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Pintura del paisaje

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(Redirigido desde «Arte de paisajes»)
Un paisajeexpresionista:Egon Schiele:La pequeña ciudad II (vista deKrumau sobre el ríoMoldava) 1912-1913,óleo sobrelienzo, 89,5 × 90,5 cm, col. Viktor Fogarassy,Graz.

Paisaje es el nombre del dibujo de lugares que elestudio de la historia del arte da algénero pictórico que representa escenas de la naturaleza, tales como montañas, valles, árboles, ríos y bosques. Casi siempre se incluye el cielo (que recibe el nombre técnico decelaje), y las condiciones atmosféricas pueden ser un elemento importante de la composición. Además delpaisaje natural, también se trata, como un género específico, elpaisaje urbano. Tradicionalmente, el arte de paisajes plasma de formarealista algún paisaje real, pero puede haber otros tipos de paisajes, como los que se inspiran en lossueños (paisaje onírico, muy usado en elsurrealismo).

En lahistoria de la pintura, el paisaje fue adquiriendo poco a poco cada vez más relevancia, desde su aparición como fondo de escenas de otros géneros (como lapintura de historia o elretrato) hasta constituirse como género autónomo en lapintura holandesa del siglo XVII. También es un motivo esencial para lapintura japonesa.

Dentro de lajerarquía de los géneros, el paisaje ocupaba un lugar muy bajo, superior solo albodegón.

Clases de paisaje artísticos

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Eugene von Guerard:Monte Townsed, 1863. La pintura romántica exalta los paisajes salvajes y a menudo montañosos.
Pieter Brueghel el Viejo,Los cosechadores, 1565: Paz y agricultura en un paisaje ideal prerromántico, sin terrores sublimes.
Frans Koppelaar,Paisaje cerca de Bolonia, 2001; paisaje pintadoen-plein-air.

Por la manera en que está tratado el tema del paisaje, cabe distinguir tres tipos fundamentales:

  1. El paisaje «cósmico» o «sublime», en el que se presenta la naturaleza de manera salvaje, inmensos paisajes que no necesariamente representan lugares realmente existentes, y en los que el hombre se siente perdido. Dentro de esta línea estaría el «paisaje naturalista» que refleja unanaturaleza grandiosa, abundante y salvaje, en la que aparecen fenómenosatmosféricos comotormentas. Es propio de los artistas del norte de Europa, especialmente de lapintura de Alemania, comoDurero,Elsheimer oFriedrich.
  2. La naturaleza «dominada» por el hombre, como ocurre con elpaisaje flamenco oneerlandés. La presencia del hombre hace que la naturaleza no parezca amenazadora. Muchas veces acaba siendo un «paisajetopográfico», que representa necesariamente un lugar preciso e identificable, con una naturaleza presentada de la manera más humilde. Dentro de esta línea pueden citarse aPatinir,Pieter Brueghel el Viejo o los maestros holandeses del siglo XVII.
  3. La naturaleza «colonizada» por el hombre, lo cual es típico delpaisaje italiano. Aparecen campos cultivados de relieve, colinas, valles y llanuras con casas, canales, carreteras y otras construcciones humanas; la naturaleza ya no es una amenaza, sino que el hombre, además, la ha hecho suya. Dentro de este tipo de paisaje puede hablarse del «paisaje clásico», donde se representa una naturaleza ideal, grandiosa. La representación no es creíble, sino recompuesta para sublimar la naturaleza y presentarla perfecta. En este tipo de paisaje suele esconderse una historia. Estópica la presencia de elementos dearquitectura romana, combinados con una montaña o una colina y con un plano de agua. Este tipo de «paisaje ideal» fue creación deAnnibale Carracci, al que siguieronDomenichino y elfrancésPoussin. Durante siglos, elpaisaje italiano fue el modelo académico siendo además Italia el país al que acudían los artistas de toda Europa para formarse.

