
Orden religiosa católica es uno de los dos tipos deinstitutos religiosos reconocidos por laIglesia católica.[1] Están compuestas por grupos de personas cuyos individuos están unidos por una regla establecida por el fundador de dicha orden. Son la consecuencia delmonacato en comunidad, de aquellosmonjes que primero viven en soledad hasta que tienen que reunirse y compartir una vida religiosa porque el número de personas así lo requiere. Cada una de estas comunidades adoptó una regla de convivencia y un nombre. La aspiración común que tenía esta gente era la de llevar una vida apostólica semejante a la de los discípulos deJesús, bien siguiendo un modelo activo o bien contemplativo. Las órdenes tienen su Fama desde finales del siglo XI hasta elXIII y desde el siglo XIV alXIX.
Existen cuatro ramas de órdenes religiosas:[2]
El otro tipo de Instituto religioso católico es el de las llamadasCongregaciones Religiosas. Los miembros de estas solo hacenvotos simples en vez de solemnes por lo que, estrictamente, no son órdenes religiosas. Sin embargo, su forma de vida y apostolado no se diferencian en mucho.

Las órdenes religiosas siguen algunas de las reglas establecidas para regular la vida en comunidad dentro de los monasterios o conventos. Algunas órdenes observan laRegla de San Benito que se centró en el trabajo y oración dentro del monasterio, generalmente a las comunidades que siguen ésta se les llama devidacontemplativa.[3] LaRegla de san Basilio es usada en menor cantidad de órdenes y sobre todo en las comunidades monásticas de lasIglesias católicas de Oriente y de laIglesia ortodoxa.
La gran mayoría de las órdenes religiosas declérigos regulares y otros tipos de órdenes religiosas siguen laRegla de San Agustín (la más antigua de occidente), esta también regula las horas canónicas, las obligaciones de los monjes, el tema de la moral y los distintos aspectos de la vida en comunidad, pero no limita las labores al monasterio.
Aparte de las reglas ya mencionadas, existen también otras como la deSan Francisco, primera regla de vida mendicante, y la deSan Juan de Mata, organizada en vista a la redención de cautivos cristianos en manos de musulmanes, siendo ésta, la primera regla en poner juntos los tres votos de pobreza, obediencia y castidad que posteriormente la iglesia extenderá a las demás órdenes religiosas.
Cada orden tiene sus propias regulaciones para la práctica de su regla, según su carisma específico. Estas se conocen comoConstituciones oEstatutos.
La admisión a las órdenes religiosas no solo es regulada por la Iglesia católica y laRegla de vida religiosa, sino que también cada comunidad tiene sus propias normas. Generalmente, luego de un largo periodo que abarca el aspirantado, postulantado ynoviciado se toman losvotos temporales (osimples) que son renovados cada cierto tiempo mientras el candidato prueba su vocación.[4] Si el candidato desea ser admitido permanentemente en la orden, se requiere una profesión pública de losConsejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia confirmada por el voto solemne (o perpetuo).[5] Uno de los efectos de este voto es que el miembro hace su compromiso para siempre, es decir, promete a Dios seguirlo en el carisma específico en vida de castidad, pobreza y obediencia hasta la muerte; en caso de abandonar la orden, deberá pedir un Indulto Pontificio.

Con los conflictos que suscitaron los primeros intentos de vida religiosa y la llegada de las primeras reglas monásticas, sobre todo la de losbenedictinos, las comunidades empezaron a escoger su propia regla; desde entonces se puede hablar con propiedad devida monástica y demonasterios. La vida monástica está sujeta a un horario establecido que incluye el rezo del Oficio o de lashoras canónicas.

En Occidente, las fundaciones de monasterios fueron decisivas para la expansión de la civilización cristiano-romana en el Norte de Europa en los siglos de la altaEdad Media, y en el caso de Irlanda e Inglaterra, con movimiento de retorno hacia el continente. Sucesivas reformas monásticas fueron actualizando a losbenedictinos, columna vertebral delmonacato occidental. Surgen entonces laOrden de Cluny y laOrden del Císter entre otras, las cuales influyeron de manera decisiva en la economía, la política, la cultura, el arte (románico ygótico).[6]
En elImperio bizantino adquirieron los monasterios un prestigio social, riqueza e influencia política inmensos. Su relación cambiante con el Emperador y el clero secular estuvo en el origen de las luchas entreiconoclastas eiconódulos. En particular, los monasterios delmonte Athos adquirieron una autonomía especial y un prestigio extraordinario, que aún hoy mantienen. El papel del monacato oriental fue decisivo para la evangelización y el desarrollo cultural y político de los pueblos eslavos (incluso del alfabetocirílico).

