Al ser principalmente un concepto estético y no cronológico, cualquierdelimitación de un periodo para el "arte moderno" es problemática, empezando por una dificultad obvia: elarte de la Edad Moderna (de mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII) no es lo que se entiende como "arte moderno", mientras que sí lo es elarte de la Edad Contemporánea (desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad). Otra ambigüedad evidente es la utilización de la expresión "arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que tampoco coincide siempre con elarte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia hasta el siglo V), especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros modernos", siendo aquellos los del siglo XV alXVII, y estos los posteriores, épocas convencionalmente separadas por criterios historiográficos y museológicos.[2]
Las expresiones "arte moderno" y "arte contemporáneo" se utilizan muy a menudo de forma totalmente intercambiable, incluso en la bibliografía especializada[3] y el entorno institucional (museos y universidades);[4] mientras que en otras ocasiones, en los mismos ámbitos, se utilizan en oposición, reservando para el "arte moderno" un periodo indefinido, que puede ir desde distintos momentos del siglo XIX hasta distintos momentos del siglo XX. No hay consenso para determinar si es el "arte moderno" o el "arte contemporáneo" el que ejemplifican lasvanguardias; ni tampoco para determinar si esa diferenciación debe aplicarse a alguna de las sucesivas generaciones de vanguardias: bien las que comienzan antes de laPrimera Guerra Mundial (1914-1918) y se desarrollan en elperiodo de entreguerras (1918-1939), o bien las que surgen después de laSegunda Guerra Mundial (1939-1945), o incluso las "transvanguardias" de finales del siglo XX, cuando se acuñó el concepto de lo "postmoderno", que para algunos autores pondría fin al "arte moderno" en sí.[5]
Únicamente si se entiende el concepto de arte moderno no como cronológico, sino como estético (deestilo, desensibilidad o incluso deactitud), pueden explicarse ciertas paradojas: un pintor academicista comoWilliam-Adolphe Bouguereau (muerto en 1905) no hace "arte moderno", mientras queVincent van Gogh (muerto en 1890) indudablemente sí; calificar como "modernos" ael Greco (muerto en 1614),Velázquez (muerto en 1660), aRembrandt (muerto en 1669) o aGoya (muerto en 1828) es algo tan común que se ha convertido prácticamente en un tópico.[6]
El arte moderno, como innovación frente a la tradición artística delarte occidental, representa una nueva forma de entender la teoría y lafunción del arte, en que el valor dominante de las llamadasartes figurativas (pintura yescultura) ya no es laimitación de la naturaleza o su representación literal. La invención de lafotografía había convertido esta función artística, hasta entonces esencial (pintores de corte), en algo accesorio, cuando no obsoleto. En su lugar, los artistas comenzaron a experimentar con nuevos puntos de vista, con nuevas ideas sobre la naturaleza, materiales y funciones artísticas, llegando incluso a laabstracción. LaRevolución industrial no solo trajo las innovaciones técnicas que permitieron laarquitectura del hierro y del cristal, sino que cambió para siempre las relaciones productivas y sociales, y con ellas, la posición delartista frente a sucliente.
En su origen, dada su naturaleza reactiva, el arte moderno es un fenómeno exclusivamenteeuropeo, aunque en algunas ocasiones se planteaba la necesidad de búsqueda de tradiciones alternativas fuera del arte occidental (en elarte africano -cubismo-, o en elarte japonés -impresionismo-) o fuera de las fases másclasicistas de la propia tradición occidental (prerrafaelismo)
El rechazo alarte moderno fue muy fuerte desde que comenzó a acuñarse el concepto, no solo en los ambientes sociales y conservadores que los artistas modernos buscabanepatar,[7] sino entre intelectuales que se ocuparon muy seriamente de su análisis, como fueron los casos, en España, deEugenio d'Ors, autor de la lapidaria frase:Todo lo que no es tradición, es plagio; oJosé Ortega y Gasset, que tituló una de sus obras:La deshumanización del arte.
Elcomunismo soviético y elfascismo italiano, que desde su origen y durante los años 1920 estuvieron estrechamente vinculados a las vanguardias (constructivismo, futurismo), comprobaron a partir de los años 1930 la necesidad de encauzar su manipulación propagandística en el terreno de la estética a través de un arte mucho más fácilmente digerible por las masas. Encontraron soluciones casi idénticas en lo que se conoció comorealismo socialista oarte fascista. En el caso del nazismo, identificó el arte moderno con lo que denominóarte degenerado de los dementes y de lasrazas inferiores, por contraposición a los valores de una pretendidaestética aria oarte ario. No obstante, la persecución a los judíos y la ocupación alemana de Europa durante la Segunda Guerra Mundial dio oportunidad para el expolio más o menos disimulado de muchas piezas de arte moderno por parte de los dirigentes nazis (que no lo destruían, sino que se lo apropiaban).
Simultáneamente, el capitalismo estadounidense, en cambio, asumió con gran dinamismo el arte moderno, implicándolo en el proceso productivo y aprovechando sus grandes posibilidades para el mercado.[8]
Precedentes de las ideas artísticas modernas ya pueden verse en la obra de los grandes maestrosbarrocos (Velázquez oRembrandt); de autores de finales del siglo XVIII y comienzos delXIX más o menos cercanos alromanticismo (Goya,David,Delacroix,Gericault,Friedrich,Turner,William Blake); y de autores de mediados del siglo XIX más o menos cercanos alrealismo (Corot,Millet,Courbet,escuela de Barbizon,William Morris). Para esas fechas empieza a ser usual la percepción delartista moderno como un incomprendido social, ajeno a las instituciones; aunque paradójicamente termine creando su propia institucionalidad alternativa (Salon des Refusés, 1863 -salón de los rechazados-). Crucial fue el papel de prestigiosos intelectuales que ejercieron de críticos de arte, comoRimbaud.[9]
LaPrimera Guerra Mundial trajo consigo el fin de esta fase, pero indicó el inicio de una serie de movimientos antiartísticos, como eldada y el trabajo deMarcel Duchamp y elsurrealismo. También grupos comode Stijl yBauhaus acababan de comenzar a desarrollar nuevas ideas sobre la interrelación de las artes,arquitectura, diseño y educación artística.
Lateoría postestructuralista ha acuñado el término "postmoderno" para designar la imposibilidad de seguir creando desde los preceptos de laoriginalidad y lanovedad (elementos propios de lamodernidad); en lugar de ello se apunta a elementos como reinterpretaciones y resignificaciones (el denominado "giro lingüístico") con el fin de ampliar el concepto de arte y establecerlo como unacto comunicativo.
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↑Xabier Rubert de VentósEl arte ensimismado, Barcelona : Anagrama, 1997http://www.lletra.com/noms/rubertdeventos/index.htmlArchivado el 17 de julio de 2009 enWayback Machine.. :(1963, premio Ciudad de Barcelona) era un análisis del arte de vanguardia, una crítica de lo que llamó el fanatismo "de la novedad, y más recientemente, la euforia vanguardista". En Teoría de la sensibilitat (1968, premio Lletra d'Or) se apunta a la ruptura con las consecuencias del arte renacentista, patentes todavía en la vanguardia convencional, para llegar a la ampliación del concepto de arte mediante lo que él llama “diseño científico”, una síntesis de arte, ciencia y técnica. Sobre temas de estética ha publicado también Utopías de la sensualidad y métodos del sentido (1973), y La estética y sus herejías (1974, premio Anagrama de ensayo).