Desde otro punto de vista, referido al tema que se representa y no tanto a la manera en que se trata, cabe diferenciar entre:

  • Marinas este tipo de paisaje se da protagonismo a todo lo relacionado con la vida marina: océanos, playas y mares. Asimismo, en este tipo de paisaje, los artistas pueden aprovechar los colores, las tonalidades y las texturas para representar la majestuosidad de la vida marina.
  • Paisajes fluviales son pinturas que se enfocan en representar ríos y su alrededor. Pueden capturar la interacción entre el agua, la tierra y la vegetación.
  • Paisajes naturales se centran en representar una naturaleza abundante, grandiosa y salvaje. El protagonismo lo tiene el escenario natural. El objetivo es que los artistas, gracias a un proceso de observación previo, reproduzcan o interpreten la belleza de la naturaleza.
  • Paisajes costumbristas son aquellos que simbolizan costumbres y tradiciones de lugares específicos como por ejemplo los paisajes típicos de pueblos colombianos que se representan en la pintura popular.
  • Paisajes estelares opaisajes nublados son representaciones de nubes, formaciones del clima y condiciones atmosféricas.
  • Paisajes lunares muestran paisajes de la visión de la luna en la tierra.
  • Paisajes urbanos estos se enfocan en los escenarios, ambientes y elementos de las ciudades, como personas, edificios, autos y luces.
  • Hardscape opaisajes duros, en el que lo que se representa son zonas como calles pavimentadas y grandes complejos de negocios o industrias.
  • Paisaje aéreo o etéreo, mostrando la superficie terrestre vista desde arriba, especialmente desde aeroplanos o naves espaciales. Cuando el punto de vista es muy pronunciado hacia abajo, no se aprecia el cielo. Este género puede combinarse con otros, como en el arte etéreonublado deGeorgia O'Keeffe, el paisaje etéreo lunar deNancy Graves o el paisaje etéreo urbano deYvone Jacquette.
  • Paisaje onírico, este tipo de paisaje se le conoce como paisaje cósmico y se trata de un paisaje fantástico, mágico e irreal. El paisaje onírico combina escenarios imaginarios o propio de los sueños con elementos de la realidad, como los bosques o las ciudades.

Historia

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Antigüedad

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En los tiempos de las más antiguas pinturas chinas a Tijeras si la tradición de paisajes «puros», en los que la diminuta figura humana simplemente invita al observador a participar en la experiencia.

DelAntiguo Egipto se conservan algunas representaciones de paisajes esquemáticos en las tumbas de los nobles, grabadas en relieve durante elImperio Antiguo y pintadas al fresco en elImperio Nuevo; suelen enmarcar escenas de caza o ceremonias rituales.

EnPompeya yHerculano se han preservadofrescosromanos de cuartos decorados con paisajes del siglo I a. C. En laantigüedad grecorromana, el paisaje se pinta como fondo o entorno para contextualizar una escena principal.

Edad Media

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Paisaje deGiotto: Detalle de la «Huida a Egipto» de lacapilla de los Scrovegni enPadua, (h. 1304),pintura al fresco.

Durante toda laEdad Media cristiana y elRenacimiento, el paisaje se concibe como una obra divina y su representación hace referencia a su Creador. En la pintura occidental, la representación realista del paisaje comenzó dentro de lasobras religiosas del siglo XIII. Hasta entonces, las representaciones de la naturaleza en el arte pictórico había sido arquetípica: líneas onduladas para el agua o festones para las nubes. FueGiotto el primero que, abandonando los precedentes modelosbizantinos, sustituyó el fondo dorado de las imágenes sagradas por escenarios de la realidad. Aunque autores comoBoccaccio alabaron su realismo de Giotto,[1]​ lo cierto es que no dejaban de ser muchas veces representaciones simples: un árbol representaba un bosque, unaroca una montaña. Poco a poco, a lo largo de laBaja Edad Media, esos fragmentos de naturaleza que aparecían en las escenas sagradas o míticas fue ampliándose, pero su carácter secundario lo revela el hecho de que muchas veces se dejaba a ayudantes, como ocurre enLa Anunciaciónflorentina deFra Angélico. Dentro delestilo italo-gótico,Ambrogio Lorenzetti superó la representacióntopográfica para crear auténticos paisajes dentro de susalegorías del Buen y del Mal Gobierno en elPalacio Comunal de Siena, al estudiar las horas del día y las estaciones. Lapintura gótico-flamenca se caracteriza por su «realismo en los detalles», conseguido en gran medida gracias a la nueva técnica de lapintura al óleo; entre los aspectos a los que se prestó más atención y realismo estuvo el paisaje, tanto natural como urbano. Cabe citar, a este respecto, el plano del fondo de laVirgen del Canciller Rolin, auténtico paisaje en el que se detalla un jardín, más allá de él un río y a los lados una ciudad contemporánea del pintor.

