreto que pretendía evitar el cisma fuera calificado mucho después como el "Cisma de Urquijo". De hecho el episcopado español se dividió entre los que lo aceptaron y se manifestaron dispuestos a aplicarlo —como elobispo Tavira— y los que lo rechazaron y se negaron a usar las potestades que les otorgaba el decreto.[20]
El decreto tuvo escasa vigencia porque el nuevo papaPío VII, elegido en marzo de 1800 por el cónclave cardenalicio en Venecia, se negó a confirmarlo.[18] "Pero las consecuencias fueron realmente importantes. De hecho, fue la manifestación más radical del regalismo español del siglo. Y, por otra parte, marcó el camino para la legislación posterior, tanto la deJosé I Bonaparte en diciembre de 1809 para los territorios controlados por las tropas francesas, como en la actividad legislativa de lasCortes de Cádiz, con sus invocaciones a la convocatoria de un Concilio Nacional".[20]
Napoleón dispuso el traslado de Carlos alpalacio de Compiègne, a 80 km al norte de París.[21] Nunca regresó a España.[21] Al poco tiempo, el rey solicitó poder establecerse enNiza, pues el clima de laPicardía acentuaba los sufrimientos causados por lagota que le aquejaba desde hacía años. El emperador acepta el traslado, aclarando que el mismo se produce «por propia cuenta del rey», incumpliendo las promesas de compensaciones económicas hechas al monarca. No encontraron los reyes españoles acomodo en Niza, y agobiados por las deudas, se establecen enMarsella. Pero no pasará mucho tiempo hasta que Napoleón mande a Carlos, su esposa y su corte, alpalacio Borghese deRoma, en donde se instalarán el 25 de mayo de 1812.
Al caer Napoleón en 1814, Carlos y María Luisa se trasladan alpalacio Barberini, también en Roma, donde permanecerán casi cuatro años viviendo de la pensión que les enviaba su hijo Fernando, quien ya repuesto en el trono de España, negó a sus padres el retorno. El 1 de octubre de ese mismo año, en un postrer acto, Carlos volvería a abdicar sus derechos al trono español en su hijo Fernando VII, firmando el convenio en Roma, donde permaneció exiliado.[22] Carlos viajó a Nápoles para visitar a su hermanoFernando I de las Dos Sicilias y encontrar alivio a lagota que le atormentaba, dejando en Roma a su esposa postrada en la cama con las dos piernas rotas y un estado de salud extremadamente deteriorado.[23] Tras haber recibido laextremaunción el uno de enero de 1819, muere al día siguienteMaría Luisa de Parma.[24]
Cuando Carlos, informado del fallecimiento de su esposa, se disponía a volver a Roma el 13 de enero, se vio acometido por un ataque de gota con fiebre del que no se recuperaría, muriendo apenas seis días después, el 19 de enero de 1819.[25]
Carlos se interesó desde su juventud por el arte. Violinista aficionado, en 1775 compró para la corte el cuarteto de instrumentosStradivarius conservado actualmente en elPalacio Real de Madrid y se rodeó de un entorno musical privilegiado dirigido por el violinista y compositorGaetano Brunetti.
Durante su exilio en Roma reunió una colección de obras de arte en un pequeño palacio que mandó construir junto al convento de frailes jerónimos deSan Alejo, en elAventino. Fueron 688 cuadros que sus pintores de cámara,Madrazo yRibera, se encargaron de inventariar a la muerte del rey y que en 1819 se trasladaron a España. Se conoce esta colección como la de San Alejo, parte de la cual se envió al Museo del Prado y el resto se repartió entre sus herederos.[26]
Carlos IV contrajo matrimonio con su prima hermanaMaría Luisa de Borbón-Parma (hija deFelipe, duque de Parma) en 1765. Tuvieron catorce hijos de las veinticuatro veces que María Luisa de Parma estuvo embarazada, pero solo siete llegaron a la edad adulta:
↑La Parra, Emilio (2017). «"Aspiraciones a la Corona española tras las abdicaciones de Bayona."».HispanismeS, hors-série 1: 151-174. «El 5 de mayo de 1808, Carlos IV renunció formalmente en Bayona a sus derechos al trono español en favor de Napoleón1. Al día siguiente lo hizo Fernando VII, quien había sido proclamado rey de España el 19 de marzo anterior».
↑Rojas, Carlos (1997).Carlos IV. «Carlos IV abdica por segunda vez en su hijo los derechos al trono y al Imperio de las Indias.»
↑Granados Loureda, Juan Antonio (2010).Breve Historia de los Borbones españoles. Nowtilus. p. 114 y sig.ISBN9788497639422.|fechaacceso= requiere|url= (ayuda)
↑Susarte Molina, Francisco (2000).Bodas y partos de las reinas de España. Instituto de Cultura Juan Gil Albert. p. 287.ISBN9788477843757.|fechaacceso= requiere|url= (ayuda)
↑«Sin título».Diario di Roma (7): 2. 23 de enero de 1819. Consultado el 1 de septiembre de 2024.