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La comunidad judía agradece al monarca, al Gobierno y a las Cortes la ley que concede la nacionalidad a los sefardíes originarios de España

'Tras esta Ley, Majestad, más que nunca Sefarad es España', dice Eli Cohen

Pasados 522 largos años y ocho meses de la expulsión de los judíos por parte de losReyes Católicos, la Corona española ha abierto las puertas delPalacio Real a sus descendientes. Y lo ha hecho con toda la ceremonia, en un acto que ha tenido lugar en el comedor real y en el queFelipe VI ha hablado ante decenas de representantes de su comunidad: "¡Cuánto os hemos echado de menos! (...) Yo hoy quiero deciros que ya estáis de nuevo en vuestra propia casa, que ya habéis vuelto para siempre a vuestro hogar", ha afirmado el sucesor de los Reyes Católicos en un acto en el que no ha faltado la música y los instrumentos de cinco siglos atrás ni la palabra más repetida: "Sefarad". "Tras esta Ley, Majestad, más que nunca Sefarad esEspaña", ha dicho, antes que el Rey,Eli Cohen, el primero de los descendientes de una de aquellas familias de judíos expulsados, nacido ya en España. Y es que lo que hoy se celebraba en el Palacio Real no era tanto el regreso físico de una comunidad que empezó a volver a mediados del siglo XX, -coincidiendo elConcilio Vaticano II, de 1967, y algunas dificultades enMarruecos- y que abrió su primera sinagoga en 1968; sinola nueva norma aprobada por elCongresoeste pasado mes de junio, queconcede la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España. Una amplia representación parlamentaria ha asistido, precisamente, al acto y ha escuchado cómo el presidente de laFederación de Comunidades Judías de España,Isaac Querub, además de expresar su "gratitud", ha pedido al Rey y alGobiernoque "compense los aspectos más exigentes de la Ley" para conceder las requeridas nacionalidades, "con una interpretación equilibrada y sensible". 583 son las solicitudes pendientes de tramitación, que se suman a las 4.302 nacionalidades automáticamente concedidas, por carta de naturaleza, inmediatamente antes de la entrada en vigor de la norma, el pasado mes de octubre.

Querub ha aprovechado además para hacer su aportación en el contexto de la crisis generada por el islamismo radical: "La forma de respuesta al fanatismo es defender los valores que nos unen, y que beben de la tradición judeocristiana". "Majestad", ha terminado en un tono emotivo, "se nos ha llamado españoles sin patria, pero por el ejemplo de nuestros padres, seremos embajadores de un país al que fuimos incapaces de dejar de amar".

El Rey ha respondido a la emoción del ambiente aludiendo a la "vieja llave" que años atrás le regalaron los sefardíes como símbolo de las que sus antepasados se llevaron en la "diáspora" con la esperanza de volver algún día a sus casas. Pero, sobre todo, ha subrayado los efectos de la ley recién entrada en vigor, por la que "muchos sefardíes, o descendientes de sefardíes, podrán obtener la nacionalidad española de forma plena y en igualdad con el resto de los ciudadanos de nuestro país". "A través de esta norma", ha dicho en presencia del ministro de Justicia,Rafael Catalá, y de su antecesor,Alberto Ruiz-Gallardón, a los queQuerubha agradecido su trabajo, "regresa formalmente al tronco común de la nación española una de sus ramas que, en su día, fue tristemente separada". Felipe VI ha agradecido a los sefardíes su "lealtad" a España y a la propia lengua española, que han conservado viva en el seno de sus familias a lo largo de cinco siglos, amén de su renuncia al "rencor" y "haber enseñado a vuestros hijos a amar esta patria española". "Contamos con vosotros para caminar juntos, porque todos somos ciudadanos españoles, en la construcción de una España mejor", les ha dicho.

"Considero", ha terminado el monarca del siglo XXI, "que la Ley aprobada y el acto que celebramos reafirman el deseo de que esas llaves a las que aludí al comienzo de mis palabras abandonen el halo de leyenda para representar ahora una nueva y definitiva apertura de las puertas de España a los hijos de Sefarad".

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