Renacimiento

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«Paisaje panorámico» propio de laEscuela del Danubio:La batalla de Alejandro en Issos deAlbrecht Altdorfer, h. 1528,óleo sobretabla, 158,4 x 120,3 cm,Alte Pinakothek, Múnich.

El paisaje adquirió autonomía iconográfica en el siglo XVI. En su forma realista, se debe sobre todo al arteflamenco yalemán, como por ejemplo,Alberto Durero, que dejó numerosasacuarelas de paisajes. En su forma idealizada de inspiración clásica, es algo que debe atribuirse aItalia, siendoEl Perugino, maestro deRafael, uno de los más destacados elaboradores de vastos espacios en los que se situaban los personajes, con una fuerte acentuación del paisaje. EnVenecia, con su luz cambiante sobre las aguas, aunque el paisaje siguió siendo fondo de obras y no su motivo principal, se esmeraron por lograr realismo reflejando vistas de la laguna, sus calles y monumentos, así como la «tierra firme», y de los fenómenos atmosféricos como ocurre conla tormenta que ya desde el siglo XVI da nombre al cuadro más conocido deGiorgione.

En esta época, el paisaje sirvió para expresar lasutopías urbanas y políticas emergentes. A menudo «percibido» a través del marco de las ventanas en los cuadros que representaban escenas interiores, fue consiguiendo un papel cada vez más importante, hasta ocupar toda la superficie de la tela. Paralelamente, los personajes de las escenas religiosas en exterior fueron «encogiendo» hasta no estar más que simbolizados por los elementos del paisaje (por ejemploJesús de Nazaret por una montaña). Pero en síntesis, el paisaje seguía siendo solo parte de uncuadro de historia o de unretrato.

EnFlandes, la primera representación del paisaje independiente fue la deJoachim Patinir, cuyas composiciones religiosas omitológicas están totalmente dominadas por la representación realista de la naturaleza, hasta el punto de que la escena es mero «pretexto» para representar un «paisaje panorámico» o «geográfico», desde un punto de composición de "horizonte alto" (como si el pintor estuviera situado en lo alto de una montaña). En la generación siguiente, en algunasobras de género dePieter Brueghel el Viejo la figura humana queda reducida a la insignificancia, siendo lo importante el paisaje representado, igualmente panorámico y desde un punto de vista elevado, como ocurre por ejemplo enEl invierno del ciclo de estaciones del año. Ha de mencionarse también laEscuela del Danubio o «danubiana», en la que autores comoAlbrecht Altdorfer oLucas Cranach el Joven siguen pintando el tipo de «paisaje panorámico», con amplias extensiones de terreno percibidas a vista de pájaro.

En lapintura española no abunda el paisaje, limitándose a representaciones de interéstopográfico obotánico. Pero sí cabe mencionar un paisaje «puro» que atrajo grandemente la atención, siglos después, desurrealistas yexpresionistas: laVista de Toledo que pintóEl Greco al final de su vida. Los monumentos aparecen con cierto detalle, pero rodeados por un campo resuelto a través demanchas de color verde, lo mismo que el cielo son manchas de azul y todo ello bañado por una luz tormentosa.

Barroco

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A principios de siglo, en la época deltenebrismo, el paisaje seguía siendo poco cultivado. Solamente elalemánAdam Elsheimer destaca por tratar las historias, generalmente sagradas, como auténticos paisajes en los que muchas veces realiza espectaculares estudios sobre los efectos atmosféricos, la luz o los estudios de amanecer y anochecer.

Rubens:Paisaje con arco iris, h. 1637,óleo sobretabla, 94 × 123 cm,Alte Pinakothek, Múnich..
Jacob Ruysdael:El molino de Wijk bij Duurstede.

ElflamencoRubens pintó al final de su vida algunos cuadros que se cuentan entre la pintura paisajista europea más importante.

