Representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres carnales. Con el tiempo, se tornó también en diosa de la guerra y recibió cultos sanguinarios y sexuales de sus devotos. Su culto se expandió con su faceta deTanit, venerada especialmente en la ciudad deCartago.
En la época helenística (siglosIV aI a. C.) cuando losgriegos se asentaron en Oriente Próximo, asimilaron a Astarté en parte con la diosaAfrodita y en parte conDeméter.
Enhebreo se llamaba עשתרת (transliterado Ashtóreth):
Astoret es el nombre peyorativo hebreo correspondiente a la diosa feniciocananea y que llegó a ser adorada por losjudíos, en Samuel 7:3 este dijo entonces a toda la casa de Israel: «Si ustedes se vuelven al Señor de todo corazón, dejen de lado a los dioses extraños y a las Astartés que hay en medio de ustedes; dirijan sus corazones hacia el Señor y sírvanlo sólo a él. Así el Señor los librará del poder de los filisteos». En laBibliahebrea a menudo se la presenta como el complemento femenino del diosEl (Baales) (Jue 2.13; 10.6; 1 S 7.3, 4; 12.10) y se la conoce también con el nombre de Asera o Ashêrâh (Jue 6.25; 1 R 18.19). Como su culto se basaba en laprostitución sagrada (tanto masculina como femenina), se cree que el nombre Astoret es una forma hebrea del nombresemítico Astarté modificado por loshebreos con las vocales de la palabrabōshet (‘abominación’).
Su nombre suele encontrarse en elAntiguo Testamento en la forma pluralAstaroth.
Inanna: diosasumeria del amor, la naturaleza y la fertilidad.
Todas ellas estaban identificadas invariablemente con el lucero del alba oplanetaVenus,Azzuhara en árabe;Ahura Mazda sería: 'luz grande'.
De acuerdo con el libroThe Early History of God, Astarté sería la encarnación correspondiente a laEdad de Hierro (después del 1200 a. C.) de la diosa Ashera, de laEdad de Bronce (antes del 1200 a. C.).
Las diosas Astarté e Ishtar y equivalentes, están relacionadas con el planeta Venus. Son cognados del nombrehebreoEstēr (Ester).
Aunque suenen parecido cuando las pronunciamos a la manera occidental, no se parecen ni tienen relación etimológica con las palabras de raíz indoeuropea que equivalen al castellano "estrella", y que son cognadas entre sí: el latínstella y sus derivados romances (el francésétoile, el españolestrella, el rumanostea...), el inglésstar, el alemánstern, el suecostjärna, el griego clásicoastér (modernoastéras), y el persa y hindisetareh.[1]
Monedachipriota del reinado deCaracalla (siglos II/III d. C.). Representa el templo de Afrodita enPafos. La leyenda dice «KOINON CYPRION» (Confederación de Chipriotas)
La iconografía de Astarté, virtualmente idéntica a la deTanit,[2] se caracteriza por ladesnudez, símbolo de sexualidad y fertilidad, y elleón, emblema de guerra y fiereza. Las representaciones más populares la emplazan desnuda, en ocasiones alada y dotada de discos solares y lunares sobre la cabeza, y con leones echados a sus pies o directamente bajo éstos.[3] Además del león, se la asociaba con animales como lapaloma, probablemente en vinculación con la navegación astronómica innovada por los fenicios, y laabeja, productora de la miel que simbolizaba lo divino y la inmortalidad. También se la identificaba con plantas como la palmera y laflor de loto.[4]
Un motivo artístico particular es la de asimilarla conEuropa, cabalgando a lomos de un toro que representaría a otra deidad semítica. Similarmente, tras la adopción de su culto enEgipto, era frecuente asociarla con elcarro de guerra deRa uHorus, además del hacha fenestrada o crescéntica.[3] Dentro de la cultura íbera, se ha teorizado que las esculturas conocidas comoDamas (destacándose la deBaza, elCerro de los Santos,Guardamar yElche) podrían constituir efigies iberizadas de la diosa.[4]
Astarté ostentaba facetas nutricias, carnales y guerreras, volviéndole una personificación del cambio en la vida humana, como el nacimiento, la cópula y la muerte en el campo de batalla. Su adoración incluía libaciones y lustraciones con vino y agua, y se ha especulado también que la flor de loto podría haberse usado comopsicoactivoincubatorio para conseguir sueños intensos y vívidos, cociéndose sus rizomas en alcohol a fin de extraer susalcaloides.[5] También era frecuente el uso deopio, extraído de laadormidera, a fin de excitar el deseo sexual.[6] Laprostitución sagrada en honor a Astarté aparece citada en fuentes antiguas.[7][8]
Astarté fue llevada aEgipto durante laDinastía XVIII, principalmente de manos de mercaderes fenicios que comerciaban en el puerto deMenfis. Se la asimilaría con la diosa leoninaSekhmet, hija del diosPtah, y con el séquito victorioso deHorus, así comoIsis en tiempos posteriores. De la misma manera, probablemente a causa del intercambio cultural subyacente, Sekhmet yBastet se volvieron diosas populares en el área semita. Eltemplo de Horus en Edfu contiene vestigios de su culto bajo el reinado dePtolomeo XVI.[4]
Traída aHispania por la colonización fenicia alrededor del siglo VIII a. C., Astarté se convirtió posiblemente en la diosa más icónica del mundoíbero, asimilándose a deidades indígenas de atributos parecidos relacionadas con la feminidad y la fertilidad.[4] Su culto se extendió por toda la costa mediterránea, donde contaba con centros de culto en las ciudades deGadir,Tartessos,Cástulo yCancho Roano, donde se celebraba laprostitución sagrada en su honor;[9][10] y llegó a alcanzar regiones comparativamente septentrionales, mencionándose emplazamientos sudlusitanos y carpetanos en las modernasMedellín (Badajoz) yEl Berrueco (Madrid). El llamado «Monte de Venus», utilizado como cuartel por el caudilloViriato tras la costa norte del Tajo, también ha sido identificado como un posible santuario sincrético de esta diosa.[2]
El culto a Astarté se vería fortalecido por la ocupación cartaginesa a lo largo de lasegunda guerra púnica, que traería consigo la devoción de su emanación cartaginesaTanit (frecuentemente referida todavía como Astarté, incluso enCartago, como rasgo arcaizante),[4] y se adentraría en laépoca imperial romana bajo el nombre asimilado deDea Caelestis, investida de atributos de las diosas romanasJuno,Diana yMinerva.[2]
↑Carlos González Wagner,Sobre inciensos, trances y (algunas) diosas: una perspectiva etnobotánica, Ilu: Revista de Ciencias de las Religiones. 15, (2010) 100.
↑Teresa Moneo,Religio iberica: santuarios, ritos y divinidades (siglosVII-siglo I a. C.), 2003, Real Academia de la Historia,ISBN 9788495983213
↑Ana María Jiménez Flores,Cultos fenicio-púnicos de Gádir: Prostitución sagrada y Puella Gaditanae, 2001. Habis 32.Universidad de Sevilla.
↑José María Blázquez Martínez,El santuario de Cancho Roano (Badajoz) y la prostitución sagrada, Aula orientalis: revista de estudios del Próximo Oriente Antiguo, ISSN 0212-5730, Vol. 17, Nº 18, 1999, págs. 367-379
↑Mariano Torres Ortiz,Tartessos, 2002, Real Academia de la Historia, 9788495983039