CHAMPIONS LEAGUE

El PSG se pasea en Leverkusen / Champions
ALuis Enrique le va la marcha; nunca lo ha negado. Y ese carácter, poco a poco, lo ha ido transmitiendo a suParis Saint-Germain. El conjunto parisinodisfruta en la locura, y el encuentro que se vivió en elBayArena, en el queGil Manzano fue protagonista con dos penaltis y dos expulsiones solo en el primer tiempo, fue de manicomio. ElBayer Leverkusen trató de resistir y, aunque logró reaccionar cuando todo parecía perdido, el ritmo vesánico delPSG lo sobrepasó por completo.
ElPSG fue una apisonadora en el contexto de diez contra diez hombres, mucho más letal que en el once contra once, y eso que el encuentro arrancó plácido para ellos. A los seis minutos,Pacho cabeceó a placer un centro teledirigido deNuno Mendes para poner el 0-1 y empezar a romper el invicto que mantenía elLeverkusen desde la llegada deKasper Hjulmand al banquillo, el pasado 12 de septiembre. Era el preludio de la apertura de la caja de los truenos.
En el minuto 25,Zabarnyi dio la oportunidad alLeverkusen de meterse en el duelo. Un forcejeo conEcheverri dentro del área terminó en penalti para los alemanes por tocar el balón con el brazo.Grimaldo, tras la revisión delVAR, estampó el balón en el poste.Mayulu respondió al lanzamiento con otro disparo al palo, que evitó el 0-2, pero lo peor estaba por llegar: a la media hora de juego,Andrich vio la roja directa por un codazo en la cara deDoué queGil Manzano interpretó como agresión.

Andrich vio la roja directa por un codazo en la cara de Doué / EFE
En un contexto normal, esa acción habría tirado el encuentro por la borda, peroZabarnyi tenía otros planes. Como si el primer penalti no hubiera bastado, en el minuto 37 cometió otro sobreKofane, sancionado además con una segunda roja directa: otra opción para empatar desde los once metros y fuerzas igualadas sobre el campo. Esta vez lanzóAleix García, y el catalán sí acertó. 1-1.

Zabarnyi se lamenta tras cometer el segundo penalti del partido, que lo costó la roja directa / AP
Con los dos equipos con diez hombres sobre el césped, se podía esperar cierta tranquilidad. Pero en la locura delBayArena, reinó elPSG: tres goles en tres minutos dejaron el choque sentenciado antes del descanso. La magia deDoué, en dos ocasiones (minutos 41 y 45+3), y la insistencia deKvaratskhelia (minuto 44), se sobrepusieron a cualquier circunstancia y plantearon un escenario muy doloroso para elLeverkusen en el segundo tiempo.
En la reanudación, había tiempo para mucho más:Nuno Mendes puso la manita con un latigazo al primer palo yAleix García trató de contestar con otro misil para el 2-5. Y aún quedaba el gol del Balón de Oro,Ousmane Dembélé, que partió desde el banquillo y remachó un balón con la diestra en el minuto 66 para regresar a París con premio.Vitinhacerró la humillación con un derechazo en el añadido.

Ousmane Dembélé se apuntó el 2-6 ante el Bayer Leverkusen / AP
Con el 2-7, elLeverkusen solo deseaba que terminara un calvario que, para elPSG, era todo lo contrario:un acto de locura, un acto de placer y un merecido liderato por la diferencia de goles.