Fue en elBarroco cuando la pintura de paisajes se estableció definitivamente como ungénero enEuropa, con el desarrollo delcoleccionismo, como una distracción para la actividad humana. Es un fenómeno propio del norte de Europa que se atribuye, en gran medida, a lareforma protestante y el desarrollo delcapitalismo en losPaíses Bajos. Lanobleza y elclero, hasta entonces los principales clientes de los pintores, perdieron relevancia, siendo sustituidos por laburguesíacomerciante. Las preferencias de esta no iban hacia las complejaspinturas de historia, con temas de laAntigüedad clásica, lamitología o laHistoria Sagrada, ni hacia complejasalegorías, sino que preferían temas sencillos y cotidianos, por lo que alcanzaron independenciagéneros hasta entonces secundarios como elbodegón, el paisaje o laescena de género. Se produjo tal especialización que cada pintor se dedicaba a un tipo de paisaje específico. Así había pintores que tomaban como tema los «países bajos», esto es, los terrenos que quedaban bajo el nivel del mar, con sus canales,pólders y molinos de viento; destacaron en este tipovan Goyen,Jacob Ruysdael yMeindert Hobbema.Hendrick Avercamp se especializó en estampas invernales, con estanques helados y patinadores.

Otros se especializaron en pintar animales. Por ejemplo,Paulus Potter suele pintar vacas dentro del paisaje de las llanuras y los pastos holandeses. Hubo quien se especializó enmarinas, diferenciándose entre quienesretrataban los barcos en las tranquilas aguas de los puertos (Jan van de Cappelle,Willem van de Velde, el Joven) y los que preferían vistas del mar agitado por los vientos y las olas.

Hubo quien cultivó el paisaje urbano, las perspectivas de las ciudades holandesa, con sus casas de ladrillos y las agujas de las iglesias en el horizonte, comoGerrit Berckheyde oCarel Fabritius. AunqueVermeer se dedicó sobre todo a laescena de género, pintó el paisaje urbano más conocido de la época; suVista de Delft fue considerada porMarcel Proust como «el cuadro más bello del mundo», e inmortalizó esta pintura en su obraEn busca del tiempo perdido.[2]

Vermeer:Vista de Delft, hacia 1660-61,óleo sobrelienzo, 98,5 x 117,5 cm,Mauritshuis,La Haya.

Finalmente, se desarrolló un subgénero exclusivamente holandés como el cuadro de arquitectura que representaba el interior de las iglesias; en esta última línea destacaronSaenredam yDe Witte.La gran especialización de los pintores holandeses no impedía que, en ocasiones, se combinasen los diversos temas artísticos, y así Fabritius pintó unavista de Delft, con un tenderete de vendedor de instrumentos musicales en primer plano, combinando así el paisaje urbano con elbodegón.

Mientras que en el Norte de Europa se desarrollaba con esa amplitud todo tipo de paisajes puros, en el sur seguía precisándose una anécdota religiosa, mítica o histórica como pretexto para pintar paisajes. Se trataba del paisaje llamado «clásico», «clasicista» o «heroico», de carácter idílico, que no se correspondían con ninguno concreto que existiera realmente, sino construidos a partir de elementos diversos (árboles, ruinas, arquitecturas, montañas...). El título del cuadro y los pequeños personajes perdidos en la naturaleza dan la clave de la historia representada en lo que a simple vista parece solo un paisaje. Este tipo fue creado por elclasicismo romano-boloñés, y en concreto por el más destacado de sus pintores,Annibale Carracci, en cuyaHuida a Egipto los personajes sagrados tienen menos importancia que el paisaje que les rodea.

«Paisaje heroico»: LaPrimavera, también conocido comoAdán y Eva en el Paraíso terrenal, deNicolas Poussin,1660-64, óleo sobre lienzo, 117 x 160 cm,Museo del Louvre,París..

Esta línea siguieron los dos grandes paisajistasfranceses, formados enItalia:Nicolas Poussin yClaudio Lorena. Lorena es considerado un paisajista moderno debido a que observó atentamente lanaturaleza e hizo estudiosal aire libre sobre la luz a las diferentes horas del día, las sombras sobre los edificios, los reflejos en el agua. Sin embargo, aunque realizó algunos paisajes puros, la inmensa mayoría de su obra sigue teniendo como tema una historia religiosa o mitológica y para ello incluye figuras humanas, a veces ejecutadas por mano de otros pintores. Tuvo enorme influencia en lapintura romántica e incluso en elimpresionismo.

Siglo XVIII

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En el siglo XVIII cultivaron este género artistas italianos comoCanaletto. Se especializó en el subgénero de lasvedute, perspectivas urbanas que los viajeros extranjeros delGrand Tour veían en sus viajes a Italia y que luego se llevaban como recuerdo a sus países de origen. Canaletto visitóInglaterra y allí recibió encargos de pintar, en el mismo estilo, los paisajes ingleses. Su sobrinoBellotto siguió la misma línea, pero consiguió imprimir a su obra un estilo propio.