Las fundaciones monásticas debían hacerse en "desierto", siguiendo el ejemplo de los primerosermitaños, lo que en Europa significaba hacerlo en el campo. Si la fundación quería ser rigurosa, se alejaba incluso de cualquier núcleo rural y buscaba un lugar solitario, en medio de un bosque. El ideal delocus amenus para la vida monástica se intentaba reproducir en elclaustro (lugar encerrado) donde una fuente y un jardín recordaban elParaíso.
Laclausura o encierro podía ser más o menos rígida, y el contacto con el exterior mayor o menor. A partir de la época deCluny se estrechó la relación de los monjes con laclase dominante delImperio carolingio, de la que formaban parte por parentesco y función social, en algunos casos. En elfeudalismo elestamento privilegiado era el clero que, junto a la nobleza, tenía en los monjes su más acabado ejemplo. Los monasterios eranseñores sobretierras yvasallos, disponiendo desiervos yderechos señoriales. Alseñorío eclesiástico que ejercían los monasterios se denominabaabadengo.


Los monjes tenían la obligación del trabajo que les imponía la reglaora et labora (reza y trabaja) que era, muy comúnmente, trabajo físico (aunque la parte más dura la solían hacer loshermanos legos). La consideración del trabajo intelectual era equivalente a la del físico, y laboratorium o lugar de trabajo podía ser perfectamente elscriptorium donde se copiaban a mano los textos disponibles en lasbibliotecas monásticas, que por muy reducidas que fueran eran los únicos lugares de transmisión del saber clásico durante la Alta Edad Media.[7]
Las principales órdenes monásticas, en la actualidad, son:benedictinos,cistercienses (en sus dos vertientes, de lacomún y de laestrecha observancia),camaldulenses (también con dos ramas, la perteneciente a laConfederación Benedictina, y la de losermitaños deMonte Corona),cartujos,jerónimos,mercedarios,mínimos ypaulinos, así como las femeninasconcepcionistas yvisitandinas.
El origen de los canónigos regulares se puede colocar en los capítulos catedralicios, donde los canónigos formaron comunidades, bajo una Regla de vida, mayoritariamente siguieron laRegla de San Agustín. A partir de muchas comunidades de canónigos, nacieron algunasórdenes monásticas, que imitaron su manera de vivir. Sin embargo, el fin mismo de las comunidades canonicales, no es el mismo de las monásticas, es decir, su objetivo no es lavida contemplativa ni el «alejamiento del mundo», sino el ministerio público de lossacramentos y elapostolado.[8]

Las órdenes mendicantes o conventuales surgen después de la crisis de laIglesia y la invasión propagandística de movimientos como elcatarismo y laIglesia valdense surgió una nueva forma de vidaascéticaque no implicaba el aislamiento de la ciudad y la vida urbana. Esta forma de vida fue impulsada sobre todo por sanFrancisco de Asís y santoDomingo de Guzmán e incluían la limosna como forma de sustento. Los llamadosconventos debían ser un lugar donde elfraile diera testimonio de un modelo de vida cristiana que sedujera y orientara a losseglares.[9]
Los monjes de este nuevo tipo de vida serían llamadoshermanos ofrailes y no vivirían enmonasterios, sino enconventos que estaban en medio de las ciudades. Para ellos se adoptó sobre todo laregla de San Agustín. Así mismo, la nueva estructura de organización no ligaba a los frailes a un solo convento, sino que elsuperior general dictaba los traslados de cada uno para una mejor evangelización.
Las primeras órdenes mendicantes que aparecieron fueron laOrden Trinitaria, fundada en 1193 por el provenzalSan Juan de Mata, cuya misión era redimir cautivos, para ello se valían de ofrendas de los fieles.Orden de Frailes Menores o Franciscanos (la rama femenina de los franciscanos se denominanclarisas) y laOrden de Predicadores o Dominicos, a las que luego siguieron losCarmelitas,Servitas yAgustinos.
Las primeras órdenes de clérigos regulares en sentido estricto se fundaron durante el siglo XVI. Sus miembros son sacerdotes que viven en comunidad y su principal función es la de ejercer un ministerio similar a la de losclérigos seculares, promocionando el culto divino y procurando la salvación de las almas, a través del servicio espiritual y temporal, la educación de lajuventud, la predicación, el cuidado de losenfermos, etc. Los clérigos regulares, debido a sus actividades pastorales, muchas veces están dispensados de las exigencias de la vida comunitaria que caracterizan a las demás órdenes regulares.[10]