Elcanon, palabra que proviene delGriego antiguoΚανών, regla,[1] es un concepto que institucionaliza, que fija normas en un contexto cultural que se extienden a las conductas y acciones;[2] además, se refiere a las proporcionesperfectas o ideales delcuerpo humano y alude a las relaciones armónicas entre las distintas partes de una figura.
El concepto de canon se aplica en diferentes disciplinas, pero todas tienen como base normas objetivas, similares a las leyes de la naturaleza, que determinan el valor de cada obra según su capacidad de adaptarse a ellas. En arquitectura suele llamarse a estas reglas con el nombre deorden, una la ley ideal que permite sistematizar y transmitir aquello que establece la norma.[3]
Sin desarrollar el concepto en tratados escritos, ya quelos egipcios utilizaron en la práctica el canon para la representación escultórica de la figura humana, pero en lugar de tomar la cabeza comomódulo, lo hicieron con elpuño, de forma que los cuerpos tenían de alto 18 veces el tamaño del puño, distribuido proporcionalmente en distintas partes del cuerpo (dos para el rostro, diez desde los hombros a la rodillas y seis desde éstas hasta los pies).
En la Antigua Grecia, el concepto surge debido a su mentalidad antropocentrista y por su preocupación por la escala humana. Es por ello, que el hombre griego se sitúa como medida y centro del Universo por sobre todas las cosas. En arquitectura, este concepto se traduce en la escala humana, que se convierte en la base de su construcción y posteriormente como una de las aportaciones más relevantes de la arquitectura occidental. En particular, en la época del Renacimiento, donde se busca el retorno a lo clásico, considerado como un precepto categórico dotado de un valor absoluto que establece un canon.[3]
Para comprender su origen, también deben conocerse los conceptos de medida y módulo. La medida es una magnitud abstracta que requiere de un elemento comparativo que relacione las partes de un todo y su reducción a la unidad: un módulo. Los griegos utilizaban módulos basados en la figura humana, mientras que los renacentistas optaban por elementos más abstractos, como el diámetro de una columna.[3]
La plasmación literaria de esta idea fue explicitada en laGrecia clásica porPolicleto,escultor del siglo V a. C., en un libro técnico tituladoCanon, en el que era importante el concepto desymmetría como unas reglas de la proporcionalidad que debía tener la figura humana en las obras de arte para conseguir que tuvieran belleza. Aunque el texto no se ha conservado, diversas fuentes indican que fue ejemplificado por el artista en una escultura (Winckelmann interpretó que esa escultura era elDoríforo).[4] En el siglo siguiente las figuras aparecen más esbeltas, como en elApoxiómeno deLisipo, o en obras dePraxíteles (Hermes de Olimpia,Apolo Sauróctono), que corresponden a una proporción en la que la altura total llega hasta las 8 cabezas.[5] ParaPlinio el Viejo, esta diferencia respondía a un criterio estético esencialmente distinto: los artistas del siglo V (Mirón, Fidias, Policleto) habrían representado al hombre tal como es; mientras que los del siglo IV (Praxíteles, Escopas, Lisipo) lo habrían representado tal como el ojo los ve, es decir, superaron el canon racional mediante una fantasía que permite mayor expresividad y refinamiento óptico.[6]Vitruvio dejó asentados estos conceptos, ampliados otras proporciones entre distintas partes del cuerpo humano, que fueron reelaboradas por los artistas delRenacimiento, especialmente porAlberto Durero[7] y porLeonardo da Vinci (hombre de Vitruvio), en el que se definen las normas sobre las proporciones que debe tener un cuerpo idealmente conformado.
En elQuattrocento yCinquecento se lleva a cabo un coloquio en el que se analiza e interpreta el texto vitruvianoDe Architectura, que junto con nuevos tratados, establecen la base teórica de la arquitectura humanista, sistematizando y racionalizando la profesión. La tratadística se desarrolla en torno a los aportes de León Battista Alberti, Giacomo Barozzi da Vignola, Sebastiano Serlio y Andrea Palladio. Como consecuencia, se origina un nuevo canon que crea modelos de belleza y armonía basados en los ideales clásicos.[3]
En laEdad Contemporánea, el arquitecto francésLe Corbusier se basó en la dimensión humana para crear un sistema de proporciones al que denominómodulor (2,26 metros de altura), para aplicar tanto en la construcción de edificios como en el diseño de mobiliario y objetos comunes.