El resto de la pintura dieciochesca carece de originalidad en cuanto al tratamiento del paisaje.Thomas Gainsborough, en cuadros comoEl abrevadero (1777) se inspira en los paisajistas holandeses del siglo anterior. En España, fueron paisajistasMiguel Ángel Houasse yLuis Paret y Alcázar, cultivador del «paisaje con figuras» como susVistas de puertos del norte de España.

En Francia surgió el género de lasfêtes galantes, escenas cortesanas ambientadas en paisajes bucólicos, un género iniciado porJean-Antoine Watteau.

Siglo XIX

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John Constable:La bahía de Weymouth, h. 1816.

«Todo conduce necesariamente al paisaje», dijo el pintor alemánRunge, frase que se puede aplicar a todo el siglo XIX. En Europa, como se dio cuentaJohn Ruskin,[3]​ y expuso sirKenneth Clark, la pintura de paisaje fue la gran creación artística del siglo XIX, con el resultado de que en el siguiente período la gente era «capaz de asumir que la apreciación de la belleza natural y la pintura de paisajes es una parte normal y permanente de nuestra actividad espiritual».[4]​ En el análisis de Clark, las formas europeas subyacentes para convertir la complejidad del paisaje en una idea fueron cuatro aproximaciones fundamentales: por la aceptación de símbolos descriptivos, por la curiosidad sobre los hechos de la naturaleza, por la creación de fantasías para aliviar sueños de profundas raíces en la naturaleza y por la creencia en unaEdad de oro, de armonía y orden, que podría ser recuperada.

Caspar David Friedrich:Las tres edades, h. 1835.

En laépoca romántica, el paisaje se convierte en actor o productor de emociones y de experiencias subjetivas. Lopintoresco y losublime aparecen entonces como dos modos de ver el paisaje. Las primerasguías turísticas de la Historia recogen estos puntos de vista para fabricar un recuerdo popular sobre los sitios y sus paisajes. Abrió el camino el inglésJohn Constable, que se dedicó a pintar los paisajes de laInglaterra rural, no afectados por laRevolución industrial, incluyendo aquellos lugares que le eran conocidos desde la infancia, como elValle de Dedham. Lo hizo con una técnica de descomposición del color en pequeños trazos que lo hace precursor delimpresionismo; realizó estudios de fenómenos atmosféricos, en particular de nubes. La exposición de sus obras en elSalón de París de 1824 obtuvo gran éxito entre los artistas franceses, comenzando porDelacroix. El también inglésWilliam Turner, contemporáneo suyo pero de más larga vida artística, reflejó en cambio la modernidad, como ocurre en su obra más famosa:Lluvia, vapor y velocidad, en la que aparecía un tema ciertamente novedoso, el ferrocarril, y el puente deMaidenhead, prodigio de la ingeniería de la época. Con Turner las formas del paisaje se disolvían en torbellinos de color que no siempre permitían reconocer lo reflejado en el cuadro.

EnAlemania,Blechen siguió reflejando el paisaje tradicional por excelencia, el italiano, pero de forma muy distinta a épocas precedentes. Presentó una Italia poco pintoresca, nada idílica, lo cual fue objeto de críticas.Philipp Otto Runge yCaspar David Friedrich, los dos artistas más destacados de la pintura romántica alemana, sí se dedicaron al paisaje de su país. Animados por un espíritu pietista, pretendían crear cuadros religiosos, pero no mediante la representación de escenas con tal tema, sino reflejando la grandeza de los paisajes de manera que movieran a la piedad.[cita requerida]

El paso del «paisaje clásico» al paisajerealista lo daCamille Corot quien, como Blechen o Turner, pasó su etapa de formación en Italia. Con él empezó otra forma de tratar el paisaje, distinta a la de los románticos. Como hizo después laescuela de Barbizon y, posteriormente, el impresionismo, dio al paisaje un papel bien diferente al de los románticos. Lo observaron de manera meticulosa y relativa en términos deluz y decolor, con el objetivo de crear una representación fiel a la percepción vista que pueda tener un observador. Esta fidelidad, que se experimenta por ejemplo en loscontrastes y los toques de modo «vibrante». Cuando Corot volvió a Francia, viajó por todo el país en busca de nuevos paisajes; frecuentó el bosque deFontainebleau, donde conoció a una serie de pintores que cultivaron el paisaje realista, reflejando prados, ríos y árboles del natural. Eran obras que despertaron escaso interés entre el público o la crítica, ya que lapintura académica seguía dominada porlos cuadros de historia, el gran tema por excelencia. El más destacado pintor de la escuela de Barbizon fueThéodore Rousseau, al que siguieronDíaz de la Peña yJules Dupré.Albert Charpin, el pintor de ovejas y rebaños, de la misma escuela, es otro ejemplo de pintura de paisajes, con belleza natural.Gustave Courbet no perteneció a la Escuela de Barbizon, pero pintó en su juventud paisajes realistas.

De enlace entre esta escuela y el impresionismo sirvieronEugène Boudin yJohan Barthold Jongkind, que trabajaron en el campo, alaire libre, pintando paisajes bañados de luz. Como los pintores de Barbizon, los impresionistas buscaban sus motivos en la naturaleza real que los rodeaba, sin idealizarlas, pero su visión no es la sobria de la escuela realista, sino que glorificaban esa naturaleza intacta y la vida sencilla que reflejaban en sus cuadros. Diversos factores confluyeron para que surgiera el impresionismo en torno al año 1860, entre ellos la pasión por la pintura al aire libre y nuevos temas, reflejando simplemente aquellos que está ante los ojos: tanto el campo como la ciudad, el mar o los ríos con sus interesantes reflejos sobre el agua, tanto la luz del día como la artificial, en definitiva, «lo banal», considerando que no hay tema menor, sino cuadros bien o mal ejecutados. Trabajaron conmanchas de color, grandespinceladas, sin el acabado pulido, esmaltado y frío de una pintura de paisajes tradicional, sino reflejando más bien la impresión del paisaje. La obra emblemática de este movimiento, de la que obtuvo su nombre, es precisamente un paisaje:Impresión, sol naciente (1874), deClaude Monet. Sus principales seguidores fueronCamille Pissarro yAlfred Sisley.

Vista de París desde Montmatre (1886), por Van Gogh

La pasión delposimpresionistaVincent van Gogh por la obra de sus predecesores, le llevó a pintar el paisajeprovenzal a partir del año 1888. Su obra, de colores intensos, en los que las figuras se deforman y curvan, alejándose del realismo, es un precedente de las tendencias expresionistas.

En Norteamérica las escuelas nacionales de pintura surgieron, en gran medida, a través de paisajistas que pintaban tierra. En losEstados Unidos,Frederick Edwin Church, pintor de grandes panoramas, hizo amplias composiciones que simbolizan la grandeza e inmensidad del continente americano (Las cataratas del Niágara, 1857). Laescuela del río Hudson, en la segunda mitad del siglo XIX, es probablemente la más conocida manifestación autóctona. Sus pintores crearon obras de tamaño colosal intentando captar el alcance épico de los paisajes que los inspiraron. La obra deThomas Cole, a quien se reconoce generalmente como fundador de la escuela, tiene mucho en común con los ideales filosóficos de la pintura de paisaje europea, una especie de fe secular en los beneficios espirituales que pueden obtenerse de la contemplación de la belleza natural. Algunos de los artistas posteriores de la escuela del río Hudson, comoAlbert Bierstadt, crearon obras de corte romántico, que enfatizaban más los ásperos, incluso terribles, poderes de la naturaleza.

Los exploradores, naturalistas, marineros, comerciantes que colonizaron las costas delCanadá atlántico dejaron una serie de observaciones, unas veces científicas , otras fantásticas o extravagantes, documentadas en sus mapas y pinturas.[5]​ No obstante, los ejemplos más originales del arte de paisajes canadiense no llegarían hasta el siglo XX, en 1920, con los pintores del llamadoGrupo de los siete.

Carlos de Haes:Los picos de Europa, 1876.

EnEspaña, el gran impulsor del género fue elbelgaCarlos de Haes, uno de los más activos maestros de la Cátedra de Paisaje en la Escuela Superior de laAcademia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid desde 1857. De entre la nutridageneración de alumnos que formó cabe destacar aJaime Morera,Aureliano de Beruete,Agustín Riancho yDarío de Regoyos. También fueron importantes en el desarrollo de la cultura paisajística diversos círculos y escuelas iniciadas en el último cuarto del siglo XIX, como la catalanaEscuela paisajística de Olot creada porJoaquín Vayreda, laEscuela de Alcalá de Guadaira (Sevilla), laColonia artística de Muros (Asturias) o laEscuela del Bidasoa que se extendería a lo largo del siglo XX.

EnItalia sobresalieron losmacchiaioli, pintores de manchas(macchia) de color yuxtapuestas, técnica contemporánea y próxima al impresionismo. Sobresalieron en este grupo de origenflorentino:Giovanni Fattori,Silvestro Lega yGiuseppe Abbati.

Pintura contemporánea

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Un paisaje de estilofuturista:La calle ante la casa deBoccioni, 1911.

Lapintura contemporánea disolvió la existencia de los géneros, pero dentro de los diferentes «ismos» devanguardia pueden distinguirse cuadros en los que lo representado es un paisaje, siempre con el estilo propio del autor.Cézanne, el «padre de la pintura moderna», dedicó toda una serie de pinturas a lamontaña Sainte-Victoire.Derain,Dufy,Vlaminck yMarquet pintaron paisajesfovistas, yBraque, uno de los fundadores delcubismo, trató repetidamente el paisaje deL'Estaque. En laViena de principios de siglo, produjeron obras de este género tanto elmodernistaGustav Klimt como elexpresionistaEgon Schiele.

Los expresionistas transmitieron sus sentimientos y sensaciones cromáticas también a través de paisajes, como hicieronErich Heckel oKarl Schmidt-Rottluff en sus cuadros pintados en el pueblo pesquero deDangast;Emil Nolde (El molino de Nordet, 1932) oKokoschka.

Las distintas formas deabstracción acabaron por suprimir la importancia del paisaje limitando el alcance del realismo y la representación. No obstante, se emplea a menudo la expresión «paisajismo abstracto» con respecto a varios pintoresno figurativos (Bazaine,Le Moal oManessier). El paisajesiciliano inspiró la obra del pintor expresionista socialRenato Guttuso.

En los últimos años destacó el artista argentinoHelmut Ditsch con cuadros que se inspiran en puntos extremos de la naturaleza. Se denomina a su obra Realismo Vivencial, aduciendo a que la pintura de Ditsch no se somete a ninguna concepción pictórica, ni naturalista, ni realista, sino que nace de la experiencia vitalista y mística de la naturaleza. Estas características también se encuentran en las pinturas deIris Scott.

[6]​ Véase también

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Referencias

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  1. Según Bocaccio, Giotto poseyó el talento de
    «representar todas las obras de la madre naturaleza con tal fidelidad que su obra no parecía ser una imagen de la naturaleza, sino la naturaleza misma, de modo que en sus obras solía acontecer que la vista del hombre se equivocaba, creyendo real lo que sólo estaba pintado».Los maestros de la pintura occidental, Tomo I.
  2. Leer la pintura, p. 47.
  3. Pintores Modernos, volumen tres, contiene la sección relevante, «De la novela de los paisajes».
  4. Clark,Paisajes en el Arte, prefacio.
  5. «Landscapes» enVirtual VaultArchivado el 12 de marzo de 2016 enWayback Machine., una exposición en línea de arte histórico canadiense en la Biblioteca y Archivos del Canadá.
  6. Allalk (SnsnndjsjJJjzjzj). «3». En Esdghh, ed.(en ccccvcc). Vmnnnnnj. |fechaacceso= requiere|url= (ayuda)

Bibliografía

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  • Cabanne, Pierre (1998).Les Peintres de plein air. París: Les Éditions de l'Amateur.ISBN 2-85917-256-4. 
  • Clark, Kenneth:Landscape into Art, 1949, Slade Lectures.
  • Fontbona, Francesc:El paisatgisme a Catalunya, 1979, Destino, Barcelona.
  • Laneyrie-Dagen, Nadeije: «El paisaje», enLeer la pintura, págs. 46-49, colección Reconocer el arte, Larousse, Barcelona, Spes Editorial, S.L., 2005,ISBN 84-8332-598-5
  • Machotka, Pavel:Paul Cézanne: Paisajes en el Arte
  • VV.AA.,Historia del Arte, Anaya, 1986,ISBN 84-207-1408-9
  • VV.AA.,Los maestros de la pintura occidental, Taschen GmbH, 2005,ISBN 3-8238-4744-5

Enlaces externos

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